yunsinai Giangel Avendaño

En la vida de un shifter sólo hay una pareja a la cual está destinada, sin esa persona su lobo no se siente completo pero no todos logran conseguir a su pareja. YiFan a los veinte años creyó que ese sería su caso, pero no fue así. Conoció a su omega en una reunión entre shifters jóvenes cuando su pareja se encontraba rodeado de alfas que también se habían dado cuenta que el azabache había entrado en celo, fue la única vez que dejó a su lobo en descontrol para rescatar a su pareja. Luego de lo sucedido aquel día, YiFan se propuso encontrar a su pareja hasta que este lo aceptara, no importaba cuánto tiempo le llevara pero estaba decidido a conquistarlo. Orden de los libros: 1-. El sacrificio del Omega [KrAo] 2-. El sacrificio del Alfa [ChanBaek - KaiSoo - HunHan] 3-. El sacrificio del Ángel [ChanBaek - KaiSoo - HunHan]


Fanfiction Groupes/Chanteurs Interdit aux moins de 18 ans.

#KrAo #MuerteDePersonaje #exo #demonios #ShifterLobos #Chamanes #PactosDemoniacos #romance #tristeza
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Capítulo 1

Un extenso bosque se abría paso para aquel pequeño grupo de cambia formas que corría a cuatro patas con total fuerza, entrenando y vigilando todo su territorio, manteniendo extremo cuidado en no chocar con algún otro cambia forma de otra manada puesto que no querían causar daño y mucho menos problemas.


Liderando el grupo iba un joven lobo plateado con machas blancas, a su lado iba un lobo un poco más joven que él de color negro azulado; ambos guiaban al grupo por entre los árboles, ladrando órdenes a los cachorros que olvidaban que iban en grupo y se adelantaban, a esos el entrenamiento les tocaba con castigo y aunque lo sabían, poco les importaba por la edad rebelde en la que estaban. YiFan estaba consciente de ello, por ello les gruñía utilizando la voz de mando de su lobo, aunque todos en el grupo eran alfas al igual que él mismo, el liderazgo lo tenía él y muy pocas veces ChanYeol ya que sería el futuro Alfa de manada cuando el padre de éste último decidiera cederle el puesto, en esos momentos no era hora por la inmadurez que aún manejaba el contrario.


Rápidamente notó el sol ponerse en el horizonte y ladró la orden de regresar a la manada antes de que anocheciera, habían logrado conseguir un par de venados y varios conejos gordos que ahora arrastraban hacia la manada por medio de unas cuerdas, sería un perfecto festín para cocinar esa noche y sabían que YoungMi, la Omega de la manada y la esposa de ChanHyun, el Alfa de la manada, podría cocinar todo de manera que todos pudieran comer sin problemas como siempre solía suceder.


YiFan se mantuvo detrás del grupo vigilando que nada les pasara mientras ChanYeol iba al frente del mismo y detrás de él el resto de los demás miembros del grupo de caza y vigilancia, todos mantenían el trote de manera sincronizada hasta que llegaron a la entrada de la manada, cambiando uno por uno para comenzar a vestirse con las ropas que JongIn les pasaba junto a SeHun quien se encontraba molesto por no haber alcanzado a ir con ellos.


—¡Kris, el Alfa ChanHyun anunció que en tres días sería la fiesta para que los más jóvenes puedan conseguir a sus parejas! ¿Vienes este año también? —Cuestionó JongIn luego de haberse acercado rápidamente al rubio.


—No sé, ya veré.


Respondió YiFan sin decir nada más antes de arrastrar él solo a los animales cazados, para nadie en el grupo era secreto que el alfa de veinte años no había podido conseguir a su destinado a pesar de estarlo buscando desde el momento en el que se presentó, pero en los últimos meses habían estado aceptando familias que decidían mudarse y mientras no hicieran daño alguno y convivieran como lobos decentes, todos eran bienvenidos; por ello era que los más jóvenes y los más cercanos al rubio esperaban que ese año sí pudiera conseguir a su pareja destinada en alguno de los chicos o chicas nuevos en la manada. YiFan no creía que sucediera, llevaba ocho años intentándolo desde que se presentó y nada que lo encontraba, estaba incluso convencido de que a lo mejor no tenía ningún destinado ya que éste podría haber sido marcado por alguien más o podría estar muerto, aunque descartaba esa última opción completamente por la sencilla razón de que su lobo seguía vivo y con completa salud, así que podría ser fácilmente lo primero.


Se aseguró de dejar los animales en donde la Omega de la manada le indicó y prontamente tomaron ambos un cuchillo carnicero para comenzar a picar la carne, separando primero la piel de los animales para dejarlos a un lado, esas serían utilizadas para convertirlas en sábanas y cobijas para los omegas que solían hacer nidos, él mismo guardaba las pieles de los conejos para poder lavarla y realizar una enorme sábana para su futuro omega, si lo llegaba a conseguir, claro estaba, si no iba a tener que guardarla para cuando alguno de los chicos consiguiera primero a su destinado.


—Gracias por siempre ayudarme, YiFan —Comentó YoungMi con una sonrisa suave sobre sus labios mientras iba por la enorme olla en la que solía cocinar para todos.


—No tiene nada qué agradecer, señora, de verdad es un placer ayudarla a cocinar siempre que me deje —Respondió YiFan lavándose las manos rápidamente para acercársele a tomar la enorme olla. —Por favor no haga peso innecesario o podría lastimarse, yo llevo las tres ollas a las fogatas, encárguese de limpiar los trozos de carne.


—El placer el mío, YiFan, ni siquiera mis propios hijos me ayudan a cocinar aunque se los pida, así que es un gusto tener compañía y ayuda a la hora de preparar la comida para toda la manada —Comentó YoungMi antes de suspirar y asentir, yendo hacia la carne y notando que ya estaban picadas en cuadros medianos, todos del mismo tamaño y sonrió por el detalle antes de ponerse a lavarla. —¿Podrías encender mientras el fuego?


—ChanYeol va a ser un alfa inútil para su destinado y presiento que Yoora también, me compadezco por sus destinados —Sentenció YiFan con un suspiro antes de dirigirse hacia afuera. —¡Me encargaré de ello!


YoungMi no confirmó aquello, pero tampoco lo negó porque no era necesario y YiFan lo sabía, convivía con los hermanos desde que perdió a sus padres a los ocho años y desde entonces su familia adoptiva era el Alfa de la manada y la familia de éste, los dos adultos lo habían ayudado a sobrellevar el duelo y él mismo estaba enormemente agradecido con ellos, por eso es que no dudó en aceptar entrenar con la guardia de la manada y pocos años después, a sus diecisiete años, aceptar el cargo de líder del grupo más joven para las guardias.


En total eran ocho manadas dentro del bosque que rodeaba un pequeño pueblo lleno de humanos, ninguno se metía con ellos y los mismos humanos no se acercaban a su bosque a cazarlos, era un buen trato que el chamán Byun BaeHwa había conseguido por su familia y por el resto de cambia formas, todos estaban realmente agradecidos con el hombre por ese trabajo y todos los que hacía para mantener la paz entre todos. Dentro de lo que cabía, no había problema alguno, aunque nunca faltaba el humano que quería dársela de vivo e ignorar las reglas y el trato hecho para meterse al bosque con sus armas para cazarlos, o los jóvenes humanos curiosos que se acercaban sólo para confirmar que podían cambiar de forma a una animal como si fueran alguna clase de espectáculo; por ello le encantaba sacarlos todos asustados después de gruñirles estando en su forma animal, ya que a pesar de ser más joven que los mismos adultos, su lobo era grande y sabía que se debía al entrenamiento que constantemente había tenido desde los diez años.


Se encargó de encender rápidamente el fuego de las hogueras, alimentando las llamas con los troncos pequeños mientras las ollas descansaban a un lado de las tres fogatas, tarareó mientras alzaba la mirada al cielo, ya estaba anocheciendo y pronto se vería la preciosa luna de ese lado del bosque siendo acompañada por un manto enorme de estrellas que la hacía ver mucho más hermosa. Noches como aquellas era la que disfrutaba ver antes de irse a dormir, porque de esa forma su lobo se mantenía complemente tranquilo y dejaban de llorar por un omega que aún no tenía.


Suspiró en silencio y se levantó para ir a buscar a la mujer para ayudarla a sacar todos los ingredientes, poniendo las ollas en el fuego y que la mujer comenzara a hacer el estofado de conejo, ablandara la carne de los venados e hiciera suficiente arroz para todos, él mismo sólo se mantenía removiendo el estofado a pedido de la señora y no le molestaba en absoluto, le gustaba ayudar para no quedarse sin hacer nada junto a los otros tres vagos que tenía de amigos.


—¿Te enteraste de la fecha de este año para la fiesta de Luna? —Cuestionó YoungMi al ver al rubio perdido en sus pensamientos.


—JongIn dijo que es en tres días —Respondió YiFan no muy seguro, el moreno solía a veces escuchar lo que no era cuando se trataba de fechas.


—Así es. En tres días es Luna llena, así que todo se está preparando para los jóvenes de todas las manadas, incluso los que llegaron recién se están preparando para ese día, parecen estar emocionados —Comentó YoungMi con una sonrisa amplia antes de voltear hacia el rubio que se hallaba de su lado izquierdo. —¿Vas a ir este año también, YiFan?


—No estoy seguro señora, ya tengo veinte y mi etapa joven termina este año, así que no quiero salir desilusionado en esta fiesta también como en las anteriores —Contó YiFan sin quitarle la mirada al estofado de conejo, sabía que esa conversación llegaría de nuevo a él de parte de la mujer, pero no se preocupó por prepararse mentalmente y ahora se arrepentía.


—¿Qué es esa negatividad que estoy escuchando en ti? —Cuestionó YoungMi alarmada por las palabras ajenas y negó rápidamente. —Sabes bien que es hasta los veintitrés que los lobos tienen permitido ir a esa fiesta, así que no sigas pensando de manera negativa, verás que la madre Luna te dará este año a tu destinado si se lo pides lo suficiente.


—Se lo he pedido creo que más que suficiente desde la primera fiesta a la que me presenté —Resopló YiFan hundiendo los hombros ya sin esperanza.


—Si la madre Luna no te entregó en los años antes es porque aún no estabas completamente listo para tener a alguien a tu lado y tampoco contabas con la madurez suficiente para encontrarte con tu destinado —Comentó YoungMi con mucha seriedad, sacudiendo suave la cuchara de madera hacia el menor. —No puedes dejar de pedirle a la madre Luna por tu otra mitad, YiFan, pero verás que este año ella te cumplirá lo que has venido pidiéndole porque estoy segura que ha visto cuánto te has esforzado últimamente y te recompensará por todo tu trabajo duro, verás que te acordarás de mí.


YiFan sólo suspiró sin decir nada, no estaba seguro de que la mujer realmente supiera que encontraría ese año a su destinado en esa fiesta y es que lo veía imposible, al igual que no creía que en los siguientes tres años pasara algo realmente, así que simplemente asintió para que no lo fuese a seguir regañando por su negatividad con respecto a ese tema.


—Verás que llegará, pero así como llegará también tendrás que pasar por una dura prueba de nuestra madre para poderte quedar con él o ella —Contó YoungMi riendo divertida antes de seguir concentrada en la comida.


—A este punto no me importaría enfrentarme hasta con cien demonios con tal de tenerlo, señora YoungMi —Declaró YiFan teniendo que esquivar la cuchara de madera que voló en su dirección.


—¡No vuelvas a nombrar a esos seres después de lo sucedido con la esposa de BaeHwa, está prohibido nombrarlos! —Exclamó YoungMi en regaño para el rubio y lo vio seriamente.


—Lo siento, fue sólo un decir —Respondió YiFan tragando saliva mientras iba a recoger la cuchara de madera del suelo, benditos sean sus reflejos. —No los volveré a nombrar —Prometió.


—Más te vale niño —Amenazó YoungMi seriamente antes de tomar de regreso la cuchara de madera.


YiFan asintió rápidamente sin querer siquiera llevarle la contraria a la mujer, presentía que ni siquiera sus instintos podrían evitar todos sus ataques y es que, algunos de los omegas en las ocho manadas daban realmente miedo cuando se molestaban y era mejor no molestarlos demás, simplemente quedarse callados y obedecer a lo que estos les pedían a todos porque estaba seguro que ellos solos podrían quemar el bosque entero si se lo proponían.


La comida terminó de hacerse una hora después y YiFan comenzó a llamar a la gente para que se acercara cada uno con su plato para que YoungMi comenzara a servir la comida, él mientras tanto se quedaría a supervisar que no hubieran peleas entre los más jóvenes; los niños pasaban primero por su comida, luego los que estaban en dulce espera, luego las mujeres y por último los hombres. Casi siempre los jefes de la manada, sus hijos y él mismo terminaban comiendo de último, luego de asegurarse de que todos tengan su comida, para su desgracia, como cada noche los jóvenes recién presentados terminaban peleando y él mismo tenía que pasar a su cambio rápidamente para detenerlos, llevándoselos lejos para que sus feromonas no fueran a poner a los demás igual de agresivos entre ellos y para también evitar que los cachorros se pusieran a llorar por las feromonas picosas de los pequeños alfas.


Esa noche no fue distinta, al menos no completamente puesto que al pasar su cambio cerca de donde los más jóvenes estaban peleando con garras y dientes, pudo oler un aroma suave a naranjas que casi lo hace olvidar su tarea de separar a los jóvenes, pero se detuvo de ir por aquel aroma y se acercó a los dos lobos más pequeños, rugió fuerte y alto hacia los pequeños, viéndolos agacharse hacia el suelo con las orejas pegadas a la cabeza y gimoteando para evitar ser regañados, pero ya era completamente inevitable, estaban en problemas. YiFan se los llevó hacia la casa principal donde el Alfa ChanHyun esperaba cruzado de brazos y el ceño fruncido.


—Espero que me expliquen la razón de que se hayan puesto a pelear esta noche —Exigió saber ChanHyun con expresión completamente serio.


—Lo sentimos Alfa.


Hablaron los dos jóvenes una vez que pasaron el cambio, volviendo a ser un par de chicos totalmente desnudos, pero eso era lo de menos ya que lo que les interesaba era saber la razón de la pelea y como ya se lo habían esperado, ambos habían iniciado una pelea por el mismo omega y aquello les hizo ganar un castigo que sería YiFan el que se los daría. Cuando el castigo se dio, los dos jóvenes fueron por su ración de comida mientras ChanHyun suspiraba hondo.


—La Luna llena tiene en descontrol a estos cachorros recién presentados, presiento que habrá que separarlos por los momentos de todos los demás omegas sin pareja para evitar que más peleas se hagan durante las comidas —Comentó ChanHyun con otro suspiro, seguía sin acostumbrarse a esos dichosos días.


—Mañana a primera hora pasaré un comunicado para todas la familias, dejaré a todos los jóvenes recién presentados para último y los llevaré luego a correr para que gasten un poco de la energía —Comentó YiFan luego de pasar por el cambio y quedar desnudo a un lado del Alfa, aceptando el pantalón que una de las omegas le entregaba y sonrió levemente. —Gracias.


La omega asintió en silencio y volvió con su familia para sentarse a seguir comiendo mientras YiFan se colocaba el pantalón, evitando así la desnudez de la parte inferior, la parte superior era lo de menos para él mismo y para todos los demás, aunque sabía que era inevitable recibir un par de miradas de parte de los omegas y betas recién presentados, no le importaba en absoluto.


—Perfecto, entonces te lo encargo YiFan —Respondió ChanHyun palmeando suave la espalda ajena con la mirada más allá de donde ellos se encontraban. —Por favor llévate al vago de mi hijo y a los otros dos vagos que andan con él, que te ayuden a movilizar todo y si tienes que quitarles el desayuno de castigo, me avisas para yo hablar con mi esposa.


—Así será, Alfa —Respondió YiFan rápidamente, fijando la mirada hacia donde ChanYeol, JongIn y SeHun se encontraban llegando llenos de lodo como si fueran cachorros y suspiró negando levemente por eso. —Me aseguraré de que trabajen duro por su comida.


ChanHyun sólo asintió en silencio, sabía que YiFan sería el único capaz de enderezar a esos tres, así que tenía esperanzas de que el rubio tomara el cargo de futuro Alfa porque no veía a su inmaduro hijo como futuro Alfa y mucho menos a su hija, aunque ésta ya le había dejado claro que no sería Alfa de manada, así que le tocaba dejar caer sus esperanzas en el rubio a su lado. YoungMi se acercó poco después a ellos para entregarles su ración de comida, yendo a buscar a su hijo y los amigos de éste para que tomaran su comida, sentándose todos a comer de una buena vez y una vez que el Alfa ChanHyun probó el primer bocado, los demás le siguieron tranquilamente. Algunos ya habían comenzado desde antes, pero eran sólo el grupo que les tocaba vigilar las entradas a la manada y parte del bosque, YiFan también iba cada noche a recorrer el territorio cercano antes de hacer el recorrido por la manada para asegurarse de que no hubiera nadie fuera de su casa tan tarde.


Una hora más tarde todos habían terminado de comer, yéndose cada uno a su negocio o a su casa; los guardias ya estaban en sus puestos vigilando a todo el que entrara y saliera de la manada, cada manada tenía una hora para que las otras pudiera ir a comprar lo que necesitaran, solían tener cosas diferente para poder manejar el dinero tal como el pueblo y la ciudad humana hacían, se solían integrar a ellos de esa manera también sin causar ningún problema e incluso habían algunos de ellos que salían del gran bosque para ir a la ciudad ó a algún otro país a conocer más gente, los Alfas solían mantener contacto con todas las manadas dentro u fuera del país y así era como aceptaban familias y parejas de otras partes cuando las demás manadas parecían estar sobrepobladas y no tenían más espacio, ellos mismos se ofrecían a recibir a aquellos que decidieran mudarse sin problemas y mucho menos sin causarlos.


Ese año habían recibido alrededor de veinte familias y parejas, todos habían llegado con productos de su país natal o de la ciudad de la que venían para vender en la manada, a veces también iban a vender esas cosas al pueblo de Kyongsangnam para que los humanos se integraran poco a poco a ellos y vieran que no eran unos salvajes como realmente creían; normalmente lo que más solían comprar los humanos eran los diversos remedios a base de plantas que conseguían en el bosque o que sembraban ellos mismos y recientemente habían comenzado a comprar los dulces y panes que la familia Huang hacía.


Estos eran una de las familias que habían llegado al pueblo a principios de año, al principio el Alfa le contó que creyó que se trataba de una pareja, pero luego el señor Huang le explicó que era el padre del omega que iba con él. Realmente en todo ese tiempo no se topó al chico, al hombre lo veía a veces cuando iba por algún dulce que se le antojaba o algún pedido de la familia Park, de resto ni siquiera se los topaba y según tenía entendido, el omega era el que cocinaba todo, así que mucho menos lo podría ver. Aunque admitía que tenía buena mano para hacer los dulces de su país natal, mismo del que no recordaba nada puesto que llegó a la manada teniendo un año de edad y nunca pudo viajar a China de nuevo, principalmente porque se sentía bastante a gusto allí en esa manada que fue donde creció y es donde sigue viviendo.


Salió de su casa completamente en su forma lobo, sacudiéndose para soltar los pelos sueltos que su cuerpo entero tenía antes de comenzar a caminar por alrededor de la manada, a esa hora todavía había shifters comprando, así que se fue directo hacia la entrada principal de la manada, asintiendo en saludo hacia los otros que se encontraban vigilando, algunos tenían su forma lobo y otros estaban en su forma humana, los primeros se encontraban esperándolo como todas las noches, a su lado tenían a los dos jóvenes que tenían que recibir castigo y detrás de ellos se encontraban ChanYeol, JongIn y SeHun, al parecer querían estirar las patas un poco, así que ladrando una orden todos se pusieron en marcha para recorrer el territorio, alejando cualquier humano chismoso y manteniendo en constante movimiento sus orejas mientras llegaban hasta el claro donde a veces se solían reunir los Alfas con sus hijos, allí se hallaba la cabaña del chamán Byun, mismo que los saludó junto a su hijo al verlos pasar y todos asintieron levemente en respuesta al saludo antes de seguir de largo. Volviendo una hora y media después a la entrada de la manada donde ya los estaban esperando.


—Se tomaron hoy bastante más tiempo que las noches anteriores —Comentó BangChan viendo hacia el lobo plateado con manchas polvorosas de blanco.


"—Fue para que los más jóvenes boten las energías y caigan como roca esta noche."


—¿Fue parte del castigo? —Cuestionó de nuevo BangChan con una ceja alzada. —Fue algo leve a comparación con otros.


"—No, esto no es su castigo. Lo dejaré para mañana porque tengo algo más que hacer que me pidió el Alfa, así que mataré dos pájaros de un mordisco."


—Ahora tiene más sentido —Comentó BangChan asintiendo levemente antes de comenzar a extenderle la ropa a los demás para que se vistieran. —¿Quieres ropa o irás a ver si ya todo está solo dentro de la manada?


"—Lo segundo. Llevaré de una vez a los cachorros a sus casas." —Respondió y vio hacia ChanYeol, JongIn y SeHun. "—Ustedes váyanse a dormir también, mañana a primera hora los quiero despiertos y frente a la casa principal, pobre de ustedes que no estén allí mañana."


Prontamente los tres chicos se quejaron por la orden dada y YiFan simplemente la pasó de largo para empujar a los dos jóvenes cachorros para que comenzaran a caminar, sus casas estaban en su camino, así que fácilmente los dejaría en sus puertas y seguiría con su recorrido. Por suerte las calles ya estaban solas y algunos negocios estaban cerrados, los pocos que aún estaban abiertos era porque debían estar acomodando todo para la mañana siguiente. Así que pasaría luego para avisarles que era hora de cerrar si es que en su regreso seguían abiertos.


Dejó a los chicos en sus casas, ladrándoles la orden de no salir hasta mañana cuando los fuera a buscar y una vez que los vio entrar se dio la vuelta para regresar por donde había ido, notando contento que los negocios ya estaban con sus luces apagadas y los shifters en sus casas resguardados del frío, así que caminó el resto del camino hacia su casa, pero se detuvo al ver al fondo el negocio de la familia Huang aún con sus luces encendidas y meneando la cola molesto, se acercó para dar aviso que era hora de que se fueran a dormir.


"—Señor Huang debería estar en su casa, no aquí todavía."


—¡El pequeño YiFan! ¡Justo al que esperaba! —Exclamó Zhongdong volteando a ver al lobo y rió nervioso al ver su cola moverse de manera molesta. —Tranquilo, sólo estoy yo, mi hijo ya se encuentra en casa —Contó para tratar de tranquilizarlo y mientras tomaba la caja mediana del mostrador, fue apagando las luces para salir de la tienda. —Esto es para ti, de mi parte.


YiFan vio con sospechas al hombre y olfateó la caja antes de tomarla con el hocico.


"—¿Por qué me da dulces?"


—Es para agradecerte por detener a esos dos chicos hoy en la cena, los mocosos se fijaron en mi hijo y bueno, viste cómo terminó todo —Comentó Zhongdong con un suspiro mientras cerraba todo con llave, una costumbre que tomó en su anterior manada. —Así que decidí esperarte para agradecerte.


"—No tiene que hacerlo, es mi trabajo como guardia mantener a los chicos en control para que no se arme una pelea más grande de garras y dientes." —Explicó YiFan tranquilamente y antes de acompañar al hombre hasta la puerta de su casa que quedaba en la parte de atrás del negocio. "—Espero su hijo esté bien."


—Aun así estoy agradecido —Insistió Zhongdong seriamente y luego asintió a las últimas palabras. —Lo está, ahorita ya debe estar durmiendo. Ya sabes que los síntomas antes del celo es un caso, a veces no se sabe cuándo llegará realmente y a él le pasa por alrededor de tres o cuatro días antes de que le llegue —Explicó brevemente de manera natural. —Aun así no debes preocuparte, me encargaré de cuidarlo más durante cada comida.


"—Qué complicado es ser un omega." —Resopló YiFan y negó levemente antes de continuar. "—No será necesario que lo vigile, mañana a primera hora daré un comunicado acerca de eso, así que vaya a dormir tranquilo. Buenas noches."


—Buena noche para ti también, pequeño YiFan.


El lobo asintió levemente para no mover demás los dulces y se dio la vuelta para volver a su camino anterior que era hacia su casa, estaba contento de llevar dulces, al menos no tendría que pasar durante la semana por ellos. Una vez que llegó, no tardó en entrar a su casa, cerrando la puerta con la pata trasera y poder pasar al cambio, tomando la caja con ambas manos para dejarla dentro del refrigerador e ir luego a darse un baño antes de irse a acostar hasta el día siguiente.

21 Février 2023 07:12 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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