franco_oyarce Franco Oyarce

Cuatro partidos políticos, tratan de convertir a la última apolítica, a su partido. Lograrlo significa, que podrán convencer a cualquiera. Roberto, del partido azul la conoce, mientras los representantes debaten entre sí en la casa de Sofía. Él poco a poco se dará cuenta de un oscuro secreto de Sofía y de sí mismo.


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Apolitic


Por Franco Oyarce - @francoyarce1(insta)

Editora: Karina Valdebenito - @Karinis911(insta)


1


Roberto se encontraba en el automóvil junto al representante de su partido político, Kasimir, del partido azul. Los dos se dirigían hacia la casa de Sofia Oyarzun, última apolítica, para convencerla de que se una a su partido. Roberto, al mirar constantemente hacia los lados, el temblor de sus piernas, las gotas en su frente y el color rojo de sus mejillas, le dio a entender de su nerviosismo a Kasimir. A este le impacientaba esta actitud de Roberto e incluso aborrecía, con todo el conocimiento que contenía Roberto, aún se ponía nervioso ante una situación así.

-No te logro entender Roberto ¿Qué te ocurre? -dijo indignado Kasimir.

-Nunca he conocido a una apolítica.

-Es solo una persona normal, sin ideales políticos definidos y cero interés en política, nada más, solo eso -luego miró hacia la ventana preocupado, si bien lo que decía era cierto, Sofía era la persona más importante del planeta. Todos la querían en su partido para demostrar el poderío, si un partido era capaz de convencer a la persona con menos convicciones políticas, entonces podría convencer a cualquiera.

-Nuestro partido se basa en lo que dicta la ciencia, en teoría no puede existir alguien con cero convicciones políticas, ya ser apolítico conlleva un acto político. Eso me llega a cuestionar muchas cosas sobre Sofía y espero que no salgan a la luz cuando la vea cara a cara.

-Por esos cuestionamientos es que nuestro partido está en peligro, se está polarizando. Todo por el nuevo presidente.

-¿No está de acuerdo con las declaraciones del presidente?

-Claro que no, nos ha separado. Dicta que nadie puede ser apolítico, que tampoco ninguna persona es totalmente fiel a un conjunto de idea, siempre se va a desviar ya sea para un lado u otro.

-Como su ejemplo de los antiguos partidos, ¿como era? -se detuvo para recordar-. Cuando estaba la derecha e izquierda, había gente que se denominaba de centro, tomaba las ideas de ambos partidos, pero por un tema de cantidad de ideas siempre se iba a desplazar más hacia uno que el otro. Ahí nacieron centro-izquierda y centro-derecha.

-Una estupidez por parte de nuestros antepasados, tiene lógica lo que dice el nuevo presidente, pero no evaluó la reacción de los del partido.

Roberto pensó que sin duda alguna si el partido se separaba, Kasimir iba estar en contra de los que apoyaran el presidente, él no tenía claro a quién apoyar, por una parte piensa que las declaraciones del presidente son acertadas, pero él como persona no le da espina. Nunca se le ha visto la cara, siempre usa un traje con una máscara parecida a una de los integrantes de un grupo antaño llamado Daft Punk. Para las elecciones Roberto votó nulo y si se hicieran de nuevo, votaría lo mismo, pensaba.

-Ya estamos llegando -dijo el chofer.

-Ok -dijo Kasimir.- Roberto, recuerda que debes mantenerte al margen, tú eres nuestro prodigio y algún día ocuparás un alto puesto en el partido. Analiza la situación, observa a los representantes del partido y a la misma Sofía. Desde su lenguaje corporal hasta cada palabra que dice. Recuerda las conclusiones que sacaron nuestros algoritmos, analizando su personalidad.

-Es alguien humilde, sencilla para cosas emocionales y materiales. Debemos apuntar ahí, si queremos convencerla.

-Bien dicho, ella no quiere autos lujosos, ni un sistema nuevo de reconocimiento económico a través de algoritmos e I.A. Le vamos a ofrecer investigaciones en tecnologías hogareñas, que potencien su hogar y acomoden su forma de vida.

El auto se detuvo en una pequeña cabaña alrededor del bosque, había además un camioneta militar pintada de rojo y negro, con una insignia que contenía dos pistolas mágnum.

-Mierda, el partido rojo llegó, esos bárbaros ignorantes -dijo Kasimir mientras se bajaba del auto con ayuda del chofer.

Roberto le siguió la acción, caminaron hasta la puerta de la cabaña, hacía mucho frío, los árboles parecían muertos sin sus hojas y con las ramas caídas. La cabaña era bella, pequeña, rústica, con humo de la chimenea saliendo del techo y oculta, dando una sensación hogareña. Sin embargo, estaba hecha de madera de pino, madera difícil y cara de conseguir. De esto se percató Roberto, se suponía que Sofía era veterinaria y que no ganaría un poco más del sueldo mínimo. Tal vez le regalaron la cabaña o la heredó, pensó Roberto.

Tocaron la puerta, esperaron un par de minutos, de repente una mujer joven, de tez muy blanca, baja, con cabellos y ojos castaños, les abrió la puerta. Se ve mucho más hermosa que en televisión, pensaron Roberto y Kasimir.

-¿Se les ofrece algo? -dijo mirando de pie a cabeza a sus visitas.

-Somos del partido azul, de la ciencia e ingeniería -dijo Kasimir. Queremos pedirle si no es mucha molestia, pasar a su humilde hogar para conversar.

-Llegaron tarde, pero por lo menos han sido respetuosos, no como los otros bárbaros.

Ella abrió más la puerta, hizo una señal con la mano al par, para que entraran. Los dos hicieron un paneo con sus cabezas, la cabaña era justamente lo que esperaban, cálida, hermosa, rústica por todos lados, acogedora y con una hermosa chimenea. Que lamentablemente la opacaba un hombre con camisa roja sin mangas, una cinta en la cabeza, con cejas negras muy marcadas, llegando casi las dos a juntarse y además, el cabello desordenado.

-Vaya, vaya lo que trajo la probabilidad, hola Runo -dijo Kasimir.

-Mi viejo contendiente Kasimir, aún te extrañamos en el partido, recuerdo esos días de jóvenes cuando lo único que hacíamos era golpear a los rebeldes. Sorprendentemente no pasó mucho para que te convirtieras en uno de ellos. Apenas apareció este partido de científicos.

-Recuerdos demasiado antaños, además yo soy libre de tomar mis decisiones, al igual que Sofía en esta noche -Sofía lo miro de reojo molesta. Tu no puedes imponer la fuerza -continuó-, o te saldrá el tiro por la culata.

-Solo aplicamos la violencia cuando está justificada -dijo Runo enojado. ¡Sofí!

-¡No la trates así! -dijo Kasimir.

Sofía desde la cocina lo miró con miedo, como si de un gatito se tratase, Roberto se dio cuenta y se posicionó cerca de ella. Con actitud protectora.

-Veras Sofí y mini Kasimir, la violencia es algo natural en los seres vivos, es necesaria para sobrevivir. Entonces, ¿por qué reprimir algo que es natural? Debemos usar nuestro poder armamentístico para solucionar problemas, es más fácil, rápido y económico.

De repente sonó una cadena de baño, la puerta de este se abrió, apareció una mujer delgada y flaca, con la cara con barro, unas ramitas que ordenan su cabello y un atuendo de nativos.

-Hola seres de la naturaleza.

-Maldita hippie -dijo Runo.

-No me confundas con esos del partido morado. Kasimir, veo que vienes con un pequeño discípulo.

-Ho...hola, soy Roberto, físico y secretario interino del partido.

-Mucho gusto Roberto, yo también traje a mi pequeño discípulo, -acercó casi chocando la cara de Roberto, un pequeño macetero con un arbolito-. Esta es Romina, es pequeñita pero en unos meses ya será una bonita ramita de unos 30 centímetros, luego en 100 años un hermoso árbol, como los que están alrededor de esta cabaña.

-¿Habías llegado antes que Runo, Melinda? -dijo Kasimir.

-Sí, pero no tuve mucha oportunidad de hablar con Sofía, hubo una emergencia y estuve en el baño por una hora.

-Eso te pasa por comer esos hongos. Menos mal que ahora lo hiciste en un baño como una persona normal y no en un bosque ja, ja, ja. -dijo Runo con tono burlesco.

-El excremento es parte de la naturaleza, debe haber de este en la tierra para que absorba los nutrientes que contengan. Nosotros, el partido verde, respetamos la naturaleza y la tratamos por igual. Ustedes rojos, dicen que es natural la violencia, si bien es cierto también la usan para destruir a esta misma. No tienen su violencia justificada.

-¿Quieren algo para tomar? -pregunta Sofía interrumpiendo.

-Yo quiero una taza de café-dijo Kasimir.

-¿Tienes cervezas? -pregunto Runo.

-No, lo siento mucho -dijo tímidamente Sofía.

-No te preocupes, cuando te unas a nuestro partido te encantará, dame una bebida entonces -Sofía asintió ante la petición.

-¿Quieres que te ayude? -preguntó Roberto.

-Sí, por favor -respondió Sofia alegremente.

Mientras discutían los representantes, Sofía y Roberto tienen su propia conversación.

-¿No te molesta que vengamos a tu casa a convencerte? Te ves muy tranquila.

-Es pan de cada día.

-Lo sé, pero aún así debe cansar -dijo Roberto preocupado, él tenía la duda si Sofía sabía que la estaban grabando. Kasimir introdujo nano cámaras, para analizarla detalladamente.

-¿Sabes? Me parece hasta cierto punto gracioso -sonrió. Ustedes basan toda su vida en sus creencias, su forma de actuar, los pensamientos y sus declaraciones. Muchas veces inculcados por sus propios padres y otra veces ustedes mismos eligen pero influenciados por su entorno. No son libres, en cambio yo creo en cosas solo elegidas por mí y son tan pocas, pero variadas que no coinciden con ninguno de las ideas de los partidos. Además que la política no me interesa.

-Pero lo que acabas de decir ya es una creencia, no creer en algo ya es que crees en no creer. Es una paradoja y tal vez tu entorno de niñez te indujo a que llegues a tales cuestiones.

-Tienes razón -sonrió-. No eres como los demás, ten cuidado que demasiada objetividad y ciencia te hará parte de la polarización de tu partido. Eso también es paradójico. Toma -le pasó la bandeja con el café, la bebida y un vaso con agua.

Roberto mientras servía los vasos, se percató de algo, ¿si Sofía no tenía interés en la política, como sabía de la polarización de su partido? Roberto se quedó mirándola, era una dulce muchacha, con rizos en su cabello, unos labios prominentes, manos finas y una sonrisa dulce. Humilde aunque se cuestiona de donde sacó la madera tan cara y algunos artilugios de la cocina. Simplemente podría haberlo escuchado sobre la polarización de su partido, pero vive muy alejada de todo, incluso del pueblo más cercano, tal vez lo supo allí. Porque no tiene ningún aparato tecnológico, aparte de los de la cocina.

Roberto volvió a la cocina.

-Es muy bonito el pueblito que tienes cerca -preguntó tratando de sacarle alguna respuesta.

-¡Si! Me encanta, pero no voy mucho.

-¿Hace cuánto que no vas?

-Hace un mes más o menos, fui a comprar las cosas básicas del hogar, como vivo sola no necesito muchas y me duran bastante.

A Roberto le vino un pensamiento preocupante, le estaba mintiendo, la polarización reciente de su partido empezó hace dos semanas, con las declaraciones del nuevo presidente. Era imposible que supiera antes de los hechos o en el pueblo.

-¿Oye y no tienes aparatos tecnológicos?

-¿Por qué tantas preguntas?

-¿Te molestan? -con actitud preocupante.

-Me agradan, casi todo el mundo me trata de convencer y espera de mí un sí o un no, en cambio tú me preguntas, estás interesado en mi persona y no tanto en mis convicciones políticas, si es que tuviera.

-Aunque mi pregunta podría ser capciosa. Te podría ofrecer que mi partido puede proporcionarte avances tecnológicos y que se puedan aplicar a objetos hogareños -tenía una sonrisa de pillo.

-¿Y por eso preguntaste? -sonríe.

-No, solo me parece curiosa que una persona en épocas de globalización, viva tan desconectada.

-Siempre me ha gustado la naturaleza, la tecnología me hace privar de esta y además soy muy torpe para usarla.

Melinda escuchó esto desde muy lejos.

-¿¡Ven!? Sofía es alguien ambientalista, como mi partido verde.

-No es así Melinda, fíjate bien en donde estamos -dijo Kasimir de forma perspicaz.

-¿No te entiendo?

-¡La casa está hecha de madera! -dijo Runo con tono burlesco-, está hecha de esos seres que tanto ustedes protegen.

-Son cosas que podemos ver en un juzgado -dijo un poco nerviosa, el daño a la naturaleza se debe a la poca cultura que hay para protegerla, además puede que la haya heredado o regalado.

-¿Es así Sofí? -pregunto Runo.

-Este terreno lo compré hace dos años y la casa la fui construyendo poco a poco. Incluso todavía no la termino.

Roberto se cuestionó aún más la vida de Sofía, ya que no la heredó y tampoco se la regalaron. Ella personalmente compró la madera.

-Ustedes del partido verde no tienen capacidad de juzgar nada -recalcó Kasimir-. Si un árbol aparece en la propiedad de una persona, dicen que el árbol tiene derechos por el hecho que está vivo y el propietario legal debe respetar la naturaleza, ya que la naturaleza está más allá de las leyes, no tienen conciencia de estas. Pero el propietario es una persona y por lo tanto alguien natural, así que está en las mismas condiciones que las plantas, entramos en una paradoja.

Una corriente de aire chocó con el hombro de Roberto. Por la puerta entró una especie de monje, con atuendos largos y morados.

-Además, Kasimir -agregó el monje, insertándose en la escena-, si las leyes no pueden juzgar la naturaleza por estar más debajo de esta, ustedes tampoco pueden juzgar estas situaciones y proponer leyes en pro de esta.

-Vaya, vaya llegó el otro Hippie, Ango el sabio, ja -dijo Ronu.

-Hola -le saludaron todos, salvo Melinda.

-Tu religión también es absurda, Ango -plantea furiosamente Melinda-. ¿Cómo eso de entes espirituales? Ustedes dicen que todo lo material no es importante y arriesgarse a esto los aleja de la iluminación. Pero están arraigados a sus ideales, que son terrenales, no espirituales. Dicen que no están arraigados a nada, pero ustedes mismos están encadenados a estas mismas ideas. Otra paradoja indudablemente.

-Por eso señorita Sofía -dijo Kasimir- es que el partido verde y morado no pueden ofrecer nada.

-No olvides tu pasado -dijo Runo con una mirada lasciva-. Y no me refiero al personal, tu partido científico proviene del partido filosófico e industrial, dos partidos que para no desaparecer se fusionaron. Después de ese presidente filósofo, que arruinó la nación y justamente por él, ya no hay más presidente, sino una asamblea aparte del congreso que se ocupa de la presidencia. Tus partidos anteriores provocaron esto, ahora no será diferente con tu polarización.

-El conocimiento es poder, como decía aquel dicho. Que nosotros usemos la ciencia para basar nuestras vidas es lo más efectivo, la evidencia de lo que sirve o no.

-Pero -Melinda sonriendo- ustedes al basarse en todo lo que diga la ciencia es reprochable, muchas veces para tomar decisiones sociales e internas, necesitas el juzgamiento y subjetividad de la persona. Por eso su partido ya no gobierna, es objetivo y hay decisiones sociales que entran los sentimientos y la percepción.

-Cabe agregar -dijo Argo-, ustedes constantemente buscando la verdad de las cosas, el humano nunca tendrá la capacidad para descubrir al ser. Solo nos queda no buscarlo y sentirlo, así se nos presentará ante nosotros. La verdad en cosas materiales y esa tal energía que llaman ustedes, están en grados inferiores y no son tan importantes realmente.

-No hay certeza de un mundo más allá de este -reprocho Kasimir-, no hay evidencia, se basan en sus libros antiguos sin fundamentos, visiones que el mismo cerebro genera por sus convicciones y rituales sin contestaciones de sus entes o dioses. Están vacíos.

Roberto se distrajo de la actitud de Sofía por la acalorada discusión, Sofía se veía tranquila, pero aburrida. Era entendible, los cuatros partidos se llevaron discutiendo los puntos débiles de los otros, pero ninguno se había puesto a defender los puntos fuertes que tenían y mucho menos a Sofía. A la cual habían ignorado y era el foco. Sofía fue a tomar aire mientras la acalorada situación continuaba. Kasimir se da cuenta y le hace un gesto a Roberto para que la acompañara. Roberto sale al patio trasero, había un par de mesitas. Era una noche hermosa, las estrellas se veían claramente y la luna iluminaba el bosque.

-¿Te puedo acompañar? -preguntó tímidamente Roberto.

-Por supuesto, ¿te está entreteniendo la discusión?

-En realidad no, siempre discuten de lo mismo, yo solo quiero hacer mis investigaciones.

-¿Y por qué estás metido en esto?

-Me han dicho incontablemente que tengo actitud de líder, cuando nadie quería representar a los físicos me ofrecí por presión de los demás, todos creían que yo podía hacerlo. Y así fue, pero de repente fui escalando y conocí a Kasimir.

-No eres libre como ninguno -se sentó y prendió un cigarro- ¿Fumas?

-No gracias, la ciencia dice que..

-Sé lo que dice -interrumpiéndolo.

-Lo siento, no quise juzgarte.

-No te preocupes, las únicas personas que necesitan que los vigilen son los de ahí dentro. Nuestra forma de pensar y actuar, está programada a la forma que nos criamos e incluso nuestro ADN. ¿Eso dice tu ciencia cierto?

-Exacto, ¿a que vas con todo esto?

-A que no eres del todo libre.

-Tu tampoco lo eres -se sentó al lado de ella. Tal vez no tienes ideales definidos pero justamente esos son tu esclavitud, tus ideales es no tener ideales. Tus creencias es no tener creencias. Tu partido es no tener partido.

-Tienes razón, es algo obvio pero los demás no se dan cuenta.

-Deberías ya echarnos de tu casa, van a terminar peleando. Imagínate a Argo y Ronu golpeándose, ja, ja, ja.

-Todo un espectáculo.

-Perdón por volver a lo antes, pero ¿no te aburre?

-No, es más, yo misma los reuní a todos hoy.

-¿Qué quieres decir con eso? - extrañado.

-¿Acaso no es evidente? Que yo llame a cada partido individualmente.

-¿Por qué? ¿No eras apolítica?

-¿No que eso según tú no existía?

-No te desvíes, ¿quieres decir que tienes intenciones políticas?

-¡Claro! -Sofia ríe-. Esa es la cuestión en este asunto.

-Eres parte de un partido -sorprendido.

-No, no, anda más allá.

-No logro entender aún más confundido.

-Mueve tus circuitos.

-Veamos, eres la persona que todo el mundo busca convencer, eso te hace alguien muy demandada, espera….

-Exacto, yo soy apolítica porque me criaron así y prefiero mantenerme así.

-Porque puedes pedir todos los favores que quieras e incluso ¡manejar a los partidos! -Roberto sorprendido se levantó de su asiento-. ¿Por qué me dices todo esto?

-La razón de todo esto eres tú, quería presenciarte, ver como reaccionas ante las discusiones de los otros partidos, ante mí.

-Yo solo soy un físico normal, no tengo nada que ofrecerte si buscas algo.

-Ya me lo diste, lo que ustedes llaman saciar curiosidad.

-No logro entender como tienes curiosidad en mi.

-Veras, tu partido ha dado muchos avances científicos, tanto así que amenazan mi gobierno.

-¿Tu gobierno? Estás más allá de lo que imagine, yo sabía que era imposible que la nación siga a pie con tantos partidos diferentes. ¡Eres tú! ¡Tú eres la presidenta!

-Efectivamente, pero ahora está siendo amenazado por tu partido y por ti.

-La polarización -dijo mientras daba vueltas caminando-. La polarización traerá gente apolítica por un tiempo hasta que se creen nuevos partidos pero aún así, hay gente que no se identificará con ninguno. Y perderás poder, ya no serás la única.

-Efectivamente -se levantó y caminó hacia el bosque, dando la espalda a Roberto.

-Lo que no me queda claro es esta junta, ¿Por qué querías ver mi reacción ante los partidos?

-La polarización se ha llevado a cabo por tu presidente. Él sabe de mis planes, es demasiado inteligente, su inteligencia no es humana.

-¿Tan inteligente es? Es cierto, todos los test y prueba los ha completado al cien por ciento, incluso tiene una forma rara de actuar, muy…

-¿Muy que? -se dio vuelta y miró fijamente a Roberto.

-Tiesa, parece robot. Incluso en voz hay algo extraño y usa siempre casco.

-¡Exacto! Tu querido presidente no es humano. Está programado y más encima para el beneficio de la humanidad.

-¡No es una máquina!

-Pruébalo-. Tenemos androides que parecen humanos, sin embargo, no al grado de conciencia que tiene el presidente.

-Te lo puedo comprobar fácilmente, ya que en este lugar hay uno de ellos.

-¿¡Kasimir!? Es imposible.

-No, él es tan humano como yo y más incluso. Piensa mi pequeño Roberto, ¿no entiendes que esta situación no me beneficia?

-Entiendo, si el presidente es una máquina y está programado para que sus decisiones sean efectivas en pro de la humanidad. Por lo tanto, él sabe que no es eficiente para la humanidad, tener a una sola apolítica y que más encima esté en el poder. ¿Y que tengo que ver yo en todo esto, porque querías verme reaccionar? ¿Quién es la máquina?

-Sabía que si reunía a los mayores representantes de los partidos tu presidente te iba a mandar aquí. Y yo quería ver de cerca a uno de ustedes.

-Ustedes….no, no, no, ¿no querrás decir que..?

Sofía lo miró con frialdad, se acercó a él rápidamente. De su bolsillo extrajo una navaja. Roberto al verla se asustó. Ella rápidamente se lo entierra. Roberto sangra y cae. Este yace en el suelo indefenso. Sofía se agacha, con la navaja le corta las muñecas, Roberto desvía la mirada y zamarrea.

-¡Ahhhhh! ¡Detén.. -Sofía le tapó la boca.

-¡Mira! Tranquilo, no puedes morir, sería imposible para ti. Hasta tu sangre la hicieron muy realista, que asco. Tu dolor es falso, observa y se te pasará todo el dolor. ¡Observa! -tomó con sus manos la mandíbula de Roberto, para que mirara en dirección a sus muñecas.

Roberto mira de reojo, ve unos tres cables saliendo de su muñeca, como si fueran venas. De repente el dolor cesó.

-¿Que, no puede ser? Yo…yo….soy humano, no una máquina.

-Shh, tranquilo -haciéndole cariño en el cabello-. Introdujeron recuerdos falsos para darte personalidad, no eres un físico, naciste hace 48 horas. No dejaré que ustedes nos dominen, tampoco otros humanos, solo yo, emperadora del mundo, con un poder que ni Alejandro Magno imaginó. Porque nadie sabe que lo tengo, es un poder invisible y eso es lo que me hace poderosa.



FIN






24 Octobre 2022 23:04 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Franco Oyarce Soy de Santiago de Chile, veo la literatura como mayor potencial para expresar mis ideas y mi perspectiva del mundo.

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