Y heme aquí, una vez mas trasnochando gravemente como ya se ah vuelto una viciosa costumbre, como si cada noche esperase gozar con algún tipo de privilegio o fortuna, que sin grandes trabajos sople a mi oído una sencilla respuesta, mas aquí, mi estado actual, sumergido en este caos que no solo me revuelve la cabeza, sino gran parte de mis múltiples adentros, me da por momentos a entender que en realidad eso que espero, en realidad solo se trata del indeleble e inevitable final de los tiempos, o al menos del mío.
De algún bizarro modo, mi historia escrita comienza con este momento tan presente, “Aquí” con este palpable presente incierto y con este fuertemente incrustado sentimiento tan dentro de mi mirada, mientras yace mi cuerpo sentado inmóvil, en total oscuridad, de no ser por la luz del alumbrado publico que tintineante se cuela con gran intensidad, filtrando irregulares destellos a través de las grandes y pesadas persianas, con esos destellos azules - blanquecinos, que osadamente, sin vacilo parecieran llevarme la delantera, moviéndose ruidosamente en múltiples rayos que parecieran encogerse y alargarse, mientras que cegadores, danzan sin ceder, al mismo tiempo que mi mente se riega disociada por aquí y por allá, con la mirada perdida y a la vez clavada sobre de aquella pequeña caja de cartón, estrechamente cerrada con fuerza, por varias vuela de cinta canela que resguardan ya algunos de mis recuerdos mas preciados, es una de varias cajas que ya esperan apiladas en la pared que al igual que yo, reposan inertes a mis espaldas.
En la tapa de cada caja, un pequeño pedazo de cinta blanca, rotulada con plumón negro, indicando con lujo de detalle, que se halla en el contenido de cada una de ellas, es a todas luces un imperativo si para ellas, pues están listas para zarpar a un sitio nuevo, para viajar, para marcharse al lo indiscutiblemente incierto…
pero y yo? acaso lo estoy yo?...
En mi cabeza se derrumba con gran estruendo cada historia, cada anécdota, cada relato que haya o no formado parte de mi surreal existencia, en una salvaje combustión, que se expande y se contrae, una y otra vez, mientras todas mis hilarantes ilusiones de la juventud concluyen finalmente en una inesperada y todo menos que deseada realidad actualizada, es quizá porque dentro de todas mis mas vividas memorias, desfilan desordenadas, caóticas, sin forma saltando desde la mas inverosímil de todas mis “pubertas” fantasías, hasta las mas sombrías y soberbias de ellas, como si se tratase de una aguja que salta incesantemente sobre un disco de vinil rayado, no cesa de repetirse incesantemente, saltando oscilante con tanta vacilación y burla hacia mi entonces adolecente yo, quien estaba tan seguro de dejar su hogar, para lanzarse al vacío, buscando un destino que mientras fuese lo mas lejos, lo mas inhóspito y se auto clamase como lo mas mortalmente desconocido posible, la efervescencia fresca y radiante de la aventura, solían hacer latir tan intrépidamente, como valiente mi apasionado corazón, que añoraba con una voraz y embriagadora pasión, aquellas prometidas, lejanas tierras de las independencia.
mas mi agobiante pregunta era ahora, noches tras noche exactamente la misma, aquella incomoda e incesante pregunta que salía disparada con rabia, cada que forzada e involuntaria miraba las apiladas cajas llenas de aquel distante y ahora agonizante pasado…
¿Y donde estas ahora? ¿donde, con un pobre y maldito demonio te has metido hijo de la mismísima chingada? Tú adolecente estúpido, mismo tú quien soñaba con lograr una independencia tan lejos de casa, a donde te has ido, ahora que tus ansiados sueños, están en espera del mas mínimo y sutil toquecillo para volcarse en una total y factible realidad, donde estas ahora, que esta realidad es irremediable e irrevocable, siendo ya una tangible posibilidad...
¿En donde mierda, estas ahora?
Kaat Vicious
