Sálvame
Todo fluye a través de una misma red de la cual no tenemos control o ¿quizás sí? Para los humanos esto no tiene relevancia, incluso ser parte de esa red lo consideran destino, un destino ya escrito por alguien, pero esa red es muy diferente al destino.
El tiempo fluye para todas las criaturas a excepción de un solo ser, E.N.D, aquel que hace que el tiempo fluya a su voluntad y así como él hay varios humanos que pueden hacerlo, pero odian salir de la red a la que fueron confinados.
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Bosque de las hadas, año 779
Una gran cantidad de energía mágica se concentraba en el centro del bosque, sin embargo, no había explicación para ello, lo que sea que estaba dando tal reacción mágica debe estar haciéndolo desde un lugar remoto y sería una amenaza a gran escala o eso decían todos los habitantes de Yosei.
Mika se acercó hacia ese lugar, parecía estar acostumbrada o mejor dicho cansada de hacerlo todos los días desde hace diez años.
—Danny, es hora de volver al gremio —dijo Mika.
Una gran luz salió desde el lugar donde la magia se concentraba y de allí salió E.N.D.
—Dije que dejarás de llamarme así —dijo Danny.
—Si, si ya escuché tu discurso de que ya no eres un humano y eso, pero me importa un carajo y te lo diré una última vez, deja de asustar a la ciudad o yo misma te destrozaré —Mika estaba molesta.
—Lo sé, pero si no entro a la grieta temporal una vez al día mi poder se desatará como hace diez años, demasiadas personas perdieron la vida por ello además la ciudad estuvo de acuerdo —dijo Danny.
—Lo entiendo, lo que no entiendo es la razón de la ciudad para apelar contra ti para que no seas ejecutado, en mi opinión debería haber pasado, aunque estoy segura que no hubieras muerto.
—Eres tan amable como siempre.
—Vamos a casa Danny, hoy cocinó Violeta y ha estado practicando mucho para no envenenarnos como la última vez.
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Yosei, año 769
Había pasado un año desde que Danny volvió al gremio y todo volvía a la normalidad a excepción de un pequeño detalle.
Durante los trabajos largos Danny despertaba a mitad de la noche, tenía pesadillas donde él asesinaba a todos sus compañeros, pesadillas donde su poder lo consumía y torturaba a las personas sin importarle quien fuera, por ello Danny dejó de ir a trabajos que impliquen viajes largos, pero días más tarde las pesadillas continuaron.
Cada vez se hacían más reales, cada vez eran más brutales y llegó el punto en el que Danny dejó de dormir hasta que una pesadilla en la cual Danny se encontraba con una mujer en la grieta del tiempo hizo que sucumbiera.
Danny cayó en coma por tres meses y al despertar destruyó el gremio, la esencia de su magia había desaparecido ahora no era más que un demonio al que le gustaba el sufrimiento de los humanos, un poder lleno de maldad pura y entre el fuego que azotaba al gremio su figura era la única que era visible, tenía una sonrisa que demostraba lo mucho que disfrutaba destruir y se hizo más violenta cuando asesino a uno de los miembros del gremio.
Disfrutar de las muertes de humanos era para lo que E.N.D había sido creado, los miembros del gremio que lograron salir se veían incrédulos de ver esa escena, su amigo y compañero estaba aplastando los cadáveres de sus compañeros.
—¡¡DETENTEEE!!! —gritó Mika.
Su intención de atacarlo fue frenada por una pared de hielo, era Dai que cada vez expulsaba su magia congelándolo todo, estaba furioso y en segundo se acercó por lo alto hacia E.N.D lanzándole un golpe con una gran cantidad de magia acumulada, pero fue detenido con una sola mano, sin embargo, la magnitud del poder de Dai hizo que las llamas se apagaran y que todo a su alrededor empiece a congelarse eso incluía a E.N.D.
—Con que ese es el poder de E.N.D, no es nada del otro mundo —dijo Dai muy confiado.
El hielo empezó a agrietarse, eso sorprendió a Dai que inmediatamente usó más magia para mantenerlo congelado, pero fue inútil, E.N.D destruyó el hielo y rebosaba de felicidad y caminaba con tranquilidad hacia Dai.
—¿Eso es todo? —la arrogancia era clara en cada palabra que E.N.D decía.
—Claro que no, ahora te demostraré que no debes revelarte ante mí, te haré pedazos y abstente de darme explicaciones, un demonio no merece ser escuchado —dijo Dai.
Dai atacó con todo su poder desde el principio, pero cada golpe era detenido con facilidad mostrando una clara superioridad, sin embargo, eso no detuvo a Dai, él estaba preparado para usar su magia y revelando el poder del mago más fuerte de Melian atacó.
—Ice Maker “Espadas”— mencionó Dai.
Miles de círculos mágicos se formaron al instante y de ellos salieron espadas de hielo, estas tenían la característica de ser indestructibles.
—Maravilloso, veamos cual resiste más —E.N. D formó la misma cantidad de espadas al instante solo que estás eran de fuego.
Al mismo tiempo ambos lanzaron sus ataques destruyendo las espadas entre sí, pero eso solo era el principio de todo; entre el humo que ocasionó el ataque E.N.D apareció con una espada y atacó directamente a Dai, pero él pudo responder creando una espada de hielo para defenderse, sin embargo, E.N.D creó otra espada al instante y atacó esta vez era tarde para Dai y tuvo que esquivarla. Eso fue la perdición de Dai.
Al momento en el que Dai esquivó la espada, E.N.D lo pateó en el estómago con gran fuerza que lo elevó a casi un kilómetro y E.N.D saltó dejando un cráter en el suelo logrando alcanzar a Dai y en el aire E.N.D juntó sus manos y golpeó a Dai en la espalda con una gran fuerza que lo hizo caer en la ciudad destruyendo varios edificios.
E.N.D se limitó a observar por unos segundos a las personas que corrían de manera desesperada y a los miembros del gremio que intentaban evacuarlos a todos.
—Karyū no Hōkō —E.N. D atacó la ciudad.
El rugido del dragón de fuego fue dirigido hacia Dai, pero también era un ataque contundente para gran parte de Yosei y en las alturas se escuchaba una risa aterradora, E.N.D solo se estaba divirtiendo no solo con Dai si no con la vida de todo los que estaban cerca de él.
E.N.D bajó desde los cielos que se tornaban de una nube negra y poco a poco se acercaba hacía donde yacía el cuerpo de Dai, el juego aún no terminaba y E.N.D lo confirmó cuando miró a Dai aún con vida, se había protegido lo suficiente para sobrevivir a ese ataque.
—Maravilloso, pero denigrante, aún no eres lo suficientemente fuerte para seguir con este juego, pero como agradecimiento a tus esfuerzos te mostraré la manera correcta en la que se usa la magia de hielo —dijo E.N.D.
Dai se limitó a mirarlo con furia, con un gran espíritu de pelea.
—Esta es la manera correcta, “Cero” —dijo E.N.D y chasqueo sus dedos.
En un instante una gran parte de la ciudad se congeló, incluyendo el cuerpo de Dai.
E.N.D siguió destruyendo la ciudad y matando a cada ser humano que se encontraba, todo no era nada más que un deleite para él, pero de la nada E.N.D cayó inconsciente, todo se había terminado, sin embargo, el consejo mágico llegó a Yosei y encarceló a E.N.D; fue enviado a juicio y toda la ciudad de Yosei se impuso a que sea ejecutado, a pesar de haber hecho lo que hizo él había salvado a muchos. Él rey aceptó con la condición de que la misma ciudad debería hacerse cargo y si volvía a perder el control todos serían ejecutados.
Danny encontró la solución en la grieta temporal y así pasaron diez años donde Danny entraba a la grieta para controlar su poder.
Ya en la actualidad todo era felicidad, los trabajos se hacían sin complicaciones, aunque Danny ocultaba sus pesadillas.
«Danny, tú no eres un error, Missa te trajo para que Tártaros no consiguiera el poder de los dioses y lo has hecho solo necesitas encontrar a alguien adecuado para que te ayude a detener la guerra, pero antes ¡¡SÁLVAME!!»
Daniel Benavides
