Sentí nuevamente que mi corazón iba a estallar pero me negaba a pensar en ello asi que sólo me ignoré a mi misma, no tenía intención alguna en analizar mis sentimientos porque aunque no me lo reconocía en el fondo sabía que si indagaba la sensación de asfixia me invadiria nuevamente, por lo que, me levanté y me metí a la ducha. Mientras el agua semi caliente recorría mi cuerpo evitaba pensar en el innombrable, durante mi reconfortante ducha me auto convencí de que ya todo había pasado y estaba lista.
Salí de la ducha me vestí y alisté, me quedaban tan solo cinco minutos para llegar a la escuela, para llegar y vivir en carne propia mi último primer día. A decir verdad estaba ansiosa, lo que es normal después de ser sometida a una cuarentena total durante todo un año. Llegué de inmediato gracias a que me queda a una cuadra; me tomaron la temperatura, aplicaron alcohol gel e ingresé; subí al segundo piso y mi corazón se volvió loco, no sabia como debía sentirme ni que cara poner ni en que tono debía saludar a la profesora, quedé paralizada por poco y entro en crísis.... cuando de repente aparece el aparente nuevo inspector general con una voz gruesa y fuerte pero no tan aspera dice — Buenos días señorita—. Salté del susto, no lo vi venir y realmente me pilló por sorpresa a lo que le respondo —uooh, umm bue..buenas——. para mi suerte ese saludo me reconfortó y llenó de energía así que pude seguir hasta llegar al tercer piso, la primera sala era mi clase, a la que debía entrar; golpeé y entré.... —permiso profee!— dije con un tono animoso.
Merci pour la lecture!
Nous pouvons garder Inkspired gratuitement en affichant des annonces à nos visiteurs. S’il vous plaît, soutenez-nous en ajoutant ou en désactivant AdBlocker.
Après l’avoir fait, veuillez recharger le site Web pour continuer à utiliser Inkspired normalement.