Taehyung rodó sobre su cama, las frías sábanas debajo de él no podían calmar el inmenso calor que sentía, tampoco los dedos que estaban en su interior.
Él necesitaba algo más grande, más fuerte… él quería un nudo llenándolo hasta estirarlo al límite.
Tal pensamiento le hizo gemir de una manera lastimera, su entrada chorreaba al imaginarse a un alfa aporreándolo desde atrás. Sin embargo, luego de que su imaginación acabará su frustración incrementaba.
Otra vez estaba solo en la temporada de apareamiento, no era de extrañar que estuviera así de necesitado. Tenía ya treinta años, y en ese tiempo nunca había conocido lo que era tener a alguien a su lado.
Ahora lo rechazaban por sus años y antes lo rechazaban por su aspecto. Taehyung fue un omega aplicado desde temprana edad y mientras iba creciendo su conocimiento también, pronto y por cosas de la vida tuvo que utilizar lentes, los granos inundaron sus mejillas y sus padres le hicieron ponerse brackets. Todo el gritaba "nerd", era como un repelente para los alfas, porque los estándares eran altos y él no los ocupaba, generalmente los omegas eran lindos, con piel suave y tersa. Simplemente perfectos.
El no podía hacer nada para cambiar su situación con su autoestima en el suelo, no podía siquiera acercarse a alguien, por miedo al inminente rechazo.
En sus celos la pasaba siempre solo, con sus dedos y consoladores, que lograban apaciguar el inmenso calor y necesidad de aparearse.
Pero con el tiempo ya no fueron suficientes. Taehyung creció, su rostro se estilizo, sus dientes se volvieron perfectos, pero aún utilizaba lentes de vez en cuando.
Su cuerpo era delgado y algo esbelto por las partes importantes, y su aroma a canela y vainilla era agradable.
Sin embargo y aún con la belleza que cargaba, no era suficiente para atraer a algún alfa. Generalmente los de su edad ya estaban tomados y profundamente enamorados de sus omegas. Y los alfas menores que él, lo pasaban por alto al ver carne joven.
El ya no sabía que hacer más que llorar de frustración.
¿Acaso ya era demasiado tarde para él?
¿Debía de renunciar a ese sueño de encontrar a alguien a quien amar?
¿Nadie lo iba a querer?
¿Estaría solo… sin pareja ni hijos?
Tantas preguntas y solo una simple y desgarradora respuesta.
Si.
Era lo que gritaba su destino, pero él no quería admitir eso. No quería creer que se quedaría de esa manera.
Se subió los pantalones con dificultad y salió de su hogar. Era irresponsable de su parte, pero ya no le importaba nada. Cualquier alfa serviría para apaciguar la profunda necesidad que sentía.
Los alfas se volvían locos cuando había un omega en celo, y usaría eso para conseguir a alguien. Pero al igual que todo lo que se le ocurría cuando era del ámbito romántico, su plan falló.
Taehyung no contó con que era casi más de media noche, las calles estaban desoladas y mientras que él se hallara caminando con sus piernas débiles y chorreantes los demás estarían durmiendo.
Soltó un último jadeo, recostándose sobre un faro de luz. No podía creerlo, soltó una sonrisa rota. Mirando a su alrededor, se dio cuenta que ni siquiera sabía dónde se encontraba.
Su mente nublada lo había hecho caminar hasta un lugar del que no sabía cómo volver. Maldijo entre dientes.
Idiota, se repetía a si mismo.
Estaba abrazando el faro de luz, que era su único apoyo cuando un fuerte aire se arremetió contra él. El golpe de aquel viento fue duro, pero a su mente no pareció importarle porque en aquel viento se hallaba el más rico almizcle que alguna vez haya olido.
Era de madera y sidra.
Su cabeza se levantó al instante en que sintió tal exquisitez. Un alfa, por fin. Su piernas temblaron de anticipación. No podía ver su rostro por la oscuridad, pero la gran figura que veía acercarse le era suficiente.
Quería ser tomado ahí y ahora. Soltó un gemido cuando el alfa lo tomó de la cintura y olió con fervor su cuello. Sus manos eran tan grandes…
— Alfa- uhm… por favor — rogó, apretándose contra ese fuerte pecho, quería fundirse en él. Su alfa era duro y grande. Su entrada chorreaba al imaginar su polla.
— No aquí dulzura. — le dijo en un bajo susurro contra su oído, su voz… casi le hace correrse en sus pantalones — Estás fuera de mi casa, ¿acaso me estabas esperando? — dijo de una forma seductora.
Taehyung solo pudo gemir en respuesta mientras esos brazos musculosos lo cargaban.
Pudo sentir como el alfa hizo presión aún por encima de su ropa en su entrada necesitada.
— Estás tan mojado amor. Siquiera ¿sabes con quién te estás metiendo? — pregunto antes de dejarlo sobre el suave colchón — ¿O solo saliste por necesidad?
Taehyung se retorció, apenas entendía lo que le estaba diciendo el alfa, solo podía estar concentrado en el gran cuerpo que estaba parado frente a él y en lo guapo y masculino que se veía aquel hombre.
— Responde — demando con fuerza.
La autoritaria voz de mando, le hizo jadear. ¿Qué clase de alfa poderoso tenía enfrente? Su nublada mente pareció despejarse un momento sólo para poder responder.
— Yo que-quería algo más que mis dedos y con-consoladores en esta temporada — respondió apenas. El hombre gruñó en respuesta quitándole los pantalones.
— Cualquiera hubiera servido eh… pero a mitad de la noche sería difícil encontrar a alguien, ¿hubieras regresado a tu casa así de necesitado? — pregunto de manera baja, abriendo sus piernas.
Taehyung se sonrojo más si eso fuera posible. El alfa estaba mirando muy fijamente su entrada. No había duda de que era un gran espectáculo, con el deseo que sentía por aquel hombre, su entrada solo chorreaba y se contraía por él.
Miró al hombre grande que tenía entre sus piernas, su rostro decía masculinidad en todas sus reglas, más aún con esa leve cicatriz que hacía más duro su rostro, y su cuerpo… su espalda y hombros anchos eran casi el doble del tamaño que el mismo. Taehyung gimió, dios… que hombre.
Y si seguía mirando hacia abajo lejos de esa gran musculatura, se podía encontrar con esas piernas gruesas y con un gran paquete entre ellas. Su boca salivo, ese miembro no podía medir menos que cuarenta centímetros… joder él podría decir que aquella polla media más de cincuenta.
Jadeo por la sorpresa, pero una gran mano me metió entre sus piernas y presionó su necesitada entrada. Taehyung se perdió otra vez.
— Si-... Po-por favor — gimió desesperado, estaba tan vacío…
— Tan necesitado…. Espera bebé que sabes muy bien que mi polla es más grande que mis dedos. — el alfa se había cernido encima de él, y dijo esas palabras rosando su sensible oído, para luego lamerlo. Taehyung se retorció de placer, su espalda se arqueó cuando entraron tres dedos en su interior todos ellos pulsando su punto dulce — Tan hermoso y receptivo… ¿te gusta esto, mi bebé? Pronto tendrás la leche que tanto deseas, la tendrás en litros en tu interior. — gruño — Me estás volviendo loco.
Taehyung tomó las hebras negras entre sus dedos, mientras que sus piernas se abrían para facilitar la entrada de esos tres dígitos. Su boca buscaba la contraria, a pesar de estar nublado por la excitación él también se sentía ahogado por la falta de amor.
El alfa le concedió el beso. Apenas podía seguir su ritmo castigador, y jadeaba en busca de aire cada que podía, el alfa no parecía querer separarse de sus labios. Los había delineado con su lengua y chupado de una manera que los había dejado hinchados y sensibles.
— Nombre — soltó, mirando su rostro, con esos ojos negros que hacían temblar su ser. Sin duda era un alfa dominante.
— Taehyung — contestó apenas, con sus ojos en los contrarios labios, él quería más de ellos, más de todo ese hombre.
— Bonito — respondió, besando el largo de sus mejillas, era casi cariñoso. Aquel acto hizo su corazón palpitar. — El mío es Jungkook. Acuérdate de gemirlo en alto cariño, le vas a decir a todos a quien perteneces. — el alfa bajo, y chupó su cuello.
— ¡Jungkook!... mgh
— Sí, justo así bebé. — respondió complacido, antes de volver a atacar sus labios.
Jungkook sacó sus dedos de su entrada, y él soltó un gemido de protesta. Se sentía vacío otra vez.
— Shh... Ven súbete en mi, pon ese bonito trasero en mi cara. Quiero comerte.
El alfa se había recostado boca arriba en la cama para aquella petición. Taehyung lo pensó un momento, pero lo hizo, algo cohibido y temblante. Sintió perfectamente como sus nalgas fueron abiertas y una respiración caliente era depositada en su entrada.
— Estás tan húmedo y rojito aquí, Taehyung. Te voy a devorar todo — dijo como último, antes de posicionar sus labios en sus bordes y chupar mientras su lengua entraba y recorría sus bordes.
Taehyung grito cayendo sobre el pecho del alfa, mientras esté lo agarraba de la cadera fuertemente. Sus ojos se distorsionaron a tal placer, sentía como su lubricante chorreaba por sus piernas, mientras que el alfa hacía movimientos obscenos con su lengua en su interior.
— Ah…Sí, cómeme más ahí… ¡Jungkook!… — gemía, de manera descontrolada. Taehyung comenzó a empujar hacia atrás para que aquella lengua se empujara más adentro, — ahii ahh...
— Esto te encanta ¿verdad
Taehyung gimió en respuesta, alzando su trasero casi en pompa. Le encantaba tal sensación. Sentía como su orgasmo se estaba formando. Pero al final de cuentas la lengua no era suficiente.
Sus ojos pronto se posaron en aquel grueso miembro que parecía querer romper los pantalones del alfa. Se tiró un poco más adelante para alcanzar el bulto. Abrió con las manos temblantes la bragueta del contrario, su boca comenzó a salivar.
El miembro golpeó su rostro ni bien lo sacó de los pantalones del alfa, la polla era larga, también gruesa y la punta brillaba en rojo. El saco también era grande, y se veía lleno de esperma que sería depositado en su interior.
Y su olor, ese maravilloso olor parecía drogarlo tan rico, su nariz se hundió en los testículos para aspirar más de ahí, la piel suave y rastrojos de vello contra la piel de su rostro le era delicioso
La polla soltó una gota de semen, por la punta roja y el no dudo en darle una larga lamida, no había manera que cupiera todo ese miembro en su boca, así que solo se dedicó a lamer los bordes y punta. Su sabor era exquisito, casi embriagante como el alcohol, la lamía como si fuera una paleta de dulce… tan grande.
El alfa le soltó una nalgada cuando volvió a chupar la punta, el casi se atraganta al querer dejar salir un gemido.
— ¿Te gusta mi polla bebé? Tranquilo que pronto lo tendrás en tu entradita codiciosa. — dijo, dándole una lamida — Porque eso quieres ¿no? No quieres ni mis dedos ni mi lengua. Quieres mi gran polla, quieres que te parta en dos, quieres que te deje lleno y saciado de mi leche y nudo ¿verdad? — gruñó, dejando caer otra vez su mano en su nalga golpeada.
— ¡Si! Ah, por favor, Jungkook, alfa, por favor…
— Por favor que, dilo correctamente Taehyung.
El lloriqueo, no aguantaba más.
— Ju-Jungkook...por favor dame tu polla, déjame chorreando de tu semen… uhm ¡ah!
El alfa lo empotró contra el colchón. Su cadera fue levantada y de una embestida metió toda su polla en él.
— ¡Jungkook! — gimió, cuando la polla lo abrió hasta su límite, el dolor se hizo presente, pero la excitación era más fuerte, sus ojos rodando hacia arriba. El alfa gruño contra su oreja mordiéndola.
— Sigue gimiendo bebé… Me encanta como gimes mi nombre. — el alfa volvió a empujar hasta meter todo de él otra vez.
Taehyung sabía que tener una polla real se sentiría diferente a los consoladores, pero no sabía que habría tanta diferencia, tener a una polla real aporreándolo, junto a un hombre pesado moliéndolo era un mundo completamente diferente de placer.
Tal plenitud sólo se podría conseguir con un hombre real, aunque no con cualquier hombre. Debía ser uno como el que lo estaba follando, grande hasta estirarlo al punto de dolor y placer. Uno que tuviera ese ritmo certero, que con todo cuerpo y cabeza de su polla golpearan fuertemente su próstata. Tan rico y grande…
— Eres mío bebé, mío. Di que lo eres, di a quien es el único hombre a quien perteneces
— Tuyo, soy solo tuyo alfa. — si, pertenecía a ese hombre, debajo de él, llenado con su polla, todos los días de su vida. — ¡Jungkook! — lloriqueo, estaba apunto, había atrasado a más no poder su orgasmo, pero ya era una tarea imposible.
Se vino, con un gemido lastimero cayendo contra el colchón su esperma baño las sábanas. Su cabeza estaba nublado de placer, era el mejor orgasmo que había tenido en su vida.
Sus piernas seguían temblando por su éxtasis, pero Jungkook lo mantenía agarrado de las caderas, follandolo a través de su orgasmo, sus paredes palpitaban, mientras esa polla, entraba y salía de él. Pronto su ritmo se hizo más fuerte, casi animal.
Taehyung jadeaba sin aire, todo era tan intenso como placentero, los gruñidos en su oído, le hacía sentir orgulloso al tener ese gran alfa excitado por el.
Un gemido grueso le hizo saber que el alfa había acabado. Algo grueso se hinchó en su interior, tan grande y bueno, gritó cuando su segundo orgasmo lo invadió, Jungkook seguía follandolo con todo y nudo en su interior, soltando como si fuera un caño tiras y tiras de esperma que inundaban su entrada.
Taehyung sonrió satisfecho, se sentía en las nubes. Tan lleno y maltratado. Era todo lo que hubiera querido que pasará y mejor.
Jungkook salió de él cuando su semen dejó de salir de su polla y su nudo desapareció. El jadeo, ya no tenía la gran presencia de ese miembro, pero pronto el semen se comenzó a deslizarse por sus piernas, saliendo en chorros de su entrada, y aún así seguía sintiéndose lleno de esa leche viscosa.
— Ven amor — una voz gruesa lo atrajo a su pecho y un beso fue depositado en sus labios, quiso decir algo coherente, pero fue callado — Shh… solo duerme mi bebé.
Ese apodo hizo estragos en su corazón. Finalmente fue arrullado con amor, el almizcle rico del alfa lo baño adormeciéndolo. Sus ojos se cerraron lentamente, sintiéndose feliz y completo, al tener a alguien en quien apoyarse y siendo rodeado por fuertes brazos, que lo hacían sentir protegido y en casa.
Merci pour la lecture!
Yo me encantó este capitulo fue algo que buscaba hace bastante tiempo y se lo recomiendo a cualquiera de verdad este autor se luce escribiendo me encanta
Definitivamente está es una obra literaria, amo está historia definitivamente bendito sea el día en que te encontré 🤌🤌✨✨
Ni como explicar en palabras la forma tan buena en que la autora se desenvuelve la autora escribiendo qué se podría decir que hasta se sienten los capítulos, jaja, sigue así amo tu historia perdí la cuenta de las veces que la voy leyendo.
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