©LyzOrtega
Tus ojos miran lo que el exterior desea, tu corazón toca el alma de esa persona.—Y•D✨
El cielo azul puede traer fortuna y ambición a gente equivocada, fue el caso de Min Yoongi. Antiguo principe de su propio Reino, como quinto hermano fue despojado del poder y excluido de cualquier tesoro apenas su padre falleció. Sus hermanos, peores que él, hicieron lo posible para expulsarlo del Reino. Y debido a ello, camina con espada en la cintura, furioso con el mundo y con todo ser que se acerque. Enojado por ser abandonado por quienes creyó al menos lo dejarían tener una vida decente en aquel Palacio, pudo casarse con aquella princesa de hace tiempo. Era una buena opción para tener un Reino propio, pero no, quiso poseer aquel en donde creció.
Los días se vuelven semanas, y en ese tiempo es normal descansar en algunos feos lugares, salir corriendo ante criaturas raras y suspirar frustrado ante la lejania de un pueblo.
—Derrotare al rey y entonces ese Imperio será mio.— Dice, reclamando en alto lo que hará.
Aunque escucha una risa cercana, y mira molesto hacia atrás. Donde detrás de algunos arbustos escucha provenir la risa, es suave, como un adolescente deduce. Avanza sacando su espalda y señalando hacia el arbusto en cuestión. Corta en medio con fuerza y la risa para, escucha ruido de alguien alejándose y corriendo.
—Eres un cobarde.
—El cobarde es usted. —Escucha la queja de lejos.
—Sal de donde estés. ¡Nadie se debería atrever a reírse de mí! —Algunos arbustos se mueven, señala la espada hacia ese lugar y ante un movimiento se queda completamente quieto.
La criatura que sale es de una altura pequeña, tal vez el metro con cincuenta. La piel es de un tono gris, tiene cuernos en la frente y los ojos son brillosos. Las manos tienen uñas del mismo tono, para su gusto, siempre ha huido de esa clase de criaturas del bosque. Por su feo aspecto. Retrocede, el pelo negro de los lados y aquel atuendo es de una persona normal. Hay una risa pequeña, y aunque no lo quiera le produce algo de terror verlo tan tranquilo.
—¿Q-Qué eres? —Traga saliva.
—Eso no importa. Es gracioso que quieras acabar con el rey, es alguien poderoso. Debería usted regresar a su hogar. —La preocupación al decirlo, Yoongi no la comprende.
Y no le interesa entenderlo, guarda la espada para girar y avanzar de nuevo bajando con cuidado la colina. Se agarra de algunas ramas para evitar caer debido a las piedras y evita tardarse.
—Deja de seguirme criatura rara. —Pero eso no detiene a la criatura de ir detrás suyo, ir a pasos cortos y jugar a la lejanía mientras lo acompaña. No sabe que es, ignora cualquier cosa.
Come algunas frutas de los árboles, siguiendo el camino de piedras y aunque intenta ignorar que un monstruo lo sigue, es inevitable si hace ruido al caminar detrás. Es una salvación ver la entrada al pueblo, ver criaturas en todas partes paseando y teniendo rutinas normales sin dificultades. Es obvio que su presencia llama la atención, y por alguna razón parecen ignorarlo.
—Usted no es de por aquí, va a perderse. ¿Lo sabe verdad? —Esa voz de nuevo, voltea y enfrenta con odio aquel ser extraño. —No necesita mirarme así, soy Mimi, puedo ser muy adorable a veces y juguetón pero, conozco donde usted podría hospedarse y lo guíare a la entrada del palacio. Si gusta.
¿Por qué esa cosa parece interesada en llevarlo a un lugar seguro?, ni siquiera lo conoce. Además de poseer un aroma desagradable para él, que esta soportando por cortesía.
—Mimi no parece él nombre para alguien con tu apariencia. —La mirada del mencionado cambia, parece retroceder. —No quiero suponer que eres, ¿eres ambos o te identificas como mujer u hombre?
El aroma que percibe es de una flor, la flor cadáver. Parece que esa criatura con nombre fuera de lo que en verdad es, posee también aroma desagradable y aparte al hablar tiene esa peste más fuerte. Suspira sin poder evitarlo.
—Mimi esta bien. Uhm, lo llevaré con algunos amigos míos, ellos son muy buenos con los invitados. —Yoongi no tiene más remedio que aceptar, aunque se mira en el agua cercana.
Donde hay una fuente, su reflejo de cabellos rubios, ojos dorados de un tono profundo y el tono de su piel pálida. También podría ser exótico como aquellas criaturas, ser único. Y eso, es algo bueno. Cada una de esas especies que no son normales para el, tienen algo especial y único en ellos mismos. Hay flores puestas en las prendas de Mimi, puede ver lazos de ellas en la espalda y como lleva una bolsa pequeña donde hay un broche de oro. Un escudo pequeño en este, no lo reconoce pero debe ser valioso. Posiblemente lo robó como todos aquellos raros.
Hay un lugar extraño, entra y hay silencio total cuando lo ven avanzar entre todos y llegar a una mesa en específico donde Mimi sonríe dejando a la vista sus colmillos largos. Y se aleja para llamar a alguien. Ese tal Mimi, es amable, y eso debería ser malo considerando que si se enteran que es príncipe pueden matarlo.
—Alguien nuevo, bienvenido. —Una bebida es puesta adelante, una ninfa, supone por la orejas puntiagudas y gran belleza de la mujer que sirve la bebida. —Dime, rarito, ¿a que viene un ser con dinero a estos lugares? —Ella se inclina, los colores preciosos en los ojos y la piel perlada es normal por su naturaleza.
—Lisa noona, no lo asuste. —La voz de nuevo, Mimi reclama para acercarse y negar ante la ninfa. Yoongi se extraña, porque mientras más esta ahí, más percibe el mal olor y podría quejarse. Después lo hará.—Hará algo bueno para todos.
—De acuerdo. Puedes quedarte en una habitación, Mimi te guiará después. —Agradece sin decirlo.
De todos modos se apresura a comer, no esta muy convencido del lugar. Tampoco debe esperar uno lujoso porque es un príncipe desterrado de su propio Reino donde creció, y por lo tanto entiende su baja posición ahora. Tal vez podrá acostumbrarse a esa vida, sin embargo, su plan se hará realidad. Va asesinar al Rey, y tomará su puesto en lo alto.
Tu alma contaminada no entiende lo importante que es este lugar para mí.
©LyzOrtega
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