Querido Lector,
Me asombra ver que en pleno siglo XXI, muchos juegan con enfermedades graves. La mayoría que cree que, por existir mejoras en la ciencia y haya disminuido las muertes con los años, creen que pueden seguir poniendo su vida en riesgo; ya sea por una simple noche de pasión o más bien una noche de desesperación. No les sabría decir el número de personas que sufrieron cuando este padecimiento comenzó a invadir nuestra tierra. Si tuvieras conciencia y supieras cómo los homosexuales fueron tratados en ese momento, como si fuéramos extraterrestres, seres de otro planeta, simples extraños.
No sabes lo que es que te digan que por tu preferencia sexual, el Todopoderoso envió un virus para acabar con nuestra existencia. Seguramente no has pensado en ello. Tampoco supiste por lo que los jóvenes de aquella época pasaron; por el abuso, el acoso, la discriminación, el maltrato, tanto psicológico como físico.
Ahora bien…una vez me preguntaron que por qué la mayoría de las series con temática gay, siempre tratan de tristezas y desastres. Es simple de explicar. Los jóvenes de hoy en día son muy extrovertidos y a esa edad, no todos tienen la cabeza como para pensar en protegerse. El mundo de la cinematografía hace un buen trabajo en mostrar los pasados reales, los miedos intensos; con el fin de enseñar de una vía u otra la importancia de nuestra comunidad.
Si estás leyendo esto, quiero que sepas que te cuides. No dejes que alguien venga vendiéndote rosas si luego te hará heridas con sus espinas. No quieran arrepentirse, mejor precaver y no lamentar.
¿Por qué escribo esta carta? Lo único que quisiera dejar claro, es que muchos prefieren vivir la vida al límite, pero para vivirla, no hace falta que tengas el tiempo contado.
¿Otro día me preguntaron el por qué marchamos? ¿Estar orgullosos de ser Gay? Obviamente esa pregunta vino desde una persona que no tiene cultura, tan siquiera tiene cabeza para pensar por sí mismo.
¿Sabes por qué marcho todos los años? Por esas personas que murieron siendo inocentes, por esos que defendieron nuestra comunidad, por esos que fueron abusados y maltratados como perros callejeros, por esos que llegaron a quitarse la vida por no ser aceptados en una sociedad de espanto. Y por ello estoy orgulloso, orgulloso por ser un sobreviviente más ante tantas miradas, ante esos que te señalan con el dedo, ante tanto rechazo, ante toda esa hipocresía caminante.
Con esta carta no pretendo arreglar el mundo, ni hacer de una convivencia grata o perfecta. Respeto la afinidad de cada quien, pero no veo una opción opacar a los demás por resaltar vuestras creencias. Según el dicho para que el mundo sea mundo, debe haber de todo un poco. Una vez mas, les agradezco por estar aquí, leyendo unas cuantas líneas de apoyo a mi maravillosa Comunidad LGBTQ+.
Con amor,
Vuestro Pequeño Principito!
Merci pour la lecture!
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