lukasgress Lucas Gress

Relato que describe los inusuales caprichos de una mujer cuyos encantos se nos van presentando abominables y peligrosos, y que siempre son acompañados de un tono irónico y con tintes de desprecio por parte de quien nos lo cuenta. El relato en sí no es más que una biografía irreal de un personaje que el lector colocará en la historia -real o imaginaria- que así lo desee.


Non-fiction Déconseillé aux moins de 13 ans. © Todos los derechos reservados

#258 #relato #mujer
Histoire courte
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Chayito

No es ninguna princesa si me lo preguntas. Se llama Rosario Luna, Luna no sé qué. Igual nadie la llama así. Todos le dicen Chayito. Apenas va a alcanzar los treinta, con eso ya te digo que no te conviene. No está casada, y tampoco sé de algún hijo que pudiera tener escondido por ahí con algún familiar.

A mí no me cae bien, como te darás cuenta. Para mí no es más que otra enana simplona. ¿Por qué quieres conocerla? De seguro es otro más de tus fetiches, con eso de que siempre has tenido unos gustos medio raros (lo que me hace preguntarme, ¿qué carajos veías tú en mí?).

Como sea, déjala en paz. No es de tu incumbencia si la has visto vestida de esa manera. No es ninguna puta, que eso te quede bien claro. Aunque sí es una convenenciera. ¿De veras quieres acercártele? ¿De veras sí te mueve? Invítala a pasear e tu carro entonces, por Dios que con eso la vuelves loca.

Desde la primera cita, invítala a sentarse en el asiento de enfrente, junto a ti, y luego sugiérele que ponga la música que ella prefiera. Te sorprenderá cuánto ego puede guardar una persona de su estatura. Pero tienes que estar preparado, porque las botas charras que ella usa no son precisamente porque quiera verse más alta. A esa mujer le maman los corridos, la alborotan en serio. Imagínate, cuando éramos compañeras en el colegio, decía que su sueño era casarse con un vaquero. ¡Ja!, menuda palabrota: ¿un vaquero? ¿Quién dice eso hoy en día y en una ciudad como ésta? Menuda palabrota para alguien que prefiere decir fierro, pariente o plebita, sin la menor idea de qué significan. Luego te va a tocar escucharle todos sus cuentos: que si empoderada, que si bien chingona, que su carrera, que los hombres de poca monta. Julión Álvarez y Jenny Rivera: te las vas a aprender todas, aunque no te guste.

Pero bueno, la invitas a un restaurant, o una cafetería, cualquier lugar que pinte a ser sofisticado y cursi. Ah, porque no vayas a creer que a la Chayito ésta le guste el chupe; esa vieja no te bebe ni una gota de alcohol. Dice que le da asco, ¿tú crees?, que hace que le den ganas de vomitar. ¿Fumar?, ni se te ocurra. No te va a dar un sermón ni nada de eso, pero te va a decir algo como que te hagas para allá, y se va a poner a toser como una histérica: "es que eso me pica bien gacho en la garganta y me da mareos", te va a decir.

Te digo que no es ninguna princesa, pero sí tienes que tratarla como una: abrirle la puerta del carro y decirle cumplidos leves de vez en cuando; no muchos, o pensará que eres un empalagoso. Deberás vestirte siempre con ropa de galán y ponerte perfume. Si quieres un consejo, déjate crecer la barba, que parezcas un patán, pero sólo en apariencia. No se te vaya a ocurrir menospreciarla o contradecirla en cualquier cosa.

Tampoco hace falta que la llenes de regalos, ni que le escribas cartas o le digas al oído palabras bonitas. Con que la traigas en el coche y la lleves a lugares donde pueda lucir esa figura deforme; para llenarse el celular de fotografías con sus estúpidas poses, luciendo el sombrero de vaquero y los lentes oscuros, sus dientes chuecos y esos pómulos infantiles sobresaltados. Conociéndote, me sorprendería que en ese momento no sientas pena ajena.

Quién sabe si te bese en la primera cita, o si, además de eso, decida acostarse contigo. Primero que nada, se asegurará que no haya ningún testigo que luego pueda ir con el chisme. Si lo consigues, te dirá que es virgen. ¡Por Dios, apuesto a que te dirá que nunca antes había besado a otro chico! Me imagino que tú no lo creerás, pero más te vale que por lo menos lo disimules.

Parece que no me estás creyendo, pero todo lo que te digo es la verdad. No es que sea yo celosa, por mí, ve y embárrate con ella. Nomás eso sí: cuidado y te enamores. Pues, seguramente, después de que le aburras tú, tu carro y las salidas a los pueblitos mágicos y los restaurantes, te dirá que son amigos, muy buenos amigos, y que te quiere como a un hermano. De vez en cuando volverá a llamarte, pero sólo apra pedirte favores; uno tras otro, siempre en la medida en que tu accedas con facilidad: "que si nos llevas a mis amigas y a mí a tal lado", "que si me prestas para mi colegiatura, es que mi amá no me ha depositado", que si una cosa, que si la otra. Y tú tal vez en cada oportunidad querrás ver una cita, un momento para volver a estar con ella a solas; para tomarla de la mano y besarla igual que el primer día. Pero eso nunca ocurrirá otra vez.

Solamente verás transcurrir los días y empezarás a contemplar aquel único beso alejarse hasta terminar en algún lugar guardado de tu imaginación. La aspereza de su piel, le olor de su perfume barato contaminando el colchón de tu cama, y las marcas de sus labios y sus uñas en tu piel, quedarán impregnadas para siempre en una memoria olvidada.

Finalmente, un día la verás de la mano de otro hombre y ni te inmutarás. Pensarás: igual yo la quiero como una hermana. La admirarás frágil y encantadora, como una reina: inalcanzable. Te sentirás feliz por ella y desdichado por jamás haber tenido la oportunidad de conquistarla. Pensarás que todo, al final, fue un simple sueño, una vaga ilusión. La amarás en silencio, como un enamorado que nunca fue capaz de confesarse.

Algún día quizás te aborde la esperanza de que ella te tenga compasión, de que, a lo mejor, muy en lo profundo de su conciencia, alojado en su corazón, estás tú y el deseo de revivir aquella fantasía olvidada. Pero eso no pasará nunca, porque Chayito ya habrá embaucado a otra docena de ingenuos como tú. No es ninguna princesa, como ya te lo he demostrado, pero tampoco es una mujerzuela. Sólo es una oportunista inteligente, una simplona astuta con ganas estar sin encontrar a alguien a quien querer.

27 Mai 2021 03:26 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Lucas Gress Lucas Gress (Ciudad de México, 1994). Escritor "de calle". Egresado de la licenciatura en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Primer lugar a nivel estatal en el Concurso de Expresión Literaria sobre los Símbolos Patríos organizado por la SEP, participando como figura educativa del CONAFE. A la fecha ha participado en talleres de creación literaria y narrativa.

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