Histoire courte
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Penumbras

Flores muertas, cientos de ellas. Las siento en el aire, ese aroma pesado que se adhiere poco a poco a mi piel y cabello. La negrura se ha aclarado, me encuentro en mi habitación, hay algo diferente aunque no se muy bien que es. La cama es igual, con el dosel rosa que tanto había querido de niña. Las paredes con su tapiz de mariposas. La alfombra púrpura, radiante en el centro de la habitación.
Inmaculada. Eso es lo extraño, el lugar se encuentra inmaculado, sin ropas regadas o juguetes por doquier. Un dolor punzante en mi pecho, el aire me falta ¿Qué me sucede? No puedo respirar. La negrura avanza nuevamente y envuelve todo a mi alrededor, dejándome en las penumbras. ¿Estaré aun dormida? No. Este dolor se siente bastante real, como si algo hubiese atravesado mi pecho. Camino, en la inmensa oscuridad, sin saber a donde dirigirme, solo el leve taconeo de mis zapatos de charol resuena. El dolor se hace más agudo. Un ruido, hay alguien más en la oscuridad.
El sonido se siente como una cadena arrastrando sobre una superficie lisa. Mis nervios se ponen de punta, todo mi ser me dice que debo huir, pero por más que me muevo no logro avanzar, y el sonido está cada más cerca. Mis rodillas fallan y caigo al invisible suelo, muchas punzadas de dolor se abren paso en mi abdomen, como si yo fuese un alfiletero humano. El horrible sonido ya está encima, se que si levanto la vista tendré lo que sea enfrente de mí, mi respiración está ahogada, mis manos tiemblan y ya no siento las piernas. Inevitablemente mis ojos suben.
Ahí de pie enfrente mío, un sujeto que no es más que una sombra de la cual no puedo ver el rostro, lleva en la mano un enorme cuchillo de carnicero el cual caen gotas de sangre que se pierden en la oscuridad que nos consume. A pesar de no ver su rostro, su presencia se siente familiar, mi miedo se siente familiar. La negrura avanza y ya no puedo ver más nada. La luz empieza a abrirse paso lentamente, protejo mis ojos del sol, estoy en campo abierto. El dolor de mi abdomen regresa y llevo mi mano a él y noto que estoy sangrando, mi blanco vestido está cubierto de sangre, con múltiples cortes. Entro en pánico, y corro por el lugar pidiendo ayuda a gritos, pero nadie me escucha.
Poco a poco me doy cuenta, que estoy en un cementerio. Las punzadas de dolor de mi cuerpo van menguando a medida que mis pasos se acercan a una tumba con un pequeño ángel encima, leo el nombre tallado sobre la piedra y me respiración se detiene a la vez que los recuerdos acuden a mi mente. El hombre de la extraña sonrisa en el parque, su vehículo, con olor a perfume y sudor, su enorme cuchillo cortando a través de mi blanco vestido no una ni dos , sino siete veces, hasta que el dolor y la agonía pudo más que mi llanto y sucumbí a la oscuridad. La verdad se hizo clara en ese entonces, estoy muerta.
La negrura aparece y desaparece nuevamente, transportándome a mi casa de nuevo, rostros bañados de lágrimas me rodean, mi padre con una pequeña cuchara revolviendo su café, mi madre quieta como una estatua mirando el horizonte, pero nadie me ve a mí, de pie , en medio de todos cubiertos de sangre, nadie jamás me verá de nuevo, pero yo siempre los veré. Estaré aquí presente, sola en la oscuridad.

21 Septembre 2020 18:07 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Lechuza Oscura ¡Hola! Bienvenidos a este rincón de oscuridad y fantasía. Espero mis relatos sean de tu agrado. No olvides dejarme tu reseña y comentarios. :)

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