Histoire courte
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NIEVE RECIÉN CAÍDA

Nota de autor: Este drabble fue creado para la actividad "FICKER BELL: Un retrato de navidad" de la página de Facebook: "Acción Poéticaen Fanfiction".


Fandom: The Hunger Games

Libro: "The Ballad of Songbirds and Snakes"

Pareja: Coriolanus Snow x Lucy Gray

Temática: Fanfiction. Romance. What if...?


NIEVE RECIÉN CAÍDA

Más sonrisas, repartir halagos y abrazos de aquí para allá en el banquete navideño organizado por La Academia. Tanto Lucy, como yo hubiéramos preferido pasar esta navidad en casa con nuestras familias. Las pequeñas primas de Lucy están dando vueltas por la sala alrededor de las mesas de comida, saludando y hablando con la gente que se les acerca y ganándose a todos con su inocencia y ternura. Lucy las dejó libres para que disfrutaran de la fiesta, pero les pedimos que no se alejaran de nuestra vista y ni se acercaran a la mesa donde sirvieron posca, champagne y licores de todo tipo.

Lucy llegó al Capitolio sola y durante varios meses estuvimos tramitando la tutela de sus primas, que se hizo efectiva una vez que ella cumplió dieciocho años. Entonces, volvimos por ellas al Distrito Doce para traerlas aquí. Es la segunda navidad que Lucy pasa en el Capitolio pero la primera para Maude Ivory y Barb Azure.

Madame, Tigris, su reciente novio, yo y Lucy estamos observándolas y cuidándolas a la distancia. A veces nos acercamos cuando vemos algo raro. Pero solo están comiendo tranquilas.

−Creo que se van adaptar con facilidad, cariño –comento.

−No lo dudo, son niñas. Absorben todo como una esponja, en la escuela ya se hicieron un montón de amigos. Ahora sé que todo estará bien –mi novia sonríe y yo también lo hago.

Mi objetivo desde que salió con vida de la arena de los Decimos Juegos del Hambre siempre fue hacerla feliz y demostrarle que la amo. Ahora que tiene a las dos personas que más le importan con ella, se siente completa.

−Tienen a quien parecerse –aseguro–. Por cierto, la presentación de las tres fue fabulosa.

−Gracias, cariño –apoya su cabeza en mi hombro, toma mi mano y entrelaza nuestros dedos.

Las tres cantaron canciones navideñas y tocaron instrumentos a mitad de la velada, dejando a todos con la boca abierta, satisfechos y aplaudiendo.

−¡Maude, Barbie! –les grita Lucy y ellas nos miran−. Si quieren seguir comiendo, tomen platos, sírvanse lo que quieran y vuelvan aquí.

Maude asiente y ambas obedecen.

−¿Qué sucede? –pregunto.

−Quiero que salgamos al jardín... Ver la nieve.

−En otras palabras, quieres escapar.

−Tal vez... para que nos relajemos.

Mira alrededor y es obvio que quiere huir de la atención que recibe constantemente. Aunque finjo no notarlo, resulta difícil ignorar el modo en que algunos hombres las miran, sobre todo a esos hombres mayores que parecen sobrepasar los sesenta años y no les importa que la chica a que ven con deseo tenga edad para ser su nieta. Si fuera impulsivo iría directo a borrarles esas sucias expresiones de sus caras; pero no lo soy, así que me limito a protegerla y reaccionar en los momentos que se sobrepasan.

−Me parece buena idea –acepto–. Vayamos por nuestros abrigos a recepción y salgamos un rato.

−¿Pueden cuidar a las niñas mientras tanto? –pregunta a mi familia.

−Por supuesto, querida –dice Madame.

−Será un placer –agrega Tigris–. Ustedes vayan a tomar aire, que no las dejaremos solas.

Las niñas vuelven y Lucy les dice que nos ausentaremos un rato y que se queden con los tíos y Madame. Les da un beso en la frente a cada una antes de tomar mi mano nuevamente, buscar los abrigos y salir al gran jardín. A nuestro alrededor todos los objetos, hasta los arboles más cercanos están decorados con luces, y guirnaldas con motivos navideños. Caminamos en silencio, sin caminar hacia ningún sitio en particular. Afortunadamente, ella se quitó el calzado en recepción, y se puso en su lugar unas botas, que trajo si se cansaba o caminar más cómoda sobre la nieve. Ahora salta sobre la superficie completamente cubierta por la nieve, permitiendo que ésta caiga sobre sus manos enguantadas y su cabello.

−A veces, eres como una niña, Lucy Gray.

−Solo con la nieve. Siempre me gustó, puede convertirse en una actividad divertida.

−¿Divertida?

Entonces, se inclina, toma una bola de nieve y me la lanza justo en mi hombro, repite el proceso unas dos o tres veces más, antes de que reaccione.

−Oh... vamos, Coriolanus Snow. ¡Hazle honor a tu apellido! No es entretenido, cuando la batalla es unilateral.

−¿Me querías arrastrar aquí para esto?

−No. También quería estar a solas contigo. Casi ni hemos podido hablar y besarnos con toda esa gente alrededor. Siempre nos interrumpían.

Lucy vuelve a lanzarme otra bola, pero alcanzo a esquivarla al agacharme y hacerme a un lado. Me está provocando y está logrando su objetivo.

−Y ahora estás atacándome aprovechándote del factor sorpresa. No es justo, cariño –la reto, mientras una sonrisa traviesa se forma en mi rostro y rápidamente formo una bola de nieve y se la lanzo cuando no se lo espera a la altura de su cintura.

Cuando ella pone sus brazos en jarra a sus costados solo me río y la pelea empieza. Nos lanzamos nieve el uno al otro por varios minutos, sin importar que el otro pida clemencia, hasta que ambos caemos sobre la nieve, agotados de tanta corrida. Algunos invitados que decidieron salir como nosotros, nos miran, pero no dicen nada. Quedo sentado en la nieve y procuro que Lucy se mantenga sentada en mi regazo. Afortunadamente, en lugar de vestido, ella escogió un pantalón de vestir hoy.

Ella rodea mi espalda con sus brazos repentinamente, y yo pierdo algo de equilibrio cayendo para atrás, con ella encima de mí.

−Lo siento, Coryo.

−Tranquila, es solo nieve.

Cuando ella intenta apartarse, no se lo permito. Sujeto su rostro entre mis manos, la cubro nuevamente con la capucha de su abrigo, justo en el preciso momento que los fuegos artificiales hacen aparición.

−¡Feliz navidad! –decimos al unísono.

En vez de prestar atención al espectáculo que se desarrolla en el cielo, capturo sus labios en un tierno beso y ella me corresponde, incluso con más amor y pasión.

−Te amo –murmura.

−Yo también. Has cambiado mi vida –sonrío.

−Y tú la mía, completamente.

25 Décembre 2020 04:24 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

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