Taehyung vivía con su madre Lee YangMi, una talentosa actriz en el cine coreano, y su padre Kim ChungHee, un escritor famoso, y su hermano mayor Minho. A la vista de todos eran la familia ideal, poseían belleza y dinero, todo lo que cualquier familia coreana anhelaría. Lamentablemente no todo es tan perfecto como lo aparentaban.
Minho fue diagnosticado con autismo, lo cual es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta en la manera que la persona percibe y socializa con los demás. Sus padres lo consideraban una aberración de la naturaleza, la cual manchaba el nombre de la familia Kim. Constantemente recibía maltratos por sus padres, le pegaban y lo trataban como si fuera un objeto, ni siquiera tenía su propia habitación. Dormía en el piso y comía sin cubiertos, orinaba en un diario que él mismo tenía que tirar. Durante las noches que sus padres salían lo encadenaban a un árbol del jardín y lo dejaban ahí en la fría noche, lamentablemente el jardín estaba con cercas enormes que no permitían ver el exterior y viceversa así que nadie era consciente del maltrato que sufría el joven Kim.
Luego de que Taehyung nació, sus padres le prestaron mayor atención a su nuevo hijo, pero esa paz duro menos de 5 años. Cuidaban del pequeño con sumo cuidado y lo trataban con mucho amor, la madre le cantaba canciones para dormir y su padre lo llevaba a pasear al parque cada vez que podían. Cuando el menor de los hermanos ya tenía edad suficiente para satisfacer sus necesidades principales por su cuenta, los padres volvieron a desencadenar su ira sobre el pequeño Minho. A veces maltrataban al mayor frente a su hermanito por cometer algún error como muestra de lo que se recibía al equivocarse.
-¡Mira lo que hiciste idiota!- Grito su madre pegándole una cachetada a Minho
-Mami...-Intento intervenir el pequeño Taehyung
-¡Tú te callas Taehyung!- Su madre agarro un guante rosa y se lo puso -Claro, como su padre no está yo me tengo que hacer cargo de su estúpido fenómeno- Agarra la oreja de Minho y el niño se queja -Soy una talentosa actriz, no una sirvienta, pero aquí estoy cuidando de dos mocosos. Este trabajo es de una ama de casa, pero claro como ChungHee es un inútil que no puede conseguir un mísero centavo para pagarle a una mugrosa mujer-
La mujer empuja a Minho y presiona su mejilla contra el suelo, la punta de su tacón daña la mejilla del pequeño. Su cabello y mitad de su cara estaban bañados en el jugo de manzana que había empujado sin querer cuando hablaba con su hermano y a su vez la cual fue la principal causa del enojo de su madre.
-¿Sabes quién va a limpiar este desastre?- Aplasta con más fuerza la mejilla de Minho - ¡Tú! Asqueroso bueno para nada, eres una mierda insignificante- Jala los cabellos de su pequeño -Quiero que esto lo limpies con la puta lengua, vas a tomarte hasta la última gota y ni se te ocurra escupirlo-
-Mami...creo que...-
-¡Te dije que cerraras la puta boca! Ahora deja de joderme y ve a prepararte para la entrevista- Taehyung corre a su habitación
El pequeño lloraba desconsoladamente por su hermano, se sentía pésimo por no poder ayudarlo. Aun con lágrimas en sus ojos busco el traje que su madre había preparado para él, hoy supuestamente iban a ser entrevistados por una famosa entrevista porque eran considerados la "Familia ideal" de Corea. Su conjunto se basaba en una camisa blanca lisa, un saco de color negro al igual que los pantalones, un pañuelo rojo como decoración en el bolsillo delantero del saco y unos zapatos negros relucientes. El pequeño se peinó con un peinado que dejaba su frente al descubierto, su castaño cabello brillaba debido al gel y una vez listo se lavó su cara para borrar los restos de lágrimas.
-TAEHYUNG- Escucho a su madre llamarlo y bajo corriendo las escaleras hasta la sala. Ahí estaban su madre junto a una correa de perro y su hermano sentado en el piso con la boca sucia -Querido, necesito prepararme y no pienso dejar a este fenómeno solo. Así que tú te encargaras de encadenarlo al árbol mientras yo me preparo, en cualquier llegara tu padre con un chofer para llevarnos a la entrevista.
-¿Minho no va a ir?-
-No merece asistir a tal evento después de tan terrible comportamiento, diremos que se enfermó y lo dejamos con la ama de casa- Le ofreció a Taehyung la correa y este acepto -Atalo con fuerza, que no te de miedo ahorcarlo.
Ambos jóvenes salieron y fueron víctimas de una fuerte ventisca. Los pequeños se acercaron al árbol solitario, no tenía casi hojas debido a que ya casi era invierno y se notaba en el ambiente. Taehyung afirmo su agarre a la correa, temblaba y tiritaba del frio. Sintió una mano en su hombro, se giró a ver a la persona y ante sus ojos estaba el rostro sucio de su hermano con una pequeña sonrisa. Sus ojos expresaban tristeza y cansancio, una mirada vacía y sin esperanza, y de sus labios salió un sutil "Esta bien". La mano de Minho agarro la correa y dirigió la mano de Taehyung a su cuello donde había un collar de cuero, ataron el collar a la correa y Minho camino hacia el árbol, se sentó esperando a ser atado.
-¿Por qué? ¿Por qué no haces algo?- Leves lagrimas mojaban las mejillas del castaño -¿Por qué solamente asumes todo? ¿Acaso no piensas defenderte?
Consiguió como respuesta la mano de su hermano sobre la suya, lo miro con sus ojos empañados en lágrimas y este solamente asintió y miro al césped. Taehyung ato, con pena y desgane, la correa al árbol y salió corriendo a la sala. Luego de un rato se escuchaban los tacones de su madre resonando contra el piso de madera, la mujer llevaba un vestido violeta rojo de mangas largas y la falda estaba tres centímetros por encima de las rodillas, los zapatos dorados combinaban con sus joyas y llevaba un tapado negro con felpudo.
-Tu padre no tardará en llegar Taehyung. Ah, y que recuerda que ante todo una sonrisa debe haber en tu rostro- Su madre agarro su celular y le envió un mensaje a su esposo.
Después de unas horas ya estaban todos en la entrevista, era una sala muy hogareña y frente a ellos había una entrevistadora de largos cabellos morenos y un joven de piel morena.
-Buenos tardes, bienvenidos a nuestra entrevista con la famosa y adinerada familia Kim- Comenta la joven mirando a una cámara -Mi nombre es Sunmi, él es Namjoon y juntos formamos parte de la grandiosa revista "NEWS FOR YOU", hoy tenemos la oportunidad de ser los entrevistadores de tan adorable familia. ¿Podrían presentarse?- La joven mira a la familia con una sonrisa y sus ojos en forma de medialuna.
-Me presento, mi nombre es Kim ChungHee y soy el padre de esta gran familia. Ella es mi esposa Lee YangMi y él es nuestro hijo Kim taehyung- Sonríen todos
-Oh, pero señor Kim- Interrumpe Namjoon -Tengo entendido que ustedes son una familia de cuatro-
-Oh si, nuestro adorable Minho- Contesta la madre con un tono meloso -El pobre estuvo enfermo los últimos días y hoy no se encontraba muy bien, decidimos que lo mejor era que reposara por su bienestar-
-¿Su hijo está solo en casa? ¿No era más seguro si se quedaban con él, señora Kim?- La entrevistadora presiona un poco a la familia.
-Querida, mi hijo no está solo, se quedó con su niñera. ¿Parezco una madre tan irresponsable y cruel?- Acariciaba los cabellos de su hijo.
-Claro que no señora, solamente estaba preguntando sobre el hecho- Sunmi se excusa, sabe que fallo en su misión.
-Señor Kim, usted es un famoso escritor- El hombre asiente -Hay rumores de que sus obras son en realidad plagios de otros jóvenes artistas que son sobornados por usted, ¿Es cierto?-
-Por supuesto que no, le puedo asegurar a todos los presentes que mis obras son cien por ciento auténticas- Lleva su mano al pecho.
-Por supuesto señor- Asiente Namjoon -¿Señora Kim, que se siente ser la madre de dos hermosos varones?-
-Oh bueno, es una gran responsabilidad, pero a su vez es una bendición inmensa- Abraza a Taehyung -Mis hijos son mis mayores tesoros, son mis angelitos- Sus ojos se cierran debido a su sonrisa -Aparte estoy muy orgullosa de tener hijos tan prodigiosos como mis pequeños-
-¿De verdad? ¿Qué talento tienes Taehyung?- Pregunta Sunmi entusiasmada.
-Me gusta tocar el violín, practico todos los lunes y viernes- Comenta serio.
-Fascinante, con tan solo 5 años eres capaz de tocar un instrumento tan complicado- Namjoon alaba al pequeño Kim.
-¿Y el joven Minho, tiene algún talento?-
-Bueno...- Taehyung intenta responder, pero su madre se adelanta.
-Es un gran actor, adora imitar a muchos animales-
-Qué maravilla, actor como su madre. De seguro Minho es su mayor orgullo-
-Claro que lo es, es una alegría inmensa que mi pequeño siga mis pasos-
-Bueno, siguiente pregunta- Namjoon da vuelta a un papel -Últimamente han ocurridos varios casos de violencias domesticas en los últimos años ¿Cuál es su opinión ante aquello?-
-Creemos que es una situación de gran gravedad, saber que aquel lugar donde deberías estar seguro es peor que el mundo exterior debe ser un infierno para cualquiera- Habla Kim mientras abraza a su familia -De tan solo imaginar que mi familia pasara por eso se me rompe el corazón-
-Sinceramente no entiendo como hay personas que pueden dañar a sus propios seres queridos, madres que lastiman a sus pequeños no merecen ser llamadas madres- Llora la mujer.
Taehyung mira a sus padres, está confundido.
La entrevista transcurrió normal, la familia se mantuvo siempre atenta a cualquier movimiento por parte de los entrevistadores. Para suerte de la familia nadie descubrió nada, y todo termino con una foto de la familia y como título de la revista "La familia modelo del año".
❄⛄❄
Taehyung no soportaba ver como su hermano sufría, pero a la vez tenía miedo de que sus padres lo castigaran y golpearan. A veces solamente subía corriendo a su habitación asustado y cerraba los ojos mientras se abrazaba a si mismo deseando que nada de eso fuera real. Con solo 8 años Taehyung había presenciado actos inhumanos por parte de sus padres hacia su hermano, cada día había un nuevo hematoma en el cuerpo del pequeño. A escondidas Taehyung lo acompañaba en las noches para que no lloraba sino su padre le iba a pegar con el cinturón por hacer ruido, se sentía mal por su hermano. Trataba de calmarlo con canciones que su madre le cantaba o le contaba historias que su padre le había dicho, el hermano mayor estaba fascinado con todo y por primera vez se sentía amado.
-Minho, ¿Quieres que te cuente otra historia?- Taehyung miro a su hermano, ambos estaban acostados en la cama del más pequeño. Minho apreso el peluche de dinosaurio que su hermano le había regalado a su pecho.
-Sí, Minho quiere otro cuento-
-¿Te parece el cuento de "La niña de los cerillos"?-
-Sí, "La niña de los cerillos", un cuento infantil para navidad donde la moraleja es que debes ayudar a los necesitados. "La niña de los cerillos".
-Bueno, voy a comenzar a leer Minho...- Agarra el libro.
"Era la última noche del año, ¡Víspera de año nuevo y hacia mucho frio! Nevaba y pronto iba a ser de noche.
En el frio y la obscuridad, [...] La niña vagaba por la calle con sus pies descalzos, los cuales estaban azules por el frio. En su viejo delantal llevaba varios cerillos y tenía un manojo en su mano. Había sido un mal día para ella; nadie le había comprado ni un cerillo y no había ganado ni un centavo. Tenía mucha hambre y frio, y se veía muy débil."
Taehyung miro a su hermano quien estaba atento a la lectura, sus ojos brillaban cada vez que su hermanito narraba tal grandiosa historia.
"[...] Ella se sentó en una esquina y trato de calentarse entre dos casas. Sintió más y más frio, pero no se atrevía a volver a la casa porque no había vendido ni un cerillo. Su padre la podría golpear y, por otro lado, hacia frio en la casa también.
Sus manitas estaban casi muertas por el frio. ¡Un cerillo encendido por lo menos la ayudaría! ¡Si tan solo pudiera sacar uno del manojo, encenderlo contra la pared, y calentarse los dedos!"
Taehyung relataba cada momento con gran detalle, su narración cautivaba a cualquiera. El corazón de su hermano palpitaba fuertemente con la lectura, no importa cuántas veces leyera el libro siempre lo emocionaba como si fuera la primera vez.
"Entonces saco uno. ¡Como encendía! Era una llamita suave [...] A la niña le pareció que estaba sentada frente a una cocina de hierro grande con cacerolas y ollas con perillas de metal pulido y brillante. La niña había apenas estirado sus pies para calentarlos, cuando la llama se apagó y la cocina desapareció.
La niña encendió otro cerillo que brillo [...] podía ver un cuarto donde había una mesa cubierta con un mantel blanco y un juego de porcelana fina. Había un ganso asado, relleno de ciruelas y manzanas, que llenaba el cuarto con un delicioso aroma.
Entonces el cerillo se apagó y no quedo nada, excepto la helada y gruesa pared.
Ella encendió un tercer cerillo. Inmediatamente se vio sentada bajo un magnifico árbol de navidad. [...] Miles de velas estaban encendidas sobre las ramas verdes, y parecía que todas las figuras de colores le sonreían. La niña levanto ambas manos y el cerillo se apagó. Las velas de navidad se elevaban más y más alto, y entonces ella se dio cuenta que eran las estrellas. Una de ellas cayo, dejando una larga línea de fuego en el cielo."
Ambos hermanos miraron a la ventana, el cielo oscuro decorado con las brillantes estrellas.
-Algún día Minho ira con TaeTae allá- Comento ilusionado el mayor.
-Claro que si Hyung- Sonrió Tae con amor reflejado en sus ojos.
"[...] su abuela, quien ya había muerto, solía decirle: "Si ves caer una estrella quiere decir que un alma va para el cielo".
Raspo otro cerillo en la pared, el cual le dio magnifica luz. Esta vez, en medio del resplandor, ella vio a su abuela. Se veía tan dulce y tan radiante.
De pronto, ella encendió el resto del manojo de cerillos porque quería seguir viendo a su abuela, y los cerillos brillaron gloriosamente, más que la luz del día. Nunca había visto a su abuela tan alta y tan hermosa. Ella tomo a la niña en sus brazos y las dos volaron llenas de radiante felicidad, más alto y más alto hasta donde no hacía más frio, no se sentía más hambre y no había más sufrimientos. Ellas estaban en el paraíso.
En el frio, temprano por la mañana, la niña seguía sentada en la esquina entre las dos casas. Sus mejillas estaban rosadas y tenía una sonrisa en sus labios. Estaba muerta, congelada por el frio en la víspera de año nuevo.
[...] nunca nadie supo las hermosas cosas que ella había visto, ni en que resplandor había entrado en el año nuevo con su vieja abuela."
-Fin...- Taehyung miro a su hermano, le sonrió y este se la devolvió -Sera mejor que vallamos a dormir, hyung- Taehyung se levantó, guardo el libro y cerró la puerta con llave para que su madre no los descubriera a la mañana siguiente. Los dos hermanos se acostaron en la cama del pequeño Kim y durmieron juntos, abrazados.
❄⛄❄
Era sábado, la familia Kim estaba almorzando en su gran mesa, la comida estaba servida en unos platos de porcelana con detalles dorados y rosados; al lado de ellos, en el piso, estaba el mayor de los hermanos Kim. A diferencia de los demás él comía en un plato de plástico apenas limpio, no tenía cubiertos y el aspecto de la comida era pordiosero.
-Esta exquisita la comida querida, de tus mejores platos- El padre se regocijaba de alegría al sentir tal maravilla en su paladar.
-Gracias querido, ¿Taehyung esta rica la comida?- El niño asiente con su mirada fija en Minho.
-Mami, ¿Por qué Hyung no puede comer con nosotros?-
-Oh querido, ¿Viste al perro de los Choi comer con ellos en la mesa?- El pequeño niega -Entonces Minho tampoco debería comer con nosotros.
Taehyung solamente mira su comida, casi ni la había tocado, no tenía apetito. Miro el plato de su hermano, simulaba ser carne pero el olor putrefacto y la consistencia del alimento le demostraba lo contrario. Sintió lastima por su hermano y, cuidándose de no ser visto por sus padres, agarro un pedazo de carne y lo guardo en una servilleta.
-Bueno, creo que ya todos terminamos- Soltó el padre después de ver que su pequeño Taehyung no pensaba comer.
-Tú, mugroso, termina de una puta vez eso y levanta la mesa. Ah, y quiero que todos los utensilios estén tan brillantes que me pueda ver reflejada en ellos- Dice Yangmi cuando pasa al lado de Minho.
-Bueno, yo me voy a mi estudio- El padre se levantó y se encerró en su despacho.
-Taehyung, tú ve a tu cuarto a hacer los deberes- La señora Lee se fue taconeando hasta su habitación, esta noche iba a salir con unas amigas y debía estar radiante porque nadie debe ser más bella que ella.
-Hyung, ten- Taehyung le dio el pedazo de carne, el cual fue devorado por el mayor -¿Quieres que te ayude con esto?- Minho asintió relamiéndose los dedos.
Ambos jóvenes realizan la tarea que había sido encargada al mayor, debían ir con cuidado porque la vajilla era una reliquia de la familia Kim. De pronto resonó en toda la casa el sonido de la porcelana estrellándose contra el suelo, la madre bajo corriendo las escaleras con una mascarilla y el padre salió estampando la puerta de su despacho. La imagen con la que se encontraron era a Minho limpiando los platos y a Taehyung con un trapo en su mano izquierda y un plato roto a sus pies.
-La vajilla de mi madre, era importada de Europa- Su padre se acercó a los trozos - ¡Maldito inútil, pedazo de mierda!- Los cabellos de Minho eran tirado por la gran mano de su padre.
El pequeño cuerpo del niño fue tirado al piso con furia, su cabeza estampo contra la punta de un mueble provocando una gran herida en su frente. El niño rogaba y pedía perdón, el señor kim ignoraba sus plegarias y solamente se concentraba en destrozar la cara del pequeño. La madre de ambos pequeños no omitía nada, miraba la escena desde una esquina y con una pequeña sonrisa en su rostro. Taehyung decidió interponerse entre su padre y Minho, pues el niño ya estaba tosiendo sangre y tenía la cara destrozada.
Ese día sintió lo que su hermano transitaba todas las semanas, su piel ardía y su cuerpo se sentía frágil. Su padre los golpeaba brutalmente, cada puño que se estrellaba contra las mejillas de los menores era doloroso, las patadas en su estómago eran insoportables y cuando su padre se cansaba agarra el cinturón y les pegaba a los débiles cuerpos de los niños con la hebilla, dejando un par de cortes en sus brazos y piernas. Luego de dejarlos totalmente ensangrentados y con moretones el hombre fue a su estudio para proseguir con su trabajo, la mujer paso por al lado de los niños y solamente dijo "Espero que para cuando vuelva de la salida con mis amigas este todo limpio" y se fue a prepararse para su salida.
Los niños con la respiración entrecortada y escupiendo sangre se pusieron de pie como pudieron, caminaron ayudándose de los muebles hasta la cocina donde agarraron un trapo y un balde que lo llenaron con agua. Arrastraron el balde y se arrodillaron frente al charco de sangre, de su sangre. Minho fue el primero en comenzar a limpiar, soltaba leves quejidos por cada movimiento que realizaba pero sabía que su madre hablaba en serio. Taehyung miro con tristeza a su hermano, quien casi no hablaba y solamente soltaba palabras sueltas y la mayoría eran incoherentes. Ambos lavaron el piso dejándolo reluciente, tiraron el balde con agua y sangre a la alcantarilla del patio y fueron para la habitación de Taehyung. Se acostaron en la cama con la ropa manchada de sangre, estaban demasiado adoloridos para cambiarse y mucho menos para preocuparse por manchar las sabanas y sin darse cuenta se quedaron profundamente dormidos mientras se abrazaban.
A la noche su madre los vio juntos y sin que Taehyung se diera cuenta arranco a Minho de sus brazos y lo llevo a rastras mientras le tapaba la boca y lo dejo en el sótano. Un lugar totalmente abandonado, las paredes estaban heladas al igual que el piso y en aquel lugar la oscuridad dominaba. La mujer mantenía una mirada seria, agarro una cadena que estaba en una estantería y encadeno al chico en una columna, al lado le dejo un vaso con una sustancia extraña.
-"Esta es toda el agua que vas a tener en el día de mañana, empezando desde este momento. Es agua del rio de las villas, tal vez esté contaminada pero no me interesa. Es más si eso termina con tu vida mejor para mí, me ahorro el asqueroso trabajo de tener que tocar tu asqueroso cuerpo y matarte" Dijo con asco y se acercó a las escaleras -"Por cierto, no vuelvas a acercarte a Taehyung. No quiero que lo contagies con tus problemas fenómeno"-
❄⛄❄
Pasaron los días y Taehyung parecía haberse convertido en el nuevo juguete de sus padres. Empezó a ausentarse en el colegio debido a los moretones, pues sus padres no querían que nadie notara lo que pasaba en la mansión de los kim; a veces el colegio llamaba para saber la causa de la ausencia del joven Kim y siempre recibían la misma respuesta "Estuvimos pensando y creemos que Taehyung va a ser educado en casa, contratamos a uno de los mejores profesores de Corea. Sabemos que es lo mejor para nuestro hijo".
El entorno de la familia Kim comenzó a oscurecerse rápidamente. Para empezar el señor Kim recibió denuncias de abuso a menores, lo cual genero un gran descontento en la sociedad coreana y con ello decayó su carrera de escritor. Estas noticias también habían afectado la carrera de su esposa, no la contrataban para interpretar el papel principal y a veces ni siquiera podía hacer de extra. Lamentablemente la forma de descargar su ira con el mundo por ambos adultos era herir a los menores, todos los días recibían infinidad de golpes; así fue como la luz casi inexistente de esa casa desapareció para siempre, el rayo de esperanza que tenían los hermanos se apagó y con él se desvanecieron sus sonrisas.
Aquella casa donde vivía la "familia modelo" se convirtió en un infierno, solamente se escuchaban gritos de enfado por parte de los adultos y el llanto desesperado de los pequeños. Los vecinos, pendientes de la situación, temían interferir pues sabían que el poder de la familia Kim era absoluto, existían rumores que estaban aliados con la mafia.
Un día los vecinos salieron a la calle sorprendidos por el espectáculo que había enfrente de la mansión de los Kim. Lee Yangmi con la cara embarrada en maquillaje corrido debido a las lágrimas que salían de sus ojos le gritaba a su esposo, quien se encontraba mirándola serio sin decir palabra alguna.
-¡Eres un maldito infeliz! ¡Desagradecido de mierda!- Le tiraba sus zapatos, no le importaba quedarse descalza -Yo te di todo y vos decidiste engañarme con una pendeja de 23 años que le ofrece su culo al primer hombre que ve que tiene dinero- Dirige su mano a la mejilla del contrario y los murmullos no se hacen esperar.
-¡Estás loca mujer!- Grito el hombre -¿Quieres que te diga la verdad? ¿Sabes porque me fui con una pendeja?- Abre los brazos gritando con todas sus fuerzas, se desata la corbata y se despeina su cabello -Porque ya no me calienta tocar el cuerpo de una mujer que pasa los cuarenta, que tiene el culo flácido y las tetas caídas. ¡Aparte de que estoy harto de escuchar tu voz todos los días y tener que soportar que me recrimines ser un inútil que no trae ni un puto centavo a la casa!- Ríe a todo pulmón como si estuviera loco, la mujer sintiéndose humillada le da otra cachetada y entra enojada a su casa -¿DISFRUTARON EL SHOW IDIOTAS?- Los vecinos corren y se adentran a sus casas.
Los pequeños, quienes estaban limpiando el comedor, vieron a su madre entrar roja de cólera con las mejillas mojadas. La mujer simplemente les grito "QUIERO QUE ESE PUTO SUELO ESTE LIMPIO PORQUE SINO LO VAN A LIMPIAR CON SU LENGUA" y subió las escaleras para encerrarse en su cuarto de un portazo. Desde ese entonces los niños no volvieron a ver al adulto nunca más y ella cayó en depresión.
❄⛄❄
Era de noche, la mujer había tomado de más y estaba insoportable. Era tanto el mareo que tenía que termino vomitando en el piso, los niños miraban atentos el deplorable aspecto que tenía la mujer que les había dado la vida. Le tomo unos minutos reincorporarse, su mirada se fijó en el vómito y después en Taehyung quien tenía en su mano la cerveza que su madre le mando a tirar.
-Tú, idiota. ¿Te atreviste a vomitar enfrente mío?- Le agarro de la remera, Taehyung lloraba del miedo.
-TaeTae no fue- Minho defendía a su hermano, la mujer cegada por la ira y el alcohol empezó a golpear la cabeza del niño contra la pared, el sonido del cráneo estrellando con la dura superficie era ensordecedor, hasta que el cuerpo dejo de moverse y caía inerte en el frio suelo. Taehyung estaba en shock, el cuerpo de su hermano yacía sobre un charco de sangre que salía de su cabeza, sus ojos estaban abiertos pero no había señal de vida en ellos. Estaba muerto. Su madre miraba el cuerpo del pequeño y comenzó a reír descontroladamente.
-Al final tuve que hacer lo que el inútil de ChungHee nunca pudo-
La mujer se levantó del piso y camino a la gran sala, dejando el cuerpo del pequeño junto a su hermano. A lo lejos se podía escuchar el ruido de la televisión acompañado de las carcajadas que soltaba YangMi. Taehyung se acercó as Minho, lo movió con miedo y lo llamaba en susurros para que su madre no escuchara, pero nadie le respondía. Volvió a mirar a su querido hermano, sus ojos estaban inyectados en sangre y su pupila completamente dilatada. En esos momentos Taehyung no pudo contenerlo más y su llanto se descarrilo, ya no le importaba si su madre lo escuchaba, el único que le importaba era su hermano y ya no estaba.
❄⛄❄
A los 10 años Taehyung era prostituido por su madre con la excusa de que su ex-esposo no le daba el suficiente dinero, aparte de que cobraba poco por sus participaciones en series y películas en papeles secundarios. Cada mano que tocaba el cuerpo del pequeño se sentía como una daga que se clavaba hasta lo más profundo de su corazón, le costaba respirar cada vez que su madre lo obligaba a acostarse con hombres mayores a él. Nunca se acostumbraría a esa sensación, pero la primera vez definitivamente fue la peor. Ese recuerdo lo perturbaba todos los días, pensar que con 10 años su madre lo llevo a una habitación completamente oscura donde había 4 hombres de aspecto asqueroso sin ropa, su madre le había dicho que iban a jugar con él y a enseñarle muchas cosas, aparte de que debía obedecerlos en todo. Ese día fue violado por cuatro hombres durante 10 horas, se turnaban para hacerlo sufrir y cada segundo que pasaba era una parte del pequeño Taehyung que se iba.
Por culpa de ese recuerdo tiene temor a cerrar los ojos, miedo a que cuando los abra vea la horrible imagen de su cuerpo completamente marcado. Siempre terminaba con moretones en sus piernas y espalda, a veces lo ataban de manos y pies dejándole marcas tan profundas que nunca se terminaban de cicatrizar, y otras veces tenía que cumplir los deseos de los clientes haciendo cosas humillantes.
-Joder, no importa cuántos te penetren, ese culo siempre esta tan estrecho. Puedo sentir como me aprieta todo tu interior- Se escuchaban jadeos de aquel hombre que fácilmente pasaba los cincuenta años -Eres toda una puta- Golpeo el culo del joven con su puño tres veces, dejándole más roja esa parte y haciendo que pierda la estabilidad el pequeño de 12 años.
Taehyung omitía palabra alguna, se sentía sucio. Sentía como su cuerpo era profanado por este hombre, ya estaba exhausto y solamente quería que todo se termine. Ya llevaba 3 clientes, contando a este, sentía que le dolía todo su interior y juraba creer que como siguiera violándolo de esta forma se iba a romper.
-¿Qué pasa que estas tan callado, eh?- Jala los cabellos del joven -Sabes que odio que no me respondan V- Su apodo de prostituta fue soltado por los labios resecos de aquel señor -¿Acaso estas sordo imbécil?- Agarra la mandíbula de Taehyung y aprieta con fuerza, se pueden escuchar los dientes del joven rechinar.
-Lo...Lo siento- Sollozaba Taehyung
-No se arregla con una simple disculpa pequeño, es una falta de respeto. Me temo que voy a tener que comentárselo a tu jefa y como pago voy a ser tan benevolente que solamente voy a pedir una hora más con este preciosos culo que te cargas, pendejo de mierda- Le susurra al odio. Lo suelta violentamente, la cabeza de Taehyung cae en el piso y puede sentir como el hombre sale de su interior.
Taehyung ve como el señor agarra su cinturón, aún tiene los pantalones bajos, y se para frente a él. Tiene una sonrisa desquiciada en su rostro, sus ojos brillan con lujuria contrastando de increíble manera con los temerosos ojos del pequeño. El hombre levanta el cinturón y lo estampa sin cuidado contra la espalda del pequeño, la hebilla desgarra la piel provocando que su espalda quedara bañada en gotas de su propia sangre; Taehyung gritaba adolorido, pero sabía que era en vano porque nadie lo iba a escuchar.
-DE AQUÍ VAS A SALIR SABIENDO LO QUE SIGNIFICA LA PALABRA RESPETO, PUTA DE MIERDA- Taehyung solamente chillaba del dolor -Ahora que lo pienso bien, ¿hace cuanto que no pruebo esa boquita tuya?- Le levanta la cabeza desde el mentón -Esos labios se ven tan jugosos pequeños, de solo pensar cómo se vería esa linda boquita alrededor de mi pene me excito- La cara de Taehyung estaba decorada con una mueca de asco y temor.
Esa noche Taehyung termino con quemaduras en sus brazos provocadas por los cigarrillos del señor, moretones en toda su anatomía, heridas profundas en su espalda y sus tobillos, su parte trasera esta roja de recibir golpes y podía sentir como salía líquido viscoso del él. Se miró al espejo, le daba pena ver su aspecto tan demacrado, tocaba su cuerpo y se rasguñaba tratando de arrancarse esa piel que había sido profanada por otros; no le importaba sangrar. Lloraba desconsoladamente, estaba destrozado por dentro y por fuera, finalmente se desmayó en el frio suelo pensando en que su madre seguramente se iba a enojar por eso.
Durante 6 años más vivió ese infierno, su cuerpo ya no era suyo sino que se sentía como un muñeco que iba pasando de mano en mano. Por la mañana era el saco de boxeo de su madre y por las noches era el juguete sexual de adultos. Su vida ya no era suya, era de su madre. Sus ojos no tenían brillo alguno.
❄⛄❄
-Eh tú, idiota- Le gritaba su madre desde la cocina -Hoy van a venir mis amigas, así que no quiero que estés en la casa. Hace eso y tal vez considero reducir tus horas de trabajo- Siguió maquillándose y Taehyung dejo escapar una risa sarcástica.
-No sabía que te violen gratis también era un trabajo- Soltó, él no recibía nada por su cuerpo.
-Hare como que no escuche nada Taehyung- Paso un rojo labial por sus carnosos labios -Por cierto, ahora te tienes que ir porque ya van a llegar y no vuelvas hasta que sean, mínimo, las diez de la noche- Se miró una última vez al espejo -A las doce comienza tu trabajo, no llegues tarde-
Taehyung simplemente subió a su habitación y se vistió de una manera más decente. Llevaba una blusa de cuello tortuga blanca para ocultar los chupones que le dejaban los clientes, encima de eso se puso un abrigo largo de color marrón claro y en la parte inferior vestía un pantalón recto negro con unos zapatos charol; un clásico outfit que solía llevar su padre. Se peinó un poco su, ahora rojizo, cabello y salió de esa casa.
-Ahora la duda es ¿Qué carajo hago yo durante tres horas?- Intenta darse calor refregando sus manos en su abrigo -Encima hace un frio de la gran puta, igual es mejor morirme de hipotermia que a manos de mi madre-
Camino por las frías calles de Seúl, la gente caminaba con la vista en sus celulares y todas parecían robots. Taehyung, aburrido, deambulaba sin un destino fijo, aunque tampoco quería irse muy lejos de su casa porque era consciente de que su sentido de la orientación era pésimo. A lo lejos diviso un pequeño Starbucks, el interior se veía cálido y el olor a café era tan relajante para el joven de 16 años, aunque eso no significaba que le gustara beberlo. Entro al local, una campanilla sonó avisando la entrada de un nuevo cliente, espero en la fila a que fuera su turno mientras aprovechaba para pensar que se iba a tomar.
-Buenos días, bienvenido a Starbucks ¿Qué desea ordenar?- Por primera vez desde que entro al local se fijó en la persona que estaba detrás del mostrador; era un joven de cabellos azabaches que contrastaban a la perfección con su blanquecina piel, sus ojos eran tan negros que Taehyung juraría que ese joven tenía la galaxia en ellos, sus labios eran rosados y su sonrisa se parecía a la de un dulce conejito.
-¿Se pueden apurar? Algunos aquí también queremos ordenar- Grito una joven, sacando a ambos chicos de su ensoñación.
-Lo lamento- Se disculpó Taehyung, avergonzado -Me gustaría ordenar un chocolate caliente- Sacaba su billetera del bolsillo trasero.
-Perfecto, ¿Lo quiere con salsa de caramelo o salsa de chocolate?- El joven sigue sonriendo.
-Chocolate- El empleado anota y le dice el precio a Taehyung.
-¿Paga con tarjeta o en efectivo?-
-En efectivo- Le da el dinero y el joven le da el vuelto.
-Por ultimo necesitaría tu nombre, así le llaman cuando el pedido está listo- Agarra una lapicera, un papel y al costado tiene una cinta.
-Taehyung- El joven asiente y escribe, pega el papel en la taza y le ofrece que espere a un costado.
-Siguiente por favor- Grita el pelinegro -Buenos días, bienvenido a Starbucks ¿Qué desea ordenar?- Taehyung no dejaba de verlo, esa sonrisa era tan bonita.
-¿Taeyang?- Preguntaba una joven rubia, su cara era tan delicada que cualquiera la confundiría con un ángel. La joven miraba y nadie venia, confundida fue a preguntarle a su compañero.
-Jungkook, ¿Te acordas quien era el cliente de este pedido?-
-Es ese de abrigo marrón claro, Sana- Señala a Taehyung, quien tenía una leve sonrisa en su rostro por saber el nombre de aquel joven.
-Disculpe señor- Le habla la rubia detrás del mostrador -Creo que este pedido es suyo- Le ofreció el chocolate caliente.
-Ah sí, gracias- Agarro la taza y miro el nombre -No sabían que me llamaban a mi porque estaba mal mi nombre- Dijo con una leve sonrisa.
-Mil disculpas, tenemos esa mala fama con los nombres- Sonreía nerviosa, se sentía intimidada por tanta belleza -No volverá a pasar señor...-
-Taehyung, Kim Taehyung- Sonrió y se fue a sentar en una mesa que estaba en la esquina del local.
-Eres un tonto Jungkook, escribiste mal su nombre- Le reclama Sana mientras prepara un frappuccino de dulce de leche.
-Perdóneme señora perfecta, ¿Vos no viste lo hermoso que era? Es normal que me ponga nervioso-
Pasaron dos horas horas y Taehyung ya no sabía que inventarse para que no lo echaran del local a la fría calle, se había gastado casi todos sus ahorros en ese lugar.
-Disculpe señor- Le hablo la rubia -¿Podría salir para que podamos cerrar? Estos días cerramos antes por seguridad de los empleados jóvenes- Taehyung se disculpó y se levantó del cómodo asiento.
-Sana, ya me voy- El joven azabache se despidió de su compañera mientras se acomodaba un gorro, blanco con detalles marrones, de lana que combinaba con sus guantes.
-Mándame mensajes cuando llegues- El joven asintió y salió del local seguido de Taehyung.
-¡Eh conejito!- El joven se dio vuelta para encarar al pelirrojo -Mi nombre es Taehyung, no Taeyang- Le sonrió y paso por su lado.
-Y mi nombre es Jungkook, no conejito- Le desafío con la mirada.
-Lindo nombre- Susurra para sí mismo -Entonces Jungkook, ¿te molesta si te acompaño?- El menor lo miro con una expresión de horror- No me malinterpretes, solamente me pareció que tu amiga parecía bastante preocupada y creo que sería un alivio para ella que no vayas solo por las calles-
-No gracias, se cuidarme solo- Comenzó a caminar en dirección a la parada del autobús.
-Como desee- Hizo una reverencia y camino al lado de él.
-Le dije que no me acompañara- Se quejó sin parar su andar.
-Y no lo estoy haciendo, da la casualidad de que yo también voy en esa dirección- Le sonríe provocando un leve sonrojo en las mejillas del contrario.
-Voy a hacer como que te creo- Llegan a la parada -¿Ahora me vas a decir que también vas en autobús?-
-Las casualidades de la vida- Levanta sus hombros. Jungkook bufa y se sienta a esperar con un curioso Tae.
A los minutos el autobús llego, ambos se subieron y se fueron a sentar juntos. Miraban las calles en silencio, la nieve era un manto blanco que cubría casi todo, los pájaros se acurrucaban buscando el calor ajeno al igual que las personas en las calles, descalzos y sin el mínimo abrigo. Después de cinco paradas había llegado al destino de Jungkook, este bajo y detrás suyo iba el joven Kim quien estaba perdido pues nunca había visitado estas calles de Seúl.
-Oye, enserio me estas comenzando a dar miedo- Ambos frenan sus pazos -Literalmente me estas acosando y no creas que no te voy a denunciar simplemente porque seas guapo-
-Ignorare el ultimo comentario- Aunque sus orejas tenían un tono rojizo -Voy a ser sincero, simplemente te seguí porque mi madre me pidió que no volviera hasta las diez de la noche a mi casa y no sabía qué hacer. Entonces te seguí porque me pareciste una buena persona y ahora no se ni dónde estoy parado-
-¿Eres estúpido? Lo pregunto con sinceridad- Al ver que como respuestas recibía una sonrisa cuadrada dio confirmadas sus sospechas -No hace falta que me contestes- Empieza a andar con Taehyung -¿Y cómo piensas volver?-
-Buena pregunta- Miro a los costados -Supongo que pediré indicaciones aunque va a estar difícil porque no recuerdo el nombre de la calle- Se rasco la nuca.
-¿No tienes alguna referencia para que puedas ubicarte?- El azabache quería ser de ayuda para el joven.
-No suelo salir mucho así que no conozco mucho las calles-
-¿Entonces para que saliste?-
-Ya te dije, mi madre no me quería en la casa-
-Con todo el amor del mundo te lo digo, pero que madre estúpida que tenes- Se lleva una mano al pecho.
-Chocolate por la noticia- Jungkook frena y Taehyung se choca con él.
-Aquí vivo- Señala un edificio -Mi departamento es pequeño, de hecho es de un solo ambiente salvo por el baño- Taehyung lo veía indeciso, no estaba seguro si había entendido del todo al joven.
-¿Quieres decir que me vas a dejar quedarme contigo?-
-Bueno...-Deambulaba como si le diera vergüenza- Estamos en Diciembre por lo que las temperaturas son muy bajas y me preocupa que te pase algo-
-¿Y qué paso con denunciarme por acoso?- Enarco una ceja.
-Todavía puedo hacerlo, hay una comisaria acá cerca y mis vecinos son animales de la noche- Jungkook hablaba con seguridad, sus ojos no demostraban miedo alguno.
-Buenos noches Jungkook- El portero del edificio, Min Yoongi, le sonreía con adoración al pequeño azabache.
-Buenas noches Yoongi, ¿Cómo anda Jimin?- Ambos jóvenes entran al edificio.
-Triunfando como siempre, mi novio es el modelo más lindo del mundo entero-
-Sí que te gusta presumir lo tuyo- Miro a Taehyung, se notaba incomodo -Bueno, nos vemos en otra ocasión Yoongi- Se despidieron y subieron por el ascensor.
-¿Te molesta compartir?-
-¿Disculpa?-
-Permíteme explicarte la pregunta- Se apoya en la pared -Como te dije anteriormente vivo en un apartamento para una sola persona, lo cual significa que tengo una sola cama aparte de que no tengo sillón-
-No te preocupes, no me incomoda- Mintió el joven, no podía compartir cama con alguien más porque los recuerdos invadían de golpe provocándole terribles pesadillas.
Las puertas del ascensor se abrieron, ambos jóvenes bajaron y caminaron hasta la puerta con el numero "D07". Ingresaron y dejaron los zapatos en la entrada, dieron solamente dos pazos y ya estaban en la cocina que era separada por una pared baja de la habitación del joven; esta última tenía una mesa en el centro que cumplía la función de comedor y enfrente de la cama había un mueble con un televisor encima, la cama estaba arreglada y como pequeño detalles había un montón de fotos pegadas en la pared encima de ella. Taehyung estaba seguro de que el apartamento del joven equivalía a la mitad de su habitación.
-Sé que no es la gran cosa, pero al menos esta calentito aquí dentro-
-Está perfecto- Su mirada estaba fija en las fotos, algunas eran de Jungkook con su amigos y otras eran de él de chiquito.
¿Quieres comer algo?-
-Lo que tengas está bien-
-Tengo ramen- Saco un paquete de la alacena -Ramen- Saco más paquetes -Y ramen- Sonrió mientras sacaba más paquetes, pero estos últimos parecían picantes.
-Ramen suena bien- Rio Taehyung
-A la orden capitán- Saludo como si fuera un soldado y puso agua a hervir.
-En lo que esperamos a que esto hierva, ¿Por qué no me cuentas más de ti?- Jungkook espero una respuesta.
-¿Qué quieres saber?- Taehyung se sentó en una silla del lado contrario de la barra.
-No sé, tal vez cuál es tu color favorito, tu canción favorita, tu edad, hay muchas cosas- Hizo un puchero, el cual se vio adorable a los ojos del contrario.
-Mi color favorito es el verde, no tengo una canción favorita, tengo 18 años y como bonus te digo que me gusta tocar el violín-
-Bueno, mi turno- Carraspeo -Mi color favorito es el violeta, últimamente me gusta mucho la canción "Never not", tengo 17 años y me gusta cantar-
-¿Me cantarías algo?-
-No lo sé, ahora mismo me da un poco de vergüenza- Empieza a acomodarse su cabello en señal del nerviosismo que tenía.
-No te sientas obligado- Le acaricio el cabello -¿Animal favorito? El mío son los conejos- Jungkook se sonrojo.
-Me gustan todos los animales- Esquivo la mirada de Taehyung.
-El agua- Jungkook no lo entendía -El agua ya hirvió- Señalo a la olla.
-Oh cierto- Abrió los paquetes de ramen picantes y preparo toda la mezcla -Mientras cocino, ¿quieres ponerte alguna ropa más cómoda?-
-No quisiera molestar- Se excusó, no quería dejar a la vista de Jungkook todas las marcas de su cuerpo.
-No lo haces- Fue hasta el armario -Creo que tengo ropa de sobra por aquí- Se agacho a buscar mejor, los ojos de Taehyung se desviaron a la parte trasera del joven y bajaron hasta sus muslos -Acá tenes un pijama- Taehyung desvió su mirada.
-Gracias, ¿Dónde está el baño?-
-Taehyung, es la única puerta que hay aparte de la de entrada-
-Ah, sí. Ando medio dormido-
Taehyung entro al baño con la ropa en sus brazos. Una vez dentro se deshizo de su abrigo, se sacó los pantalones de vestir justo a los zapatos dejando a la vista sus moreteadas piernas, decidió dejarse la blusa de cuello tortuga y encima se puso la remera que Jungkook le dio, se puso unas medias de elefantes y salió del baño.
-Jungkook, decidí dejarme mi blusa porque soy muy friolento-
-Como quieras, la cena ya está lista- Llevo la olla hasta la mesa y dejo unos recipientes con los palillos -Me voy a cambiar, ¿podrías sacar las botellas de Soju?- Taehyung asintió.
Taehyung abrió la nevera y saco dos botellas verdes de soju, no planeaba emborracharse con Jungkook así que creyó que esa cantidad de botellas eran suficiente.
-Sentémonos a comer- Las sillas eran dos cojines en el suelo, algo incómodo para Taehyung, pero decidió omitir palabra alguna -Esta delicioso Taehyung- El joven comió un poco de fideos y casi a los segundos comenzó a hacer muecas.
-Esta picante- Se ventilaba la boca con sus manos.
-Ay, no sabía que no te gustaba el picante- Se levantó a buscar un vaso con agua -Debería haberte preguntado, fue egoísta de mi parte-
-Tranquilo, no es nada grave- Bebe el agua -Solo siento que mi boca esta en llamas-
-Para mí no pican mucho, será porque estoy acostumbrado- Jungkook lo miraba preocupado -Puedo lavarlos si quieres-
-¿A qué te refieres con lavarlos?- Seguía ventilándose.
-Los lavo en agua así les saco todo el picante y tal vez tengo aceite para darles algo de sabor- Se fijó en la cocina -Tengo un poco de aceite y tengo algo de ajo, aunque no te prometo que sepan rico- Sacaba las cosas y fue a buscar la olla de los fideos.
-¿Y si mejor me como una manzana? Vi que tenías una en la heladera- Le agarro la muñeca a Jungkook.
-Pero eso no te va a llenar-
-No tengo tanta hambre, comí un montón en Starbucks-
-No me molesta hacerte otros fideos- Sin darse cuenta toca la olla hirviendo con las manos desnudas -AY, LA PUTA MADRE- Se agarró las manos, Taehyung se acercó a él y lo llevo al baño.
-Pon las manos en el agua- Jungkook hizo caso -¿Dónde te quemaste?-
-Las dos palmas- Pequeñas lágrimas bajaban por sus mejillas.
-Quiero que estires tus manos, vamos a ponerles pasta de dientes-
-¿Para qué?-
-Así no te queda marca, aparte de que al ser de menta refresca la zona- Comienza a untarle el dentífrico -Al principio va a arder un poco, pero después te vas a sentir mejor con el frio de la menta- Jungkook se quejó un poco, la zona comenzaba a arder.
-¿Y se supone que voy a tener las manos llevas de pasta de dientes hasta que se mejoren?- Conecto sus ojos con los de Taehyung.
-La pasta va a endurecerse en un momento y se va a adherir a tu piel, pero tranquilo que con agua se sale- Cerro el dentífrico -Lo mejor va a ser que no uses tus manos, estas muy sensibles- Salieron del baño y se fueron a sentar en la cama de Jungkook.
-¿Y cómo se supone que vaya a comer?- El estómago del menor comenzó a hacer mucho ruido.
-Yo te doy de comer- Taehyung agarro los palillos y un poco de ramen, soplo la ración y la acerco a los labios de Jungkook.
-No soy un bebé, puedo comer solo- Sus mejillas estaban rojas cual tomates.
-Tal vez no, pero ahora mismo estás incapacitado así que...A ver como abre la boca el bebé, di ahhh- Jungkook suspiro en forma de rendición y abrió levemente su boca, el hambre era más fuerte que su orgullo.
Taehyung repitió esa acción hasta que el joven terminara su porción, también lo ayudo con su segundo plato y así hasta que se llenó de ramen. Los labios del menor estaban rojos e hinchados debido al picante, se veían brillosos por la grasa de la salsa y tan hermosos a los ojos de Taehyung.
-Gracias por ayudarme y ahora que lo pienso bien, tal vez pican un poco- Miraba sus manos, escuchando la risa de Taehyung.
-Vos me acogiste en tu hogar, es lo menos que puedo hacer como agradecimiento- Le desordeno el cabello, sus hebras azabaches se sentían suaves en las manos de Taehyung.
-¿Te podrías fijar la hora en mi celular y si tengo algún mensaje?-
-Tiene contraseña- Miro la foto que tenia de fondo, era Iron-man.
-Es 110604- Taehyung coloco el pin y lo primero que ven son 45 llamadas perdidas de Sana -Ay Sana, me olvide de avisarle que había llegado. De seguro ya cree que estoy muerto y tirado en algún basurero- Taehyung marco el número y lo puso en altavoz.
-¡¿JUNGKOOK?! ¿ESTAS BIEN? PENSE QUE TE HABIA PASADO ALGO, ESTABA TAN PREOCUPADA- Se escuchaba su voz quebrada.
-Sí, lo siento- Estaba apenado -Me olvide de mandarte un mensaje y recién ahora agarro el celular-
-¡¿TE OLVIDASTE?! YO ME VOY A OLVIDAR DE QUE ERES MI AMIGO-
-De verdad lo siento, lo que pasa es que me entretuve con Taehyung y me olvide por completo-
-¿Taehyung? ¿El guapo del Starbucks?-
-El mismo- Taehyung sonríe ante el apodo y saluda a la joven.
-Bueno, los dejo solos y Jungkook...CUANDO TE VEA TE MATO, PENDEJO- Colgaron la llamada.
-Cuanta agresividad- Rio Jungkook, miro a Taehyung y su sonrisa se borró, parecía en un trance -Eh Taehyung, ¿Todo bien?- Lo sacudió para que reaccionara.
-Sí, solamente me distraje- Sonrió falsamente.
-Lo mejor será que nos vayamos a dormir, ya se está haciendo tarde- Taehyung asintió y ambos se acostaron en la pequeña cama -Okey, debo admitir que esto es incómodo- Estaban apretujados.
-¿Y si mejor duermo en el suelo?- Tae se sentó.
-¿Estás loco? Mira si vas a dormir en el frio piso- Se quedó el ambiente en silencio -¿Y si nos abrazamos?- El joven Kim tosió.
-¿Disculpa?-
-Tal vez si dormidos abrazados sea más cómodo, los cuerpos encajarían bien y aparte estaríamos más calentitos- Jungkook se dio vuelta, dándole la espalda a Taehyung -Si me abrazas por la espalda ser más fácil, no quedaría ningún espacio y ninguno tendría el peligro de caerse-
-No lo sé Jungkook- Estaba nervioso.
-No pasa nada, aparte vamos a estar calentitos- Se apegó al mayor -¿Nos vas a acostarte?- Kim asiente y se acuesta abrazando por la cintura al menor, sus cuerpos encajaban a la perfección.
-Buenas noches- Taehyung apretó la remera del menor, estaba incómodo.
-¿Estas bien?- Giro un poco la cabeza quedando a tan solo milímetros de la cara del contrario -Pareces nervioso- Coloco su mano sobre la del mayor.
-Es solo que...- Sus ojos divagaban por toda la habitación, comenzaba a sudar.
-Ey, tranquilo- Acariciaba su mano -Taehyung...- Sus ojos se encontraron, Jungkook comenzó a cantar para tranquilizarlo y Taehyung juro haber escuchado a un ángel.
Los parpados de Taehyung comenzaban a cerrarse, la voz de Jungkook lo tranquilizaba, se sentía seguro mientras lo escuchaba. Sin darse cuenta aumento la fuerza en el agarre a la cintura del pequeño, instintivamente llevo su nariz al cuello del pequeño y se embriago en su fragancia, acariciaba la costilla del pequeño y finalmente callo en los brazos de Morfeo. Por primera vez en años Taehyung durmió en paz, sin llantos de por medio y sin miedo de que algo le pasara. Jungkook beso la frente del mayor, acaricio su mano y se acostó en el brazo ajeno, ambos quedando dormidos en su mundo de ensueño.
❄⛄❄
Taehyung aun recordaba esa noche como si hubiera ocurrido ayer, también no puede olvidarse la paliza que recibió por parte de su madre. Por primera vez había sentido ver toda su vida en un segundo, recordaba que su madre se sorprendió por verlo sonreír mientras decía un nombre. Desde ese entonces nunca más lo volvió a ver, su madre le prohibió salir y el menor no sabía dónde ubicar al joven Kim; hace semanas que no sabe nada de ese pequeño con sonrisa de conejo.
Cansado de su vida, se subió al edificio más alto de Seúl, miro hacia el cielo y sonrió con lágrimas en sus ojos. Había logrado escapar de su casa, pero cuando fue corriendo al Starbucks vio a Jungkook abrazando a un chico pelinegro alto y sin saber porque su corazón se partió, se sentía enfermo.
-Tranquilo Minho, muy pronto volveremos a estar juntos hermano-
Miro al abismo, su corazón por un momento se detuvo y su cuerpo empezó a temblar. Tenía miedo de morir, pero a la vez sabía que su vida era más dolorosa. Respiro hondo y dio un paso al aire, no había vuelta atrás. Cerró sus ojos con fuerza y se dejó caer al vacío. Lo extraño es que nunca sintió su cuerpo estrellarse contra el pavimento, de hecho sentía que flotaba, miro hacia arriba y un niño con cara de ángel y ojos tan brillantes como las estrellas lo sostenía del brazo.
-Por favor, no lo hagas Taehyung-
El rostro del niño estaba arrugado demostrando que toda su fuerza esta puesta en que Taehyung no cayera. El joven de 18 años le dedico una sonrisa cuadrada como tratando de trasmitirle que todo estaba bien, aunque sus ojos no mostraban lo mismo. En ellos solamente había soledad y tristeza, eran tan profundos como el océano mismo.
-Oye niño, déjame caer-
-¡Jamás!- Grito desesperado el joven de cabellera morena al pelirrojo.
-Conejito, es mi decisión-
-Tal vez no te conozca lo suficiente y solo hallamos hablando una vez, pero por favor no hagas esto, eres importante para mí. Si es necesario te ayudare a encontrar formas de solucionar tus problemas, pero te ruego que no te quites la vida-
Taehyung miro a Jungkook, el cual tenía pequeñas lágrimas en sus ojos. En esos momentos se preguntaba por qué no podía simplemente acabar con su vida en paz, le pareció ilógico saber que ni siquiera podía decidir si matarse o no. Al parecer toda su vida iba a ser controlado, ya sea por su madre, por algún hombre adulto o por un joven con cara de ángel.
-Jungkook, no tiene sentido vivir-
Esas palabras salieron de lo más profundo de su corazón. El de cabellera azabache lo miro sorprendido y con pena, se estaba quedando sin fuerza y el pelirrojo no hacia ningún esfuerzo para subir. Estaba desesperado por ayudarlo, no quería que muriera.
-Por favor, la vida no es tan mala. Hay cosas muy bellas, solamente no las conociste todavía- Dijo tratando de convencerlo, pero el joven solamente rio.
-No hay nada bello en mi vida, solo oscuridad y destrucción-
-Por favor, déjame mostrarte lo lindo de la vida. No te vayas sin haberle dado una oportunidad-Taehyung se resbalaba de la mano del joven, lo miro y le sonrió.
-Créeme que intente verle lo bello, pero simplemente no estoy destinado a conocerlo- En sus pensamientos aparecía constantemente la imagen que había presenciado en el local.
-Por favor, puedo ayudarte. Solo confía en mí y sube. TAEHYUNG, POR FAVOR- Dijo desesperado, se estaba quedando sin fuerza. Cada vez Taehyung estaba más cerca del pavimento que de la terraza.
-Violeta, never not, 17 años, cantar, todos los animales, 110604- El joven lo miro descolocado -Esas cosas me dijiste que te gustaban, pero también descubrí otras por mi propia cuenta. Eres alguien terco, te preocupas por los demás, te gusta ayudar, y tienes una sonrisa como un conejo la cual atrae a cualquiera y yo soy uno de ellos- Jungkook decidió copiar al mayor.
-Verde, no tienes canción favorita, 18 años, tocar el violín y los conejos son tu animal favorito. Eres alguien que sufrió por mucho, y aunque sea ajeno a todos tus problemas quiero ayudarte. Te considero una persona importante, nuestro encuentro fue raro, pero único- Dijo apenas, concentrándose en no dejarlo caer a Taehyung.
-Ojala te hubiera conocido antes Jungkook y así tal vez estaría arrepentido de lo que voy a hacer; tal vez no habría perdido por completo la esperanza-Jungkook lo vio confundido.
-Taehyung...-
-Jungkook, te quiero por haberme hecho sentir seguro por una vez en mi vida-Taehyung sonrió con una brillante sonrisa y forzó al joven para que lo soltara, pegándole en la mano con su brazo libre.
Jungkook perdió el equilibrio y Taehyung cayó al vacío, escuchándose los fuertes gritos de las personas que caminaban por la calle al ver el cuerpo de un joven destrozado por el impacto. La vista de Jungkook estaba fija en la multitud mientras lagrimas se deslizaban por sus mejillas en descontrol. No había logrado salvarlo. Se dejó caer en el frio suelo y grito hasta quedarse sin voz, comenzó a llover empapando así al joven, pero ni se inmuto. La culpa lo carcomía, estaba destrozado. A lo lejos escucho las ruidosas sirenas de la ambulancia y la policía, la puerta se abrió dejando paso a varios policías quienes le hablaban a Jungkook, pero en su mente solamente estaba la rojiza cabellera de aquel chico que estaba tan adolorido. Lo único que pronuncio antes de caer desmayado fue "Lo siento, Kim Taehyung".
Merci pour la lecture!
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