dece-scott Dece Scott

Un joven debe cruzar un bosque aterrador, sin embargo, lo que encontraría allí sería inimaginable.


Thriller/Mystère Tout public.

#miedo #niebla #espirales #bosque #InkspiradosChallenge #solo-en-el-bosque #295
Histoire courte
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Kyrie Eleison

—¡Esa niebla otra vez lo cubre todo…!, murmuro en voz baja el joven.

Inmóvil frente a la entrada del bosque observo los incontables árboles, muchos de ellos tan antiguos como las montañas del pueblo. Arboledas tan misteriosas como las historias que se contaban sobre el lugar. Un sitio que pocos desearían pasar en las noches de invierno, visiones de extrañas sombras espectrales ocultas tras sus copas, misteriosos ecos inteligibles de otras otros tiempos, así como él herrumbre de un antiguo metal que fue corroído en cada rincón hasta no dejar rastro del verdadero origen, del verdadero brillo. Lentamente, comenzaba a caer la noche y una pequeña brisa lo envolvió haciendo sentir un extraño escalofrío en su cuerpo. El muchacho apretó fuertemente sus cosas en las manos mientras tomo su bolso con la encomienda, observo el camino intentando buscar la manera de no cruzar por él, pero sabía que no había otro camino posible. Respiro hondo, levanto la mirada hacia adelante y dio el primer paso.

Mientras se adentraba oyó el crujir de las ramas secas en el suelo al igual que otros sonidos distantes provenían de su interior. Su cabeza se movía para todos lados como tratando de encontrar algo mientras que su corazón comenzaba a latir a prisa. A los pocos metros observa una pequeña luz que emitía un destello en el suelo, algo caído entre las hojas. Apresuro sus pasos para encontrarlo y al llegar noto que aquello escondido entre las ramas era un antiguo reloj a cuerda. Este antiguo artefacto era de color cobrizo con algunos rastros de oxidación, también se podía ver una cadena atada en él. Asombrado lo limpio rápidamente, sin embargo, y para su sorpresa emitía una pequeña vibración, lo puso en su oído escuchando un leve: “Tic… Tac… Tic… Tac”. Súbitamente, un sonido fuerte como una explosión lo lleno de espanto soltando el antiguo reloj de manera que cayó nuevamente al suelo. Asustado comenzó a adentrarse más al bosque sin notar que algo estaba sucediendo a su alrededor. En la carrera comenzó a observar cosas que lo intrigaron de modo que sus ojos comenzaron a abrirse intentando comprender lo que pasaba. Algo parecía entrelazarse entre las ramas de los árboles haciéndolas crujir, cosas que bajaban de las copas de los árboles a gran velocidad, extrañas figuras viscosas. Por momentos parecían escucharse voces a la distancia, resonancias que llenaban el lugar con un misterioso lenguaje como si se tratara de un eco perdido, algo olvidado. El joven corrió intentando no oír ni ver, pero en el camino tropezó con una raíz la cual hizo que cayera al suelo haciendo que sus cosas junto a su bolso se pierdan en el piso. Se sacudió tras el golpe tomándose la cabeza, intento levantarse mientras escupía algunas hojas que habían quedado en su boca por la caída al igual que su ropa. De pronto una extraña niebla de color blanca que por momentos presentaban destellos azules inundaba poco a poco el bosque, cubriendo cada sitio, cada rincón y cada cosa escondida. Como los virus que lentamente invaden los organismos de los seres humanos, llegando muchas veces sin aviso a las personas, así comenzó a dispersarse esa extraña nube creando una atmosfera fantasmagórica, tenebrosa y sombría. El muchacho al incorporarse observo en un antiguo árbol de la zona algo tallado en su corteza, un trazado imperfecto con rasgos antiguos, algo en otro idioma, aquello decía:

Kyrie Eleison

Los pueblos Argentinos como los del resto del mundo suelen tener historias, relatos de personas que han sido maravillados por cosas que los dejaron en vela por muchas noches, eventos plagados de horror, misterios que los antepasados prefirieron olvidarlas por el bien de su propio pueblo. Extrañas leyendas de cosas que atormentaron a pueblos enteros llevándolos a la total desaparición, pasando a ser tan solo una leyenda en el inconsciente colectivo de las tribus, de los pueblos y de los antiguos. Lenguajes que contaban cosas que ya no tienen explicación racional, palabras que no tienen significado en nuestros días. Por centurias hombres y mujeres cuidaron a sus habitantes de aquellas cosas que los atemorizaban, semanas sin dormir observando los bosques, escuchando el sonido del viento, las extrañas luces de las montañas, los sonidos de la tierra, los terrores del mar y las profundas nebulosas de cielos. Poco a poco el hombre moderno comenzó a auto sustentarse y a mecanizar sus cosas creyendo tener el completo control de todo, sintiéndose dueño del mundo. Suponiéndose arrogantemente Rey en su propia rama, dueño de sí mismo y de su poderío, no vigilo más nada, impune de sus actos más atroces. Engañado observando su legado, conquisto cada rincón del globo, mofándose de los ancianos sabios de los pueblos, aquellos que sin descansar vigilaron como antiguos torreones sus murallas, pero ¿qué harían si los horrores antiguos regresaran?, ¿y si los temores ancestrales que dejaron en vilo a las poblaciones del mundo despertaran de su letargo?, ¿qué pasaría si llegaran sin avisar una noche cualquiera, en un sitio cualquiera, en un bosque cualquiera?

El joven aterrado corrió intentando salir de aquel bosque, sin embargo, a lo lejos vio a una persona correr hacia él, este parecía tener una túnica larga. Otra explosión se escuchó y esta vez fue más fuerte, ya que sacudió todo el bosque. Al tenerlo más cerca noto que era alguien conocido del pueblo así que fue a su encuentro, al llegar le dijo asustado:

—¿Padre que hace aquí a estas horas?, ¿qué son esas explosiones, que está pasando?, ¿Por qué sus manos están negras?

—¿Qué hemos hecho…? ¿Qué hemos hecho?, ¡Dios ten piedad de nosotros…! ¡Apiádate de nosotros!

—¿Padre que está pasando?, ¡respóndame!, grito el joven.

El cura seguía en un estado alterado mencionando sin parar la misma frase una y otra vez. Estaba en un completo shock, perdido y a su vez aterrado. El joven lo zamarreo nuevamente y le grito:

—¿Qué paso en el pueblo?, ¿dónde está el señor Guzmán?

Un ruido estremecedor los hizo caer al suelo, ya que vibró todo el lugar, el joven se levantó rápidamente y comenzó a escuchar gritos que venían del pueblo. Sin pensar subió al primer árbol que encontró tratando de ver un poco hacia afuera lejos del bosque, trepo sin parar hasta llegar a lo más alto pudiendo ver hacia afuera y para su horror observo algo que lo dejo paralizado. El cielo tenía unos extraños espirales gigantes de color azul que destellaban unas luces que caían por todo el pueblo inundando todo con aquellas estelas cósmicas. Aquello era completamente inverosímil y aterrador. Las luces giraban y giraban lentamente en el firmamento como la rueda de un viejo molino de campo siendo movido por extraños vientos, emitiendo misteriosas frecuencias del pasado. El joven miró hacia abajo y contempló que cosas caían de los árboles entrelazándose por las ramas, cayendo sin remedio en el suelo del bosque. Sin dudar le grito al cura para advertirle en señal de peligro, pero el hombre de túnica estaba con ojos completamente perdidos. Este levanto su mirada hacia el muchacho gritándole una y otra vez sin parar:

—¡Kyrie Eleison…Kyrie Eleison!


Fin


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19 Novembre 2021 02:22 2 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Dece Scott Un joven niño se sentó en el patio de su casa a observar el cielo,maravillado por tan increíble marco quedo absorto en sus pensamientos. Hoy muchos años después sigo siendo aquel niño que observa minuciosamente el cielo,pensado en lo pequeño que somos ante este vasto universo,un universo lleno de estrellas,de planetas y de misterios...

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Siboleth Lu Siboleth Lu
Fantástico!!
November 19, 2021, 14:06

  • Dece Scott Dece Scott
    Muchas gracias por leer mis historias,seguramente las otras también te gustarán! November 19, 2021, 15:31
~