Reflexión Suivre l’histoire

Todo en la vida comienza de alguna forma, por algunas razón, por algún motivo; sin embargo, esos grandes o pequeños comienzos siempre deben ser provocados por algún impulso, como diría alguien importante "a toda acción corresponde una reacción". Si no se provoca, aquello bueno o malo, jamás se dará. ¿Lo peor de eso? Bueno, lo peor es que jamás sabríamos si esa cosa o evento que empezará será bueno o malo, y, lamentablemente, mucha gente se queda con el "qué pudo haber pasado", y eso es algo que me aterraba, pero, a su vez, me aterraba más el dar el primer paso.

Déjame contarte una historia de mi yo del pasado.

¿Por qué tanto miedo?

Hola, mi nombre es Max. en aquel momento era un chico un poco tímido, pero muy seguro... bueno, algo seguro... bueno, sí, muy inseguro. Era inseguro en lo que quería en muchos aspectos tanto de mi persona, mi vida; el tomar riesgos o decisiones importantes no era lo mío; sin embargo, había algo en lo que estaba completamente seguro que quería, y eso era poderle hablar a la chica que me gustaba.

Tenía 15 años y en aquella época era demasiado torpe en esas cosas del amor y "tonterías" como solía decir mi amigo, Jorge. Mi amigo era siempre muy seguro y decía que el amor era algo que yo mismo debía buscar, y aunque le pregunté a él porqué no tenía novia, siempre me decía que cuando quisiera a alguien, él mismo la buscaría y se lo diría, que mientras nos debíamos enfocar en el fútbol. Es cierto, no lo mencioné, pero era muy bueno en eso.

Había una chica en mi salón que me gustaba mucho, pero nunca había tenido el valor para decírselo, y tampoco quería que pensara mal de mí. El punto es que me gustaba esta chica desde hacía un tiempo, pero no me atrevía siquiera a acercarme y decirle un simple "hola", y siento que, posiblemente, si lo hacía lo más seguro es que me dejara de hablar... ¡Qué estupido! ni siquiera hablábamos jaja bueno, mi miedo era que se alejara y así perder una oportunidad con ella. Jorge me había dicho que tenía que decirle lo que sentía o alguien más lo haría. El problema es que cuando pasaba junto a mí, me encantaba, me gustaba el olor de su perfume, me perdía solamente al oler el maravilloso perfume que venía de su cabello, tanto así que, cuando me daba cuenta, ella ya había pasado y mi oportunidad siempre se iba porque me distraía en todas las cosas buenas que ella transmitía con su sola presencia... No sé, siento que estaba loco al pensar así con tan sólo tenerla cerca, eso y que yo sólo comenzaba a decir palabras que ni entendía en aquella época ¿transmitir? ¿qué rayos significaba eso?

Todo iba tan bien con este amor secreto que tenía con esta chica, aunque ella no lo supiera, era extraño, pero esa curiosa relación que teníamos... bueno, solamente era desde mi perspectiva, ya que ella no sabía nada...bueno, el punto es que eso que tenía me hacía sentir cómodo, no sentía que tuviera que hacer algo más; sin embargo, las cosas iban a cambiar después.

Al paso de un tiempo sin hacer nada mi amigo Jorge se desesperó por mi situación. Estábamos en un receso, cerca de unas escaleras.

.- ¿Sabes qué? voy a hacer algo porque me desesperas bastante - dijo Jorge mientras se sentaba en el tercer escalón de dicha escalera.

.- ¿A qué te refieres? no quiero hacer nada, estoy cómodo a cómo estoy con ella - dije mientras me sentaba a su lado.

.- ¡Pero ella no sabe de tu existencia! - gritaba mi amigo.

.- ¡Lo sé! pero creo que así estamos bien - le respondí mientras miraba el suelo.

Mi amigo se paró en ese momento y se fue. No lo volví a ver sino hasta el día siguiente.

Después de aquella, no sé cómo llamarla ¿pelea?, mi amigo comenzó a hablar con aquella chica un día después de nuestra plática. Jorge me decía que él solamente iba con ella para hablarle bien de mí, cosa que creí porque ¿por qué debía pensar diferente?. Jorge platicaba mucho con ella desde ese momento, se hicieron buenos amigos y yo pensaba que mis oportunidades de poder tener alguna relación con ella se hicieron enormes. Jorge me comentaba todo lo que platicaba con dicha chica, y me gustaba esa forma de tener nuestra relación, era muy cómodo.

No tardó mucho y Jorge lo consiguió, logró que pudiera hablar a solas con ella. Esta chica me envió una carta con él para reunirnos después de clases. En ese momento, pensé que nuestra relación iba a avanzar al siguiente pasó, que las cosas iban a ser con mucho más contacto y que, posiblemente, dejaríamos de molestar a Jorge tratándolo como un mensajero. Todo ese día no podía pensar en nada más que esperar el que las clases terminaran para poder ir con ella y que por fin nos hiciéramos novios. Pasó el tiempo, terminaron las clases y la hora llegó.

Punto de quiebre

Cuando terminaron las clases en aquel día nublado, yo me dirigí primero al lugar de encuentro. El lugar era bajo un árbol con dos bancas que estaba cerca de la entrada, así que supuse que terminando de declararnos, podríamos irnos caminando platicando acerca de muchas cosas.

Yo llegué primero al punto de reunión y esperé un poco. Vi como mi amigo se dirigía a la puerta mientras me decía "¡suerte, bro!" , y yo le respondía que sí con la cabeza. Toda parecía muy perfecto, y la verdad lo era, por fín iba a ser novio de la chica que me gustaba; que me había gustado por mucho tiempo atrás. Esperé 10 minutos y ella llegó.

.- ¡Hola! - dije tartamudeando mientras permanecía sentado en una banca blanca.

.- Mmm... Hola - respondió ella mientras se sentaba en la otra banca.

.- Jorge me dio la carta, y, la verdad... tengo mucha pena... pero... quería decirte que... - le comenté mirando el piso mientras entrelazaba mis dedos rápidamente.

.- ¡Espera! No sé lo que crees del porqué te he llamado aquí - me interrumpía ella sin mirarme.

.- Claro, es muy pronto para decirlo, mejor platiquemos un rato y después nos hacemos novios - dije aun sin mirarla.

.- ¿Perdón? ¿cómo? ¡espera! ¿qué te dijo Jorge? - me preguntó mirándome.

.- Jorge no me dijo nada, sólo me dio la carta y ya - le mencioné mientras seguía mirando hacia el piso.

.- Mira, no lo quiero hacer más largo. Estoy aquí para pedirte que te alejes de Jorge, ahora es mi novio. Me comenta que yo te gusto y que lo molestas mucho con preguntas sobre mí y esas cosas; así que te voy a pedir, por favor, que te alejes de nosotros - me dijo mientras se paraba de su banca.

En ese momento no sabía que pasaba, pero mis ojos se pusieron llorosos.

.- pero... no... Jorge me dijo que te hablaría bien de mí y así después podríamos conocernos - le mencioné con la voz quebrada.

.- Yo no sé la relación que tienes con Jorge, pero él me ha hablado muy mal de ti, de que eres controlador, presumido y muy mala persona, que se juntaba contigo porque le daba pena el ver como a todos les caías mal... fue lindo de su parte - comentó ella mientras se volvía a sentar en la banca.

.- No... eso... no... yo no soy así - mencioné mientras aun miraba al suelo.

.- Para serte muy sincera, me gustabas antes, me parecías una persona genial y me daban muchas ganas de hablarte, y cuando por fin me decidí a hacerlo Jorge me habló ese día - contaba parándose de nuevo de la banca. - y ya, yo creo que es todo lo que te tenía que decir. Por fas, ya no te nos acerques - dijo finalmente para después alejarse.

yo todavía no entendía mucho el qué estaba pasando, solamente miraba a lo lejos el cómo mi amigo se asomaba desde la entrada para tomar de la mano a la chica que me gustaba desde hacía mucho tiempo atrás e irse juntos.

Ese día me odié mucho porque no pude jamás identificar las acciones que mi amigo estaba tomando en contra mía. Mi timidez no me dejó ver lo que de verdad hubiera podido pasar si yo me hubiera acercado cuando le gustaba. Hoy en día son son felices juntos, y yo sigo solo.

Esta historia no se supone que fuera linda. El propósito de esta historia es evitar que a alguien le pase lo que a mí. La reflexión es que jamás debemos dejar pasar las oportunidades que la vida nos ofrece, debemos tomarlas con valor, determinación y muchos riesgos. A lo mejor y las cosas pudieran salir aun mejor de lo que esperamos. para que quedarnos con el "que podría pasar" o el "qué pudo haber pasado", yo creo que debemos preferir descubrir con hechos lo que esos mismos "riesgos" nos deparan.