doblegar Kath

"Seré tu solución temporal, puedes tenerme y llamaremos a esto como tu quieras." Taehyung murmura, acunando con sus manos las rellenas mejillas de quien alguna vez fue su novio. Jungkook está casado pero Kim Taehyung es la solución temporal a aquella aburrida y monótona vida que lleva. » Contenido homosexual. » Minifanfic. » Taekook/vkook. - Taehyung top. - Jungkook bottom. » Menciones de otras parejas: Namkook. » Prohibido su copia y/o adaptación. » Obra creada y escrita por @doblegar. » Fecha de inicio: Agosto 14 del 2021. » Fecha de finalización:


Fanfiction Groupes/Chanteurs Déconseillé aux moins de 13 ans.

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𝟏┊𝑳𝒆𝒕𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒈𝒐.


A pesar que no quiero,

me he estado aferrando a ti por tanto tiempo,

pero ahora debo dejarte ir.
No hay nada que pueda hacer por ti.
Es la única forma de hacerte feliz,
así que te dejo ir.


La vida de Jungkook había cambiado drásticamente desde que sus padres habían muerto y su hermano mayor tomó las riendas del que era su hogar y por si fuera poco, su vida.

Sus padres les habían dejado una herencia para que ambos pudieran vivir cómodamente hasta que Jungkook terminara la universidad, sin embargo, ese dinero nunca fue utilizado para lo que fue destinado debido a que su hermano, quien era el tutor legal de Jungkook hasta que cumpliera la mayoría de edad, se había apoderado completamente del dinero.

Jungkook no mencionó nada al respecto y lo dejó ser, ya que lo que menos quería era formar algún conflicto entre los dos cuando sus padres apenas tenían dos meses de fallecidos.

Y así, Jungkook se aguantó cada uno de los cambios que había hecho su hermano en su vida, como cambiarlo de universidad a una más económica pero que le quedaba más lejos y lo alejaba de quien era su novio.

"Debes de hablar con él, mi amor." Tae, quien se encontraba recostado en los muslos del menor, se incorpora un poco, para así, ver bien a su novio. "Sabes que no es justo lo que hace, bebé, ese dinero es para los dos, principalmente para ti que todavía estudias."

"Soy consciente de eso, mucho de hecho." Kook habla chiquito, llevando nuevamente las manos al cabello de su novio, buscando que con esa acción, vuelva a la posición en la que estaba anteriormente y así, no pueda ver sus ojos llorosos. "Sólo no quiero más problemas."

"Qué jodido que tú no quieras dar problemas pero tú hermano te llena de ellos, es una mierda." Jungkook detiene las caricias en el cabello largo y negro de su novio cuando escucha como el tono de voz cambia a uno enfadado.

"Tae..." Kim cierra sus ojos y suspira, contando hasta tres para calmarse y no alterarse como siempre lo hace cuando su novio se desahoga con él.

"Lo sé, mi amor, lo sé, perdón." Taehyung abre sus ojos, buscando de forma desesperada los del menor. "Sabes que puedo hablar con él por ti, lo sabes, ¿no?"

El pelinegro no corta el contacto visual, al menos no hasta que recibe el asentimiento de su bonito novio.

"No quiero que hyung se meta en problemas." Jungkook murmura, puchereando aun cuando no quiere realmente hacerlo, pero su situación es tan jodidamente injusta que le dan ganas de llorar.

Extraña a sus padres, su anterior universidad, el poder levantarse un poquito más tarde de lo normal, el comer de forma sana y constante...Extrañaba como era su vida antes que el universo le arrebatara a sus padres y de paso, su vida.

Jungkook sólo esperaba cumplir la mayoría de edad, para así reclamar lo poco que quedaba del dinero que había dejado el seguro de sus padres y largarse de ahí, a donde sea que fuera, realmente no le importaba donde fuera a parar con tal de salir de ahí.

"Te extrañé." Taehyung toma por sorpresa a Jungkook cuando se le abalanza para besarlo con la boca abierta e introduciendo su lengua sin pudor alguno.

Jungkook aprieta sus manos en la camisa blanca que lleva el pelinegro, correspondiéndole el beso de inmediato, tomando por completo el contacto que el mayor le da porque él también lo había extrañado, el que fueran a universidades diferentes ahora, complicando el verse.

El castaño se estremece cuando las manos del mayor se cuelan debajo de la sudadera negra que lleva, su cuerpo tensándose de forma inmediata cuando toca aquella zona que todavía se siente resentida.

"Bebé, hyung está en casa, n-no podemos." Jungkook se intenta excusar con la presencia de su hermano en casa aunque sabe perfectamente que a su hermano le da igual lo que él haga con su vida y con su culo, sin embargo, Taehyung no puede verlo desnudo.

No cuando tiene su cuerpo lleno de hematomas y rasguños que aún no sanan por completo.

Jungkook se siente tan avergonzado de su vida actual, de cómo ha dejado que le arrebaten su vida y su toma de decisiones, pero de lo que más se avergüenza, es del estado en el que le permite a su hermano dejar su cuerpo.

"¿Te volvió a tocar?" Taehyung no espera por una respuesta porque sabe que el menor no se la dará o le mentiría, así que toma entre sus manos la sudadera y tira de esta hacia arriba. "Mierda, Kook, mierda."

Taehyung siente sus ojos llenarse de lágrimas al ver el estado del cuerpo de su novio, su abdomen y pecho se encontraban llenos de unos moretones horribles y sabía que ahora estaban mejor, porque ahora eran de un color verdoso y amarillento. Kim no quiere imaginarse en qué estado estaba el cuerpo de su novio hace unos días, porque si ahora se ven espantosos y se nota que ya están sanando, hace unos días debieron de estar horrorosos.

"Y-yo...perdón." Kook baja su cabeza, buscando así, escapar de la mirada que le dirige su novio. Se sentía jodidamente avergonzado, no quería que su novio lo viera en ese estado, no cuando cada uno de esos moretones evidenciaba cómo era su vida ahora, lo jodida que estaba.

"Mierda, bebé, no debes de disculparte conmigo." Tae toma a su novio de las mejillas, apoyando sus frentes. "Es solo que no es justo, no lo es en absoluto."

"Lo sé, p-pero yo no puedo hacer nada." El castaño quiere dejar el tema morir ahí, por eso, se acurruca entre los brazos de su novio, buscando el consuelo que antes sus padres se encargaban de darles.

Jungkook se había dado cuenta que la vida era complicada, demasiado para un joven de diecinueve años y huérfano, que además tenía un hermano abusador. El castaño se hizo consciente de la peor manera, que el mundo se movía con dinero y que los más fuertes eran quienes sobrevivían; él sin embargo, no tenía dinero y era el animal que estaba más abajo en la cadena alimenticia, su hermano sin embargo, era el rey de esa cadena y como todo ciclo natural, se encargaba de devorar al más débil.

Su cuerpo era la evidencia de eso, de que nunca podría luchar con nadie, que su voz nunca sería escuchada y que tendría que vivir siendo pisoteado por todos por el simple hecho de ser huérfano y no tener dinero.

"Buscaremos una solución, ¿cuántos llevas ahorrado?" Kim saca al menor de los dos de su escondite, su mente yendo a mil horas por minutos. "Yo tengo varios ahorros, podemos buscar un lugar donde te quedes."

Ah, a veces su novio era tan inocente.

"Está bien, Tae, no tienes que hacer esto." Kook le brinda una bonita sonrisa, aunque la felicidad no abarca su rostro y sus ojos se encuentran rojos por lágrimas que no quiere derramar. "Falta poco para que termine la carrera y así poder irme de aquí."

"Te faltan dos años y medio para terminar la carrera, mi amor." Taehyung toma al menor de las manos, buscando con esa acción, brindarle consuelo y apoyo. "Puedes buscar un lugar donde quedarte al menos, no sería la gran cosa, sólo una pequeña habitación." Taehyung suspira al ver que su novio no va a ceder. "Piénsalo siquiera, ¿sí?"

Jungkook asiente sólo por complacer a su novio, porque realmente él no haría tal cosa, no cuando sus ahorros estaban destinados para otra cosa que quería hacer apenas terminará la universidad, además de que no quería que su novio gastará sus ahorros en él.

No lo valía y Taehyung no era culpable de que su situación familiar fuera una mierda. A Jungkook todavía no le cabía en la cabeza como Taehyung no le había terminado, cuando tenía que soportar su pesada vida universitaria y lidiar a su vez, con la vida desastrosa de su novio.

En especial ahora que el tiempo de Jungkook era consumido por la universidad y su trabajo a medio tiempo, por lo que habían pocas ocasiones en las que se podían encontrar, eso agregándole que su novio estudiaba enfermería y por lo tanto, no tenía mucho tiempo.

Las cosas en su vida solo iban de mar en peor y Jungkook quería gritar, arrancarse el cabello y dejarse caer en su cama a morir de hambre, porque estaba tan cansado de vivir.

Se supone que la juventud era la mejor etapa de la vida pero para Jungkook esta se había convertido en un infierno y se preguntaba cuándo iba a perecer, porque eso era único que deseaba.

"Perdón por no pasar más tiempo contigo aún cuando has hecho espacio en tu agenda para verme." Jungkook se disculpa cuando ya se encuentra cambiado con su uniforme para ir trabajar. "Pero se me hace tarde para el trabajo."

Taehyung le brinda una sonrisa cuadrada que como en cada ocasión, hace revolotear el corazón del castaño.

"Sabes que no debes disculparte por eso, mi vida." Taehyung le brinda una pequeña y suave caricia en el dorso de la mano derecha del menor para posteriormente, llevar está a sus labios y dejar un casto beso que hace que las mejillas de Jeon se coloreen en un suave color durazno. "Puedo venir otro día o puedes venir a mi casa."

Jungkook sólo asiente, porque sabe que sus tiempos ya no son los mismos y que aunque ambos lo intentan, es casi imposible verse. Nuevamente aquellos pensamientos llegan donde se cuestiona el por qué Taehyung sigue con él, llenan su mente y no lo dejan tomar un suspiro, esas preocupaciones sumándose a las que ya tiene, terminando por agotarlo.

El pelinegro ve como su novio se queda mirando un punto fijo y se pregunta por qué últimamente su novio pasa en las nubes, en donde un brillo de melancolía invade sus ojos.

No le gustaba para nada el cambio que estaba teniendo Jungkook, sus ojos grandes, bonitos y expresivos, ahora solo estaban llenos de tristeza, su rostro que se veía saludable, ahora era uno pálido con unas grandes ojeras decorando la zona debajo de sus ojos; su cuerpo que siempre había sido menudo, ahora sintiéndose más delgado entre sus manos y estaba preocupado, jodidamente preocupado por él.

Quería llevárselo con él, alejarlo de todo aquello que lo lastimaba pero Taehyung no era iluso y sabía que hacer tal acción, necesitaba tener un trabajo estable, cosa que se le dificultaba por el tipo de carrera que estudiaba. Eso sumándole que su bonito novio era terco, tanto que nunca aceptaría tal petición, era esa la misma razón por la que Jungkook no se iba de su casa aún cuando vivía con un abusador que lo lastimaba a diario.

"Te acompaño al trabajo." El pelinegro se incorpora para posteriormente levantarse de la cama del castaño en la que estaba acostado.

"No, no te preocupes por eso." Jungkook rechaza la oferta enseguida, negando con su cabeza varias veces. "Debes de tener miles de cosas que hacer, no quiero retenerte más tiempo."

Kim hace una mueca, cosa que no pasa desapercibido por el menor. "Si me ofrezco a llevarte es porque puedo, koo, no porque me sienta en la obligación de hacerlo."

Y sabe que la ha cagado, sabe que no debería de ser tan condescendiente consigo mismo mas se le es imposible, porque los sentimientos que lo han abarcado desde hace meses no se han ido y solo van en aumento.

Jungkook sabe, sabe perfectamente que las cosas terminarán y que al final, quedará él solo, porque nadie merece cargar el peso que tiene en sus hombros, ni siquiera él. Y quizás suene sufrido pero no puede evitar sentirse así, tan derrotado por cosas que a la vez percibe que son insignificantes.

"Kook" Tae le habla bajito, acercando su cuerpo al del menor para así, poder abrazarlo e intentar quitarle así sea, un poquito del peso que el castaño lleva. "Recuerda que te amo y que estoy aquí para ti, para lo que sea."

Jungkook sonríe, aferrándose a ese abrazo, a ese cuerpo mas el peso se mantiene ahí y parece querer permanecer toda una vida, porque ni los abrazos cálidos pueden ayudarlo a tal escala.

"También te amo, recuérdalo." Jungkook murmura con voz rasposa, porque de repente quiere echarse a llorar. "Te amo demasiado."

Jungkook siente su corazón doler cuando ve a su novio partir, pero no tiene suficiente tiempo como para martirizarse con eso, debido a que no tenía dinero y tenía que recorrer aproximadamente doce calles para llegar a su trabajo, el cual era de mesero en una pequeña librería café.

Caminar las doce cuadras eran un martirio para su cansado y débil cuerpo, tener que despertarse todos los días a las tres de la mañana para que le diera tiempo de alistarse y llegar a la universidad a tiempo, lo tenía consumido, eso sumándole los viajes de cuatro horas de la universidad a su casa y viceversa.

Jungkook no sabe cuándo fue la última vez que durmió más de cuatro horas, mucho menos cuándo fue la última vez que se acostó sin que su cuerpo le doliera por los golpes sin fundamento de su hermano.

Su vida era un sinfín de tragedias y Jungkook sólo se preguntaba cuándo se iba a acabar su miseria, cuando lo que sea que existiera allá arriba lo iba dejar descansar.

Cuando llega a la librería-cafetería, no le dan ni siquiera cinco minutos para tomar un descanso de su ajetreada caminata, en seguida le toca pasar su tarjeta, donde se valida que ha entrado a trabajar y su día de infierno comienza.

Jungkook se mueve de un lado a otro, ya sea de la caja a la cocina y de esta a las mesas y así dura hasta las ocho de la noche, que es la hora en la termina su turno.

"Buenas noches, Seokjin hyung." Jungkook se despide con una corta reverencia y sale del local sin ni siquiera esperar la respuesta de su jefe.

"Buenas noches, Jungkook-ah" Namjoon se encuentra recargado en el costoso auto que siempre lleva consigo. "Hoy saliste tarde, ¿quieres que te lleve a casa?"

El castaño asiente, demasiado agotado como para no aprovechar tal oportunidad, sus pies agradeciendo el que hoy no tengan que realizar tal caminata. Namjoon sonríe ampliamente y los hoyuelos hacen presencia en cada una de sus mejillas.

Era atractivo, tanto que si no tuviera novio y estuviera tan enamorado de este, Jungkook aceptaría cada una de las invitaciones que el mayor le hacía. Sin embargo, su corazón le pertenecía a un bonito chico de cabello negro, un poquito largo y rizado, con una sonrisa bastante peculiar y Namjoon lo sabía, era consciente que el chico por el que se sentía atraído tenía novio y que además, estaba demasiado enamorado de él, como para mirarlo de otra forma.

Pero Namjoon era terco, igual o más que Jungkook y nunca se daba por vencido, así que siempre se pasaba al lugar donde trabajaba el castaño, para acompañarlo y ayudarlo en lo que más podía, eso sin segundas intenciones, sólo haciéndolo porque quería ver y pasar tiempo con el chico que le gustaba.

Namjoon pone el auto en marcha cuando ambos ya están ubicados en sus respectivos puestos; Jungkook se acomoda en el asiento, soltando un suspiro cuando su espalda toca el asiento mullido del auto.

"¿Hoy fue un mal día?" Namjoon cuestiona, dándole una mirada que no es correspondida ya que Jungkook tiene los ojos cerrados. "Sabes que si necesitas algo puedes pedírselo a tu hyung, Jungkook-ah."

"Lo sé, pero sabes que no es necesario, Namjoon hyung." Jungkook responde bajito, el cansancio de la semana cayéndole de un solo impacto.

"No necesitas darme algo a cambio si me pides algo, sabes que no soy ese tipo de persona."

Claro que Jungkook lo sabía, se percató de eso cuando nunca se sobrepasó con su persona, cuando en ningún momento hizo algo que lo incomodara, cuando respetó su espacio, sus decisiones y su relación.

Namjoon era una buena persona, que además de eso, le prometía un futuro comprometedor. Era hijo único de una pareja que era bastante reconocida en el mundo de la abogacía, su bufete de abogado era uno de los mejores y Namjoon hyung, era el heredero de tal gran bufete.

Muchas veces, le había ofrecido una vacante en el negocio familiar, porque Jungkook estaba en su quinto semestre de derecho y el que empezará a recolectar experiencia era algo que le servía para más adelante, pero Jungkook no se quería arriesgar a aceptar tal cosa y que las cosas entre ambos se confundieran, eso hasta que lo conoció a fondo y se dio cuenta que las cosas no era como él se las imaginaba, pero ya era tarde, ya un pasante había sido seleccionado.

Jungkook se queda dormido en aquel cómodo asiento de auto, su mente llegando a lugares donde quiere volver, porque muchas de esas memorias eran donde fue feliz, sus preocupaciones eran compartidas y él tenía donde apoyarse cuando se sentía solo.

Namjoon se apoya en el volante de su auto, minutos después de haber estacionado su auto al frente de la casa del menor, encargándose de reparar y admirar por completo cada una de las facciones del chico que dormía en el asiento de copiloto de su auto.

El castaño tirando a rubio suspira.

Jungkook era bonito, tan bonito que ni aunque su cuerpo se viera agotado, opacaría su belleza.

Era tan atrayente y cautivador que para Namjoon era difícil no verlo por más de dos minutos, quizás por más de cinco; le era tan complicado el simple hecho de tener que apartar su mirada de él.

Le gustaba tanto, que sentía sus penas como las suyas, que sus manos cosquilleaban en querer tocarlo y abrazarlo, reconfortarlo y aliviar cada uno de sus problemas para que volvería a sonreír como antes: de forma amplia y brillante, con esas arruguitas decorando sus ojos y nariz.

Ah...Si tan sólo a Jungkook le gustara un poquito.

Namjoon lo deja dormir media hora más, porque sabe que el menor tiene tarea que hacer y no quiere ser el culpable de otro peso en sus hombros, de aumentar su estrés.

"Koo, despierta, se hace tarde." Namjoon lo sacude suavemente, no intentando asustarlo y que quizás, termine con dolor de cabeza. "Jungkook-ah"

Namjoon pica su mejilla, buscando que así, la acción le incomode y se despierte pero su sorpresa es grande, cuando entre sueños, Jungkook busca su mano para apoyarse en ella y Kim es débil, tan débil ante el castaño que lo complace y le brinda esa caricia y calidez que busca.

Las mejillas de Kim se pintan de un escandaloso rosa cuando en un quejido, Jungkook busca más contacto de él.

"Hyung..." Jungkook se muestra sorprendido cuando al abrir sus ojos, el rostro del mayor se encuentra un poquito cerca, eso sumándole a la mano que acuna su mejilla derecha.

"Y-yo lo siento, i-intentaba despertarte." Namjoon tartamudea y se avergüenza más por el simple hecho de hacerlo, no creyendo que un adulto de veinticuatro años, tartamudee de esa forma. "Es solo que no despertabas y llevo media hora aquí."

Namjoon se quiere estampar su cabeza contra el volante, cuando Jungkook se reincorpora con sus mejillas coloreadas de un rosa, siendo evidencia, de lo avergonzado que se sentía por haberse quedado dormido y a percepción de él, hacerle perder su tiempo.

Ah, a veces era tan torpe.

"Perdón hyung, no sé cuándo me quedé dormido." Jungkook hace una corta reverencia, haciendo que sus cabellos despeinados se muevan y lo hagan ver tan jodidamente bonito. "Debió haberme despertado."

¿Cómo Namjoon no podría no caer por él?

"No pasa nada, Jungkook-ah." Namjoon rasca su nuca, cosa que Jungkook había aprendido a reconocer con la poca convivencia que habían compartido, que estaba avergonzado o nervioso. "Se notaba que estabas cansado y quería hacer esto por ti, ten una bonita noche."

Jungkook le brinda una amplia sonrisa y Namjoon se siente caer al ver esa sincera sonrisa colorear el rostro del menor.

"Tenga una bonita noche también, hyung."

El castaño entra a su casa intentando hacer el mínimo ruido, debido a que eran las nueve de la mañana y su hermano tenía un horario establecido: después de las nueve, no se podía hacer ningún tipo de ruido en casa.

Jungkook se quita los zapatos con cuidado cuando la calidez de su hogar lo recibe, para que así, sus pasos no retumben en el piso de madera, pero todo es en vano, porque su hermano, Jeon Seung, se encuentra de pie en el inicio de las escaleras, viéndolo fijamente.

"Se supone que tu trabajo termina a las ocho de la noche, Jungkook-ah." Seung le habla con un tono neutral, sin embargo, la mirada que le brinda es gélida. "¿Se puede saber por qué llegas a las nueve de la noche?"

Jungkook se tensa por completo, sabiendo lo que se viene y joder, él solo esperaba algún día el tener una noche tranquila. El castaño lo ignora e intenta pasar por su lado para subir las escaleras, mas su hermano mayor lo toma del cabello y tira de este con fuerza a tal punto que lo hace caer al suelo en un gemido de dolor.

"¿De quién es el auto que te trajo?" Cuestiona Seung, tirando de sus cabellos hacia arriba, para que así, conectar su mirada con la de su hermanito menor. "¿Acaso te estás vendiendo? No quiero un hermano prostituto, Jungkook."

El menor de los dos no dice ni una palabra, no queriendo desgastarse cuando sabe que sea lo que diga, su destino será el mismo, golpes y más golpes.

"¿No le responderás a tu hyung?" Seung le gruñe, tomando con más fuerza el cabello castaño del menor. "¿Acaso el hijo de puta con el que acabas de llegar ya te subió los humos, que ya te vale una mierda el respetar a tu hyung?"

La habitación se suma en silencio, Jungkook manteniéndose estoico a la espera de lo que sea que su hermano quiera darle, no luchando ya por lo inevitable.

El primer golpe no se hace esperar, Jungkook siente el puño de su hyung impactar con su mejilla derecha. El menor siente como sus ojos se llenan de lágrimas porque joder, duele demasiado mas no hace ningún sonido de dolor, por el simple hecho que no quiere complacerlo.

"Qué pensará Taehyung cuando se entere que su novio es un cualquiera, ¿uhm?" Seung se ríe cuando ve los ojos expresivos de su hermano menor, brillar en ira contenida. "¿Debería decirle? Que su lindo chupapollas personal está haciendo lo mismo con otros."

Oh, Jungkook tenía tan poca paciencia, tan poquita que en un rápido movimiento, quita la mano que su hermano tiene en su cabello para posteriormente levantarse y golpearlo.

"Deberías cuidar lo que sale de tu boca, hyung." Jungkook escupe en el suelo cuando el sabor de la sangre invade por completo su boca. "Recuerda que estás cuidando a tu jodido hermano menor, no queremos que se descarrile, ¿cierto?"

Ay Jungkook, a veces no aprendes.

Porque lo quise después de eso, Seung toma el cuerpo de su hermano como un saco de boxeo.

"Ah, m-mierda." Jungkook se queja cuando despierta con un fuerte gemido, su cuerpo sintiéndose jodidamente magullado, adolorido y entumecido. "Maldito animal."

Jungkook se incorpora poco a poco del piso de madera donde su hermano lo dejó después de molerlo a golpes, intentando no hacer movimientos demasiado bruscos para evitar lastimarse de forma innecesaria. Tenía que levantarse, debía de hacer las tareas que no pudo hacer ayer debido a este contratiempo y alistarse para cuando fuera hora para su trabajo, debido a que el fin de semana, su jornada laboral era completa.

Sube las escalera paso por paso, tomándose el debido tiempo, porque le duele así sea levantar el dedo y sabe que no podrá ir a trabajar en lo que fueran cuatro o cinco días.

Suspira.

"Eres un jodido idiota, no debiste de provocarlo." Jungkook refunfuña, hablando consigo mismo mientras hace el trabajo de subir las escaleras para ir a su habitación.

Al llegar a esta, busca en su mesa de noche, un pequeño botiquín que se ha acostumbrado a dejar ahí para cuando se presenten este tipo de situaciones y cuando se encuentra completamente curado y con una pastilla en su sistema para el dolor, se acuesta a dormir.

Jungkook despierta cuando escucha un ajetreo en su habitación, pasos que van de un lado a otro, como si estuvieran buscando algo en esta. Está por nuevamente a caer en un sueño profundo, cuando es consciente de lo que escucha, así que se incorpora rápidamente de la cama, porque piensa que quien está en su pieza, es su hermano que se ha escabullido a robarle el dinero que tiene ahorrado; mas su sorpresa es grande, cuando es su novio quien se encuentra en ella.

"¿Tae? ¿Qué haces aquí?" Jungkook se acomoda en una posición cómoda, mirando con extrañeza la presencia de su novio y es que este debería de estar en turno.

Taehyung no responde, solo sigue concentrado en terminar la acción que realiza, que es organizar la habitación del menor y es ahí, donde Jungkook sabe que su novio está enojado con él.

"¿Estás enojado?" Jungkook pregunta con voz chiquita, intentándose tapar con la sábana lo más que puede, porque no quiere que su novio vea completamente el estado en el que está.

"Claro que lo estoy, Jungkook." Taehyung suelta la camisa que estaba doblando para voltear a mirarlo, el castaño haciendo un puchero al ver la zona de sus ojos enrojecidos, señal de que había llorado. "Vas a tener dos días en el que no te habías comunicado conmigo."

¿Dos días? ¿Cómo que dos días? ¿Qué día es hoy? Mierda.

"¿Q-qué día es hoy?" Inquiere el menor de los dos, mordiendo sus labios en un acto de nerviosismo.

"Domingo, ya son las doce."

Jungkook jadea, levantándose de la cama en un gemido de dolor, su cuerpo encogiéndose y tensándose de forma inmediata debido a los bruscos movimientos que le hacen doler todo el cuerpo.

"Tranquilo, ya llamé a tu trabajo diciendo que estabas gravemente enfermo." Taehyung lo tranquiliza, levantándose del suelo para ir hacía el menor, tomarlo de los hombros y obligarlo a volver a acostarse. "Seokjin hyung dijo que no había problema, que regresarás cuando te sintieras mejor pero que sabías que esos días te los descontará del sueldo."

Jungkook suspira aliviado, la noticia haciendo que su cuerpo pierda un poco de tensión, mas esta regresa, cuando al alzar su mirada, ve la que su novio le está dirigiendo.

"No puedes quedarte más tiempo aquí, Jungkook." Taehyung habla serio y Jungkook sabe que esta vez, Kim no espera una respuesta como negativa. El menor tampoco tiene ganas de pelear, así que sólo asiente. "En una semana tendré todo listo, ve organizando tus cosas, te sacaré de aquí, kookie, lo prometo."

El castaño asiente, brindándole una amplia sonrisa a su novio, cosa que pone feliz al mayor, porque se acerca a besar al menor con cariño.

"Tendrás una mejor vida de ahora en adelante, ya lo verás."

Y Taehyung no sé equivocaba, tanto él como el mayor, tendrían una vida más tranquila, y cómoda.

Lo que Taehyung no sabía, es que Jungkook no lo haría con sus métodos, no, claro que no. Jungkook no quería ser un sacrificio para su novio ni mucho menos comprometerlo a algo que ponga en riesgo su exitosa carrera como médico.

"Tae, te amo." Jungkook murmura con voz llorosa. "Gracias por esto, por todo."

Se besan, cada uno interpretando el beso de manera diferente, uno de ellos viéndolo como esperanza, como el inicio de una nueva vida, mientras que el restante, lo ve como una despedida a sus tres años de noviazgo.

Esa noche hacen el amor con cuidado de no lastimar el cuerpo lastimado del menor, demostrándose en ese acto, el amor que se tenían el uno al otro; esa noche los ojos de Jungkook pasaron derramando lágrimas por las que Taehyung se disculpaba, aún cuando el castaño sabía que no era su culpa.

"Recuerda que te amo infinitamente, Tae." Jungkook peina los cabellos alborotados del mayor, quien se encuentra dormido. "Así que no me odies y sé feliz aunque duela mucho, ¿sí? porque yo lo intentaré.

Jungkook toma su celular cuidando de no hacer mucho movimiento y así, levantar a su bonito novio que dormía plácidamente y escribe un mensaje para ese número que no tiene agregado pero que conoce muy bien.

Tú.
¿Todavía sigue en pie la propuesta?
Porque quiero aceptarla, Namjoon hyung.

Porque Jungkook a los diecinueve años se dio cuenta que el mundo es cruel y que la única manera de sobrevivir es teniendo poder o dinero y él lo haría, se convertiría en una persona fuerte para no tener que mantenerse por más tiempo al final de aquella cadena alimenticia.

Aunque le toque sacrificarlo todo, aunque le toque abandonarlo todo.

Él lo haría, como sea, como diera lugar.

Jungkook se volvería poderoso y escaparía de las garras de su hermano.

Jungkook vuelve al trabajo después de cuatro días de estar en cama y ponerse al día con la universidad.

Era jueves, el día que había quedado a cenar con Namjoon hyung, debido a que iban a formalizar la propuesta que Jungkook había aceptado aquella madrugada del domingo.

Ese día iba a ser terrible, las nubes oscuras en el cielo solo lo confirmaban. Faltaban menos de diez minutos para que su turno acabará, así que se encontraba limpiando las mesas que se le habían asignado el día de hoy, para así, ir al vestido y cambiarse.

Ocho minutos después, se encuentra ya en los vestidores del personal, cambiándose, colocándose lo más decente que puede, porque hoy era una noche primordial para Jungkook, era la noche decisiva que influiría en el resto de la vida de Jungkook.

Jungkook sale del restaurante cuando ya está arreglado, sonriendo con timidez, cuando se percata que Namjoon ya se encontraba afuera esperando por él con un paraguas.

"Hola hyung." Jungkook lo saluda cuando se acerca al mayor, con una bonita sonrisa que hace que el corazón de Namjoon brinque.

"Hola Jungkook-ah, me alegra saber que aceptarás." Namjoon toma la mano del menor y lo lleva al auto para que suba a este y así, poder partir al restaurante.

Taehyung corre debajo de la lluvia, era demasiado tarde para que una persona normal anduviera en la calle, en especial con el espantoso clima que estaba haciendo, pero poco le importaba. El pelinegro acaba de salir de su turno y apenas recibió la noticia que tanto había esperado, se dirigió a la casa de su lindo novio a darle tal noticia.

Kim se preguntaba si se alegraría igual o más de lo que él lo estaba.

"Espero que al menos sea de su gusto." Taehyung habla consigo mismo, llevando su mano al bolsillo donde guardaba una cajita con algo que esperaba hiciera a su novio saltar de alegría.

Ah, a veces Taehyung era tan inocente y poco realista.

Sonríe cuando llega a la casa de su novio, está borrándose de su rostro cuando ve a su novio bajar de un lujoso auto el cual Taehyung desconocía.

"¡Jungkook!" Taehyung lo llama, trotando hasta donde se encontraba el menor. "¿Dónde esta-

"Tae, me voy a casar." Jungkook lo interrumpe, mostrándole la bonita sortija que tenía en su dedo anular de la mano izquierda.

Taehyung a veces pecaba de ingenuo.

"Ya me podré ir de casa y tú no tendrás que sacrificar ni preocuparte por nada." Jungkook exclama demasiado emocionado y quien es Taehyung para acabar con esa felicidad. "¿Acaso no es genial- Tae, ¿Estás bien?"

Taehyung asiente, brindándole una amplia sonrisa y agradece que esté lloviendo, para que así, Jungkook no pueda ver como las lágrimas bajan por sus ojos. Su mano se aprieta con fuerza en aquella caja que al parecer permanecerá por siempre en su bolsillo, porque Jungkook cargaba una sortija y no había lugar para la suya ahí.

"Me alegra escuchar eso, Kookie." Taehyung habla suave aun cuando sabe que quizás la lluvia no permita que se escuche lo que dice, mas le sonríe, porque no quiere que Jungkook lo vea triste.

Había sido demasiado iluso pensando que un compromiso lo arreglaría todo o al menos no un matrimonio con alguien como él, siendo un estudiante que dependía económicamente de sus padres y que lo poco que ganaba, lo ahorraba con la ilusión de así, pagar su especialización cuando terminara su internado.

Jungkook le devuelve la sonrisa y ambos deberían de hacer audiciones para algún papel, porque son tan buenos actores.

"Y-yo te lo iba a decir mañana."

"Está bien, Jungkook, es lo mejor para ti."

Eso, como él decía, estaba bien, Taehyung se dice así mismo, tenía que dejarlo ir aun cuando no quería, aun cuando se había aferrado a él por tanto tiempo, tenía que dejarlo ir. Porque Taehyung sabía que era la única forma de hacerlo feliz, de sacarlo de ese infierno.

Así que, Taehyung vuelve a sonreír, esta vez de forma más sincera a quien era su primer amor.


28 Août 2021 07:22 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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