¿Qué es lo que el rey desea?
El bufón dista de ser hermoso. Más allá de su hilaridad hipócrita y apariencia grotesca, quizá, su particularidad más destacada, yace en las indumentarias repletas de misticismo, que procura portar como una extensión inherente de su piel; Taehyung von Rosewald goza de un apellido de alto renombre para la profesión a la que dedica cada latir de su corazón y segundo en su vida. ¿Por qué se había dado por sentado el infortunio de su situación?
En la corte del Rey de Verx, bajo el mando de Jungkook Jeon IV, los caóticos rumores surcan cada ladrillo, desde la atalaya hasta los jardines y los calabozos, asfixiando una verdad que parece no existir... Rumores que se resguardan en una obscuridad monárquica, de la cual nadie estaría dispuesto a indagar, si es que se quería conservar el cuello intacto y la cabeza sobre las vértebras cervicales.
Pero von Rosewald es astuto... Tanto como un zorro maldito de intenciones perversas y labios venenosos; ¡Aún si se le viera de las maneras más indignas de ser humano!, retorciendo su cuerpo. Y blandiendo su grotesca sonrisa, con el único propósito de hacer reír al malévolo soberano.
El bufón ríe. Y mientras deja expuesto su vientre ridículamente frente al trono, su risa sardónica y estrambótica se extiende hasta el último de los rincones... Y los cortesanos miran, asqueados de las vulgaridades que salen de sus movimientos. De lo promiscuas que resultan sus piernas largas y musculosas, sus caderas fuertes y brazos repletos de vigor y nuditè.
Min Yoongi, uno de los guardias del rey, observa con interés el rostro de su majestad; Los ojos del Rey Niño, se muestran impasibles a las locuras del bufón, que salta grácilmente sobre la punta de sus dedos, en veces moviendo un aro de fuego, en veces jugando con enormes pelotas de piel de chivo; Pero no hay atisbo de diversión entre sus comisuras.
Entonces... ¿Por qué se tomaba la molestia de mantener a la horrible criatura consigo?
Las injurias salen como vértigo nauseabundo, hacia el reino, hacia lo político, hacia lo moral... Hacia... ¡El mismo rey! ¿Por qué no pierde la cabeza?, ¿Qué es aquello que permite a este ser estúpido yacer al lado de semejante divinidad como su rey?
Pero hay algo en ese ser estúpido. De máscara blanca y hórridos ropajes, el gorro bicorne, las calzas rojas y las babuchas... Que nadie más puede ver, que se esconde cual serpiente escurridiza del conocimiento populacho, burlón.
Porque cuando se quita la máscara, cuando las telas amarillas y azules se deslizan por su piel, cuando queda expuesto en total desnudez... En un tugurio en donde la luz a penas existe en el aire y en donde los monocordes gemidos de un monarca joven le empapan de humedad y calor... Moviendo las caderas, primero suavemente y después despiadado, aprisionando quejidos guturales entre los dientes... Oh, entonces y solo entonces... se le encontraba el sentido a las decisiones del rey.
Y se le encontraba la fortuna a la situación del bufón.
[...]
© Samantha Hirszenberg, 2019
Se prohíben copias y adaptaciones.
Obra registrada en Safe Creative.
Drabble publicado originalmente en 2019
ALTO CONTENIDO DE SPOILERS Cuando el horrible bufón llegó hasta la corte, el desagrado de quienes tuvieron la desdicha de cruzar la mirada con él, le hizo saber a los súbditos que algo andaba mal, con él y con el rey que había accedido a su adquisición. Pero es una locura colectiva la que no permite a ningún habitante proferir una queja o sugerencia en voz alta. ¿Para qué habrían de hacer eso? No hay necesidad de levantar la voz si todo va viento en popa dentro del reino, a menos claro... Que aquel bienestar sea solo el producto de la ilusoria maldad de un ser mucho más perverso que la simple sonrisa bobalicona de un bufón. En savoir plus Verx Kingdom.
Merci pour la lecture!
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