Compartir el mismo edificio puede ser una casualidad. Que nuestros apartamentos queden en el mismo piso de dicho edificio, también puede ser casualidad. Que de los treinta apartamentos que hay en el último piso de dicho edificio el tuyo y el mío queden uno frente al otro, es inusual pero igualmente puede ser una extraña casualidad. Lo que no me explico es, ¿Cómo es posible que coincidamos cada día a la misma hora y en el mismo jodido lugar? Sin importar el motivo por el que nos encontramos una y otra vez, cada noche al llegar a nuestro edificio mi mente vuelve a decir...
Espero verte en el elevador.
— Hoseok
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