—Hola. Cómo estás? —Enamorada del mismo idiota que no se da cuenta de mi existencia( O sea tú), con tres traumas nuevos y probablemente con daddy issues. Borrar. —Bien.Y tú? —Esperando que confieses lo que sientes de una puta vez y confirmes que la conexión que siento no está sólo en mi cabeza. Borrar. —Genial.Algo cansado. —Entonces.Hablamos mañana. —A la misma hora. —Sí. —Cuando las máscaras se caen. —Cuando las máscaras se caen. Leído a las 2:00 am

Mi celular se cargaba en el velador junto a mi cama con rayos de sol reflejándose en la pantalla. Me encontraba tomando una ducha mañanera cuando el timbre de mi celular me separó de mis sueños a la realidad. Cogí la toalla y me enrollé con ella. Salí y su nombre aparecía con un mensaje lleno de corazones y un "Buen día". Mi corazón se detuvo, mis piernas perdieron su fuerza y tenía retorcijones en el estómago. ¿Siempre sería así? Sonreí

"Encontrar tus mensajes, me ha conmovido. Quizás porque todo es difícil y tan bonitas palabras hicieron el contraste necesario...el Sol necesario para lograrle un arcoíris a mi lluvia; eso resultaste hoy. No lo esperaba, y la verdad, no recuerdo la última vez que algo inesperado me pareció tan dulce".

Todos nacemos para brillar, pero no todos están preparados para hacerlo.

Ah... Él extraña ver sus mensajes. Los días se pasan lentos y aburridos sin hablar con ella. ¿Pero qué puede hacer? Su vida es ocupada, muy ocupada. Y él no es más que su compañero, como dice. Que irónico, a veces la gente se queja de algo que esta misma provoca. Ojalá no hubiese sido su caso. Él mismo se prohibió subir de escalón.

Bajó sutilmente la punta, para después abrir con lentitud una grieta. Esa noche escribió su primer relato.

El sol danzaba, bajo la flama de flamenca.

Siempre esperaba un mensaje tuyo al despertar. ¿Por qué en pasado? Porque ya no tiene sentido esperar algo que nunca va a llegar. Decepcionarme todas las mañanas sólo me han traído malos días y la verdad es que, ya me rendí.

Hoy envié muchos mensajes de amor pero ninguno fue contestado de la misma forma.

Cuántas veces, ocho, cuantas veces, tres. Muchas veces recuerdo desde que se fue.

Cuando valoras lo que has perdido es porque ya no lo puedes recuperar.