Medusa -

Prólogo

Mi madre solía contarme historias antes de dormir cuando era pequeña, mi favorita es aquella donde viajó con mi abuelo a la fuente de la juventud, y el odioso pirata Jack Sparrow, así como lo describe no comprendo porque mi madre se enamoró tan perdidamente de él. Cada tanto le pedía que me contase de nuevo esa gran aventura en la que ella consiguió su inmortalidad con el fuerte pago de perder a mi abuelo, y después fue abandonada en una isla, todo gracias a ese pirata de segunda; aunque unos días después fue rescatada por un navío español que cruzaba por ahí. Según mi madre dió a luz en el mar, nací días antes de llegar a Sevilla, su hogar, yo no recuerdo mucho de ese lugar ya que crecí en el navío de mi padre, un hermoso barco con un nombre ridículo: The Brig Unicorn.

Poco después de cumplir 11 años llegó la noticia de que el hermoso barco de mi abuelo, robado por Barbosa, estaba a un día de distancia y sin su capitán. Mi madre decidió que era un buen momento para tomar venganza por el robo del Venganza de la Reina Ana, lo consiguió y se volvió nuestro hogar. Aunque mi madre no se conformó con tener de vuelta el Venganza, también quería la espada de Tritón, la cual tenía en su posesión Barbosa, así como el amado, hermoso y sigiloso Perla Negra de Sparrow como pago por abandonarla en una isla desierta.

Desde que tengo memoria vivo en el mar, de hecho nací en él, y ruego a los dioses para que el día de mi muerte sea en este. Y no me detendré hasta recuperar lo que me pertenece, no pararé así tenga que ir hasta el más recóndito rincón del mundo para hallarlo, sin importar cuantos cadáveres deje en mi camino, ni cuantos reinos deba destruir. Esa historia, la historia de mi madre no es mi favorita porqué fuese alucinante, sino porque en ella descubrí lo que me depara, lo que me gritaba que debía hacer, con esa historia forjaré mi destino. Y mi destino es dar honor a mi apellido, que mi nombre no se vuelva solo una historia para dormir, por mis venas corre la sangre del pirata más infame que ha pisado la Tierra, que ha navegado el océano; y yo le haré honor a mis antecesores.

Pero nunca dije que jugaría limpio.