Era de noche, alrededor de las 3 de la mañana y me sentía vacío. Dejé los 3 cuerpos sin vida de las personas que habían hecho que me sintiera así. No sentí culpa cuando arranqué el brazo a aquel personaje que me había estado acosando toda la vida. Ni la sentí cuando la cabeza se deslizó por el bardem de la acera. Esa persona me había vaciado la vida, me transformo en el monstruo que soy ahora. Y la tercera persona, ¿que me habría hecho?, ya ni lo recuerdo. Mi vida ha dado un vuelco en un abrir y cerrar de ojos. Ya no soy la bestia que ellos habían creado, era alguien nuevo y renovado. Esas personas habían dejado de existir, para mi y para todo el mundo. ¿Es esto estar cuerdo?, esta sensación de agonía me mata por dentro, pero esa agonía había salido hace poco de mi cuerpo en forma de violencia. Una violencia propia de cualquier asesino en serie. ¿Eso soy?, un simple asesino en serie. No, yo se que no soy así, simplemente he hecho justicia, por cada intento de suicidio que ellos provocaron recibieron una cuchillada, era obvio que se me iba a ir la cabeza algún día. Me vienen a la cabeza las familias, ¿debería disculparme?, no, ellos nunca pidieron perdón por transformarme en el monstruo que soy ahora mismo, por qué debería pedir perdón por serlo. ¿Y eso soy?, un ¿MONSTRUO? Lo afirmo, soy el monstruo que ellos forjaron. El monstruo que ellos crearon. No habían sido buenas personas en su vida así que irán al infierno. Debería seguir cebandome con ellos. Ese es mi último pensamiento antes de saltar al vacío que es la vida.