el ultimo guante Suivre l’histoire

Nadie lo creía un don nadie, hijo de la misma nada aquel que su nombre era solo una escritura en un papel, estaba enfrentándose al mismísimo campeón mundial, un momento de ida, era culmínate, si culmínate en donde las víboras buscaban sus presas, y el personaje secundario solo buscara su propia gloria y abrir una vez por todas ese candado de la de la vida monótona y secundaria. Los gritos de los espectadores estaban dirigidos únicamente a él, por qué se preguntaba nuestro campeón en la esquina, confundido con la cabeza agachada y aturdido logra escuchar a aquel hombre sentado en su izquierda;

-son 6 rounds y la victoria es tuya, (enfurecido) no me importa como llegues ahí, solo hazlo.

Esas palabras él no las comprendía, claro a un campeón no se le puede decir que hacer. ja yo soy el campeón (pensaba), el que logro ser el mayor invicto que la tierra pueda ver ni Tyson se encuentra a mi altura.

Comenzó a escuchar los latidos de las luces incandescentes mientras a la esperaba del sonido para iniciar el sexto raund. Dirigió su vista hacia el espectador, consternado solo veía el infierno encarnado apuntándolo a él como si todo fuera frio, talvez este muerto pensó, dios me abandono y me dejo a mi suerte en este lugar vacío y lleno a la vez. vamos levántate le dijo aquel que se encontraba en la esquina, pequeño a las dudas asustado por la conmoción del encuentro sonrió, como si de confianza tratare, se levantó, pero sin entender por qué y el sonido se escuchó, la pluma se acercaba para comenzar a escribir esta odisea que ni homero se perdería el escucho a su destino acercarse cada vez mas

-logra el nocaut, ese bastardo tienen todo comprado ni los dientes que volaron te va a ayudar a sumar, usa tu izquierda y vamos (con euforia) demuestra lo estúpidos que te volviste por no conocer la victoria.

De quien eran esas palabas, estoy en un show, no importa él es el victorioso el campeón. Sus latidos aumentaban, las luces eran fuertes, no lograba concentrase, se un donnadie, simplemente solo quiere la llave. Levanto su brazo en medio del ring logrando que los espectadores lo aclaman cada vez más y más, los latidos y los faroles eran uno, el mismo eco resonaba, él no lo entendía, qué está pasando se preguntaba, comenzó a dudar al mimo momento en que resonó la campana, es hora de perder tiempo y olvidando el pasado, se acercó a él, a la cerradura, al pasado y futuro.

Sorprendido a su rival el cual se acercándose estaba lo más pegado posible a él, inmediatamente toma su posición de defensa esperando ansioso a la llegada de una apertura que le permitiera utiliza su poderoso uppercut su arma letal, pero cegado de orgullo no lograba visualizarlo solo podía ver a una pluma, que se movía sin parar apegado a él y por causa de que ambas manos levantadas no le permitiera ver lo que estaba escribiendo, pensó que era su historia, talvez simplemente sea su sueño, eso pensó. Asustado y aturdido por no entender lo que está sucediendo, trata de utilizar su derecha, su brazo débil, para lograr agarra y así el poder escribir su historia, esa pluma solo lo hostigaba pero sin saber sobre aquello que lo molestaba comprendido lo que estaba escribiendo esa pluma empujada tal vez por el tú, es la historia de alguien más, si es eso, dios al cerrar una puerta abre una ventana, él lo entendió y todos lo entendimos al ver el tremendo error por querer escribir su destino, nuestro protagonista lo aprovecho para acercarse cada vez más y más… en el momento decisivo del espectáculo se agacharía doblando sus rodilla hasta donde le resistieran y con el mismo brazo el cual él quiso escribir su historia, si su derecha, dominaba por la furia y la gloria del mismísimo, logro lo inexplicable, atónitos todos estaban esperando ese iconito momento Goliat caído por un golpe ficticio solo visto en videojuegos, una hazaña extraña e increíble, concretada por el destino y el azar del juego de la vida. Al final solo se podía escucha una cosa en esa mismísima noche que se hizo de día el nombre de nuestro eterno campeón, el pequeño David.