Me encontré en esa noche tan fría, el viento soplaba fuertemente, mis pies temblaban, mi respiración inquieta, mi mirada al cielo, esperando tu aparición, pero, el cielo se nubló, No viniste, No te vi, Y ahora no se en que cielo brillas ó Luna, al parecer este lobo no merece tu brillo, O quizás esa luna no merece este amor tan feroz, Quizás la niebla era necesaria para ver que tan dispuesta estabas a iluminarme sin importar qué pasará, pero no fuistes capaz de quedarte un rato más, y te fuistes, Ya vendrán otras lunas, o quizás ya no, porque no quiero la luna que me dejó y no quiero otra luna más.
Mi camino continúa en este valle tan frío sin ti, Gracias ahora iré por esta vida, recordando que estuve para ti hasta el día en que no estuviste para mí.
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