Un día como todos los días de la cuarentena de Rapunzel, yo estaba pegada en la pared durmiendo, hasta ahí todo bien, por lo general suelo tener que escaparme de trapos, diarios o el camaleón de Rapunzel que siempre se come a todo el mundo. Se comió a mi ex literalmente jaja, y también escucho gritos aterradores. Pero hoy no, porque nadie me había visto jeje, la cosa es que había una chica, como todas las tardes noches, que estaba escribiendo en un libro, tenía varias velas encendidas para ver mejor, después miró para arriba y vio una mariposa nocturna (no polilla) que se chocaba como tonta contra la vela, pero no se quemaba, se puso a gritar, escapó y volvió con un arma mortal: una escoba.
No se ni como entró la mariposa porque era gigante, pero la cosa es que abrió la ventana, le pegó a la mariposa y supongo que quería que se fuera pero la mató, después yo me asusté porque si queriendo sacar una mariposa la había matado mejor me quedo en la pared quietita sin chistar, no vaya a ser que me vea y termine aplastada o comida por el camaleón, al que le encantan las moscas, o sea que tengo que tener cuidado.
Días después, la vi tirando líquidos dudosos en el piso y correr con un palo y un trapo por todo el lugar, ahí vi que sacó el cadáver o lo que quedaba de la mariposa, pero no pude ir a mirar más de cerca porque sigo con miedo de que me mate a mi, queriendome sacar.
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