PREDESTINADOS (KT) COMPLETA Suivre l’histoire

Una manada de 3 lobos entró a la ciudad y se escabulleron por un callejón cercano a uno de los más importantes edificios de la ciudad.

La zona estaba protegida por la policía para que los omegas pudieran desplazarse sin temor a ser mordidos por alfas extraños.

Los lobos llegaron hasta el final del callejón y rasguñaron una puerta de metal que fue abierta a escasos segundos de escucharlos.

El lugar no era el mejor, pero al menos los protegía, los tres cargaban en sus lomos pequeñas mochilas negras. Entraron a un baño de dudosa higiene y en la penumbra de unas pequeñas luces naranjas, se convirtieron.

Dos lobos (uno plateado y otro de pelambre rojizo) devinieron en muchachos que a simple vista comenzaban a salir de la adolescencia y el tercero, una loba negra, se transformó en una mujer de cabello oscuro, mayor que ellos en edad.

—En cual edificio será la fiesta? -preguntó el muchacho de cabello claro mientras abría la mochila y comenzaba a vestirse.

—En el que está al final de la calle.

—Qué haces? -preguntó la mujer con el ceño arrugado cuando vio que el pelirrojo tomaba un anticonceptivo. -Esa no es la pastilla.

El rubio se acercó y tomó la mano de su amigo para observar lo que estaba por consumir. El pelirrojo se hizo a un lado de ellos, nervioso, se la metió en la boca y tomó agua adhiriendo la boca al grifo.

—En la fiesta estará tu lobo? -preguntó el amigo arrugando el entrecejo.

—Él la organiza. -respondió el pelirrojo vistiéndose, y el rubio miró a la mujer.

—Esto es sano para ti?

—Me paga por esto y me paga muy bien así que sí… es sano para mi.

—Taehyung, él te pidió que tomaras el anticonceptivo y no el supresor?

—Si. Necesita sentir a mi lobo, para eso me paga. -repitió con voz firme para dar por finalizado el tema.

—La última vez que pagó por eso pasaste una semana deprimido.

—Yo no. Mi lobo!

—Tu y tu lobo son la misma persona -retrucó ella desde otro sector del baño, se miraba en un espejo mugroso y se acomodaba la cabellera. -Espero que te esté dando un fangote de guita por lo que estás haciendo. Te haces daño a nivel emocional. Dañar a tu lobo no es joda, Taehyung!

*

Apenas ingresaron al edificio, el portero vestido con un traje que ellos no podrían adquirir ni trabajando un año entero, los paró.

—Soy invitado de Kim Namjoon -dijo el pelirrojo mostrando una credencial.

El viejo los miró de arriba hacia abajo. La morena llamada Solar se puso tan nerviosa que dejó de masticar groseramente el chicle y se lo sacó de la boca. El rubio miró hacia otro lado esperando que le dieran luz verde, estaba acostumbrado a esas miradas. Él y su amigo trabajaban para una empresa de “acompañantes”, que no era otra cosa que un eufemismo para la prostitución masculina.

—La reunión es en el noveno piso, suban por el elevador del personal de limpieza -ordenó.

El rubio y Solar comenzaron a caminar hacia allí y pararon en seco cuando escucharon la voz grave de su amigo.

—No. Somos invitados a la fiesta, no estamos aquí para limpiar nada. Subiremos por el elevador principal y si no le gusta, llamaré a Namjoon para decirle que no nos deja subir.

Los dos retrocedieron hasta el pelirrojo, Solar un poco espantada, el amigo del pelirrojo con una sonrisita de costado. Podían escuchar como el viejo hacía rechinar los dientes y era palpable el odio y asco que les tenía… pero que le dieran por el culo, estaban trabajando como trabaja cualquier otra persona.

—Suban… pero no toquen nada o después tendré que echar cloro para sacar el hedor que dejan por todos lados.

—No se preocupe, sabemos de la envidia que tienen los betas por nacer incompletos. Tendremos cuidado con nuestras feronomas -contestó el pelirrojo avanzando por el pasillo, moviendo las caderas. Y el rubito, su amigo desde la niñez de nombre Jihoon, largó una risita aguda y puso el puño en alto para que su amigo golpeara en él.

*

—Por qué tan nervioso? -preguntó un peliverde mientras entraba al baño y encontraba a Namjoon inhalando una linea de cocaína.

—Es primero del mes!

—Y?

—Taehyung está por tener su celo. -le dijo tomando una servilleta de papel y pasándosela por la frente sudada.

Yoongi se estaba lavando las manos y paró en seco, arrugó el entrecejo y lo miró a través del espejo.

—Lo invitaste??

—Por supuesto! estará en su celo!!

—Espero que venga tomando un supresor o ésto será un loquero!

—No. Le pagué para que no lo tomara. Ni supresor ni inhibidor. Necesito sentir su olor, Yoongi. Me desespera, estoy así desde ayer -jadeó mostrándole el temblor en las manos.

Yoongi miró los dedos temblorosos y se fue hasta la puerta del baño, abrió y miró hacia afuera, oliendo el aire.

—Cuantos alfas hay aquí?

—Sólo tu! y 3 más, pero sé que están tomando inhibidores. Todos los demás son hombres y mujeres betas, ni siquiera se darán cuenta de que ellos tres son omegas.

—Pagaste por tres??

—Siempre anda con su compañero y ahora me exigió que le pagara a su prima que necesitaba comida para su familia de cachorros.

—Te está extorsionando. Es un omega hijo de puta!

—No le digas así! Crees que no le hace daño esto a su lobo?

—Entonces por qué no te apartas? Con la nueva tecnología puedes operar nuevamente la glándula que percibe la feromona de ese omega y te dejará de afectar su olor. Eso de predestinado es una historia de hadas del siglo pasado. A menos que… -el ceño arrugado se le fue y abrió grande los ojos -Kim Namjoon… lo marcaste??

—Estás loco?? es un “acompañante masculino”! Mi madre podría correrme de la empresa si marco a un muchacho de la calle!!

—Ok!! alguien pensante! -suspiró y se sobresaltó cuando Namjoon, que se estaba lavando el rostro, elevó el cuerpo dejando que el agua manchara su traje carísimo y quedó con la vista al frente, los ojos inmensos de pupilas dilatadas.

—Nam? -preguntó asustado el peliverde y estuvo por tocarle el hombro cuando el timbre del departamento sonó.

—Es él! -gimió apartando a su amigo de un manotazo y saliendo presuroso del lugar.

—Aquí vive? -preguntó Solar.

—No. Este debe ser uno de sus tantos departamentos. Tiene dinero por kilos -respondió el rubio en un susurro.

—Lo conoces??

—Por supuesto, no es la primera vez que venimos a una de sus fiestas privadas. Y estuve con Tae cuando el tipo paró el auto hace tres meses y ambos lobos se reconocieron. Fue impresionante. Si nunca viste dos lobos predestinados conociéndose, deberías verlo antes de morir… ninguno de los dos estaba en celo y Tae tomaba sus supresores, aun así el hombre percibió su olor y paró el auto. A los minutos tuve que sacar a Tae de ahí y darle otra pastilla porque su celo amenazó con comenzar. A todos nos enseñan desde niños que existen los predestinados… pero verlos es otra cosa. Realmente esos lobos están hecho el uno para el otro.

Solar miró a Tae de reojo y le apretó el brazo a Jihoon.

Ambos lo observaron.

Taehyung había comenzado a sudar y le temblaba el cuerpo, se abrazó a si mismo intentando permanecer erguido pero parecía que tenía calambres en todos los músculos.

—Maldito enfermo -jadeó Jihoon abrazando a Tae -Por qué mierda le gusta verlo así?

Tae había comenzado a sentir el olor del lobo de Nam y cada vez que eso sucedía, su celo respondía al instante.

La puerta se abrió y Namjoon, con la frente sudada y las manos temblorosas, apareció ante ellos.

—Pasa, ve inmediatamente a la habitación -ordenó.

—No conoce este departamento -espetó el rubio sin dejar de abrazarlo y aunque era un omega, Nam sintió que su lobo se enfurecía.

—Por el pasillo, la primera puerta a la izquierda… y deja de abrazarlo -rugió, la voz gruesa, la frente deformada en un rictus de odio, dejando salir a su lobo, modificándole el rostro y el ADN.

El peliverde llegó corriendo, hizo a un lado a su amigo que comenzaba a gotear sangre por la barbilla cuando los colmillos comenzaron a aparecer y tomó al rubio que no soltaba a su amigo y los guió presuroso hacia el cuarto en cuestión.

Nam los siguió a pasos agigantados, gruñendo cuando veía que el omega no soltaba a su omega.

La música en el salón tapaba lo que acontecía en el pasillo.

—MÍO -gruñó cuando llegaron y Nam con el rostro deformado, lleno de vello negro y un hocico plateado pronunciado, hizo a un lado a Jihoon de un potente empujón.

Jihoon retrocedió achicándose ante la voz de mando del alfa que marcaba su territorio con furia, le temblaron las manos intentando asir el cuerpo de su amigo que cayó de rodillas dentro del cuarto y gimió cuando el alfa dueño del pequeño omega, cerró con fuerza la puerta, dejándolo afuera.

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