ariadna13 Ariadna García

Yumiko cree estar enamorada. Tiene todos los síntomas, incluso le ha escrito una carta de amor. Pero sus expectativas de futuro se tuercen cuando este le dice que no van a volver a verse porque su padre ha encontrado trabajo en otro país. Yumiko no está dispuesta a permitir que eso pase.


Histoire courte Romance jeune adulte Déconseillé aux moins de 13 ans. © Ariadna García

#obsesion #carta #locura #asesinato #yandere
Histoire courte
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La doble cara de la moneda


Había dejado la carta en su mochila. Llevaba días planteándome decirle a Yoshio lo que sentía, pero cada vez que lo intentaba mi cuerpo se quedaba rígido y mi mente sufría una especie de parálisis. Había puesto todas mis esperanzas en esa carta. Todos mis miedos y todos mis anhelos. En definitiva, toda mi alma.

Ava me recomendó que lo hiciera de esta manera, así no me pondría histérica y sería algo romántico y especial. Y en caso de que me rechazara, nadie vería mi cara de «has hecho el ridículo». Ava es mi amiga por correspondencia. Vive en la otra punta del mundo y dice que a veces parezco un reloj que da la cuenta atrás pero que nadie sabe lo que pasa al final porque siempre termina reiniciándose.

Ahí estaba él. Lo supe antes incluso de que apareciera por la esquina. Era como si tuviera un diario en mi interior que estuviera programado para desvelar todos sus movimientos antes de que sucedieran. Llámalo sexto sentido o instinto de mujer enamorada, pero la conexión que existía entre Yoshio y yo estaba por encima de cualquier obstáculo que pudiéramos hallar en el camino.

Yoshio fue el primero en dirigirme la palabra cuando me mudé a este barrio de mierda y nadie se me quería acercar por mi aspecto. Como si el de ellos fuera menos rarito, todos calzando las mismas pintas los 365 días del año y las mismas sonrisas falsas de «me encanta mi vida, qué feliz soy», cuando la miseria se los comía por dentro. Yo por lo menos nunca he fingido ser alguien que no soy. Por lo menos tenía algo con lo que de verdad podía mirar al resto por encima del hombro: nunca, jamás, he fingido ser otra persona. Y Yoshio lo sabía porque me trataba de una forma distinta que al resto de las chicas que le bailaban el agua. Su sonrisa lo delataba.

Pero aquel día había dibujada una fina línea en su cara y sus ojos no transmitían alegría. Parecía triste y derrotado. Quise abrazarlo y demostrar que pasara lo que pasara me iba a tener ahí, caminando a su lado y besando el camino por donde él pisaba, porque no se merecía menos.

—Te necesito, Yumiko —dijo él cuando detuvo sus pasos frente a mí. No era un «te necesito» como el que siempre había deseado escuchar, ese de «no te separes nunca de mí», sino que más bien sonaba a «te necesito, ha pasado algo malo». Odiaba verle sufrir, pero odiaba todavía más no poder hacer nada para que esa tristeza desapareciera.

—¿Qué ha pasado?

Sacudió la cabeza con vehemencia y me dio un mini infarto cuando tomó mi mano.

—Aquí no. Esta tarde, en mi casa. ¿Te viene bien? Después de clase.

Ese día ni siquiera pasé por casa, estaba demasiado histérica como para permitir que mis padres me vieran así, por lo que me dirigí directamente a casa de Yoshio y lo esperé sentada en uno de los bancos que hay frente a su portal. Sus clases no terminaban hasta dos horas después y yo no veía el momento de verlo aparecer por el camino, con su mochila colgada de un hombro y sus andares tan particulares.

Cuando por fin lo vi a lo lejos, reprimí el impulso de lanzarme a sus brazos como una colegiala. Me limité a asentir con la cabeza y a seguir sus pasos hasta el interior de su piso, donde me quité los zapatos y me dejé guiar escaleras arriba. Esta era tal y como la recordaba desde la última vez que había estado allí para hacer los deberes. Incluso olía exactamente de la misma manera.

Nos sentamos. Él con las piernas cruzadas, yo con las rodillas juntas para que no se me vieran las bragas. Según mi padre, así era como se sentaban las señoritas, algo que nunca he llegado a entender del todo.

—Me voy —dijo Yoshio de pronto con la mirada fija en sus manos.

Yo lo miré, al principio sin entender nada. No me atreví a preguntar, así que esperé a que él aclarara lo que tuviera que aclarar.

—Mi padre ha encontrado trabajo en otro país. Nos vamos en una semana.

En ese momento, se me cayó el mundo encima. Fue como si alguien me tirara una bolsa llena de ladrillos sobre la cabeza.

—¿Te marchas?

Él asintió y sus ojos se encontraron con los míos cuando levantó la cabeza. No sé lo que vi en ellos pero no me gustó y tuve que apartar la vista. Sabía que él quería decir algo, que necesitaba decir algo, pero que de todas formas prefería callárselo. Sentí asco cuando lo pensé. Yoshio, el perfecto y simpático Yoshio, el que nunca mentía ni se comportaba como un falso, ocultándome lo que fuera que me estuviera ocultando. Apreté los labios.

—Toma.

Rebuscó en su mochila y me entregó la carta. Sin abrir.

—No la he leído. —Comenzó a decir él—. Prefiero no saber lo que pone justo ahora que me voy. Lo entiendes, ¿verdad?

Asentí. Porque ¿qué iba a hacer? ¿Gritarle? ¿Decirle que era un estúpido?, ¿que no podía irse y dejarme allí?

Me levanté porque me estaba ahogando de tanto pensar y de no poder expresarlo. Salí corriendo de la habitación y me encerré en el baño. Lloré hasta quedarme seca. Insulté a Yoshio mentalmente y a su familia por querer separarlo de mí. Sí, ellos tenían la culpa. Los odiaba con todo mi ser. Los odiaba tanto que…

Oí la puerta de la entrada cerrarse y a los padres de Yoshio llamarlo a gritos. Salí del baño y bajé las escaleras. Quería saludarlos, pero sobre todo necesitaba preguntar por qué querían llevarse a Yoshio tan lejos de mí. Aquí él estaba bien y era feliz. No necesitaba nada más. Ellos no tenían ni idea, no conocían a su hijo. No tanto como yo. Yo sabía lo que le gustaba y lo que detestaba, cuál era su música favorita, dónde prefería pasar el tiempo de ocio y con quién y hasta la frase que le gustaría que pusieran en su epitafio. Todo.

—¿Yumiko?...

Yoshio estaba en las escaleras y me miraba fijamente. Ya no parecía tan triste aunque se le notaba alterado. Di un paso hacia él y tardó un segundo en dar media vuelta y regresar al piso de arriba.

Me volví hacia la entrada y vi lo que le había aterrado tanto. Su madre estaba tirada en el suelo en una postura casi imposible. Los ojos y la boca abiertos, aterrados y el abdomen y el pecho cubiertos de sangre. No sabía que el cuerpo de una persona pudiera albergar tantísima.

Mi mano derecha todavía se aferraba con fuerza al cuchillo. Lo solté y cayó al suelo con un sonido metálico. Caminé despacio siguiendo el reguero de sangre que había en el parqué hasta que di con el padre. Empecé a recordar. Una puñalada, dos, tres…

No necesité comprobar el pulso. Los dos estaban muertos.

El perro estaba junto a la sala de estar y no había corrido una mejor suerte. Subí las escaleras. Sorprendentemente, estaba tranquila.

Yoshio se encontraba debajo de la cama. Pensé que hay que ser muy estúpido para esconderse en el primer sitio donde sabes que te van a buscar. Pero eso no lo dije en voz alta, simplemente me agaché para estar a su altura y soltar lo que llevaba tiempo queriendo decirle.

—Te quiero, Yoshio —sonreí—. Y no te preocupes, ahora nadie podrá separarnos.

10 Avril 2023 21:30 7 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Ariadna García Escritora de fantasía y romance. A veces me adentro un poco en otros géneros y exploro mundos que ni yo misma entiendo. Bienvenidos a mi rinconcito 📖🖋️

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Iván Baya Iván Baya
¡Me encantó, compañera! El final tiene un alto impacto que no te esperas en absoluto... Me recordó a Carrie en versión enamorada psicópata :D
May 29, 2023, 15:02

LC Laura Cascales
Mientras escribo este comentario aun estoy con la boca abierta, me ha encantado, no me lo esperaba para nada!!!
April 14, 2023, 14:46
Héctor Cobo Héctor Cobo
¡Impactante! Me encanta cómo entras en la mente de la protagonista y el giro final de la historia.
April 14, 2023, 13:59

  • Ariadna García Ariadna García
    Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que te gustara. 😋 April 14, 2023, 14:08
Adryan Rex Adryan Rex
Omg, la yandere es real. Poca broma, me ha encantado Yumiko, esa psicosis por amor me flipa. Necesito segunda parte de esto <3
April 10, 2023, 21:58

~

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