mothdesmots Lex Barajas

Los padres de Sam acaban de divorciarse, y tras mudarse con su madre en un intento de mantener unida a la familia y en búsqueda de nuevas oportunidades, deberá rehacer su vida en un lugar completamente nuevo; descubriendo nuevas caras, nuevas sensaciones, experiencias y sentimientos conflictivos.


LGBT+ Déconseillé aux moins de 13 ans.

#adolescente #romance #coming-of-age
0
560 VUES
En cours
temps de lecture
AA Partager

Atazagorafobia

"Miedo a olvidar, ser olvidado o reemplazado por los demás"



Figuras brillantes como si de un caleidoscopio se tratara, que giraban, chocaban y se descomponían en mil nuevas combinaciones...solo que no eran solo eso: eran figuras y colores que además eran al mismo tiempo sonidos y sensaciones, sabores que sentía sobre su piel...

El auto dio una sacudida, su cabeza golpeó contra la ventanilla y la realidad empezó a volver a él como si se tratara de interferencia en una radio vieja.

-Sam, hey, Sammy, despierta...-Escuchó también la voz de su madre, cada vez más nítida, el sonido de la ventanilla siendo abierta junto con el silbido del viento, y sintió una brisa fresca acariciar agradablemente su rostro.

-Estoy despierto...-Murmuró apenas separando los labios, sobándose el golpe de la cabeza e intentando abrir los ojos sin éxito; usando su palma como almohada, se sentía mecido por el movimiento del auto, este seduciéndolo a regresar a la inconsciencia.

-No lo estás, abre los ojos. -Su madre le dio palmaditas en la cara, intentando separar sus parpados usando sus dedos.

-¡Ya!, ¡Me vas a sacar un ojo!- Se sacudió molesto, apartando su mano y finalmente despertando del todo; abrió los ojos, percibiendo su alrededor como una mancha borrosa, sacó sus gafas de la guantera y ahora si, miró la carretera frente a sí que pareciera extenderse infinitamente, rodeado del paisaje desértico inalterable y repetitivo. Pareciera temprano, pues el sol todavía no llegaba a calentar, desprendiendo de la arena el frío de la noche. -¿Qué hora es?

-Las siete. Sin despegar la vista del camino su madre bebía de un vaso de café, notó que había otro en el posa-vasos, así que sin pensárselo mucho lo tomó.

-Me tocaba conducir desde hace dos horas, ¿Por qué no me despertaste?- Tomó un sorbo de café: negro y amargo, para él no había mejor forma de despertar ni de iniciar al día; aún estaba caliente y lo hizo estremecerse al llegar a su estómago vacío, supuso que debían haber pasado por una estación de servicio mientras dormía

-Ya casi entramos a la ciudad, no tienes permiso- Le contestó con algo de severidad, pues no le gustaba hablar mientras conducía, dejó su café en el posavasos para alargar la mano y acariciar su cabeza en un torpe gesto de afecto sin dejar de ver al frente.

-Mhm, Okay- En realidad no le interesaba mucho su respuesta, de todos modos no le gustaba conducir; distraído, quiso voltear sobre su hombro para ver por el vidrio trasero olvidando que las maletas y cajas de la mudanza en el asiento trasero obstruían su visión, así que se dedicó a ver por la ventana.

Después de varios minutos en silencio, tomando ocasionales sorbos de café caliente y contando arbustos y saguaros, su madre checó el espejo lateral para después desacelerar y pararse a la orilla del camino.

-¿Qué pasó?, ¿Por qué te detienes? Ahora si interesado en su respuesta, comprobó rápidamente que la gasolina no se había agotado y luego bajó del todo su ventanilla para sacar la cabeza y mirar a su alrededor en busca de una razón visible, como un neumático ponchado o algo así.

-Relájate, ni que te fuera a dejar aquí, solo quiero estirar las piernas.-la mujer bajó del vehículo, dejando su puerta abierta y caminando hasta el frente del auto, alzando los brazos al cielo y contemplando el camino que aún quedaba por delante. -Es bonito, ¿No?

El no bajó, por más poco entusiasmo con que aguardara su destino, al mismo tiempo quería acabar ese viaje lo más pronto posible.

-No está mal. Le daba igual, cada cactus era igual al anterior; ni siquiera había alzado la vista, comprobaba que su teléfono tenia señal y que no tenía ningún mensaje de su padre...

-¿Ya ves Sammy?-le sonrió la mujer, caminando hasta su ventanilla y apoyando las manos en el techo, inclinándose para verlo, poniéndose seria cuando lo vio guardar el celular con gesto culpable. -Oye...quería hablar seriamente contigo...-empezó a decir, y él no escuchó nada más, pues su cerebro activó automáticamente su respuesta habitual ante las "conversaciones serias con los padres":

Huida.

-Ay NO. -Antes de darse cuenta se encontraba recorriéndose en el asiento y saliendo por el lado opuesto del auto, la puerta del conductor abierta. Empezó a caminar apresuradamente, sin saber realmente a donde se dirigía, tan solo yendo hacia el horizonte, adentrándose entre los estúpidos matorrales y cactus, y sintiendo como se hundía en la arena al caminar.

-¡Sam! ¿¡Qué mierda!?-la mujer metió medio cuerpo al auto por la ventana intentando atraparlo, antes de razonar y darle la vuelta al auto, alcanzándole rápidamente. -¿Qué pretendes?-Le tomó por el brazo para detenerlo y el muchacho se detuvo inmediatamente, sin intentar luchar, pues caía en cuenta de lo estupidez de sus acciones.

-¡No se!...¿Devolverme a Detroit haciendo auto stop? -Sabía que no era posible, que tenía a donde ir, sabía que eso era lo mejor para todos, pero aunque sea necesitaba sentir que oponía alguna resistencia al hecho de no tener ningún control sobre su vida.

-Déjate de tonterías de niño chiquito, dijimos que íbamos a dar nuestro mejor esfuerzo. -Bufó molesta su madre, empezando a jalarlo suavemente; le pretendía conducir amablemente al auto y él cooperaba avanzando con ella, pero podía sentir la firmeza de su agarre.

-Lo estoy dando. Molesto de que no reconociera su esfuerzo, se limpió las lágrimas con el cuello de la camisa antes de que su madre las notara.

-¡Estuviste bien por todo el camino!-Parecía reclamarle; bien, no se había dado cuenta de nada.

-Lo estoy mientras no hablemos del tema. Volvieron a entrar al auto, se tomó la mitad del café de golpe, intentando llenarse de ese calor reconfortante, intentando volver a olvidar e ignorar el tema lo más posible, para después no sorprenderse a si mismo escapando por la ventanilla del auto o algo parecido; que supiera que era lo mejor no hacia las cosas más fáciles.

Su madre se tomó su tiempo, quitando las llaves del contacto, frotándose las manos para calentárselas y colocándose las palmas sobre los ojos, intentando aliviar el cansancio mientras el café empezaba a enfriarse.

- Mira...-empezó con aquel tono cansado que de inmediato lo llenaba de culpabilidad. -también es difícil para mí, ¿Okay? Y eso que no es la primera vez que comienzo de cero, ya quisiera que hubiéramos tenido un auto cuando te tuvimos a ti...tu papá me la está poniendo difícil, no empieces tú también (el celular, sin textos ni llamadas de su padre, pareció pesar aún más en su bolsillo) Más allá de la casa y de tu escuela…no hay nada seguro, no sé si podré conseguir empleo, o si tu padre me dejará ver a mis hijos, o si ellos querrán verme...pero quiero que sepas que por ustedes estoy dispuesta a volver a empezar todas las veces que se necesiten...así que de momento tendremos que esperar lo mejor. -Alzó la vista, dedicándole una de esas sonrisas tranquilas tan raras en ella, con la intención de animarlo y darle valor, de la misma manera que sonríen los padres al despedirse de sus hijos al mandarlos a la escuela por primera vez.

En esas raras ocasiones jamás sabía que decir ni cómo actuar, así que tan solo asintió, bajando la vista con cierta resignación y por lo tanto sin ver la sonrisa de su madre ampliarse.

-Andando, tampoco es como si tuvieras opción.

Y encendió el auto.

21 Janvier 2021 12:34 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
1
À suivre…

A propos de l’auteur

Commentez quelque chose

Publier!
Il n’y a aucun commentaire pour le moment. Soyez le premier à donner votre avis!
~