La lluvia comenzó sin previo aviso. El aroma del expreso llenaba la habitación, y a pesar de mezclarse con el olor a sangre, no dejaba de ser exquisito. En el sofá un cadáver. Un casquillo sobre la mesa que aún humeaba. Las luces rojas y azules no se hicieron esperar, no deseaba ofrecer resistencia, sin embargo no salí hasta terminar mi bebida. Podría ser uno infelices y haber lastimado a mi hija de una manera atroz, razón por la cual le volé los sesos, pero que buen gusto para el café tenía.
7 July 18, 2019, 01:35 1Nous pouvons garder Inkspired gratuitement en affichant des annonces à nos visiteurs. S’il vous plaît, soutenez-nous en ajoutant ou en désactivant AdBlocker.
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