𝐀𝐌𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐀 𝐉𝐔𝐍𝐆𝐊𝐎𝐎𝐊 | 𝐊𝐓 Suivre l’histoire

Taehyung mantenía sus manos sobre sus rodillas, pegado a su casillero, respirando agitadamente sintiendo como el sudor que se hallaba en su cabello castaño bajaba por su barbilla y seguía con ese camino hasta su cuello.

Era el último día de la semana y estaba a un minuto de perderse la entrada de Jeon Jungkook.

Ese hombre que parecía romper los botones de su camisa por la gran musculatura que cargaba, junto a esos muslos fuertes que se veían perfectamente por el ajustado uniforme.

Si tan solo Jungkook le hablara se daría cuenta que lo tenía a sus pies. Él realmente había intentado darse a notar e intentó llamar su atención de una manera bastante conocida.

Le había dejado bonitas notas de un color distinto cada día, relatando en cada una de ellas lo enamorado que estaba de él y todas las sensaciones que su cercanía le podía causar.

En un comienzo eso le ilusionó y empezó a soñar seguidamente el como Jungkook lo buscaba entre los varios estudiantes de la universidad, siendo su única prueba las iniciales "KT" que dejaba al final de ellas. Encontrándolo y declarándose en ese mismo instante con un apasionado beso.

Pero claro eso se quedó solo en un sueño pues esa burbuja de ilusión fue abruptamente reventada, cuando el decidido ver con un poco de valentía el como Jungkook leía una de sus notas. La reacción que expresó el hombre de sus fantasías e incontables sueños fue justamente lo opuesto a lo que pensaba.

Su expresión desinteresada le dio un dolor profundo en su pecho junto a un nudo en la garganta que no le hacía fácil la tarea de respirar, pero lo que realmente le hizo una grieta en su corazón fue el como Jungkook arrugaba ese papel y lo lanzaba al primer cubo de basura que encontraba en su camino.

Y así fueron varias semanas donde se quedaba noches escribiendo esas notas que al día siguiente él veía como Jungkook las arrugaba y tiraba, sintiendo que ni siquiera leía lo que escribía con tanto amor.

Intento descubrir aquello escribiendo en el papel azul claro las siguientes palabras:

Jungkook tu realmente me gustas y escribir en estas hojas es mi manera de darte a conocer todo lo que me haces sentir.

Vi que cada una de ellas terminaban en el tacho de basura ¿realmente las lees? ¿O simplemente estoy perdiendo mi tiempo?

Si realmente lees esto me avergonzare mucho de lo que escribiré a continuación.

¿Tu me llegarías a querer Jeon Jungkook? Puedes tirar a la basura esta nota para decir que si o quedártela para decir que no.

KT

En la noche donde escribió esa nota, lo hizo con las mejillas sonrojadas muy avergonzado de lo posiblemente estúpido e infantil que podría parecer. Claramente el creyendo que Jungkook leía sus notas.

El día siguiente podría catalogarse como uno de sus días más tristes, pues vio cómo el hombre que le gustaba tanto, arrugaba el papel ni bien lo tomó en sus manos y lo boto como si fuera una pelota de baloncesto al tacho de basura.

Cuando Jungkook se fue de ahí, él con lágrimas tristes en sus ojos veía como el papel se hallaba entre la basura. Taehyung dejó de escribir esas cartas desde ese momento.

Días pasaron y su corazón dolía cada vez más, siendo la única manera de calmarlo leyendo libros de romance los cuales le hacían soñar con un amor eterno.

Se había topado un día de esos con un libro donde relataba un amor estudiantil y donde un chico enamorado le daba regalitos a su crush de escuela. Y si hasta ahí se quedó pues lo demás fue demasiado predecible y chicle.

Pero no dudo en poner a prueba esa idea que había obtenido del libro. Gracias a que era muy observador y más cuando se trataba de ver a Jeon, sus regalos se basarían en sus alimentos favoritos.

Unas ricas galletas y leche de plátano era lo que cada mañana aparecía en el pupitre de Jungkook, no olvidándose de poner sus iniciales pegando un pos-it en la envoltura de las galletas.

Jungkook no compartía aula con él pues cursaba el último año y el iba por el penúltimo. Así que para dejar esos regalitos tenía que ir a las aulas de último año que se encontraban más alejadas de las demás.

Era un esfuerzo muy grande que tenía que hacer, pero sentía que valdría la pena si al final a Jungkook le llegara interesar el chico que le dejaba los regalos.

Pero como la primera vez, eso no fue como lo esperaba. Había sido un día normal donde él recorría todo el gran pasillo para llegar al aula vacía y dejaba perfectamente las galletas y leche en su lugar, alejándose casi corriendo de ahí para que nadie llegara y lo viese.

Y pudo haber seguido su día normalmente, pero no fue hasta el receso de camino a la cafetería donde vio el post-it con sus iniciales en el suelo y junto a él una chica que tenía las galletas y la leche de plátano.

El siguió su camino con dificultad, pasando con pesadez el nudo de su garganta. Pues había reconocido a esa chica, la cual le hizo ver la realidad.

Jungkook no se fijaría en él si no cambiaba su cuerpo. Pero no a uno de mujer si no a un cuerpo ejercitado, el cual no se moviera la grasa sobrante de él.

Taehyung no se podía considerar una persona saludable, pues tenía ganas de comer frecuentemente y sumándole que no tenía actividad física. Sus muslos habían engordado junto a su cadera y mejillas.

No se le podía considerar un chico muy gordo, pero tampoco un chico delgado con la piel en su lugar.

La chica que había visto con los regalos que supuestamente eran para Jungkook era YongSun una de las dos chicas que se había conocido que Jungkook tuvo un amorío sexual, Sowon fue la otra chica. Y lo que resaltaba de ambas era sus estupendos cuerpos curvilíneos y delgados.

El odiaba compararse con ellas, pero desde ese día, lo comenzó a hacer. La balanza que se hallaba olvidada en su departamento fue usada por él cada día marcándole el mismo número de siempre y a veces un poco más.

El ejercicio y la dieta que intentaba hacer en su departamento nunca funcionaron y su cuerpo aún se mantenía con la grasa sobrante en él.

Y cada vez él se desanimaba más.