Quizás mañana... Suivre l’histoire

Estaba en el trabajo y la hora del almuerzo había llegado. En esta ocasión salí a comer solo, ya que mi compañero estaba demasiado ocupado para que saliéramos juntos —Lo esperé durante una hora pero no aguanté más— Fui a comer unos mariscos y por suerte aún me sobraban treinta minutos y ni loco regresaba a la oficina... por ahora... Me fui al parque que está enfrente de la oficina. Al llegar ahí bajé por las escaleras (El lugar se llama "Parque hundido" por eso las escaleras) mientras al mismo tiempo buscado a dónde ir

- Maldición solo tengo 30 minutos y todas las jodidas bancas cercanas están ocupadas... rápido rápido —Pensé—

Observé una banca vacía así que aceleré el paso a la mayor velocidad que mis pocas ganas me otorgaron. Llegué y me recosté.

Me puse a pensar en las cosas que quería hacer para hoy y al final terminé con un: "Quizás mañana".

Por algún motivo ese "Quizás mañana" hizo eco en mí... quizás mañana muera, quizás mañana quede ciego, quizás mañana sufra un accidente, quizás mañana pierda a esa persona que no quiero ver hoy, quizás mañana el mundo terminé, quizás mañana me arrepienta, quizás mañana todo empeore... Quizás mañana no exista un "Quizás mañana".

Me quedaban veinte minutos.

Sabía que tenía regresar a mi trabajo, pero sinceramente no quería ir, ahí estaba bien, tranquilo, la única interrupción que invadía mis oídos eran las aves, el sonido de los árboles moviéndose a causa del viento chocando sus ramas entre si, el sonido de las ardillas corriendo y pisando las hojas de los árboles que tiró la tormenta del día anterior y de uno que otro niño jugando por ahí. Miraba hacia arriba, pero solo veía árboles y una mancha que era el cielo gris amenazando con lluvia.

Quedaban diez minutos.

Quizás mañana no queden diez minutos.

A lo lejos escuché a una niña hablando con su madre, preguntando porque tenían que irse a casa ahora.

- Hice amigos mamá, ¿Puedo jugar más? -Preguntó la niña endulzando la voz -

- No Maribel, tenemos que ir por tu hermano, mañana venimos.

"Mañana, mañana, mañana, mañana..."

Quedaban 5 minutos.

Dispuesto a irme, me senté en la banca, inhale lo más profundo que mis jodidos pulmones me dejaron, y exhale fuerte como cuando sientes que te liberas de algo. Al otro lado había un señor buscando comida en la basura, por ahí se alejaba una pareja que subía las escaleras del parque para salir, había un par de perros jugando entre si, un niño vendiendo dulces, una señora atendiendo su puesto de golosinas, en otra banca un señor comiendo y en otra un tipo sentado al que se le veía en la cara el daño acumulado a causa de haber vivido sin muchas esperanzas, pero ahí estaba, intentando vivir mientras aún existía. —Ese tipo era yo—

Me puse de pie y exhale nuevamente, pero esta vez dejando salir un "Ahhh maldición..."

Quizás mañana no haya mañana, pero si sí lo hay, quizás mañana algo mejore, y si no, pues... ja ja...