¿Alguna vez se han preguntado si dios existe? ¿Si hay vida en otro planeta? ¿Si la magia existe? ¿Qué hay después de la muerte? Bueno, la respuesta a estas preguntas no es difícil.
Resulta que después de la muerte, solo hay un ciclo de reencarnación, la magia es real, existe vida en otros planetas y si, dios existe, pero para entender el contexto de esto se debe conocer un poco de historia, de hace unos millones de milenios atrás.
En el inicio no había nada, pero de la nada no se generó el big bang como teorizan los científicos de la tierra, no, de la nada se creó dios, no se sabe el porqué, ni mucho menos el para que, solo nació y tenía el control absoluto de la creación.
En ese momento había un dios, pero no había nada más, así que en su aburrimiento creo el universo, con todo lo que hay en él, estrellas, planetas, cometas y demás.
Le llevo varios milenios terminar su creación, pero para una existencia como él. Eran como días, aun así, admirando su creación se percató de que estaba vacía y entonces creo a los animales, plantas y seres pensante.
Estos últimos no era solo humanos, puede parecer extraño, ya que en la tierra otras razas son solo producto de la imaginación de escritores de fantasía, juegos y películas, pero esto se debía a que la tierra era un planeta creado solo con la raza humana, pero dios había creado innumerables planetas, en donde había muchas otras especies, como elfos, enanos, gigantes, sirenas, en fin, imagina todas las posibles razas y criaturas de fantasía y mitología de la tierra, realmente existían en algún lugar del universo que dios creo.
Después de llenar el universo con vida dios no se detuvo allí, siguió expandiendo el universo y con el tiempo incluso creo otros universos, con diferentes leyes, físicas, químicas, matemáticas y mágicas.
Por alguna razón, al dios le gustaba crear y admirar sus creaciones, les dio libre albedrío a los seres vivos que creo en cada universo y la forma de actuar y desarrollarse de estos lo entretenía y sorprendía, para él, eran criaturas pequeñas y sin poder, pero aun así lo asombraban con su capacidad de evolucionar, aun cuando fue él quien los creo.
Los milenios, pasaban y dios seguía creando nuevos universos y nueva vida, pero entonces los problemas llegaron, el dios no se cansaba de crear cosas, parecía que era su razón de existir, pero con el tiempo se percató que había creado tantos universos y tantos seres vivos, que ya no podía supervisarlos y seguir creando al tiempo, en ese momento se percató, no era omnipotente, ni omnipresente.
Aprendiendo esto, empezó a buscar soluciones y la verdad no tuvo que pensar mucho, llego a la conclusión que debía tener compañeros que le ayudaran, pero para eso necesitaría un dios, los seres que había creado no podían ayudarlo, así que decidió crear un dios, pero para su infortunio, no pudo.
Crear un dios era imposible para él, por lo que encontró otra solución, primero desgloso el problema, necesitaba un dios y un dios era aquel que tenía divinidad, en ese momento solo él la tenía, así que su solución fue simple, otorgaría divinidad a los seres que creo.
Habiendo decidido eso, lo intento, pero se dio cuenta que los seres que creo no podían soportarla, no obstante, no se rindió y siguió experimentando hasta llegar a un método factible.
Resulta que los seres vivos que creo tenían 3 componentes esenciales, el cuerpo, la mente y el alma, sin embargo, al final del ciclo, es decir, al morir, solo el alma regresaba con el dios, quien borraba todo rastro de su vida terminada y una vez el alma era limpiada se introducía en un nuevo ser vivo naciente, así se completaba el ciclo de la reencarnación.
Resulta que el método que el dios encontró fue entregar la divinidad al alma que retornaba a él al momento de la muerte de su propietario, pero no la activaba de inmediato, ya que el alma aun no podía soportarla.
Después de insertar la divinidad en el alma, reencarnaba el alma normalmente y la persona renacida con esta alma, tendría ciertas habilidades especiales, similares al sistema de un vídeo juego de la tierra, entonces el dueño de este poco a poco iría asimilando la divinidad, hasta que su cuerpo, mente y alma la asimilaran por completo y entonces un nuevo dios nacería.
La persona que recibía esta divinidad sabría esto a partir de su décimo año y su misión era ascender como dios, sin embargo, esto no es un proceso sencillo y mucho menos rápido, ya que, podía demorar siglos o milenios en lograr, sin mencionar que estaría en un mundo mortal, lleno de dificultades y peligros.
En otras palabras, recibir la divinidad es tanto una bendición como una prueba, si la desarrollabas ascenderías, sino simplemente morirías como cualquier mortal y el ciclo de reencarnación seguiría su curso.
Al paso de los milenios, con este método muchos nuevos dioses nacieron, entonces una sociedad divina se creó y dios, pudo seguir creando, pero otro problema golpeo al dios.
Con el método que ideo muchos ascendieron como dioses y le ayudaron a administrar sus creaciones, en ese punto su pensamiento era que los dioses ascendidos se reprodujeran y así serian una sociedad sostenible, pero el problema era que era un proceso muy lento.
Para un dios, un siglo es como un día para los mortales, así que, si un mortal maduraba y se convertía en adulto a los 18 años, para un dios, esto serian cerca de 657 milenios para un dios esto no era mucho tiempo, pero para un mortal eran miles de vidas, así que se creó una brecha entre la madures de los dioses y la velocidad de creación de dios universal.
Por esta razón, el dios universal, no podía depender de los dioses nacidos de la nueva sociedad divina y debió seguir usando su anterior método, por tanto, en la actualidad, siguen existiendo dioses ascendidos, al final de cuentas, estos podrían ascender en un milenio o dos, lo cual es significativamente más rápido.
Con todo esto el dios universal, podía continuar con su propósito de vida, seguir creando, entonces, yo un joven asocial de 25 años que vivía en un país del tercer mundo, que dedicaba mi vida entre el trabajo y ver vídeos porno, por alguna razón fui elegido para recibir la divinidad.
