era un día como cualquiera vi un resplandor en mi ventana, ese resplandor iluminó mi rostro llenándolo de alegría, paz, amor.
nunca imaginé que existiera tanta felicida, sentí un millón de emociónes que me erisaban mi piel haciéndome llenar de una sensación de miles de cosquillas que recorrían, todo mi cuerpo, pensé que era un sueño me pellizcaba, pero era una realidad.
vi un ser que me observa, cuando me hablo reconocí que era mi padre. un hombre guapo fuerte lleno de mucho vigor.
está él laborando en el campo, tenía miles de viñas sembradas, cada una estaba llena de muchos fructos muy jugosos y sabrosos. Mi mayor felicidad era ayudarle cómo era demasiado niña el casi no me lo permitía trabajar junto a él.
Vivíamos en un campo donde los niños no tenían oportunidades de estudiar ni aprender otra cosa que fuera el campo.
la mayoría de chicas de mi región suelen casarsen jóvenes ya que es el único destino que les espera, alfrente de mi casa había un vecino con nueve hijos entre ellos solo había un varón, todas las tardes me sentaba en el patio de mi casa observaba como trabajaban, ellos vivían en una pequeña montaña cerca de mi casa, se escucha el eco de las voces por el avismo que nos separaba.
había tanta biodiversidad de plantas silvestres, árboles, animales. era un lugar tranquilo todas las tardes salía al patio de mi casa aver el sol, mientras tanto meditaba y pensaba. cómo fue creado el universo, todo tan perfecto, con sus millones de galaxias.
– Al día Siguiente mi padre salió a trabajar, yo me quedé en casa con mis hermanos y mi madre, yo discutía mucho con mis hermanos. Mi madre se canso de mi comportamiento porque yo tenía un carácter fuerte. Me sentí rechazada por mi familia sentí que no pertenecía a ellos.
Cada que pasaban los años, mi vida era complicada, el dolor de huir del campo encontrar una nueva vida, siempre soñaba por recorrer el mundo en busca de aventuras. Pero cada que pasaban los años era difícil mi condición me lo impedida. No tenía dinero para salir para irme de casa de mis padres.
Por mi manera de pensar tuve muchos enemigos, los amigos de mi padre me odiaban por mi forma de ser. Era una pequeña con aspiraciónes, de echo me odiaban por el pontecial intelectual; Me hacían mucho bullig.
Pero nunca hice caso, salía a jugar con las mariposas, de colores como bailaban en hileras. Disfrutaba del sol a través de mi ventana. Me olvidaba de los problemas me desconectaba de la realidad de la vida.
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