nekki Nekki Nekki

Dicen que una tercera parte de tu vida la pasas durmiendo... ¿es tiempo perdido?


Science fiction Tout public.

#fractales #ciencia-ficción #mundos-paralelos
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Sueños

Se despertó con unas inexplicables palabras suspendidas en la mente, convencida de que fueron causadas por el mismo sueño. Dormirse en el sillón por cansancio, le provocaba esa clase de sueños en estado de semi vigilia, y eso, hacía creer a su cerebro que era real.


Por lo menos, esa fue la explicación que la parte racional de su mente argumentó para darle un poco de tranquilidad. Miró a su alrededor y notó que seguía igual, aunque todo se veía más lúcido y claro. Se levanto del sofá y regresó al trabajo. Últimamente se sentía cansada, más de lo habitual. Por eso se quedaba dormida en cualquier lugar, como ahora.


Retomó el modelo matemático que elaboraba en su computadora e ingreso unas cuantas coordenadas más, solo para ver como la imagen en la pantalla volvía a modificarse y se amoldaba a los cambios una vez más. Eso era lo fascinante de todo esto. La auto organización.


Mientras miraba como los colores y texturas se dibujaban y se reorganizaban automáticamente, otro pensamiento quedó plasmado en su cabeza. ¿No crees que los Deja Vu son recuerdos del otro lado? ¿de otras vidas en el otro extremo? ¿no serán recuerdos que tu cerebro intenta relacionar?


Por alguna extraña razón, los fractales que realizaba en su computadora tenían un increíble sentido, como si aquello quisiera darle un mensaje. Cada una de las figuras se replicaban idénticas, pero en distintas dimensiones.


Se giró en su silla y miró hacia el ventanal que estaba a su espalda. Había anochecido y podía notar las brillantes luces de la ciudad desde el piso 24. Parecían estrellas infinitas y le gustaba quedarse viéndolas ensimismada.


La relajaba.


–Vamos, tienes que terminar esto… – se dijo a sí misma, mientras observaba la imagen y digitaba las fórmulas velozmente. Suspiró y luego bostezó – maldito sueño… –dejó de escribir y recargó su espalda en la silla.


Cerro los ojos.


Una brisa suave, cálida y salina la hizo abrirlos. Los colores brillaban con la luz del sol. Wow, que hermoso océano, susurró con admiración mientras en su oído el sonido de las olas se volvía una melodía.


–Es cierto, tengo que regresar… – se irguió y se puso en pie – ¿A dónde? ¿acaso no era de noche? – la idea se fijó en su cerebro.

–Debió ser solo un sueño… – pensó para tranquilizarse y se puso en marcha. No sabía con exactitud hacia donde, dejó que su cuerpo se moviera por si solo, mientras caminaba por una costanera que no reconocía y el viento seguía sus pasos.


Sus pensamientos eran erráticos, estaba confundida, tanto que incluso sintió vértigo. Se apresuró y en una banca cercana a las blancas arenas, tomo asiento y respiró profundo.


–¡Qué mierda me está pasando! – se recriminó. Con la palma de sus manos cubrió sus parpados y restregó sus ojos.

–Cansada, estoy cansada…


Un leve parpadeo y la oscuridad cubrió su mirada y la sorprendió. La habitación estaba en penumbras, a la distancia escuchaba el ladrido de los perros y el silbido de los grillos en medio del silencio de la noche. La cama estaba cálida y podía escuchar la respiración de alguien a su lado. Cierto, era de madrugada y se habían acostado temprano. Sentía las extremidades adoloridas por el arduo trabajo de recolección, el trabajo de temporera siempre era pesado y la paga era muy mala, pero por ahora era el único trabajo que podía obtener para subsistir mientras seguía en ese pueblo junto a Samuel.


–¿Quién diablos es Samuel? – se preguntó de súbito y el corazón comenzó a latir acelerado. ¿Cómo es que no recordaba a la persona que dormía a su lado? – debo estar volviéndome loca… – pensó tratando de tranquilizar sus nervios. Se movió un poco y escuchó la voz de Samuel que le susurraba con voz adormilada.

–¿Otra vez esos malditos sueños? Ya duérmete, que mañana hay que trabajar – replico con molestia. Hizo esfuerzos por recordar el rostro del desconocido que le hablaba, pero su mente estaba en blanco.

Luego de un rato de mudo terror, sus parpados se cerraron nuevamente, seguía cansada.

–Mañana será otro día… – fue la idea que la durmió y perdió la noción del tiempo nuevamente.


Sus dedos se movían rápidamente sobre el teclado, el plazo de entrega terminaba hoy a la media noche, si no enviaba el informe, se echaría el ramo otra vez y su carrera se atrasaría un año más.


Levantó la mirada y luego de un rato, un fuerte dolor de cabeza la obligo a detener su intento de terminar el trabajo. Ya no podía más.


¿Por qué diablos estaba tan cansada?


Cerró el notebook de un brusco movimiento y fue entonces que pudo notar los callos que cubrían cada uno de sus dedos, las yemas estaban endurecidas y rugosas y ardían. Sin salir de su sorpresa, recorrió con la mirada sus muñecas y comprobó como el color de su piel tenía un tinte moreno irreconocible, señal del trabajo al sol.


Se puso de pie de un golpe y corrió al baño hasta situarse frente al espejo.


“¿No lo sabias? Existe una vieja leyenda que dice así: la realidad está dividida en múltiples planos. En una línea de la realidad estás despierta y en la otra en letargo. Cada cierto tiempo una y otra se despiertan para vivir distintas vidas ¿en cuál de ellas estas?” y la sonrisa que reflejo el espejo haciéndole esa pregunta no era ella.


26 Août 2020 02:14 1 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Nekki Nekki Escritora, locutora y bibliotecaria. Aspiro siempre a mejorar mis escritos. Uno de mis relatos (A-5) participó en la #Antología #Imaginarias y también en Imaginarias 2 con el relato "Ser humano". Actualmente me encuentro corrigiendo la novela que espero llegue a ser publicada.

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