catherine-moore Catherine Moore

Emocionante retrato de un atentado terrorista de falsa bandera, contado desde la perspectiva del personaje principal.


Criminalité Tout public.

#Crimen
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La rueda de prensa


El presidente mandó salir a sus colaboradores y luego se sentó a esperar la llamada telefónica. Desde la posición privilegiada de su silla; miraba fijamente los dos teléfonos de seguridad avanzada que tenía a la izquierda de la mesa presidencial, esperando tranquilamente ver parpadear el botón luminoso, indicador de una llamada entrante por la línea de datos cifrados de extremo a extremo, que conectaba directamente el Despacho Oval de la Casa Blanca con el de Dirección del Buró Federal de Investigaciones: FBI. Apenas unos segundos antes de la hora convenida, le sobresaltó el pestañeo de la luz verde intermitente, en el cuadro de botones del teléfono más próximo a él; enseguida levanto el auricular permaneciendo en silencio y escuchó: "Adelante señor presidente, todo okey". Después colgó.


Prácticamente debajo de esas mismas estancias; justamente en el sótano del Ala Oeste de la Casa Blanca, se encontraba Michael J. Johnson: Secretario de Prensa de La Casa Blanca y miembro del Gabinete del Presidente. La actual Sala de Prensa, no era más que un minúsculo habitáculo patrióticamente decorado, construido sobre la antigua piscina subterránea mandada a hacer por Franklin Roosevelt a causa de su enfermedad, con una capacidad bastante limitada, ya que sólo admitía a un máximo de cuarenta y nueve periodistas. En la también reducida habitación contigua, estaba Michael repasando mentalmente una vez más y casi por inercia, el guión del importante comunicado que llevaba preparando desde la víspera del atentado de esa misma mañana. Al tiempo que daba un paso a un lado y a otro de aquella limitada estancia, repetía mentalmente el libreto que a estas alturas ya tenía completamente interiorizado; realzaba cada una de sus palabras con la gesticulación correspondiente; las adornaba y acompañaba no solamente con la expresión de su rostro, sino con la de todo su cuerpo, utilizando su lenguaje corporal de manera tan rigurosamente estudiada, que daba la impresión de haberse convertido en un auténtico autómata.


El murmullo de los periodistas al otro lado de la puerta no conseguía distraerle; más bien le resultaba estimulante; en efecto, Michael se sentía exactamente como un actor que escucha justo antes de salir a escena, el excitante runruneo del público espectante en el teatro. De repente entró sin llamar a la puerta Martha Lewis: la principal asesora del Gabinete de la Presidencia; quería decirle, además de que el presidente acababa de dar su visto bueno para seguir adelante con lo establecido, que según los expertos encargados de la dirección de la rueda de prensa, era aconsejable hacer esperar a los periodistas un poco más de tiempo, con el fin de mantener alta la enorme espectación que se había generado en torno a lo ocurrido; luego se dio media vuelta, y cerró la puerta tras sus espaldas sin decir una palabra más.


Al contrario de lo que pueda parecer, Michael no experimentaba ningún tipo de ansiedad o nerviosismo, y mucho menos algún remordimiento; en realidad, se encontraba en un estado absolutamente desprovisto de emociones. Para protegerse de sus propios sentimientos, Michael, había conseguido dividirse en tres yoes diferentes, logrando por medio de este procedimiento una manera eficaz, que no sólo le permitía conciliar su vida laboral y personal, sino que además, le posibilitaba llevar a cabo todo tipo de misiones por muy descabelladas que éstas fueran. Cuando Michael adoptaba el yo de las misiones de alto riesgo, no permitía que ni la más mínima distracción emocional interfiriera en la ejecución de su objetivo. Él era un hombre totalmente estricto al cumplir con su deber, y por ello siempre se atenía a su regla máxima e ineludible: cero error individual implicaba cero error total. Michael creía acertadamente, que el cumplimiento exahustivo de esta norma interna, junto a su naturaleza fraccionada, constituían la clave de su éxito profesional. La personalidad de Michael dividida en tres individualidades distintas, capaces de actuar como si fueran tres personas diferentes compartiendo un mismo ser; definitivamente, la componía el conjunto de tres yoes bien diferenciados entre sí: uno de ellos correspondía a la fracción de Michael dedicada a su vida familiar; otro estaba enteramente consagrado a su vida profesional; y por último su tercer yo; que era el que Michael tenía activado en este mismo momento, y cuya dedicación exclusiva eran las misiones especiales.

Cuando Michael actuaba como el Agente Especial A.C. Michael J. Johnson, era capaz de comportarse como una eficiente máquina insensible; se modulaba a sí mismo controlando su interior, manteniendo al margen de su psiquismo cualquier tipo de emoción que pudiera entorpecerle. Como si verdaderamente utilizara un software de escaneo, Michael se autobservaba interiormente a cada rato, en busca de posibles sensaciones discordantes que le pudieran perturbar. En este momento, se enfocó en primer lugar, en localizar alguna forma de enternecimiento sospechoso de poder conmoverle, con resultado negativo; luego fue en busca de cualquier otra señal emocional inquietante, pero tampoco la encontró; finalmente, quiso asegurarse de todo ello profundizando en ese examen, por lo que apuntó específicamente su atención hacia lo acontecido esa misma mañana; así que en primer lugar, se centró en las víctimas mortales y ratificó que no sentía lo más mínimo por ellas; después, quiso confirmar lo anteriormente constatado, indagando en el drama de los vivos; obtenniendo un resultado igualmente favorable; de modo que Michael, concluyó satisfactoriamente que se sentía impasible.


A pesar de haber hecho todas estas comprobaciones, Michael continuaba sintiendo algo desconcertante y no identificado en su interior; le daba la impresión, de que era una especie de vibración que parecía inteligente; comportándose además, de la misma manera que lo hace una onda; fluctuaba de arriba abajo bidireccionalmente, y desaparecía de forma abrupta cada vez que Michael intentaba enfocarla mentalmente. Indiscutiblemente que un hallazgo de esta naturaleza era de gran importancia para él; ya que esa pequeña ondulación sensorial, podría ser indicativa de algún tipo de fallo en el proceso de fragmentación que había hecho consigo mismo. Con el propósito de mantener bajo control a su mente fragmentada; Michael se apoyaba en distintas herramientas que funcionaban a modo de asistentes internos; así por ejemplo, podía activar a voluntad una especie de cortafuegos, que bloqueaba el acceso de posibles interferencias entre sus distintas personalidades, o también encriptar tanto datos mentales como emocionales, cifrándolos momentáneamente como medida preventiva; e incluso era capaz de activar o desactivar completamente el área interna de su persona que creyera conveniente. En definitiva, Michael había logrado convertir a su mente en una eficaz computadora, capaz de autoanalizarse, autogestionarse y posteriormente autorepararse. De este modo Michael, como si fuera un director de orquesta; desde la sala de mando que él mismo había instalado en su cabeza, se conducía dirigiendo eficazmente a sus tres yoes, todos ellos, irremediablemente sometidos a la voluntad de la tiranía de su propia conciencia.


Después de navegar dentro de sí mismo por ese espacio de tiempo; Michael se sintió aliviado al constatar, que aquella huidiza sensación no era más que el cansancio acumulado tras veinticuatro horas ininterrumpidas de trabajo interminable. Aunque Michael estaba acostumbrado a trabajar a un ritmo vertiginoso, preparar la rueda de prensa había sido verdaderamente agotador. Es por esto que se sintió reconfortado, al recordar que inmediatamente después de dar el comunicado, se retiraría a tomar un descando en la montaña, donde su familia completamente ignorante de sus verdaderos cometidos, le esperaba comodamente instalada en la lujosa villa que tenían en un área exclusiva y totalmente restringida, del cercano Parque Nacional de Shenandoah. Inmediatamente después de que estos pensamientos desautorizados, involuntariamente irrumpieran en la escena de su mente, Michael activó sus protecciones a fin de neutralizarlos; posteriormente, se reconfiguró estabilizándose de nuevo como el Agente Especial A.C. Michael J. Johnson.


La preparación de un objetivo del calibre del de esta operación, requería de un esfuerzo realmente extraordinario, llevado a cabo por lo más selecto de los agentes de Confianza Absoluta: los Agentes Especiales A.C.; la flor y nata dentro del prestigioso elenco que llevaba a cabo esta clase de misiones. La Operación Tornado, que era la que en estos momentos se estaba ejecutando, continuaría desarrollándose en diversas fases mucho más allá de los actos que tuvieron lugar esa misma mañana; de hecho, la operativa de esta operación se extendería en fases sucesivas a lo largo de los próximos meses. Una serie de explosiones encadenadas, anunciaban esta mañana el inicio del fin de la primera fase de la Operación Tornado; las detonaciones que tuvieron lugar a lo largo de la Línea Roja del Metro de la Ciudad de Washintong, D.C., se iniciarona las 7:33 horas, entre las estaciones de Bethesda y Fort Totten; explosionaron un total de 11 artefactos repartidosentre lasdos estaciones, los cuales han ocasionado centenares de muertos y heridos, convirtiendo a la ciudad en un espantoso caos de sirenas, sangre y muerte; que lejos de haber terminado, con el paso de las horas, se hacía cada vez más terrible y traumatizante para la población, a medida que iban saliendo a la luz las imágenes y los detalles del fatal acontecimiento, así como los distintos testimonios de algunas víctimas y testigos presenciales de los hechos: el miedo y el horror se extendía como la pólvora entre toda la ciudadanía y en el mundo entero.


Sin embargo, el corazón compartimentado de Michael, era inmutable y completamente ajeno a tanto sufrimiento; su naturaleza fraccionada y despersonalizada, le impedía sentir el más mínimo aprecio por cualquiera de las víctimas; en realidad, lo que verdaderamente sentía era un completo desapego; más aún, no solamente era insensible, sino que toda esa gente agolpada en los vagones de metro, pegados los unos a los otros, inevitablemente respirándose el aliento mutuamente; sudorosos y apretados, en esos compartimentos que los llevan de camino a sus trabajos; transpotándose de manera similar a los animales de las granjas; mal vestidos debido a su condición de precariado; sencillamente, Michael era incapaz de considerarlos como auténticas personas, para él simplemente equivalían a daños colaterales derivados de propósitos mayores.


Cuando Wilson entró por la puerta de atrás de la habitación en la que se encontraba Michael, le hizo un gesto que indicaba que era el momento de salir a escena. Seguidamente, Michael se incorporó y se acomodó el traje azul marino y la corbata negra, mientras la maquilladora que había entrado justo después que Wilson, le daba los últimos retoques a su cabello y maquillaje, a la vez que era inspeccionada por el director del grupo de Técnicos Especialistas en Mercadotecnia y Comunicación. Inmediatamente después de que el director corrigiera la posición de su corbata, y le diera una palmada en el hombro, como indicativo de que aprobaba su apariencia; el Agente Especial A.C. Michael J. Johnson, completamente relajado e inconmovible, se dirigió serenamente hacia la puerta que comunicaba con la Sala de Prensa.


Al verlo aparecer por el otro lado de la puerta, todos en la sala se quedaron sin aliento, y se hizo un silencio repentino y sepulcral. Ver al Secretario de Prensa con el rostro tan visiblemente consternado; claramente dolorido; cabizbajo; tembloroso e inseguro en su caminar hacia el atril; hizo que todos los allí presentes contuvieran su respiración y callaran de repente.


Entonces Michael J. Johnson, se situó frente a los cuarenta y nueve periodistas allí reunidos, parándose detrás del atril, colocado justo delante del asta que sostenía la bandera de los Estados Unidos de América; ajustó los micrófonos y apoyó sus manos ligeramente sobre la madera; luego miró al frente con un rostro completamente afligido de mirada misericorde, y dijo:


"Señoras y señores de la prensa, antes que nada quiero agradecer su presencia aquí en este día aciago. En este lamentable día, me dirijo a ustedes y a todos los ciudadanos de los Estados Unidos de América; profundamente afectado por los trágicos sucesos ocurridos inesperadamente esta mañana. El señor presidente lamenta enormemente no poder estar aquí personalmente en este momento tan duro y difícil para todos nosotros. El Air Force One del presidente, que iba de camino al Reino Unido, donde se celebrará la próxima Cumbre Mundial del Clima, inmediatamente después de lo ocurrido ha retornado, y en estos momentos el presidente de encuentra de regreso a casa; a lo largo de las próximas horas, emitirá su primer comunicado desde la aeronave".


Hizo una pausa de cinco segundos, y continuó diciendo:


"Yo estoy totalmente desolado; éste es un día negro, triste, terrible y doloroso para toda América y para todos los americanos. Hoy nuestros queridos ciudadanos y nuestra libertad han sido atacados, en una serie de cobardes actos terroristas que de ninguna manera quedarán impunes. América y todos los ciudadanos que conformamos este gran país, estamos hoy de luto y profundamente afligidos pero jamás y nunca vencidos; sumidos en un inmenso dolor, a causa de la barbarie y el terror perpetrado contra nuestra amada nación y sus ciudadanos; pero no rendidos. Hoy no sólo se ha atentado contra todas las desafortunadas víctimas inocentes: hombres y mujeres honestos que se dirigían a sus trabajos, madres, padres, niños, amigos y vecinos; cientos de vidas que se han perdido para siempre; no sólo contra ellos se ha producido este ataque criminal, sino contra todos los ciudadanos americanos y contra Los Estados Unidos de América. ¡Este cobarde ataque terrorista ha sido perpetrado contra toda América, y contra todos los americanos!

Me dirijo ahora a todos los principales afectados que están atravesando estos dificilísimos momentos, para que sepan que no están solos en su dolor; el presidente de la nación, todos los miembros del gobierno, y yo mismo estamos con ellos, unidos de corazón al profundo sufrimiento de todos y cada uno de los afectados. Estén seguros de que aunque sea lo último que hagamos, no descansaremos hasta hacerles justicia, y encontrar y castigar a los culpables de este atroz ataque criminal. Para finalizar, sólo quiero reiterar mis respetos, cariño y apoyo en el dolor, a todos los familiares y amigos de las desafortunadas víctimas mortales, cuya cifra asciende según los últimos informes a 911 personas inocentes; igualmente a los cientos de heridos, los cuales están aún por contabilizar. En este momento no existen palabras o hechos capaces de devolver lo que es totalmente irrecuperable, pero deseo de corazón, que al menos tengan a bien encontrar algo de consuelo en mis sinceras palabras, humildemente expresadas desde lo más profundo de mi ser. Espero que no sólo sientan mi sincero cariño y apoyo, sino también el de nuestro presidente y el del conjunto del gobierno; y además, el de toda una nación de gentes valientes, que se han volcado en ayudar a las víctimas en el momento de los hechos, y que aún lo siguen haciendo. Hago una mención especial a nuestros bomberos, a nuestra policía, a todos los ciudadanos anónimos que se han ofrecido acercándose a ayudar, y a donar sangre en los centros sanitarios, a todo el personal médico-sanitario que inmediatamente ha ido a socorrer a los heridos; a todos y cada uno de ellos, que son auténticos héroes anónimos. ¡Gracias de corazón!"


Entonces Michael totalmente estremecido; con un nudo en la garganta que no le permitía continuar hablando, y haciendo un esfuerzo enorme por contener unas incontenibles incipientes lágrimas; dejó de hablar por 9 segundos exactamente, durante los cuales, paradójicamente se dio cuenta de que lo siguiente que iba a decir, sería la única verdad entre todo lo que había dicho hasta ese momento. Después, con voz entrecortada y abiertamente afectado, dijo:


"No puedo hallar palabras que expresen lo que realmente siento en mi interior, muchas gracias a todos".


Seguidamente se retiró visiblemente emocionado.

22 Novembre 2021 10:48 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Catherine Moore ¡Me apasiona escribir relatos! Por diversas razones he estado cinco años sin poder escribir una sola letra, y este primer relato que publico aquí es también el primero que escribo desde entonces. Me propongo ir subiendo a la plataforma los siguientes a medida que los vaya terminando.

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