mgdreams98 MG Dreams

Park Jimin un joven de 27 años, CEO de su empresa heredada gracias a su abuelo. A pesar de tener su vida completa con su esposo, el cansancio y agotamiento tomaban mayor poder sobre su existencia. Necesitaba hacer cambios en su vida, actividades, personas y sueños. Y hay cosas que por muy a la vista que estén no logra ver, pero poco a poco eso irá cambiando.


Fanfiction Groupes/Chanteurs Interdit aux moins de 21 ans.

#jimin #jungkook #taehyung #vkookmin
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Capitulo 1

Un día común y corriente en la vida del increíble Park Jimin, dueño y CEO de su empresa heredada gracias a su abuelo, se hacía presente con el paso de las horas en las cuales el cansancio y estrés era visible incluso a muchos metros de distancia por muy exagerado que se creyera. Eran las 6 de la tarde, bostezos escapaban seguidamente de los labios del joven dueño, quien a sus 27 años daba lo mejor de sí para honrar con su trabajo a su abuelo y mantener siempre la fortaleza de la empresa. Cabe destacar que desde pequeño siempre se interesó por el diseño y estructura de las edificaciones, gracias a su abuelo se animó a estudiar arquitectura y crear diseños increíbles que seguían siendo muy cotizados a día de hoy.

Sin embargo, los sueños traen facturas en ocasiones como el hecho de que cierta parte de sus empleados no acatan las órdenes correspondientes, viéndose atrasadas las actividades de Jimin y esto lo descolocaba en sobre manera. Sus hombros estaban tensos, su cabeza dolía al igual que sus ojos, la presión en su pecho cada vez iba más en aumento, necesitaba un descanso urgente pero sabía que no podía otorgarselo o iba a retrasarse más. Como si lo sintiera en carne propia, Jeon Jungkook, la mano derecha de Park entró inmediatamente luego de tocar una vez la puerta acercándose con una bebida refrescante de frutos rojos.

El CEO se acomodó en su silla ergonómica brindándole un atisbo de sonrisa con ojitos cansados, agradeciéndole por la bebida y relajándose bajo el toque que el azabache le brindaba a sus tensos hombros; era una dinámica muy común entre ellos ya que además de la relación laboral que tenían también tenían una de amistad muy hermosa, en la cual ambos se cuidaban en especial Jungkook cuidaba de Jimin en el trabajo, si algo grave le sucediera no se lo perdonaría jamás y sabía en sus adentros que Taehyung, el esposo chef de Jimin, tampoco lo haría muy a pesar de ser amigos también.

—Jims, deberías irte, necesitas descansar, llevas más de una hora en esta situación mira lo tenso que estas —el menor le llamó la atención suavemente a su jefe.

—Tengo que terminar esto Kook, no puedo dejarlo simplemente así —Jimin realmente estaba frustrado y sentía que la vena del costado de su frente en cualquier momento explotaría.

—Es cierto que eres el jefe, pero me puedes delegar lo que hace falta ve a casa, Tae te está esperando y puedo apostar que si no llegas en el lapso de media hora él vendrá directamente —ambos sabía que Taehyung era capaz de eso.

Había sucedido una vez en la cual su esposo no correspondía a sus llamadas y mensajes, así que se comunicó con Jungkook y este frustrado le informó sobre el estado cansino de su jefe. Por lo que, algo de tiempo después se encontraba un castaño alto y de piel canela entrando inmediatamente al despacho del CEO Park, tan agotado como siempre solo se dejó hacer por su bello chef quien lo sostuvo y tomó sus cosas para dirigirse al auto; emprendieron camino hacia su hogar donde un buen descanso estaba a la espera del CEO agotado que dormitaba en el asiento del copiloto, mientras su esposo lo observaba de soslayo apreciando las facciones finas y suaves del rubio sin perder el camino de vista.

Al llegar a su hogar el chef removió suavemente a su pareja, despertándolo y que pudiera bajar del auto mientras el rubio apoyaba su cabeza en el hombro contrario. Taehyung amaba con todo su corazón a Jimin y le dolía ver lo cansado que pasaba la mayoría del tiempo, no quería que su tierno esposo se siguiera desgastando, Jimin merecía una vida sin esa presión y agotamiento exhaustivo.

Se dirigieron directamente al cuarto de baño, donde cada una de las prendas del menor fueron retiradas con suavidad luego de que el mayor hiciera lo mismo con la propia, rápidamente preparó la bañera con agua tibia y sales relajantes. Al ingresar a la bañera sostuvo la mano de Jimin para que se acomodara entre sus piernas, el de hebras doradas soltó un suspiro de gusto cuando la calidez del agua y el aroma de las sales hicieron contacto con sus sentidos. Las grandes manos del castaño subieron por sus brazos acariciando cada centímetro de piel clara hasta alcanzar sus hombros, empezando a dar un delicioso masaje que deshacía los nudos de sus músculos tensos.

—Tae se siente bien, sigue por favor —el menor se deshacía bajo el toque firme y suave de su esposo.

—Todo lo que desees mi dulce mochi —depositó un leve beso sobre cuello, el cual masajeo para liberar la tensión acumulada.

Disfrutaron su baño entre el masaje y palabras dulces, que hacían que el corazón de Park tuviera la capacidad de transformarse como el helado bajo los rayos del sol.

Se colocaron ropa cómoda, el mayor un pantalón de chándal color gris y una camiseta blanca; por su parte el CEO utilizaba un short color negro que hacían lucir sus piernas largas y totalmente hermosas, con una camiseta dos tallas más grande de color blanco también. Un pequeño rugido se escuchó proveniente de su estómago, sacando una leve risa que ocultaba la preocupación del chef, sabía que el cansancio no solo era por tanto trabajo sino también por la falta de alimento.

Agradecía que siempre hubiera preparado platillos que se calientan fácilmente, así no hacía esperar más a su pobre esposo. Se dirigieron a la isla de la cocina donde Jimin quería ayudar al menos con la bebida, pero fue detenido mediante un agarre suave en su cintura colocándolo sobre el taburete.

—Déjame cuidar de ti, amor. Esto ya está listo —.

—Pero Ta… —un beso fue colocado sobre sus pomposos labios interrumpiendo su queja.

—Bebé estás agotado, el masaje te relajo pero aún sigues cansado, ¿cierto? —Jimin solo atinó a asentir con su cabeza cuando otro rugido se hizo presente.

En medio del recuerdo, Park volvió a sentir en carne propia ese rugido realmente solo había tenido una de sus tres comidas al día y ni siquiera había sido sustancial. Cuando Jeon iba a comentar algo sobre ello, el móvil del CEO se iluminó con una llamada entrante de su esposo, soltó un suspiro y atendió la llamada.

—Hola TaeTae, estoy por salir no te preocupes amor —.

—¿Y ese milagro cariño, qué ha podido contigo hoy para convencerte de salir de ahí? —era imposible ocultar su sorpresa en su tono de voz.

—Lo sé, lo sé. Realmente tengo hambre, tanta que creo que acabo de asustar a Kook por el rugido de mi estómago —al fondo Taehyung solo logró escuchar un “¡Hyung dale mucha comida!”, y la melodiosa risita que escapa de los labios del rubio hacían que el corazón del mayor se sintiera cálido y el del menor agradecido por formar una linda amistad con ellos.

—Dile a Kook que venga a cenar hoy, prepararé algo delicioso para los tres y que tengo su bebida favorita —. A este punto desde que Jeon había aparecido en la oficina, Park se empezó a sentir más liviano y no sabía que necesitaba tanto la llamada de su esposo, esa paz que le brindaba su lugar seguro.

Con una sonrisa cálida, Jimin hizo la invitación al pelinegro quien gustosamente aceptó, no iba a rechazar pasar una velada con sus amigos con una deliciosa cena de un chef súper reconocido, pero lo que más lo convenció fue el ofrecimiento de la leche de banan. La pareja sabía cuanto ese chiquillo amaba la leche de banana, que para uno de sus cumpleaños en época de universidad le regalaron una buena dotación de ella que le alcanzó aproximadamente un mes.

Sin más, finalizaron la llamada y el rubio emprendió camino a su hogar siendo seguido por el azabache, quien iba muy alerta de la conducción de su amigo por su estado de cansancio. Milagrosamente el tráfico estaba bastante fluido, permitiéndoles llegar en menos tiempo a la casa de los Kim-Park, donde el mayor de los tres los esperaba con una fusión de comida mediterránea y un delicioso cóctel de frutas, además de la leche de banana del menor.

Aparcaron los autos e inhalaron el agradable aroma de la comida cuando iban entrando atravesando la sala rumbo a la cocina, no sin antes deshacerse de sus zapatos en el recibidor. Taehyung levantó la mirada y una enorme sonrisa genuina iluminó su cara, dejó su tarea para plantarse frente a su esposo y acariciar sus belfos rosados con los suyos finos, un beso suave y cálido.

A un costado de ellos yacía un azabache con un puchero en sus labios, quien de repente soltaba —¿Y mi bienvenida, Kim? —.

Una combinación de carcajadas salía de los esposos, el castaño se acercó a Jungkook para tomar delicadamente su mejillas entre sus manos canela y tironear de ellas como si de un niño pequeño se tratara.

—¿Cómo está mi pequeño Kookito? —ese apodo hacía a Jeon ponerse tímido, pero para Jimin era divertido ver como sus mejillitas se coloreaban de un suave tono rosa.

—Yaaa, hyung no hagas eso. He estado bien, ¿y tú? —Jungkook logró decir.

—Excelente ahora que ambos están aquí. ¿Por qué no se acomodan en lo que sirvo la cena? —antes de que cualquiera replicara, Taehyung los guió al cómodo y gran sofá donde había arreglado todo para tener una noche relajante con sus chicos.

Sí, sus chicos. El castaño no solo era protector con Jimin sino también con Jungkook, luego de un evento para nada agradable años atrás se prometió que mientras él viviera no iba a dejarlo solo a ninguno.

Con la cena servida y cada quien en su posición cómoda, la charla de los tres era ligera y divertida, libre de prejuicios, celos, críticas, o temas laborales, simplemente un lugar seguro para ellos donde solo importaban ellos y lo bien que se sentía esa paz mental y en sus corazones.

28 Septembre 2022 00:52 1 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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Elisa Lopez Elisa Lopez
Amoooo
October 01, 2022, 23:47
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