Aquella tarde cuando volví a casa, el mismo hombre que había visto en las calles del pueblo estaba parado frente a mi madre discutiendo.
-Es imposible, tú no puedes ser real, tú no perteneces a este mundo-
-Obsérvame querida, soy tan real como tú o tu hijo, solo vine por la espada, quizá estoy siendo razonable para que vivas para ver como libro a este miserable mundo de los impuros como tú y tu padre-
-No te daré nada, esa espada es un recuerdo valioso de mi lucha-
-Si así lo quieres así será-
El hombre empuño su oz y le corto la cabeza a mi madre, su cabeza rodo hasta mis pies, estaba atónito de ver esto, aquel hombre había matado a mi madre sin rencor.
-Te voy a matar, te cazare como la maldita bestia que eres y te matare ya lo veras-
-¿Estás seguro niño? Ese camino está lleno de sangre, odio y destrucción, si me quieres buscar y vencer deberás prepararte porque no será fácil, así que tomate tu tiempo-
-Ya lo veras maldito, vengare a mi madre-
-Eres solo un debilucho, así que te diré algo, dentro de diez años mi castillo saldrá en el centro del mundo, esa será la señal de que el juicio fina a comenzando entonces yo le daré lo que merece a cada persona y mutante que pisan esta asqueroso tierra, yo seré el juez de este mundo, así que si quieres detenerme y vengar a tu madre deberás prepararte, porque soy eterno-
Después de eso me desmaye del enojo, Baltazar me encontró y se hizo cargo de mí, le conté lo que sucedió y Anne vino a verme diciéndome que aquel hombre no era del todo un hombre, era la muerte personificada que por fin había tomado un cuerpo físico y estaba listo para regresar a gobernar este mundo. No me importo nada de lo que ella decía así que le pedí que me hiciera el favor de contactarme con alguien que fuera capaz de prepararme para esa batalla, ella dijo que nadie puede escapar de la muerte, que la muerte maneja nuestros destinos.
Así comienza el juicio.
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