Solo es una adolescente. Suivre un blog

coachlizehtlira Lizeht Lira Los estereotipos de vida son una clase de maltrato No todo lo que vemos en los medios de comunicaciòn es real 0 critiques
Histoire non vérifiée

#lizehtliracoach #masmujeresmashumanas
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Solo es una adolescente.

Solo es una adolescente.

(Estereotipos de belleza)

Leonor es madre soltera, trabaja como sobrecargo a tiempo completo, sus padres le ayudan a educar y cuidar a su hija, y aunque ella está al pendiente de sus actividades, no siempre se da cuenta lo que su hija está viviendo.

Arantza está a punto de entrar en la secundaria, ahora los niños le toman más importancia, está en la etapa de desarrollo. Pero hay algo con lo que ella no está a gusto, su cuerpo. A pesar de ser una niña muy linda, no cree que su peso y su figura sea la ideal a su edad, sus amigas son más delgadas y altas que ella.

Arantza fue de compras con su mamá, y ya no compraban en el área de niñas, ahora ya iban a tiendas para adolescentes. Pero al estar allí, la niña salió llorando, ella quería comprar ropa como la que sus amigas usaban y al verse al espejo no se veía igual a ellas, su mamá al querer consolarla, le explico que no todas las niñas eran iguales ni tenían el mismo físico y por más que le decía que era hermosa, termino regresando a casa con las manos vacías.

El día de regreso a clases llego, para esa fecha Arantza había bajado de peso. Aun no era tan notable así que sus abuelos y mamá no sospechaban nada. Pasaron varias semanas y Arantza comenzó a sentirse cansada, se veía un tanto desmejorada y con ojeras apenas notables. El poco apetito y sueño excesivo empezaron a llamar la atención de los abuelos, preocupados le comunicaron a Leonor, pero dijo que era normal, que el cambio de escuela le estaba produciendo estrés, pero no debía ser nada serio.

Leonor decidió tomarse unas vacaciones para estar con su hija. Y después de un largo viaje por fin estaba en casa, no sabía todas las sorpresas que le esperaban, hacia un mes que no veía a su hija. Arantza estaba dormida cuando ella llego y sus padres la pusieron al tanto de lo que estaba pasando, muy preocupados, le dijeron de las dietas y ejercicio excesivo que la adolescente realizaba, la limpieza que hizo en su habitación tirando casi toda su ropa y cosas que según ella ya no las ocuparía, eran muy infantiles. Los abuelos aclararon que guardaron todo lo que saco, no estaba de acuerdo con lo sucedido. Leonor escucho con detenimiento, pero no le dio la importancia necesaria, decía que solo era la transición de niña a adolescente y que era normal, los tiempos cambian y los jóvenes de ahora así son.

Al día siguiente madre e hija salieron a comer y Arantza haciendo uso de sus ahora “conocimientos en alimentación”, fue ella quien escogió el lugar. A pesar de que Leonor noto diferente a su hija no se atrevió a decirle nada, decía que por respeto a su espacio no se metería en las cosas de su hija, además pensaba que más delgada se vería más alta.

El tiempo paso y Arantza solo veía revistas, fotos, videos y programas de modelos y dietas que ellas seguían para tener esos cuerpos tan delgados. Cada vez hacia más ejercicio y comía menos. Se acercaba el fin de ciclo escolar y como había sacado buenas calificaciones le pidió a su mamá le comprara un kit para ejercitarse en casa, no podía ir a un gimnasio por su edad. Y si, a los pocos días le llego su kit, ordeno una habitación de la casa, acomodo sus aparatos y se puso en marcha. En las vacaciones se pasaba horas en esa habitación.

Leonor recibió una llamada, la peor de las noticias…

¿Cómo paso? ¿en qué momento? ¿por qué ella? No daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo. Su hija ahora esta postrada en una cama de hospital, con tubos y agujas por todas partes.

El médico le informo que su hija ya no tenía esperanza, que el derrame cerebral la dejo en estado vegetal, no tenía la fuerza suficiente para recuperarse. Ahora tenía que tomar una decisión muy fuerte. Su hija de apenas 13 años ¿cómo era posible?

Nunca nadie se dio cuenta o no quisieron ver que Arantza necesitaba ayuda, que la pedía a gritos. Desde el momento en que su cuerpo la hacía sentir insegura, la señal era más que clara. Todo empieza con una baja autoestima generada por falta de atención, aunada a las influencias de amigos y las modas. Cada vez son más las niñas que caen en este juego de los estereotipos.

Estos estereotipos son impuestos por la sociedad, marcando cada vez más los altos estándares de aceptación. Es por eso por lo que insisto que el amor propio y la aceptación de nosotras mismas son factores importantes para no dejarse llevar por modas que al pretender alcanzarlas nos afecta tanto emocional como físicamente.

27 Juillet 2021 22:17 0 Rapport Incorporer 0
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