RECUERDOS DE SANGRE [SEONGHWA] Suivre l’histoire

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Delilah ha seguido su vida de adulta independiente tal y como había planeado. Luego de terminar la universidad y graduarse de artes, decidió dejar la casa de sus padres para emprender su nueva aventura: mudarse a la bulliciosa ciudad de París.

De vez en cuando realizaba videollamadas con sus padres para saludarlos y saber su estado. En sus tiempos libres solía pintar en acuarela, su técnica favorita, o escuchar música mientras contemplaba la vista urbana que le ofrecía el balcón de su departamento.

Aquella mañana se despertó tan temprano como siempre para alistarse e irse a desempeñar sus actividades profesionales, las cuales consistían en dar clases de pintura a pequeños artistas en la Academia de Artes Le Point Noir.

La chica de piel ligeramente morena y ojos ambarinos salió de su departamento como todas las mañanas laborales. Caminó por la ruta frecuente, pero extrañamente le sucedía algo cada vez que pasaba cerca del teatro que le quedaba de paso: se sentía melancólica, y con una sensación de familiaridad que no podía entender.

Por más que se rebanaba los sesos para descifrar aquellos sentimientos que los teatros le evocaban —porque le pasaba lo mismo con cada teatro con el que se cruzaba— terminaba rindiéndose al no dar con un motivo claro de su sentir.

Quizá se debía a algún suceso en su infancia que no recordaba, ella pensó, aunque estaba segura que sus padres no solían visitar o llevarla a los teatros, y ya que se había encargado de preguntarles desde tiempo atrás si algo tenía que ver, algo que ella no recordara pero sus padres sí, ellos siempre habían negado dicha suposición, y Delilah confiaba en ellos.

Con algo de frustración por no comprender lo que le pasaba rascó su nuca, luego respiró profundamente y continuó con su andar hacia la academia para concentrarse en sus clases. O eso pretendía, porque por algún motivo, no pudo dejar de pensar en el teatro y sus sentimientos ese día.

Dio sus clases con normalidad, enseñando a los pequeños futuros artistas un poco sobre color y poniéndoles una práctica con la que quedó satisfecha con los resultados.

«Mis niños serán grandes artistas», pensó sonriente al ver las obras de sus pupilos.

Sin embargo, apenas dejó la academia, el pensamiento del teatro volvió a invadirla, y de nuevo hizo un esfuerzo para recordar cualquier cosa que le explicara lo que sentía. Por supuesto no obtuvo ninguna respuesta, lo que la hizo sentir derrotada y frustrada cuando se fue a dormir.

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¡Hola!

Espero que les llame la atención esta historia... Les explico un poquito: los capítulos narrarán alternadamente ambos puntos de vista, el de nuestra protagonista Delilah y Seonghwa, nuestro encantador vampiro. Sí, vampiro xD tengo una pequeña gran obsesión con los vampiros...

Bueno, también me considero Atiny ^^ desde la primera vez que vi a Seonghwa, no pude evitar pensar que él tiene todo el porte de un vampiro jajaja por eso decidí darle esa característica en este intento de fanfic. Seonghwa aparecerá en el siguiente capítulo 7u7r

Mairim