Histoire courte
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"En el más allá"

Me enamoré de su vulnerabilidad, de su falta de miedo de expresar lo que siente.


"Despiértame, hasta hacerme estar vacío cuando me sumerja en ti"

Si te sientes expuesta es porque tus sentimientos ya salieron a la luz.


Puedo sentir la inmesidad del abismo, el abismo al que me llevas cuando estás conmigo, uniendo nuestros cuerpos humanos en un frenesí de placer, se siente bien no lo niego, pienso en cada día que he estado contigo, abrazándote, y siento que te quiero, siento que cada vez quiero más, más y más de ti, tu cuerpo, tus cabellos largos y frondosos, de risos negros brillantes y esa sonrisa perfecta, tus dientes blancos que opacan al mismo sol, toda esa combinación me tiene dentro de un hoyo negro giratorio que no se detiene ¿Hasta qué punto una simple mortal como tú "Perséfone" puede hacer qué un Dios como yo, 'Hades' el rey del inframundo la deseé?



Cada vez que se marcha siento su ausencia, mi cuerpo mundano siente el vacío a mi alrededor, esa esencia que le da a mis labios, cuando trago su saliva me recuerda a la miel y siempre quiero más más y más. ~Ríe~ Es increíble, tenemos hijos juntos, aunque ella los cría ¿Yo por qué habría de hacerlo? Simplemente me gusta su sabor a chocolate y ese dulce en sus labios; digno de una diosa, digno de mi diosa, tan solo esa mujer, esa doncella hermosa al convencerme a mí de poseerla y hacerla mía se volvió una diosa, puede estar en el inframundo y ganó mi respeto, ¿Qué puedo decir? Es la progenitora de los herederos al trono de Satán, yo soy Hades, bailo y bailo siguiendo el compas de esta vida; siempre hermoso, manteniendo las expectativas altas para que cuando me vea no se resista a mí; a mi cuerpo vanidoso, a mi estilo sobrante, a mi aura envolvente.



Si el significado de la maldad existiese, quizá sería válido llamarme malvado, pero cuando la veo tan sumergida en el éxtasis y deseándome, es imposible que las almas de los demonios de mi reino no entren en mi ser, sus cabellos frondosos y brillantes me hacen perderme, hacen que la bondad de mi alma se fugué al reino de Dios y hasta que no terminó mi encuentro con ella no vuelve...

No sé si Perséfone sea fuerte, tantas veces la oí llorar y deseando morir, es tan cómico ¿Morir? Si quisiese morir la habría dejado en su absoluta soledad y miseria y nunca habría sido capaz de experimentar los placeres que le doy y la vida que se merece una reina, la madre de mis hijos.



~Suspira largamente y con pesadez~ Sé qué la noche es fría, cuando salgo al mundo humano yo...Siento el frío en mi piel, este cuerpo que debo usar para que mi alma y poder se manifieste físicamente es sensible; he sentido tantas cosas al usarlo; dolor; miedo y placer, esa descomunal bola de deseo y lascivia siempre me atrapa, es un veneno que desafío hasta a la misma muerte, al mismo Dios del infierno.



Cuando el sol apaga sus rayos y comienza el anochecer, notó que te gustó más y me miras, sonriente, y te gusta, te gusta mi libertad, mis gestos, cuando mojo mis labios y te susurro que vengas...Cuando la manta del pecado nos envuelve, ese pecado que tanto defendí y dije que era normal, le dije a los humanos qué pecaran; tenté a Eva y mi némesis la desterró a la tierra; ella formó una familia y cada hijo suyo tuvo otro y así hasta que entre hermanos inició la humanidad.



Siento una calma en mi mente, estoy completamente adaptado y acoplado a mi cuerpo mortal, no hay nada ni nadie que me diga que hacer.



~Moja sus labios con calma~ A pesar de los siglos no puedo saber si siento amor por ella, es misteriosa, no la entiendo, cuando nos unimos haciendo el amor, pierdo la cabeza y me veo cegado por el placer; nunca traté de comprenderla, ni entender el porqué el brillo de sus ojos se apaga, ¿Por qué sus ojos aún destilan inocencia; como si fuese una mujer sin heridas? ¿Por qué su figura se ve como un ángel digno de amar pero sus ojos exponen tanto pesar? ¿Es que acaso la miseria la mortifica? Nunca le negué su libertad; ella fue la que me sedujo con su sonrisa brillante y su belleza anómala.



¿Se creé mi prisionera; piensa qué la tengo cautiva en el infierno; acaso sus llamas no son las qué queman mi cuerpo con el fuego de su pasión; acaso ella no me hace perderme en la heroína de su sabor? ¿Acaso no soy el más pecador de todos los mortales? Cuando ni siquiera puedo levantar mi cuerpo porque todos mis sentidos están adormecidos tras ella tocarme.



¿Yo soy el malo? ¿Por no velar por sus intereseses; por no haber intentado escarbar en sus sueños, por no mirar dentro de su alma y saber lo quw quiere?



Cuando inhalo su piel, no puedo saber sus aspiraciones ni profundos y oscuros secretos; no puedo saber nada; ni cuando estoy tirado en el piso y ella besa mis labios tengo alguna respuesta de quién es ella realmente y lo necesito saber, esta necesidad apremiante me hace volver a ser quién soy y mis alas negras brotan de mis omóplatos; así que las extiendo y emprendo el vuelo; a empezado mi viaje.



Un dolor en mi pecho, me ha hecho caer desde lo más alto de los cielos y la caída es dolorosa, mi cuerpo mortal está lastimado y no puedo levantarme, ya no estoy preso por una mujer, por mi heroína, sino que se ve reemplazada por el súbito y grande dolor, mis alas sangran; mis ojos se voltean y el cielo oscurece más, respiro largamente y extiendo mis alas, nadie puede oírme; caí en un oscuro bosque, y debo levantarme, seguir adelante pero este repentino y molesto dolor me hace sentir vacío; tengo sed, quiero agua, la tos viene a mí; toso «como haría cualquier humano pues este cuerpo es de uno».



Si camino y me levanto ¿dónde me llevarán mis pasos?



La luz de luna es cegadora, me siento obligado a estar dentro de una aventura que nunca quisé emprender, estoy muy dolorido y mis alas muy lastimadas para seguir mi camino volando, caminar es mi única opción, no tengo una mano que me lleve de nuevo a casa, estoy solo; la luz de luna me acosa.



¡Corro y corro, no se aleja de mí! Corro como nunca corrí pero sigo sintiendo el aire del frío bosque y el olor que destila su vegetación sobre mí; me paro en seco y agacho a recoger una flor; la arranco de golpe y huelo, es una bella "rosa roja" y una ostinada espina se acaba de clavar en mi dedo, la sangre se desliza, siento una leve picazón mientras sale más sangre, rojo carbernet, estoy impresionado, algo más bello que esta rosa ~La tira al piso y aplasta destruyendo su belleza~ soy yo, mi dedo lastimado muestra esa debilidad inexistente en mí que solo se puede ver manifestada por un cuerpo débil.



Estoy dentro, es mi nueva posesión pero no puedo imaginarme toda mi vida viviendo así, "viviendo" «siendo eterno» un Dios como yo nunca morirá, no conocemos la muerte, mi alma gemela sería Dios, al menos él sabe lo que es estar solo por la eternidad, la fuerza de nuestro poder es la misma, ninguno de nosotros supera al otro, somos uno mismo, yo soy el lado negro del yinyang, y aún así no me siento malo del todo, simplemente hago mi parte del papel.



Alguien debe poner el orden, no existe un mundo utópico, la perfección es tan irreal; si Perséfone fuese perfecta no se lamentaría como una pobre infeliz y mortal, no acepta su destino divino, como si aceptarlo la quebrará, como si algo imposible de ver se lo impidiese y dificultase aceptarlo sin que las lágrimas la acosen así como la luna me persigue y ensucia mi alma, dejándola negra.



¿En el ayer la dañé? ¿Fue egoísta de mi parte desafiar el destino impuesto para ella por Dios y llevarla a mi reino; hacerla mi mujer y simplemente perderme en sus ojos?



Me gusto demasiado, estoy enamorado de su cuerpo pero ~Cae al piso y golpea la tierra~ no puedo sentir ese amor, por más que este viendo en sus ojos que ella me ama, que ama cada centímetro de imperfecciones en mí yo no puedo, no puedo ir y ~Acerca su índice a su cara y lame la sangre~ retribuirle el afecto, ~Suspira~ solo, solo puedo ser uno con ella al unir nuestros cuerpos como piezas de lego, ¿No merece a alguien como yo?



Hades camina y va danzando al ritmo de "el lago de los cisnes", levantando su brazo y cruzando sus piernas con delicadeza, con los dedos erguidos y girando, girando como una rueda sin freno, sonríe y salta y vuelve a repetir el proceso, ahora da vueltas en su propio eje y mueve su cuello de un lado a otro pudiendo sentir la melodía en su mente; el bosque ya no es tan oscuro; un rayo de luz de luna se colocó en su mejilla y él sintió un apoyo del cielo, quizá es una señal de que no debe rendirse, quizá su "enemigo" le está diciendo mientras niega con la cabeza «No seas cobarde tienes qué salir de esto, camina o corre pero vuelve a casa»



Hades corre y corre, corre hasta el infinito y las lágrimas nublan su visión, pero ahora el sol salió y los rayos reflejados en sus ojos le hacen saber que no es tarde y que puede encontrar en su eterna vida la verdad de Perséfone y quizá cambiar la desdicha que siente ésta por felicidad, por algo mejor para ambos, por un respiro de todo el sufrimiento que la acechó, por un buen vals y por una noche que los arropé donde solo sus voces sean oídas y no los lamentos pasados, donde Perséfone pueda volar como un hada y sonreír de manera tan refulgente como ningún ser mágico podría hacer carente de su brillo.























7 Septembre 2022 18:58 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

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