¿Hola? Suivre l’histoire

Hoy es el primer día de mi nueva vida.

— ¡Estoy emocionado por mudarme a la casa! —dije con entusiasmo en la videollamada con mi hermana sin recibir respuesta.

Ella miraba el vasto paisaje alrededor de la colina a través de mi teléfono— ¿Estás seguro de esto?, estarás lejos de todos —su mirada preocupada y compasiva esperaba alguna respuesta de mi parte— nunca se te dio bien estar solo.

— Estaré bien —dije con una sonrisa para darle alivio—, Tarde tres años en diseñarla y construirla, ¿qué te parece? —pregunte mirando la casa minimalista de dos pisos.

— ¡Es tu sueño hecho realidad! —Exclama, sus ojos pasaron de un color café a verdes por el entusiasmo, siempre envidié eso de Victoria, con eso podría tener los ojos que quisiera y no un color café como todos.— solo no entiendo el precio tan bajo del terreno. —continúo hablando, sacándome de mis pensamientos.

— Me comentó la dueña anterior que se iría de viaje y que dejo algunas cosas, si no me molestaba dejar las cosas como estaban, me bajaba el precio. —Concluí encogiéndome de hombros.

— Eso es un poco extraño —dijo con desconfianza— bueno, siempre fue tu sueño tener una casa propia, si eres feliz, soy feliz; solamente… —Hace una pausa, dudando sobre qué decir— si quieres el fin de semana puedo ir con los niños, así estás más con tus sobrinos y no tan solo, a ellos les encantaría pasar tiempo contigo.

Me rio de su insistencia en no dejarme solo — Está bien Vicky, me rindo, puedes venir con ellos.

Ella sonríe con alegría— Perfecto, iré a decirle a los niños, te llamaré luego.

En un abrir y cerrar de ojos ya había desempacado todo, para entonces era alrededor de las 20:30 de la noche, aunque no quise admitirlo ante mi hermana, la soledad es pesada.

Me dirigí al patio, para sentir la brisa, el cielo se encontraba despejado y se veía la hermosa noche con claridad, ver la luna brillar aún estando sola, me hace preguntarme ¿por qué yo no?.

Me acomodo en el sillón del patio, estaba somnoliento hasta que una voz me asusto.

— ¿Hola?

Se escuchó ronca y algo metalizada.

— ¿Hola?, ¿hay alguien aquí? —pregunté temeroso, empiezo a buscar alrededor de donde provino la voz.

— ¡Hola! —Se volvió a escuchar con sorpresa en su tono—, ¡al fin! —de repente, consigo ver a lo lejos, entre las demás plantas, un par de lirios que se iluminaron momentáneamente.

Me acerco a ellos y les hablo, creerán que estoy loco si alguien me viera, pero para mi asombro los lirios se iluminan de azul y se oye de vuelta.

— Necesito que tomes el lirio más alto y te lo acerques al oído, luego agarra el que le sigue y acércatelo a la boca, no te preocupes de tirar. —los lirios disminuyen su luz cuando termina de explicar.

Agarro las flores con cautela de no romperlas, pero sorpresivamente eran más pesadas y frías de lo que pensé, estaban hechas de metal, parecían un teléfono viejo.

— Hola… —Se escuchó el susurro de su voz en mi oído, causándome un cosquilleo en el cuerpo.— esto sonará raro, pero gracias por confiar en mí.

Otra vez el cosquilleo, su voz es realmente atractiva.

— No-no es nada. —tartamudee, no me había sentido tan nervioso desde hace mucho, carraspeé.— ¿puedo preguntarte algunas cosas?

— Por supuesto, si luego puedo preguntar sobre ti.

—¿Por qué los lirios parecen un teléfono viejo?, ¿o en dónde te encuentras?, ¿cómo es que podemos hablarnos?, tengo más preguntas, pero esas son las principales.

Se ríe y siento mi piel erizarse.— Haces excelentes preguntas, me gusta eso. —Se escucha una tos seca del otro lado de los lirios, seguida de una respiración profunda.

— Los lirios, son un teléfono, solo que fueron hechos para no ser vistos por cualquiera que no los buscara —continúo respondiendo mis preguntas— estoy en el subsuelo de este lugar, es una habitación bastante cómoda luego de un tiempo.

— No entiendo, ¿cómo es que estás en el subsuelo?, ¿hace cuánto? —pregunte con incredulidad.

— Desde hace cuánto no sé con seguridad, había conocido a una señora muy amable, el 13 de abril de 2020 ya me estaba mostrando este sótano para comprarlo.

Vuelve a retumbar su tos a través de auricular, me sentía preocupado por él, pero necesitaba saber su historia, así que lo deje continuar.

— Con el tiempo construiría algo arriba si es que quería, pero cuando me di vuelta la señora me había cerrado la puerta. —quedé asombrado, ¿cómo era posible que alguien le haga eso a una persona?, no pude pronunciarle ni una palabra—. Ella venía a las 20:30 de la noche a hablarme, nunca me dijo por qué me dejo aquí, pero no esperaba que dejara de venir.

— El 6 de mayo de 2020 le compré este lugar, pero no sabía que había alguien acá, ya había unos cimientos en ese momento… —guarde silencio, pasmado al caer en cuenta que desde ese momento ya habían pasado años.

— ¿Sabes qué fecha es? —me pregunto con suavidad.

Se me creo un nudo en la garganta—, 13 de abril… De 2023. —lo escuché romper en llanto y se me estrujo el corazón.

Después de ese momento los lirios se encendían diariamente, le hablé de muchas cosas que pasaron en los últimos años, nos volvimos más cercanos.

Ya paso cinco días desde que empezamos a hablar, pero aún no encuentro dónde está la puerta hacia él.

Hoy viernes, a las 20:30 de la noche y los lirios no se encendían—, En verdad me gustas —me dijo con dulzura—, gracias por intentar encontrarme. —fue lo último que escuche de él.

No podía dejarlo ir así sin más, él no merecía eso, en mi desesperación empecé a romper los cimientos de la casa, buscando por todas partes la puerta que me dirija a él, mi hermana me consideraba un loco, no es mi casa soñada si no la puedo compartir con él.

Rompí todo, hasta que la encontré, grande de acero, justo a unos metros debajo de la casa, abrí la puerta y ahí estaba él.

Entré a la habitación y fui a su encuentro.

Fin.

¿O no…?