No es fácil ponerse frente al ordenador y empezar a escribir un libro, se requiere mucha habilidad, paciencia y dedicación y sobre todo tener ideas claras que inspiren, que nazcan de una mente lúcida.
Es un don la escritura donde las letras hablan transmitiendo el mensaje de la mente, donde las ideas y los conceptos se vuelvan luz y la mente se abra a la inspiración del escritor
Y aquí estoy sentado, una mañana de junio, frente a mi portátil, escuchando música que me inspira a escribir el manuscrito de introducción de un concepto que viene golpeando mi mente desde hace meses acerca de las fronteras que delimitan el bien y el mal.
La 7ª frontera, ese título me encanta, porque nos va a conducir a través de la sabiduría Salomónica, acerca de siete elementos que nos habla de aquellas líneas que no hay que cruzar y de las consecuencias y responsabilidades que tenemos que enfrentar al osar traspasar las barreras del bien y de mal.
Muchas veces nos mantenemos al límite de la frontera, en el borde transversal de los territorios prohibidos donde los pensamientos se funden y se confunden alterando la realidad.
En este libro las ideas y los pensamientos tratan de formar una unidad indivisible que nos guie como un compás a través de las Escrituras Bíblicas y de la sabiduría Salomónica, obteniendo un sentido vivo real y coherente que nos encauce en los surcos derechos de Dios.
Abriendo las puertas del cielo que nos muestran el corazón Divino y la estructura de sus pensamientos revelados y entendidos a través de la mente de Salomón y de sus Proverbios, los cuales si los seguimos humildemente nos podrán proteger del mal.
Los escritos Sagrados tienen como función enseñarnos el camino adecuado y las fronteras limítrofes que separan el bien y el mal, conocimiento que debe ser comprendido según nuestro libre albedrio para que con el conocimiento adecuado pongamos en práctica
En los tiempos que corren existe una sin fin de filosofías sedo espirituales que nos llevan a una confusión mental conforme a principios “espiritistas ocultos” sin calibrar ni examinar la “fuente de ese conocimiento”.
Así pues, redactare la importancia de examinar todas las cosas para poder retener lo bueno y no desviarse hacía “energías oscuras” que desean que les entreguemos nuestra voluntad a cambio de “alcanzar sabiduría” por caminos equivocados de “rebeldía” y “cruzando las líneas” no autorizadas.
De allí la importancia de conocer las 7 fronteras que nos separan de la oscuridad y cuidarnos mucho de no cruzarlas.
EL AUTOR
Merci pour la lecture!
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