©LyzOrtega
Dentro de los límites de un casamiento, de encuentra la confianza. —Y•D✨
Se conocieron a sus dieciocho años, estudiando en Universidad con un año de diferencia y diferentes carreras. Fue fugaz, y fácil entablar una conversación, con el tiempo las miradas, los toques y la atención se formalizó en algo más grande. Bastante tiempo invertido en regalos, detalles y como si las promesas de amor no fueran suficientes, se graduaron juntos siendo una pareja fuerte.
Taehyung supo de inmediato que todo lo que había pedido de niño, de joven y como deseo de cumpleaños se había cumplido. Cuando el anillo en su dedo anular llegó y la fiesta de celebración fue increíble, ese día bailó toda la noche junto a Yoongi, siendo sostenido y amado con devoción.
Los primeros años, fueron mágicos, el embarazo una noticia increíble donde Min no dejó de presumir que tendrían una niña. Regalos, atención y más. El nacimiento de su bella MeyGe, una niña hermosa en brazos, y después de unos años GumDae se les unió, un niño igual de hermoso.
Y entonces....
Min continuo esforzándose en el ámbito laboral, viajaban a otros países, y tenían cosas costosas sin problemas. Le dió la vida que prometió, pero Taehyung no estaba conforme, no le gustaba que se quedara hasta tarde en el trabajo, tampoco que a veces ni contestara. Y entre llamadas, las dudas hicieron que pensara lo peor.
Sus hijos eran pequeños, las peleas eran enormes, no podía ver a Min tranquilo dándole de comer a su hijo de dos años, porque enseguida sacaba los temas de abandono, los días que faltó por viaje de negocios y reducir en su cara que seguro le era infiel.
¿La conclusión?, Min espero un año, dejó de asistir a viajes, llegó más temprano y aún con eso los gritos y peleas no se detuvieron. Y aunque le pesaba el corazón entender porque se volvió de esa forma, el día de su aniversario, mientras su niño tenía tres y medio, dejó los papeles de divorcio en la mesa, frente a Taehyung, cuando era de noche y nadie podía verlos.
La negación.
Las peleas
Gritos y corajes.
Y en tres meses, un juez finalmente les dio la custodia compartida dándole prioridad a Taehyung de decidir que días ver a sus hijos. Y con el corazón roto la division de bienes fue parte del juicio.
Este sería su décimo aniversario de bodas.
Con arreglos florales cada día, regalos, besos y el amor en el aire que los obligue a sonreír y amarse, aceptar y querer a sus dos bellos hijos productos del matrimonio que se llevó a cabo hace diez años.
Pero no es así.
Hoy es jueves, es otoño, y sus hijos corren con mochilas puestas hacia la entrada de su hogar, donde mientras camina escucha como ríen y se lanzan a su padre, Min Yoongi, nombre de su primer amor, y exesposo. Pues desde hace más de tres años el divorcio se hizo oficial en aquel tribunal por un juez. Y hoy acepta, aunque no le gusta para nada que venga por los niños y se los lleve.
—Te esperaron cuatro meses, espero que al menos los cuides por un mes. —Reclama aun sin ser consciente de lo que sucede.
—No te preocupes, me los quedaré dos meses. —Min siempre es directo y se encarga de subir las cosas a la cajuela, sin perder el tiempo se acerca y toma las maletas más grandes. —MeyGe, GumDae, les quiero presentar a alguien muy especial.
Y todo lo que Taehyung ha tratado de mantener a flote, la esperanza de volver a formar a su familia, unirse otra vez en matrimonio y ser felices cuando Min pueda disculparse por todo el abandono de su divorcio. Se hace trizas, esa esperanza cae porque del auto un joven con porte de modelo sale y se agacha a nivel de los niños.
—Él es Jimin, mi pareja. Y va pasar mucho tiempo con ustedes. —La forma de dirigirse a los niños, como les pregunta su edad y extiende un regalo a cada uno.
—Ese viaje era de negocios, no para buscar pareja Yoongi. —No se limita al dejar en claro que no le gusta, odia que más personas se acerquen a sus hijos, pero Yoongi avanza y toma con cuidado la maleta extra que Tae sostiene en las manos. —No quiero que tu noviecito se acerque a mis hijos.
—Taehyung, lo que yo haga con mi vida personal no es de tu incumbencia. Y Jimin no es mi novio, es mi esposo. Lo conozco desde hace un año, y les hará bien a los niños, es un angel con ellos. —Anima, y se aleja subiendo el resto de cosas.
La idea de un padre, el inicio de la guerra, cuando entre risas sus miradas chocan, y con todo el odio por lo que no se puede tener, Taehyung deja en claro su posición.
El verdadero reto no eres tú, es tu pasado.
©LyzOrtega
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