katia.bosca Katia Bosca

Maria , una chica que tras la perdida de sus padres es adoptada con su hermano Benjamin . Por una causa sin sentido su hermano decide escapar y desaparece . Dejando asi a su hermana con intentar de buscarlo . ¿ Lo encontrara ?


Aventure Tout public.
Histoire courte
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La Puerta ...

Una puerta, una niña, un misterio que deja al pueblo sin palabras.

Se dice entre la gente  que la historia de María Sánchez nunca tuvo respuestas.

Algunos dicen que  los Jones estarían involucrados  ya que ellos eran la familia adoptiva de María. Otros   cuentan que ella, con solo quince años, huérfana y sin  amor, se escapó y murió en el bosque. 

Yo les voy a contar la verdadera historia, porque yo soy María Sánchez.

 Al final , mi historia nunca se resolvió y los detectives me dieron por muerta.

Ahora solo soy solo un caso más sin resolver como el de mi hermano Benjamín 

Cuando murieron mis padres, mi hermano y yo fuimos a un orfanato. Estuvimos muy poco tiempo hasta que nos adoptó la familia Jones: tenía dos hermanos más y dos padres nuevos.

Mis nuevos hermanos eran Camila de diez años, morocha y muy caprichosa,  no me trataba bien porque me tenía envidia; decía que con mis ojos y mi cuerpo no sabía cómo no tenía novio. Estaba también  John de dieciséis años, también  morocho como Camila. Él fue mi único amor. Estaba perdidamente enamorada de él y él de mí. Así que a veces nos escapábamos al bosque y nos quedábamos una tarde completa juntos frente al río.

Un día camino al bosque con John, nuestros padres nos descubrieron de la mano. 

Como castigo me dejaron  en la casa de una tía que era muy molesta y fueron unos días terribles. Una tarde volvieron a buscarme y al regresar a la casa, mi hermano Benjamín  no estaba.  Me dijeron que lo habían visto escapar llorando al pastizal.

Fuí a  la policía y conté sobre su desaparición. Mis padres adoptivos no lo buscarían, pero yo si.

Triste y depresiva, dejé pasar un año frente a mis ojos llorando por todos lados, escapándome  de la escuela y soñando con volver a verlo. 

Al tiempo, me llegó la noticia de que los detectives dejaron el caso.  Pensaron que quizá estaba muerto y que no valdría la pena seguir buscando.

El día de mi cumpleaños decidí escapar al bosque, escapar de mi vida. Tal como lo hizo Benjamín. Y así lo hice: corrí y corrí hasta que la noche se hizo dueña del cielo y aparecieron las estrellas que  guiaron mi camino, olvidándome de la tristeza por un momento.

Decidí dormir en una cueva que encontré. Era  muy profunda así que me pareció que sería un buen escondite para que nadie me encontrara.

En  medio de la noche mientras dormía, escuché algo.  No podía  distinguir aquel sonido.  Abrí un ojo y miré a mí alrededor sin encontrar nada.

Tenía miedo ¿sería una persona? ¿Sería un animal?

Me adentré a la cueva y  solo escuchaba  mis pasos.

De repente tropecé con una piedra que estaba en el piso y caí.  Observé hacia adelante algo que  me impactó, ¿una puerta? ¿En el medio de una cueva? me pareció algo extraño  que a alguien se le ocurriera colocar una puerta ahí.

Aquel sonido nuevamente  retumbó en mis oídos  de una manera más fuerte;  obligándome a escapar por la puerta.   Parecía que alguien o algo irrumpían con violencia el espacio  mientras que las paredes  perdían el equilibrio.

Abrí la puerta rápidamente y escapé aterrada.

Al pasar por allí , todo  desapareció  como por arte de magia, como si nada hubiera pasado. Me di la vuelta  y  quedé sorprendida:   mis ojos  entonces se dilataron. Frente a mí observaba un lugar enorme lleno de plantas inexploradas.

Un animal  detrás de éstas aparece. Su aspecto parecía de un ser mitológico. Con una iluminación tenue pude prestar más atención a su forma: Tenía cara de tigre, alas de un cóndor, cuerpo de cebra, ojos de serpiente y cola de caballo. Poseía muchos colores y eso lo hacía aún  más raro.

Cuando este animal se acercó, una persona  asomó detrás de su pelaje… 

Tenía cara de pocos amigos, y cuando menos me lo esperaba, sacó un arma.

Me apuntó y disparó sin dejarme otra salida.

Fue una bala certera. Me caí al suelo. La sangre no paraba de salir de la herida. 

Al Intentar  tapar mi herida me di cuenta de que mis manos se desvanecían.  

Ya sin fuerzas para nada me dí por vencida y dejé que mi cuerpo  desapareciera con mi alma.

Cerré los ojos y  la sonrisa de mi hermano  se hizo presente en mis recuerdos. 

Me dejé ir.

26 Août 2018 22:25 3 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

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