lunar-lacrima Lunar Lacrima

Ciegos, sordos y mudos, creados a la imagen y semejanza de ellos mismos. Son todo y no son nada, son conscientes que lo son. Egoístas como ningún otro, pero nadie se salva de no serlo. Una historia de varios pueblos diferentes e iguales. El conveniente bien y el mal. Draven, un joven que siente que no encaja en su familia, ni en su ciudad. Un mundo frio y fanático a la religión, para Draven no tiene sentido ni la religión ni la vida misma, él será una de las perspectivas principales de la historia.


#8 Dan Aventure Déconseillé aux moins de 13 ans.

#oscuro #profundo #filosofico #drama #fantasia
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CAPITULO I


Una playa, gris. Con unas olas que te invitan a hundirte, te invitan a escapar y alejarte de la playa lo máximo posible. El cielo que es hermoso a su manera, repleto de nubes grises, nubes que están listas para derrumbarse en agua, pero no lo hacen. Un lugar frio, que por alguna razón resulta familiar para muchas personas. Eso es la playa, tan diferente pero igual a otras, algunos locos dirán que es más bella que las playas comunes.

Un patio en el centro de una gran ciudad, un lugar solitario, aunque es el centro de una ciudad, no hay nadie. El cielo de igual forma gris, una ciudad con un aura extraña, y para nada cálida, de hecho, todo lo contrario, un aura fría. Por más color que tengan los edificios los colores se sienten opacos, pasan desapercibidos por las personas, lo estático que jamás se mueve, una y otra vez cumpliendo su ciclo de simplemente estar ahí existiendo. Sin una razón en específico más que complacer los deseos de sus creadores los humanos, el humano jamás piensa en el edificio, el humano jamás piensa en sus creaciones. Solo las usa, a veces ni si quiera se da cuenta de que están ahí, tal y como pasa con estos grises edificios, puede que no sean grises. Pero a la perspectiva de las millones de personas que pasan sin mirar detenidamente su alrededor, estos son edificios grises. Sin nada en especial... Al fin y al cabo, los creadores son ego, y sin darse cuenta hacen todo a su imagen y semejanza. Pero... En el centro de ese gran patio había algo diferente, algo con color. Que estaba ahí, estaba seguro de que estaba ahí. Pero dudaba de que existiera, no sabía exactamente que era, simplemente sabía que estaba ahí. Su forma era cualquiera, y cambiaba a cada segundo. Cambiaba de forma y de color, de alguna forma era como si esa extraña esfera me invitara a acercarme y perderme en su figura. Caminaba lentamente hacia ella hasta que... Simplemente al tocarla, fue como si me hubiese llevado a otro mundo. Me jalo con todas sus fuerzas hacia un lago, estático... Caí con fuerza sobre el agua. Era como si me hubiese quedado sordo... Todo ruido se había ido a excepción del sonido de mis pulmones y mi corazón. Si... Todo sonido exterior se había ido, ahora solo era capaz de escuchar mi interior, cada uno de los sonidos que mi cuerpo hacía, todos y cada uno de ellos... Era capaz de escucharlos. Aun así... Sentía que me ahogaba. Como me hundía más y más en el lago, como el oxígeno de mis pulmones se agotaba, y... Cuando pensé que iba a morir, de mi boca salió un último y débil suspiro... Fue un suspiro débil, pero a pesar de eso yo lo escuche como si hubiese sido un gran grito. Desperté al instante. Mi despertar fue acompañado con el ruido de las campanas de la iglesia...

Estaba acompañando a Delora mientras pintaba. No sabía exactamente qué era lo que ella estaba pintando, escuchaba como la lluvia golpeaba los vidrios de este lugar, y mire a Delora, subida en una escalera, su lienzo era gigante. Pintaba muy concentrada, creo que incluso se había olvidado de mi existencia, eso me dio tiempo para detallarla un poco. Un cabello blanco gigantesco, le llegaba hasta las rodillas, sobre su cabeza una boina roja, un rostro muy fino, una mujer muy bella con algunos lunares cerca de su boca, ojos verdes. Delora, la conocí gracias a que nuestras familias son muy amigas. Delora Harper, un gremio de pintores famosos, los Harper siempre han sido una familia de prestigio, nuestros padres estuvieron en el mismo instituto, y se hicieron muy amigos. Nos presentaron de muy pequeños y básicamente hemos estado juntos desde toda la vida, más sin embargo no lo parece. No somos personas muy cálidas y/o afectivas, de hecho... Hay veces en las cuales solo estamos en el mismo lugar, pero nuestras mentes están a millones de kilómetros de distancia, exactamente como ahora. Delora tiene un rostro muy bello, y unos ojos grandes. Mide 1.70m, es delgada. Ese día estaba vestida con un vestido rojo y blanco.


Delora.—¡Oh! Te has desperado ya. Draven, ¿Qué opinas de mi obra?

Draven.—Perdón, no pretendía dormirme, simplemente creo que he estado muy cansado. Los entrenamientos y ritos han sido bastante duros.

Delora. —No he preguntado por eso. He preguntado por... —Interrumpe Draven. —Si, lo sé. Tu obra.

Draven. —Bueno, no soy muy bueno analizando arte... ¿Podrías ayudarme un poco?

Delora. —¿Qué tan difícil puede ser? Quiero representar con mi obra la vida.

Draven. —¿La vida? ¿tu obra me está hablando de la vida? Yo solamente veo un montón de colores.

Delora. —Si, negro, blanco, rojo, azul. Y mucho morado y gris. ¿Eso no te dice nada?

Draven. —Todos esos colores hacen una figura en el centro... O acaso es mi imaginación... ¿Qué es esa figura?

Delora. —Supongo que si hay algo en el centro. Ni si quiera yo sé cuál es la figura. Creo que puede ser lo que quieras, pero a la vez no puede ser cualquier cosa. No es algo pequeño, pero tampoco es algo grande... Es extraño.

Draven. —Siento que la pintura me absorbe...

Delora. —Entonces he hecho un buen trabajo. Que hambre tengo... Vamos a comer algo.

Draven. —¿Con esta lluvia?

Delora. —¿Acaso eres de papel? Conozco un buen sitio, se trata de un café cerca de este lugar. No te estoy preguntando de todas formas. Vamos.


Salimos del edificio del reloj en el que estábamos. Nuestras familias son importantes, Delora suele reservar el interior de uno de los grandes relojes de la ciudad solo para pintar. Dice que le encanta la vista, una ciudad oscura, con algunas luces a los alrededores, escuchaba las gotas de agua golpear con los vidrios y el suelo. Escuchaba el galope de los caballos, caminábamos bajo un paraguas hacia un café. Ciudad oscura con algunos faroles amarillos que iluminaban los caminos, todos estos gigantescos edificios, con una estética parecida. Todos alcanzando las alturas con picos, una ciudad de la cual era imposible salir. El nombre con el que la humanidad bautizo a esta ciudad fue: VeritéFalsk. Vivimos entre la lluvia, las nubes grises y la nieve los finales de año. Entramos al café, un lugar repleto de luz y acompañado de un piano y un violín. Nos sentamos en una de las mesas más apartadas, había varias personas. El lugar no estaba ni vacío ni lleno.

Mire a Delora, sus delgados y rosados labios, sus mejillas rojas. Yo realmente pude haberme enamorado perdidamente de su belleza, más sin embargo no paso. Nuestro vinculo se volvió más fraternal, aunque ambos siempre hemos tenido muchos problemas para relacionarnos con otras personas así que la mayoría del tiempo solo somos nosotros dos. Y de alguna forma hemos aprendido a estar solos, además; realmente no se me da bien hablar con otras personas. No me gusta hablar cuando no es necesario, tampoco me gusta hablar con gente innecesaria y preferiría ser alguien innecesario. Pero esta última parte se ha vuelto complicada debido a mi apellido. Los Blanc, somos un gremio de soldados de la santa iglesia. Somos conocidos como de los mejores cazadores de Synd´s y demás paganos. Quienes no cumplen con la palabra de Naiv, deben morir. Mi familia es muy ferviente, y la de Delora igual. Pues mucho de su arte es dedicado a nuestro dios. Naiv. Delora y yo hemos estado estudiando juntos, hasta que cumplimos 19 años y ahora estamos estudiando individualmente lo que se aspira de nosotros, Delora sigo un curso de pintura y yo tuve que entrar en la academia militar de la iglesia para formarme como cazador.

Delora. —¿Cómo te ha ido con los entrenamientos?

Draven. —Bien... Supongo. Hay mucha competencia, y últimamente son más duros con nosotros...

Delora. —Draven... ¿Tu realmente quieres hacer eso...? Bueno... Los mejores gremios de cazadores hacen la “transición” ¿no es así? ¿Eso es acaso cierto, o es solo un mito?

Draven. —No... No es un mito. Nosotros realmente hacemos eso...

Delora. —¿Y tú realmente quieres hacer eso...?

Draven. —No... Lo sé. Supongo, no tengo otra opción... No es como si pudiera realmente hacer otra cosa, defraudaría a mis padres... Y a todo el mundo, mis padres mataron a todos los demás hijos que nacieron después de mi para ahorrarse una perdida futura. Por ende, no tienen más descendientes que yo... Es mi deber.

Delora. —Así que eso tampoco era un mito... Tus padres realmente mataron a tus hermanos para no tener que presenciar un duelo fraternal. Ser de las familias de cazadores bendecidos no debe ser nada agradable...


Si... En la ciudad de Verite hay varias familias de cazadores a las cuales se les dice “bendecidos” porque hemos sido bendecidos con el regalo de la sangre divina de Neiv. O... Algo así, nuestras familias desarrollaron la capacidad de controlar la sangre. Si, podemos controlar nuestra propia sangre, eso hace que tengamos defensas muy altas en general. Pero sobre todo... Seamos muy letales. En su mayoría usamos nuestra sangre para cazar, es decir para temas bélicos. Y realmente funciona, gastamos mucha sangre de nuestro interior, pero potenciamos todo nuestro cuerpo y armas, claro... No es que podamos hacer eso durante mucho tiempo. Pues, podríamos morir de una anemia, si no somos capaces de controlarnos. Bueno, somos los guerreros principales de la iglesia y este es nuestro deber para proteger a Neiv. Sinceramente no sé si yo debería hacer esto, pues no deseo hacerlo realmente. Me han impuesto un sentido de vida que carece de sentido para mí, aun así, es un pecado dudar. Solo me queda aceptar mi destino, de todas formas, soy un do nadie y lo único que tengo es mi sangre del gremio Blanc. El olor a café calma mi alma y mis pensamientos, interrumpe nuestra conversación, el café ya estaba servido sobre nuestra mesa. Delora, como siempre un café fuerte y oscuro. Y yo uno un poco más dulce, neutral. Ni tan amargo ni tan dulce.


Draven. —¿Y tus clases cómo van?

Delora. —Bien, he conocido a un chico. Es definitivamente un gran artista, vive en el barrio Hesse.

Draven. —¿Ahora tienes novio?

Delora. —No. No es mi novio, solo me parece una persona interesante, además de que vive bastante lejos, tiene ideas muy interesantes. Escucharlo hablar es igual a tener una duda existencial.

Draven. —Ten cuidado de dejarte meter ideas paganas e infieles en la cabeza, no quiero tener que matarte. Ya sabes lo que dicen de los artistas últimamente...

Delora. —Si... Yo tampoco querría que me decapitaras en nombre de Neiv.


Después de unas horas simplemente cada uno fue a su casa, yo realmente no quería volver a casa... Mi madre no solía llegar a casa estos días, supuestamente se quedaba trabajando... Y mi padre siempre aprovechaba esto... Contaba los pasos, cada vez más y más cerca de mi casa, incluso me obligue a caminar más lento... Aunque mi familia por los retratos familiares y demás prensa pagada sobre nosotros, los Blanc realmente no somos una familia cariñosa ni mucho menos unida. Quizá porque mis padres no son fieles el uno al otro, quizá porque yo crecí en un ambiente de manipulación y aprobación constante, quizá porque vi como mis padres abortaban una y otra vez sus bebes y me culpaban a mí por lo que hacían, estoy seguro que muchos de los niños que aborto mi madre ni si quiera eran de mi padre. Maldita cerda. Estas ni si quiera son las enseñanzas de nuestra religión, de hecho, la vida de mis padres se podría traducir como ejemplo de los peores pecados. Mi familia lo tiene todo... La soberbia, la avaricia, la pereza, la envidia, la gula, la lujuria, y mucha ira. Es inevitable ser así... Nuestro corazón está contaminado. O, al menos eso pensaba, cuando entré a la casa simplemente me di cuenta de la razón de mis presentimientos, escuchaba los gemidos de una mujer. Mi padre estaba teniendo sexo con otra de sus amantes, decidí simplemente alistar las cosas para el entrenamiento de mañana. Seria realmente bello que pudiera llevar la música de lado a lado. La música es lo único que realmente me alegra, la música es lo único que me da un sentido más allá del sentido que me han impuesto. La música es mi sentido, la música es el sentido de todos. Lástima que me vea obligado a solo poder escucharla de vez en cuando. Solo puedo oír buena música cuando mis padres pagan esos carísimos tiquetes para ir a ver una orquesta. De verdad... Como me gustaría poder llevar la música a todos lados, como me gustaría poder tener música ahora mismo, tan fuerte que no sea capaz de escuchar los gemidos de aquella mujer y el pecado de mi padre, tan fuerte que me vuelva incapaz de escuchar mis propios pensamientos. Estoy cansado de estos infieles... Y aun así son capaces de decir que son de los mejores creyentes, como los detesto. Sinceramente los odio. Mis padres no son más que cerdos, humanos tercos, ciegos, sordos y mudos. Ni si quiera se porque yo me creo superior a ellos, cuando seguramente yo sea peor que ellos...

Mi casa es más lo que parece una mansión... Vivo muy cerca de Delora, vivo en uno de los mejores barrios de la ciudad, así que es muy tranquilo por aquí. En este barrio solo hay grandes militares, políticos, personas importantes del clero y grandes comerciantes. Lo que nosotros llamaríamos los favoritos de Neiv, los que más dinero le dan a la iglesia, los que más sacrificaron.

Si cuestionarme es un pecado. Entonces... ¿Por qué puedo cuestionar?

Simplemente no lo hagas... Mañana es un nuevo día.

Un día comenzaba... Una mañana fría. Como casi todas las mañanas en VeriteFalks, un frio viento, el ambiente completamente húmedo, rodeado de varios charcos por las imperfecciones de las calles, veía todo esto desde mi carruaje, iba hacia la academia. Aunque la verdad no quería llegar, deseaba seguir durmiendo... Sinceramente odiaba a la academia y la misión que se suponía yo debía hacer. La odiaba porque no la entendía, para mí no tenía sentido y por más que me obligara a comprenderla la verdad para mi jamás tuvo sentido. Nuestra religión es muy cruel y es una contradicción. Mi entrenamiento no era más que un entrenamiento de represión para acabar con todo pensamiento que no fuera el de la iglesia. Porque nosotros lo sabíamos muy bien, jamás salíamos a pelear contra Synd´s porque simplemente no era necesario. Vivimos encerrados en esta ciudad, no sabemos nada del exterior, no sabemos si hay otros humanos... Solo sabemos que afuera es peligroso porque si salimos los Synd´s nos mataran. Según nuestra religión la tierra fue creada para nosotros, pero no la podemos explorar porque fuimos castigados por nuestros pecados. ¿Qué sentido tiene eso? Neiv nos creó... Que nosotros cometamos pecado es culpa suya. ¿No es así?

De tanto estar hundido en mis pensamientos no me había dado cuenta que ya había llegado a la academia, una universidad militar, nada más que eso. Aun así, era un lugar muy bonito. Una arquitectura gótica hermosa, todo pintado en negro. El camino hacia la entrada era muy bello. Hermosas flores blancas brotaban a los lados del camino, varias personas iguales a mi caminaban hacia la entrada. Aunque, podía notar algunos susurros y miradas hacia mí, esto se debía a mi apellido... Todas estas personas saben lo que yo debo hacer. Somos un gremio muy respetado, pero a la vez... Nos miran con repudio. Llegue a mi casillero; por lo general las mejores familias de cazadores tienen su propio diseñador. Mi caso no era diferente... Estar a la moda era muy importante para todos nosotros, y eso era exactamente lo que hacíamos, la mayoría optaba por un estilo más elegante, pero. Mi familia no, nosotros en cambio nos vestíamos con un traje de cuervo, una túnica hecha de plumas negras y azules oscuras, esta túnica/capa, llegaba hasta más debajo de las rodillas. Debajo de esto usamos un gaban negro con algunos botones en la parte del pecho, un gaban que es aún más largo que la túnica de cuervo. Este se partía en dos un poco debajo de la cadera mostrando nuestras botas negras largas, nuestros guantes estaban de igual forma hechas de las mismas plumas, y la típica mascara del cuervo blanco. Un traje realmente bello y elegante a su manera, es un traje que anuncia la muerte por todas partes. Me puse mi cinturón, tan solo me quedaba ponerme la máscara cuando... Ella entro.


Julia Green, una chica realmente extraña... Era realmente intimidante, su mirada hacia que te incomodaras al instante, una chica de mi altura, 1.80m, su mirada siempre indiferente, como si nada le afectara, como si no sintiera nada. Pero a la vez como si estuviera irritada o cargara con mucho... Una chica que a pesar de ser una apática mal mirada era realmente hermosa. Una hermosa rubia de ojos azules, unos ojos muy finos que casi no se abrían al mirar, tenía un peinado elegante, su rostro estaba despejado, su cabello estaba separado, un mechón en cada lado despejando por completo su bello rostro, no era muy largo su cabello, los mechones le llegaban un poco abajo del mentón, ella se recogía el cabello en una cola de caballo. La cual tampoco era muy larga, llegaba a su espalda, pero se quedaba muy lejos de llegar a la cadera. Ella tenía un rostro muy fino, delgado. Nada fuera de lugar, sus mejillas eran rojas, y su piel era pálida, parecía un copo de nieve. Ella usaba un sombrero corto puntiagudo con una pluma blanca. Un pañuelo blanco que cubría su cuello y sobre ese pañuelo una esmeralda. Un traje elegante, botas de cuero largas, una capa negra, un gaban con detalles dorados en los bordados, cuerpo delgado y un poco entrenado. Ella tenía mucho porte, una mujer intimidante, elegante y bella. Pero a la vez letal. Ella llamo la atención de todos no por ser bella y pálida, ese tipo de mujeres abundan en esta ciudad. Todos la observaron porque ella era una Green... Otra de las familias que poseen “sangre divina” sí. Como la mía... Mas, sin embargo, tenía entendido que Julia no era hija única y su hermano se encontraba también en esta institución... Cada vez eliminaban a más personas y las clases desaparecieron hasta solo quedar una, que era en la que estábamos. Por eso el asombro de la mayoría al vernos a ambos. De mi clase tan solo quedaban 2 personas, sí. Yo conocía a una, un hombre. Su nombre es Tommy, un hombre más alto que yo, tez blanca, cabello rubio corto peinado de forma elegante, ojos azules. Su rostro es agresivo, muy tosco. Él es un bruto, pues decidió especializarse en el uso de martillo, su cuerpo es realmente grueso, repleto de musculatura. Es muy serio... Apenas hablamos. En general esta clase tenía 20 personas de las cuales solo conocía a Tommy. Y, seriamos la última clase. Seguramente nosotros 20 seriamos las personas seleccionadas para ser cazadores de la iglesia. Recuerdo como todos hablan entre ellos, la mayoría nerviosos... Yo. No hable con nadie... No es que no quisiera hablarles... Simplemente no podía. ¿De qué iba a hablarles? ¿mi opinión es importante? Jamás me llamaron a la conversación... ¿Qué podría decir? Solo los incomodaría. Era obvio, lo sabía y por eso decidí quedarme callado mirando detenidamente los filos de mi guadaña. Le puse la correa y até el mango de la guadaña en mi espalda. El filo la podía separar de la guadaña como un cuchillo, y unirlo al mango de la guadaña cuando necesitara un arma más potente. Y así podía cambiar entre cuchillo y guadaña fácilmente, esta guadaña también era una reliquia familiar.

Todos se callaron al escuchar los pasos del padre Liar. Él era un anciano de aproximadamente 64 años, tenía barba y cabello liso largo hasta su cuello. Su voz era muy tosca pero muy fuerte, media casi 2 metros, usaba un bastón de madera, se vestía con un traje de gala negro como todas las personas aquí, me puse la máscara al verlo. Por alguna razón... Detrás de la máscara de cuervo me sentía seguro, como un escudo que me protegía del exterior, como un escudo que me protege de todos y de sus pensamientos y críticas. Si... Yo, más que miedo le tengo respeto al padre Liar. Todos lo miraban en silencio esperando su noticia, y... Sin más comenzó a hablar, con su voz tosca, su rostro arrugado y mal mirado.


Liar. —Buenos días. Ustedes son los que han logrado llegar lejos en nuestras pruebas y seguramente ustedes sean los afortunados en ser seleccionados como guerreros de la iglesia. Antes de que hagamos la oración de la mañana, debo darles el cronograma de esta semana, para empezar, deseo ver que tan fuertes son ustedes, así que. Los que tengo sospechas combatirán contra Draven y Julia, tengo entendido que son los mejores de aquí por su sangre. Y, hablando de su sangre, los rituales son en 2 días, deben estar listos. Y en 20 días será la prueba final. Simplemente prepárense mentalmente para la prueba del viernes. A excepción de las 4 personas que nombrare a continuación, ustedes deberán luchar contra Draven y Julia en 5 días, si veo que tienen talento podrán quedarse. Si no, morirán. Sera una batalla a muerte.


Recluta. —¿A muerte? Señor... ¿Usted realmente puede...?

Liar. —¡Cállese! Ahora yo soy su director. Y si yo decido que deben morir así será. Y más vale que se acostumbren a eso, ¡debes ser capaz de sacrificar tu vida a Neiv!

Julia. —Señor. ¿Por qué debemos prepararnos psicológicamente para la última prueba?

Liar. —No diré nada al respecto, todo lo que es sorpresa es mejor, y más disfrutable. Yo simplemente les mostrare la verdad de ser cazadores, entrenen como deseen. Realmente deberían prepararse.


Seguido a sus palabras... Liar se llevó a las 4 personas que haría combatir contra nosotros... Eran 3 hombres y una mujer. Estaban asustados, temblaban. Lo podía ver, aunque yo de igual forma también estaba asustado... ¿Realmente tendré que matarlos...? La idea de matar no me gustaba en lo absoluto. Aunque sinceramente no creo, supongo solo era para jugar con nuestras mentes. No tendría sentido que fuéramos tan crueles, y menos con nosotros mismos... No creo que Liar estuviera hablando enserio. Detrás de esta mascara nadie podría notar lo asustado que estaba por matar... Me enojaba ver a Julia. Ella, ni si quiera se inmuto, simplemente tomo sus dos espadas y se fue a practicar. Odiaba, que a ella no le afectara. Me llenaba de envidia... Pero supongo no se podía hacer nada. Fui de igual forma a practicar también, el ritual de iniciación de la sangre era en dos días... Y sinceramente aun no estoy psicológicamente preparado para iniciarlo, me volveré loco. Quizá, eso sea lo mejor.

Los días realmente pasan rápido... No quería que pasaran estos dos días, pero era inevitable que pasara. Estaba aterrado y repleto de miedo. Mis padres... A ellos no parecía importarles como me sentía, me trataban aun como si yo fuera un infante estúpido. Como si yo no supiera lo que significaba ese ritual, ellos no paraban de celebrar y alegrarse y a mí. Solo me podía dar asco de verlos, no le veo sentido a nada de esto, pero lo tengo que hacer. No tengo otra opción... Nunca la tuve, nunca la tendré. Solo me queda seguir la línea que Neiv ha creado para mí, yo estoy destinado a esto. Siempre lo supe por más que intentara taparlo, no se puede. Es imposible si quiera pensarlo, esto de verdad iba a ocurrir. Delora no paraba de hacerme preguntas respecto al día de mañana el cual cada vez estaba más cerca, me costaba mucho hablar sobre eso... Mas sin embargo de verdad iba a pasar, agradecía los esfuerzos de Delora por entenderme, pero la verdad no funcionaba, por más cosas de su vida que ella me contara, sinceramente no me importaban. Me era imposible sacarme el día de la ceremonia. Eso de verdad iba a pasar, esto era un infierno del cual yo estaba destinado a vivir...


Llego el día de la ceremonia... En la madrugada. Cerca de las 3 de la mañana, todas las personas importantes de la familia cantaban y gritaban, todos estaban aquí. Ya había saludado a todos... Y ahí estaba. Mi abuelo, su nombre era Peccatum, ya tenía bastantes años. Cerca de unos 70 quizá, nunca tuve muchas interacciones con él... Pero sabía lo que esto significaba. Trataba de ser amable conmigo, recuerdo su piel pálida arrugada, mantenía sus ojos casi cerrados. Se movía en una silla de ruedas, era demasiado para mi cabeza, en ese instante yo de verdad creía que iba a estallar. Me costaba creer que realmente estaba viviendo esto... Todos reunidos, en este lugar. Recuerdo que era un parque solo para nosotros, en el cual estaba la iglesia, de los sacerdotes más importantes estaban aquí para presenciar y consagrar lo que iba a pasar. Todos gritaban... Las personas más viejas de nuestra familia... Cuando consideramos que ya no tienen nada más por vivir, ellos se ofrecen al nuevo sucesor del poder de la sangre divina. Les contare, como es que pasamos nuestro poder de generación en generación. Antorchas, recuerdo el inmenso frio, alrededor mío todos comenzaban a cantar. Cientos de canticos religiosos en coro, una ópera. Veía como empezaban a inyectarle el montón de cosas a mi abuelo... Como gritaban mientras lo hacían. Los sacerdotes rezaban por su alma, le daban las gracias al señor... Mi abuelo seria bien recompensado en los cielos y por eso él estaba llorando. Estaba en shock... No podía dejar de temblar al ver esto, yo no tengo ningún poder. Yo no puedo cambiar nada, yo no soy nada. Una gigantesca cruz de madera... Con mi abuelo completamente drogado lo empezaron a crucificar. Martillaron sus pies y manos... Sus gritos eran escalofriantes, las personas alrededor no dejaban de cantar esas horribles canciones religiosas mientras con orgullo clavaban a mi abuelo a la cruz. Empezaban a alzar las antorchas una y otra vez. Había incluso personas que bailaban, llego un momento que yo deje de reconocer a los que estaban cerca de mí, para mi todos estaban vestidos del mismo traje de gala con el cual siempre están vestidos. Mi abuelo no paraba de gritar del dolor mientras los sacerdotes rezaban por él, nada de esto tenía sentido. Rápidamente comenzaron a mover aquella, ahora se había vuelto una caminata por las calles hasta llegar a la iglesia. Las personas que se despertaban aplaudían a este bizarro evento, sangre... Estábamos dejando un rastro de sangre a medida que caminábamos. 4 personas eran los que cargaban la gigantesca cruz a través de las calles, todos y cada uno de ellos era increíblemente fuerte. Y no dejaban de rezar en voz baja... Odiaba los aplausos de la multitud. Odiaba toda esta atención que se postraba ante mí. Odiaba con todo mi ser esto, quería que todo fuera un sueño... Por las drogas mi abuelo empezó a balbucear, más sangre. Nos acercábamos a la iglesia, estaba temblando y me costaba caminar. La idea de huir corriendo permanecía en mi cabeza, en cualquier momento yo de verdad saldría corriendo de este lugar. Yo, no deseaba estar aquí. Necesitaba que alguien me sacara, de ese lugar... Pero nadie lo haría, y era más que obvio que no debía esperar la ayuda de nadie. Suspiré, y empecé a contar hasta 3 para calmarme...


1. Todos comenzaban a cantar aún más fuerte, la cabeza comenzaba a doler y el sacerdote principal se pone al frente de todos. Ponen la cruz en una especia hoguera apagada.

2. El sacerdote comienza a hablar.

—¡En nombre de Neiv, yo te doy la bendición de la paz, de la recompensa en vida y muerte. Tu vida será recordada como un sacrificio a tus creencias, al verdadero dios. Protegerás nuestra fe con tu ser. ¡Y eso es más grande que cualquier otra cosa! ¡No temas hermano arde con los deseos!

3. El sacerdote lanza la primera antorcha hacia la hoguera, y las personas más cercanas lo siguen... Una gigantesca llama se enciende, un fuego ensordecedor consumía a mi abuelo...


No me pude concentrar. No me calme, nada mejoro, los gritos de mi abuelo siendo quemado vivo hicieron que mi cabeza no se pudiera concentrar. Veía como todos aplaudían... Mis padres llorar mientras se abrazaban. Ellos... Estaban celebrando. Veía como bailaban alrededor de la gran hoguera, una y otra vez. Sonrientes, veía incluso como bailaban. Esto era un infierno... Los odiaba a todos. Odiaba a Neiv, todas estas personas las detestaba. Me preguntaba el por qué estas personas no eran capaces de ver lo que hacían... ¿Cómo eran capaces de justificar tal acto atroz? Ahora solo faltaba la peor parte... La mesa y los platos... Los cubiertos. La piel... Una multitud de personas me agarraron y me metieron a la fuerza a la iglesia... El cuerpo quemado de mi abuelo... Ahora estaba al frente mío. Ellos... Se acercaban a mí con esas malditas jeringas, no me iba a dejar inyectar nada, pero ellos eran una maldita multitud repleta de personas que yo no conocía, solo falto algunos hombres adultos para que me quedara quieto. Usando su fuerza me obligaban a quedarme quieto, no podía moverme por más que forcejeara e intentara golpearlos. Veía como aquella maldita jeringa se acercaba a mí, no podía dejar de insultar. Era ese maldito sacerdote el que me iba a inyectar... De la angustia e impotencia comencé a llorar. Y solo hicieron falta 2 segundos para que me inyectara aquel liquido rojo... Grite del dolor, la inyección me dejo inmovilizado unos segundos. Los cuales las malditas personas que entraron aquí conmigo aprovecharon para salir corriendo, ahora estaba yo solo con el cadáver quemado de mi abuelo... Aquella inyección comenzaba a hacer efecto... Empezaba a sentir una gigantesca hambre. Perdía mi conciencia... Poco a poco me volvía en una bestia, por más que tratara de no hacerlo mi instinto me lo pedía. Esa droga me destruyo... Veía como las personas me miraban a través de las ventanas de la iglesia, gritaban y aplaudían. Decían que lo hiciera, una y otra y otra vez.... Yo solo deseaba que pararan. Después de unos minutos la noción del tiempo se volvió extraña... No sé cuánto tiempo paso. No podía controlarme, pero estaba consciente de lo que hacía, comencé a comerme el cuerpo de mi abuelo muerto... Despedazándolo como un animal. Mordiendo cada una de sus partes, no era yo. Me comportaba como un lobo hambriento... Pero yo veía y sentía lo que hacía. Cada trozo de esa carne que bajaba por mi garganta tenía sabor... Y lo odiaba. Odiaba que me gustara ese sabor, tenía tanta hambre... Termine llorando por lo que hacía. Pero por más que llorara no podía detenerme, era como si hubiese perdido todo el control de mi cuerpo, sangre y más sangre ensuciaba todas mis ropas, y vi mi reflejo en uno de los vidrios... Despeinado, mi tez blanca, mi cabello negro que llegaba hasta mi cuello ahora también estaba repleto de sangre. El color verde de mis ojos que poco a poco se volvía rojo... Era realmente débil... No sé cuánto tiempo paso... Pero perdí la noción de todo. Casi como si me hubiese quedado dormido, privado de toda sensación, como si hubiera perdido el control por completo de todo mi cuerpo. Cuando volví a despertar... Todo el mundo me aplaudía. Todo el suelo estaba repleto de sangre, con algunos huesos... Entendía lo que había hecho. Había terminado de comerme a mi abuelo... Yo, no podía dejar de llorar. Algunas personas entraban a este lugar, el sacerdote. Vestido con esa maldita túnica gris con detalles en oro, y mis padres. Que me miraban fijamente... Yo comencé a toser sangre, me sentía muy extraño. Comencé a darme cuenta... Yo. Ahora era capaz de sentir todas y cada una de las células de mi cuerpo, no solo eso... De igual forma podía modificarlas y moverlas. Cada uno de los glóbulos rojos de mi cuerpo. Todo absolutamente todo... Cada uno de mis litros de sangre lo podía sentir... El sacerdote me miraba, yo. Deseaba matarlo, deseaba matar a todos y cada una de estas personas por lo que me acababan de obligar hacer, no me lo podría perdonar jamás... El sacerdote y yo mantuvimos contacto visual durante varios minutos. Ya no le tenía miedo, muchas de las cosas ahora parecían una completa mierda, una estupidez. El sacerdote tomo uno de mis dedos y lo pincho con una pequeña navaja, una pequeña gota de sangre salió.


Sacerdote. —Se, que debe ser difícil procesar todo esto. Aunque te hayas preparado durante años para hacerlo, una vez lo haces te das cuenta de que por más que te prepares para algunas cosas simplemente no estarás listo. ¿Ves esa gota de sangre de tu dedo? No desperdicies esto. Concéntrate, ahora eres un soldado de la iglesia. ¿Sientes las células y los glóbulos que están en esa gota de sangre?

Draven. —Si...

Sacerdote. —Concéntrate, siente como si fuera otra extremidad de tu cuerpo y... Muévelo. Mueve esa gota de sangre.

Mi cabeza tenía miles de cosas en la cabeza... Aun así. Fue muy sencillo, me salió casi de forma no intencional. Salió de una forma tan natural... Que hasta fue extraño. Lo sentí como si llevara haciendo esto toda mi vida, podía mover esa gota de sangre por todo mi dedo, ahora tenía el control de esto. Esto era realmente extraño... Pero yo lo hacía. No era difícil. Para nada.

Sacerdote. —Mañana te enseñaran lo que debas saber respecto a ese poder. Bienvenido, soldado de la iglesia...

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Fin... (Cap#1VeriteFalsk)

13 Juin 2022 02:06 1 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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Alejandro Aquino Alejandro Aquino
Quizá un consejo que pueda brindarte consiste en dedicar un mayor empeño a la ambientación de tus narrativas, así como a cultivar un lenguaje más refinado. Sin embargo, más allá de tales consideraciones, tus relatos resultan intrigantes, manteniendo a la audiencia inmersa y proporcionando deleite, que es, en última instancia, la razón de ser de quienes nos entregamos a la pluma. Te felicito y te insto a perseverar en este noble camino. Permíteme ofrecerte un ejemplo más preciso que pudiera ilustrarte. Cuando decides enmarcar un escenario, como un jardín, ¿Qué elementos lo componen? No insistiré en la necesidad de describir el verde del césped, mas tal vez se deba prestar atención a ciertos detalles, como una maceta de tonalidad terrosa, un pino añejo o el césped sin segar, donde uno podría tropezar. Los aromas, ya sea la tierra húmeda o reseca, y las sensaciones, aunque triviales, enriquecen nuestra facultad de imaginar. Asimismo, no subestimes la importancia de los olores. Son estas minucias las que, aunque insignificantes en apariencia, enriquecen nuestro mundo imaginario. Continúa así; tu estilo me agrada de sobremanera. Dentro de mi obra principal, quizá halles algún ejemplo que pudiere servirte de guía, siempre y cuando decidas incorporarlos, por supuesto. Es una obra de densa envergadura, no me aventuraré a solicitarte que la leas, jajaja, pero tal vez puedas echar un vistazo ocasional, pues mi pericia se centra en este aspecto. Te envío un cordial saludo, de dimensiones considerables.
September 24, 2023, 23:38
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