En ese instante había quedado tan clara su vida dándose cuenta que todo se resumía a él. Quería creer que aún podía continuar con todo aquello que le hacía vivir, pero simplemente había concluido con un final tan extraño. El destino en el que se imagino, nunca llegó a él, al igual que el pensar sobre los sentimientos que habían sido provocados por ese sujeto. Lo que vio día con día solo fue producto de su imaginación, y Kim Seokjin nunca existió en ningún momento del mundo de Taehyung.