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Sobrevivir al diablo de la facultad es más importante que echarse a llorar por la traición de un ex novio ridículo. Esto creía Alia, pero lo que no sabe es que ella brilla en la pupila de ese diablo; inconscientemente ella es el infierno de ese diablo.


Érotique Interdit aux moins de 21 ans.

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De mariposas rosas

¿Qué estaba enamorada?

¡Ufff! ¡Hasta el punto de mirar en todas partes mariposas rosas!

Como una desquiciada, debo aceptar que por esos días el uso de la razón no era mi fuerte, pero si podía darme el lujo de gritar que lo amaba más que cualquier otra cosa, obviamente estaba enamorada y la erotomanía suele jugar malas pasadas; la incongruencia de los eventos, una sola idea acaparando la mente, la imagen del ser amado en todos lados, creerse superior, dichoso, regalo de Dios, la felicidad tocando puerta... Cosas típicas del licuado hormonal de la que somos presas los seres humanos o algunos seres humanos que creen que el enamoramiento todo lo puedes.

¡Pamplinas!

Lo importante aquí no es cómo nos enamoramos, eso lo sabemos todos, lo importante es que me duró muy poco la dicha, y se preguntarán ¿Por qué?

Os detallaré lo que ocurrió:

¿Cómo lo conocí?, vamos, eso no importa, aquí el condumio del asunto es cuán poco duró; exactamente cuatro días. Hay gente que tiene la facilidad de destruir el mundo de otros en segundos y él era profesional en destruir mundos e ilusiones.

Al quinto día como cualquier idiota enamorada lo visité por la mañana en su departamento, llevaba café recién hecho y un pedazo de su tarta favorita.

Intenté timbrar, pero la puerta estaba entreabierta así que asumí que podía pasar (mal, nunca asuman algo así, nunca ingresen al departamento de su novio por ver la puerta entreabierta, ingrata podría ser su sopresa) una vez dentro del lugar escuché una conversación poco usual de un soltero que; "vivía solo y enamorado a morir de su novia".

<<Me encanta mirarte mientras te masturbas, la expresión de tu rostro es como la de un ángel que vende sus alas por mirar a su amada mientras esta se baña; espléndido. Tus ojos parecen dos estrellas que se derraman por el éxtasis y el movimiento de tus caderas mientras te balanceas... definitivamente quiero que me la metas ahora, pero eso no sería bueno para el negocio.

Sabes Diego, no entiendo porque me llamaste, dijiste que tenías novia, con ella puedes hacer esto y lo más importante es que es gratis, por ese chusco motivo del "amor"... Por sexo gratuito algunos hombres tienen novia, siempre he pensado que es por economía, pero yo no lo haría gratis con nadie, aunque contigo haría una excepción solo porque lo haces tan deliciosamente -A veces pienso que cobrarte es un crimen-

- Calla y sigue mirando, para eso te pago.

Ok, y para cuando es mi turno o es qué hoy me pagas solo por mirar y chuparla después, si es así, te digo desde ahora que será el mismo precio, al fin de cuentas este es mi negocio.

-Cierra la boca, deja que me concentre, estoy pensando en ella, entiendes, pienso en ella, no quiero decir que no seas una mujer guapa, pero algunos hombres como yo encuentran interesantes a aquellas mujeres que todavía tienen cara de inocentes como ella.

-Te creo, me sorprende el gusto que tienen por las mojigatas, pero que le vamos a hacer, el mundo es así, está lleno de leones enamorados de gacelas, quieren comer y no pueden>>

....

Digamos que el café me lo tomé yo. Me senté en el sofá y me dediqué a decepcionarme con cada cosa que escuchaba, así dolería menos la ruptura. Decidí hacer mi aparición triunfal cuando acabaran, porque hay respeto sabes, hay respeto y cuando te enseñan a ser educado con los demás no puedes andar interrumpiendo el coito de otros, a pesar de que aquello implique a tu propio novio o exnovio.

<<Ahora puedes venir, pero antes quiero que te toques, hazlo como si fuera tu primera vez y por favor mientras lo haces di que te llamas "Alexia" si lo haces como te digo te pagaré un poco más>>

Los gemidos colectivos duraron unos segundos, debo decir que Diego se escuchaba como un cerdo cansado y ella, bueno ella se escuchaba divinamente, debido a su entrenamiento, la cantidad de veces que lo habrá hecho, ella era una maestra en el tema, creo que existe vocalización de como gemir correctamente, pero no he escuchado que den clases de aquello, por eso del arte de fingir el orgasmo.

Terminado el cuento, Diego salió de la habitación, me miró, miró a la prostituta y comenzó a tartamudear...

"No es... no es lo que... lo que... lo que parece".

Así acabó mi amor, por cierto, yo no me llamo Alexia, así que debía entender que Diego estaba profundamente enganchado con alguien que no era yo.

La decepción me duró un buen tiempo, pero la vida no se detiene, las clases siguen y los proyectos de fin de semestre no se hacen esperar. Malditos proyectos de fin de semestre, nunca entenderé porque los docentes tienen el arte de dejar lo complicado para último minuto, hay todo un año para enviar paulatinamente tareas, pero parece ser que al finalizar ellos abandonan la pereza, terminan sus relaciones en turno y se ensañan con los alumnos o quizá debería entender que ellos también son seres humanos practicando la ley del menor esfuerzo.

************************************************************************

Que Arturo Ortega era el profesor más maldito y sexy de la facultad, ese era un hecho conocido por todo aquel que tuviera ojos, oídos y un poco de materia gris. Cualquiera del género femenino y uno que otro del género masculino babeaban por el individuo cada vez que lo veían pasear por el pasillo, obvio, cualquiera con un tanto de genes sadomasoquistas. La gente normal, la gente que prefiere evitar los problemas se mantendría alejada, solo así se garantizaría una vida sana, larga y libre de sufrimientos.

Aquel tipo disfrutaba de torturar a los estudiantes con sus exámenes sacados del trasero del diablo, las amenazas constantes de: "aunque se esfuercen perderán mi cátedra, les recomiendo que vayan pensando en un cambio de carrera" "No van a poder, lo veo en sus caras" "El próximo examen será tan fácil, tan fácil que me daré el lujo de dejar las fichas y retirarme, regresaré en dos horas" (obvio era un examen imposible)

A esto hay que sumarle unas bonitas estadísticas por semestre; de 25 estudiantes matriculados; 15 se retiraban después de la primera semana de clase y de los diez restantes; pasaban dos y el resto perdía irremediablemente la cátedra. El panorama era prometedor, pero yo, yo no me iba a rendir con ese maldito, si perdía la cátedra estaba lista para armar una guerra mundial en contra de la facultad, la universidad, la ciudad, el país, el continente y todo aquel que tuviera que ver con ese vicio arraigado de darle razón a un docente loco.

Así que pensar en un ex novio estúpido no era una buena inversión de tiempo y energía, enfrentar al diablo y salir airoso, esa era la mejor inversión de energía que podía hacer. Aquí ya no habían mariposas rosas, se trataba de grandes tarántulas negras que se tragan a cualquier mariposa, monstruos, blasfemias y el mismo diablo persignándose antes de rendir un examen.

Sexto semestre de la carrera de Analítica, ser estadista y morir de hambre porque todos saben que estudiar estadística es un riesgo innecesario que hay que correr solo para darse el lujo de tener un título que indique que uno se graduó de algo. Una cátedra; métrica avanzada (estadística avanzada). Un profesor; Dr. Arturo Ortega, graduado con honores en el arte de causar traumas psicológicos severos a los estudiantes. Una estudiante: Alia Ibetto, individua rara en la búsqueda constante de matar al profesor con el uso de su honoris odio e influjo psíquico.

La fama del profesor Arturo ¡Ufff! os juro que su presidente tiene mejor fama, pero eso a él no le importaba en lo más mínimo, es más, podía notar esa satisfacción que tenía cada vez que alguien le imploraba por una oportunidad para mejorar calificación. Disfrutaba de las caras de decepción ante un cero rotundo y en especial cuando una aula casi llena pasaba a estar provista de cinco estudiantes temerosos de su destino.

Conocido como "el diablo de analítica" su fama se extendía por todo el campus y hasta en otras universidades. Entre los catedráticos también imperaba su carácter; se corrían rumores de que se había peleado con el decano de la facultad, había insultado al profesor de matemática, le había dicho a la docente de métodos de investigación que era un incompetente y finalmente, se había ido a puño limpio con el profesor de métricas del otro curso, aduciendo que era un pésimo docente (será por eso que todos lo querían y deseaban fervientemente pasar la cátedra instruidos por él).

De apariencia joven y con un comportamiento poco humano, la gente común le ponía unos 36 o 38 y yo le ponía mil años de tragar mierda nociva; única razón para cargar con esa ira contra el mundo.

La gente murmuraba que le hacía falta una novia, un compromiso, un hijo, algo para tener la mente más endulzada, pero definitivamente creo que nadie se atrevería a semejante operación de riesgo con él. Francamente, yo lo veía como esos tipos sin futuro amoroso, de esa gente tan amargada que podía convertir en veneno el agua que bebía, es más me lo imaginaba de viejo, encerrado en un asilo, escupiendo blasfemias en contra de sus ex alumnos y el mundo. Y no, no quiero justificar mis pensamientos infantiles con mi ociosidad o inoperancia para estudiar y aprender de las enseñanzas del docente Ortega, lo que ocurre es que estudiar no era suficiente, aprender no era suficiente, tener iniciativa y aprender más allá de lo necesario de la cátedra, no era suficiente, nada era suficiente y aquello frustra a cualquiera, especialmente cuando sabes que aquellas misiones imposibles no se aplican en la vida laboral. En la vida práctica si tenías la suerte de trabajar de lo que estudiaste, era casi inverosímil que te pusieran a realizar demostraciones matemáticas de matemáticos muertos hace 5 siglos o que te hicieran la vida imposible con teoremas casi extintos. Hay que aclarar que en métrica sufríamos como desquiciados por motivos sin sentido, tan solo por obra y gracia del docente, en este aspecto Ortega se creía Dios y diablo.

Después de todo lo que he contado, creen que las mariposas rosas sobrevivirían, ¡Pamplinas! Para sufrir era suficiente tomar métrica con el profesor Ortega y para vivir era suficiente aprobar el examen final.

9 Septembre 2020 22:36 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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