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❝No todos los monstruos hacen cosas monstruosas❞ Orden de Fénix ➳ las Reliquias de la Muerte • Te recomiendo haber leído los libros o las películas antes de leer éste fic. Contiene spoilers. Prohibido el plagio o adaptación de la obra, ya sea parcial o total. ➳Historia ganadora del primer lugar de los premios DAMAwards, en fanfic en Wattpad. Obra protegida por Safe Creative © Créditos por la portada a: @SpaceDiagon #1 La Orden del Fenix 26-09-18


Fanfiction Livres Tout public.

#harrypotter #ronweasley #ginnyweasley #banshee #hermionegranger #laordendelfelix
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Capítulo 1

Capítulo 1: Grimmauld Place


—Vamos Demetria —murmuraba la chica que estaba adelante de dos edificios de Grimmauld place— Solo piensa en el número 12, tal y como dijo Hermione...

Demetria cerró su ojos y respiró fondo para vaciar su mente y pensar sólo en aquel número. De pronto, vio como entre ambos edificios se abría otro. Era el más viejo de todos, las ventanas se veían algo dañadas, tenían muchos rayones y sin embargo estaban cerradas.

La rubia se acercó con su baúl y su ave Fénix a la puerta de color marrón, que ya estaba un poco desgastada pareciendo gris; toco unas tres veces y espero.

Al segundo la puerta se abrió dejando ver a una mujer algo regordeta, bajita, pelirroja, con pecas y de ojos celestes. Molly Weasley, madre de seis hijos, una hija y esposa de Arthur Weasley, se hallaba en la puerta mirando a Demetria con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Querida! ¡Qué bueno volver a verte! —exclamó la señora Weasley al verla—. Ven, pasa, pasa, ¡Cuánto creciste!

—Que bueno es volver a verla, señora Weasley —sonrío.

—Cariño, ya te he dicho que me llame Molly —dijo la señora Weasley—. Hermione y Ron están arriba, tú dormirás junto a Ginny y Hermione.

—Señora... Molly —se corrigió—. ¿Aún no llega Harry?

—Oh no, querida, pero dentro de unas semanas vendrá.

Luego de la pequeña charla de bienvenida, Demetria subió arriba donde se encontraban las demás habitaciones y abrió una de las puertas.

—¡Demetria! —dijo una chica castaña, de ojos café, a penas la vio y fue corriendo a abrazarla—. Te extrañe mucho.

—Yo igual, Hermione —sonrío.

—¿Y yo soy pared o que? —preguntó un chico pelirrojo con ojos azules, Demetria se separó de su amiga y abrazo a su amigo. Estaba mucho mas alto que el año pasado y tenia el pelo mas corto, pero seguía siendo un zanahoria para ella.

—También te extrañe, Ronald —dijo Demetria.

—Vale, creo que todavía no aprendes que mi nombre es Ron, no Ronald —dijo Ron sonriéndole.

—Claro que lo sé, solo que me gusta molestarte.

—No cambiaste nada, Camelia.

—Tu tampoco, Bilius.

—¿A caso mis ojos ven una ilusión? —preguntó una voz detrás de los tres amigos, todos se dieron vuelta ora ver a dos hermanos gemelos en la puerta. Seguían teniendo la misma sonrisa traviesa de siempre, y su pelo también estaba mucho mas corto que él año anterior.

—No, George, es ella, ¡es nuestra «Metri»! —dijo uno de los gemelos, ambos exactamente iguales, sin ningún defecto (a menos si eres muy observador). En sus ojos marrón chocolate todavía se seguí notando la rebeldía. Fred y George Weasley, los gemelos más bromistas y traviesos de Hogwarts. Demetria los había conocido en primer año por parte de Ron y desde ahí se habían vuelto como sus hermanos. Ellos tenían la costumbre de llamarle «Metri» por qué decían que «Demi» era muy común para un apodo.

—¡Merlin, Gred! ¿Estás seguro? —preguntó George.

—¡Claro que si! ¿Cómo confundir a nuestra hermanita? —dijo Fred.

—Pero, ya no es más pequeña... —dijo George limpiándose las lágrimas falsas mientras una mano la tenía en el pecho.

—Tienes razón, cuánto ha crecido —ambos gemelos se aproximaron a Demetria y la abrazaron, lloraron sin lágrimas en sus hombros haciendo que suelte una carcajada.

—También los extrañe, Calabazas —dijo la chica—. Pero yo también necesito el aire para repirar —los gemelos la soltaron con una sonrisa—. Veo que se soltaron el pelo, nada mal.

—Sabemos...

—Que somos preciosos —dijeron mientras hacían una pose de diva.

—¡Fred! ¡George! —gritó la señora Weasley desde abajo haciendo que los chicos se exaltaran.

—¿Sabrá lo quien hicimos? —preguntó George.

—Seguramente... Apuesto a cinco galeones que si.

—Trato —ambos se fueron de la habitación.

—¿Qué hacían mientras no estaba? —preguntó Demetria sentándose en la punta de una cama.

—Nada —contesto el pelirrojo con un tono de aburrimiento.

—Demi, ¿cómo estás con... Ya sabes —preguntó Hermione.

—Oh, eh... Bien, creo —dijo Demtria fijándose en su muñeca—. Ahora que lo dices, me ha ardido hace unos días, pero lo pude aguantar, no como el año pasado —sonrío.

No mentía. Pero a veces le ardía como el mismísimo infierno, aunque podía soportarlo sin problemas, pues ya se había acostumbrado. La rubia se recostó en la cama en la cual estaba sentada.

Los tres se quedaron charlando un buen rato sobre lo que hicieron en vacaciones, Demetria les contó su nueva casa en el mundo muggle, ers de dos pisos algo pequeña, pero cómoda, ya que ella era la única que vivía allí.

Después de un rato la señora Weasley llamó a los chicos para comer, los tres bajaron y fueron a sentarse en la mesa, Demetria saludo a Ginny, quien no la había visto cuando entro y se sentó junto a Hermione.



Luego de la maravillosa y rica cena los chicos se retiraron para ir a dormir a sus respectivos cuartos. Demetria caminaba distraída y como no veía por donde iba se choco con algo o alguien.

—Lo siento... —dijo y miro hacia abajo, un elfo viejo y llenos de arrugas estaba en frente de ella. Era Kreacher el elfo domestico de Sirius.

—Sangre sucia inmunda —dijo, Demtria acostumbrada, se limitó a encogerse de hombros y seguir caminando—, maldita predice muertes, estúpida sin padres.

Demetria paró en seco, de pronto una ráfaga de ira la invadió, poco a poco aquello se convirtió en tristeza. Una lágrima rebelde resbaló por su mejilla. Sin mirar atrás y al borde de las lágrimas, salió corriendo.

Ron Weasley, quién pasaba por ahí, al ver a su amiga corriendo frunció el ceño y fue tras ella. Al pasar por al lado del elfo, este le dijo:

—Traidor de sangre inmundo...

No le prestó atención y siguió caminando. Vio que Demetria había entrado al baño y se relajo, capas que había tenido alguna urgencia.

Se dio vuelta y caminó para ir a su habitación, pero se detuvo en seco al escuchar un sollozo proveniente del baño. Confundido, caminó hacia la puerta de éste y golpeó tres veces.

—Ocupado... —la voz quebrada de Demetria llegó a sus oídos y cambio su semblante confundido a uno de preocupación. Abrió la puerta con cuidado y encontró a su amiga sentada en la tapa del retrete, llorando.

—¿Demetria? ¿Estas llorando? —preguntó el pelirrojo.

—No... Estoy sudando por los ojos —ironizó—. Vete, Ronald, no quiero discutir contigo ahora.

—¿Quien dijo que yo venia a discutir? —preguntó pocionandoce adelante de ella, Demetria levantó la cabeza y lo miró—. ¿Por que lloras?

—Nada importante —le restó importancia, aunque para Demetria sus padres eran lo mas importante de su vida y lo seguían siendo, aunque ya no estén con ella.

—No puede no ser importante si lloras —dijo Ron.

—En serio, no importa.

—Si tu lo dices —el pelirrojo se encogió de hombros—. Tengo hambre, ¿bajamos?

—Ronald, son las diez y acabamos de comer hace unos minutos —dijo Demetria sonriendo—. ¿Como es que toda la comida cabe en tu cuerpo?

—No lo sé —sonrió. Por lo menos la había hecho sonreír—. Ahora, vámonos, no quiero que mi madre nos vea y nos pegue una regañada.

Demetria se limpió las lágrimas que aún estaba en su mejilla—Claro, no queremos que el gran Ronald Weasley se enconada tras un sillón perdiendo su orgullo mientras su madre lo regaña.

El pelirrojo la fulminó con la mirada mientras ella reía.

—Callaté.

25 Juillet 2020 20:13 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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