Encuentros Fugaces Suivre l’histoire

Unos ojos chocolate, grandes y expresivos se encontraron con los suyos perfectamente sincronizados, cuando dio la vuelta en la esquina de las escaleras. Se permitió distraerse, había una lucha incesante entre sus dientes y labios por esconder aquella sonrisa avergonzada al ir dando traspiés por doquier, y que, sumado al impaciente golpeteo de su pie en la plataforma, le resultaba interesante, a él le gustaba detallar, preguntarse, imaginar. El ruido del subterráneo lo ensordeció durante unos cuantos segundos, esperó a que pasaran todos los vagones para darse cuenta que había desaparecido.