Histoire courte
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Hasta cuándo

Cuando se despertó aún era de noche. A través de la persiana entreabierta se filtraba la tenue luz de las farolas. Sintió frío. Mientras bostezaba se cubrió con la sábana hasta la nariz y cerro los ojos para seguir durmiendo, pero como no lo conseguía observó el techo durante unos segundos, luego giro su cabeza y fue entonces cuando advirtió una silueta oscura, difuminada sobre la pared de la habitación. Sobresaltado pensó que era su madre que había venido para darle una vueltecita como de costumbre.

-mama-dijo, nadie respondió.

-mama-repitió, esperando una respuesta que no llegaba. Sus iris empezaron a dilatar lo suficiente, lo justo para comprender que aquello no era su adorable madre, aquella forma oscura no podía ser su madre.

No distinguió ojos en aquella figura pero supo que le estaba mirando. A pesar de que nunca había tenido miedo a la oscuridad, le entró pánico. Se tapó atropelladamente, temblando, transpirando a pesar del frio. Asustado decidió mirar por debajo de las sábanas, podría ser fruto de su imaginación, la imaginación de un niño asustado.

-Mami? -pregunto silabeando en un susurro.

Bordeando la cama, la oscuridad se movía lentamente. Se volvió a tapar apresurado, su corazón latía tan deprisa que dolía. No entendía que podría ser aquello.

¿Quién esta junto a mi cama?, se preguntó.

A pesar de estar desvelado, quiso despertar de esa pesadilla. Bajo la fina sábana, su cuerpo se cubrió de sudor. La tiniebla que proyectaba le aterraba. Se aferró a la sábana y quiso mirar por un pequeño hueco, la idea le paralizó por un momento pero se armó de valor y apretando sus dientes miró. No había nada, tan sólo la oscura y gélida habitación. Estaba tan aliviado que podía flotar.

-¿Habría sido producto de su imaginación?- se preguntó. Apareció a los pies de la cama, la oscuridad lentamente subió a su cabeza, aplastando su cuerpo contra el colchón. Atrapado, una terrible presión sobre su pecho hacia que respirara con dificultad, hacía mucho frío, en su cabeza empezaron a reproducirse una consecución de rápidos y desagradables recuerdos y el miedo entró como una puñalada en el pecho.

Una botella de licor acabada, gritos ensordecedores, la violencia de los empujones y manotazos, el chasquido del cinturón sobre la piel desnuda, el llanto aterrador de su madre que retumbaba en su cabeza, el sonido de los cristales rotos estampados contra el suelo. Bajo la cama escondido, con la mirada de pavor del pequeño hermano, tan solo quería que aquella agonía acabara, entre sollozos pedía ayuda, pero no podía, su voz sonaba a vacío. Lamentó que volviera a ocurrir otra vez, mientras lloraba amargamente unas manos sucias y grandes lo sacaban bajo la cama con fuerza, lo zarandeaba y lo empujaba sobre el colchón, sintió el terrible dolor de los golpes, intentaba zafarse de las manos de su padre, pero no podía. Una de esas asquerosas manos se estampó fuertemente contra su mejilla y todo acabo. Despertó.

Abrió sus ojos, sudando y aturdido no fue consciente de donde se encontraba hasta pasados unos segundos, sintió desahogo y seguridad, incorporándose sobre los codos un escalofrío recorrió su cuerpo, hacía mucho tiempo que dejó atrás la niñez que no pudo disfrutar y que le embargaba un sentimiento de vacío que le acompañaría el resto de su existencia.

9 Juin 2020 16:46 2 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

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Juan González Juan González
Muchas gracias Omar, los verdaderos monstruos somos las personas.
July 05, 2020, 09:22
John Doe John Doe
Muy bueno. Fascinante como uno pensaría que escribirías sobre algún tipo de monstruo, pero los monstruos realmente son las personas mismas.
July 04, 2020, 12:29
~