Se abre la entrada de un cementerio muy especial, junto al bosque de los lamentos y bajo el valle de la oscuridad mortal.
Chirría su verja, los dientes y los huesos de aquellos que dejaron de respirar.
Acerquémonos a sus lápidas, leamos sus epitafios... son gritos, advertencias y promesas hechas realidad.
Sin olvidarnos de su particular "Lázaro" guardián...
No halla descanso, vaga con su espada y la locura es parte de su perversa oscuridad, lleva escrito la palabra muerte en sus viejos y desgastados huesos, y si osas perturbar con tu presencia, ni cuenta de darás, estás muerto, eres uno más...
Siniestra la noche con densa niebla, un poeta aterrador descansa dos tumbas más allá.
Sus obras, escritas en piel humana, y es sangre, su tinta de preferencia a utilizar...
Sus palabras, predicciones del más allá, todo áquel que lo lee sufre un desenlace fatal...
Si paseas por su tumba,a dos metros bajo tierra, te oye respirar, pues con cada paso que das una risa escalofriante oirás…Sé sigiloso, cuida tus pasos y hazte el "loco"…
Si gritas,la piel a tiras te arrancará...
Una brisa helada susurra, no muy lejos de ahí...
Los huesos de un gato se agitan bajo un olmo centenario y un bate bañado en sangre espera el despertar de su amo…
Condenado a permanecer bajo tierra, su furia carcome y araña los jirones de su pelaje azabache. Más que gritar, aúlla sediento de siete gotas de sangre.
Su áspera lengua te engatusará y te corromperá si osas a su lado pasear,y del suelo poco después, tu alma comerá...
La noche sigue fría y oscura, la lluvia ya casi anuncia su llegada y este cementerio también alberga en su corazón, diez pasos a la izquierda y en el interior del árbol de los condenados, a una bruja inquietante, malvada y difícil de esquivar...
Una vieja y legendaria escoba, apoyada en su lápida está, donde cita textualmente;
"Mío ya eres, comeré tu carne y romperé tus huesos.
Si leyendo esto estás, maldita tu alma estará. Un relato cada noche habrás de contar o al infierno en pedazos irás..."
La luna aparece fugazmente, revela entre la húmeda tierra de infinitos hogares, a un caminante hambriento…
Pasea entre tumbas y lápidas, con paso vacilante, sin miedo, pues muerto ya está, como un guardián de todos ellos, a la caza de carne fresca está…
Su garganta descompuesta solo gime por una presa cazar, y sus ojos vacíos solo miran a la entrada, por si algún incauto decide el cementerio visitar.
Aún falta mucho más que narrar en este cementerio especial…
A éstos ojos que me leen, dos preguntas haré con siniestra sonrisa triunfal…
¿Cuál es la próxima tumba que he de visitar?
¿Está muert@ o con mi pluma de hueso debo su vida arrebatar?
Pink 🖤
