oscar-sanclemente1585068189 Oscar Sanclemente

La vida es un don precioso que debe suscitar en el hombre un eco de valentía y sabias decisiones para enfrentar las diversas situaciones que se presenten en el camino.


Historias de vida Todo público.

#El-destino-en-algún-momento-de-nuestras-vidas-nos-une-
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Lazos de Sangre.



Es la historia de José un joven de 17 años que cursa el grado 11 en un reconocido y exclusivo colegio de la ciudad de Bogotá, las directivas de la institución deciden hacer una fiesta de grado y despedida como último encuentro y espacio donde los estudiantes compartan, disfruten y recuerden todas aquellas travesuras que hicieron parte de una importante etapa de sus vidas.

Siendo las dos de la mañana día de la celebración, José decide irse con Luisa una compañera de estudio de quien siempre sintió una gran atracción, pero con quien nunca materializó una relación más allá de la amistad debido a las drásticas e imponentes exigencias que hacían los padres de aquella espontánea y atractiva Joven.

Dada la oportunidad que les dio el destino de estar unas horas juntos, los intrépidos jóvenes se marcharon a casa de José quien vivía solo con su padre, un distinguido señor que mantenía el mayor tiempo del día ocupado en negocios digitales. Dada las circunstancias y oportunidad de estar unidos; José y Luisa se dejan llevar por la emoción sexual sin el uso responsable de preservativos. Siendo las cinco de la mañana, los decididos jóvenes regresan a la fiesta de grado, donde quedaban unos cuantos compañeros despidiéndose para ir de regreso a casa.

José y Luisa se despidieron con expresiones mutuas de alegría, satisfacción y sensación de plenitud.

Un mes más tarde Luisa se entera de que está embarazada surgiendo en ella temores, vergüenza y muchas dudas frente a las decisiones que debería tomar. Por temor a sus padres, ella decide comunicarse con José haciéndole conocedor de la situación, en la cual José le propone huir juntos de sus hogares sin medir consecuencias de un futuro incierto, para dos jóvenes acostumbrados a un nivel de vida en la que sus necesidades materiales, psicológicas y sociales han sido siempre la prioridad de sus familias.

Radicados en otra ciudad y con algunos ahorros que tenía José y Luisa, empiezan una nueva etapa, ubicándose José laboralmente para hacerle frente a la situación en la cual llegaría en unos pocos meses un nuevo miembro producto de una corta relación de emociones y deseos sexuales.

Ocho meses después en horas de la tarde José recibe una llamada al trabajo informándole que Luisa fue llevada por un vecino al hospital más cercano para dar a luz; pero desafortunadamente la madre en etapa de gestación sufrió trastornos de hipertensión arterial, y la falta de un adecuado control prenatal le ocasionan en el momento del parto una muerte segura.

Él bebé por el bajo peso al nacer es llevado a la Incubadora el cual es entregado 12 días después a su padre agobiado y triste por la pérdida de su pareja y sin saber qué hacer con aquel frágil, delicado y pequeño nuevo ser.

José tiene ahora en su vida un nuevo compromiso acompañado de temores, dudas y cambios que debe asumir pero que no está dispuesto a cumplir solo con un bebé que requiere de una atención especial.

El 23 de Septiembre cuatro días después de la entrega del bebé al joven padre, invadido por la soledad, la nostalgia y la inseguridad de asumir una nueva experiencia en su vida, decide en horas de la madrugada abrigar al niño con unas prendas blancas, meterlo en un coche de color azul claro como el cielo, salir de casa en dirección al sur de la ciudad donde está ubicado un establecimiento religioso habitado por la comunidad de las hermanas de la caridad y dejar en las puertas de ese lugar al recién nacido.

José con lágrimas en su rostro por lo que estaba haciendo y dejándose llevar por sentimientos negativos se esconde detrás de un árbol a la espera de que el recién nacido sea atendido por alguna de las religiosas que habita en el establecimiento.

Por fortuna del recién nacido, una de las superioras de la comunidad abre la puerta y es sorprendida con la presencia de un hermoso y saludable infante, la superiora aterrada de aquella escena levanta al pequeño estrechándolo en sus brazos y mira a su alrededor en busca de respuestas. Minutos más tarde la superiora informa a todas las demás religiosas de la comunidad lo sucedido y se disponen a dar aviso a las autoridades para tomar las medidas requeridas con respecto al abandono desconsiderado del bebé.

José después de haberse percatado de que el niño fue recogido por una de las religiosas, se va de inmediato para su casa y al llegar cae en llanto por el sentimiento de culpa frente al determinado suceso que acababa de pasar. Una hora después entra en un profundo sueño a causa del cansancio, la tristeza y el llanto. Al caer la tarde, José se despierta y vuelve a su actividad normal como si no hubiese pasado nada; empaca toda su ropa, alista sus pertenencias y regresa nuevamente a la ciudad de Bogotá a encontrarse con Fercho, un gran amigo decidido ayudarlo a salir de aquella penosa situación.

Fercho muy animado de reencontrarse con José, le pregunta sobre Luisa y él bebé, quien evadiendo la mirada respondió que ambos murieron durante el momento del parto. Su amigo invadido por la tristeza lo abraza fuertemente y le expresa sentimientos de apoyo y oportunidad de continuar una nueva vida y así pasar la página de tristezas, frustraciones y malas decisiones.

Al día siguiente José se levanta, se sirve una taza de café y empieza a buscar en los clasificados del periódico un empleo con el cual pueda ocupar la mente y poder reunir dinero para ingresar a la universidad con el propósito de cumplir el gran sueño de ser un director ejecutivo.

Al tercer día de buscar empleo, José corre con la suerte de ubicarse en una empresa de producción y dos años después de labores logra ingresar a la universidad para estudiar dirección ejecutiva de lunes a viernes en horas de la noche.

Pasado tres meses en el establecimiento religioso donde alberga él bebé abandonado, la madre superiora decide hacer la gestión para llevar al pequeño al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entidad del estado encargada de buscar familias idóneas para que el niño en condición de adoptabilidad logre recuperar su derecho a ser hijos y crecer en un entorno que lo nutra de afecto, respeto y mucho amor.

Al quinto mes de vida, el afortunado pequeño fue adoptado por una pareja de esposos quienes cumplían con todas las exigencias del ICBF. Posteriormente la nueva familia se radicó en una ciudad un poco más pequeña con el objetivo de vivir tranquilos, cumplir con los deberes adquiridos como nuevos padres y el respeto a los derechos que tiene el niño.

Ocho años después con mucho sacrificio y voluntad José se alista para asistir a la ceremonia de grado como profesional en dirección ejecutiva. Es un momento muy especial y José se siente muy orgulloso de haber cumplido una meta más en su vida.

Seis años más tarde José se conoce en la misma empresa con Lucia, una muchacha con quien se enamora y deciden casarse. Después de cinco años de matrimonio la feliz pareja tiene un hijo el cual deciden llamar Matías.

Un día de intenso trabajo faltando una hora para terminar la jornada laboral, José es sorprendido por su jefe y demás compañeros con música, torta y gaseosa como celebración a sus cuarenta años. En ese mismo instante le dan la noticia de que es ascendido como director ejecutivo por su buen desempeño laboral y su profesionalismo para planifica, lidera y lleva el control de la empresa.

Seis meses después de su ascenso, José el hombre exitoso, competente y capaz de resolver situaciones empresariales con expectativas altas de producción; le surge la propuesta de vincular a su equipo de trabajo a un ingeniero industrial.

Pasados dos días de su ascenso el nuevo director ejecutivo se dispone a poner en clasificados virtuales la propuesta de empleo en ingeniería Industrial para las personas que cumplan con el perfil y profesionalismo que se requiere. Al día siguiente se presentaron doce personas con sus respectivas hojas de vida a la empresa de confección. José por ser un hombre exitoso y exigente se encarga de seleccionar a la persona que considera mas idónea para el cargo y las metas que desea cumplir. Entre las doce personas quedó Jonathan; un apuesto joven de tan solo 23 años recién salido de la universidad con una tesis laureada lo cual le llamo la atención al director ejecutivo.

Jonathan el nuevo ingeniero industrial ingresa a un periodo de prueba de tres meses logrando demostrar sus habilidades, disciplina, empatía y compromisos para conformar un excelente equipo con el director ejecutivo y algunos trabajadores de la empresa y así cumplir con eficiencia y eficacia las metas propuestas en el área de confección.

José se siente muy contento y sorprendido del talento de Jonathan, realmente es un excelente trabajador con ideas innovadoras que contribuyen al buen sostenimiento de la empresa.

José siempre que llega a casa habla con su esposa sobre Jonathan con aprecio y admiración de ver como ese joven posee aptitudes profesionales con respecto a su desempeño laboral.

Dos años más tarde Jonathan y José logran forjar una gran amistad gracias a la versatilidad, la capacidad para resolver problemas y la iniciativa con que se destaca su nuevo amigo.

Jonathan es invitado con más frecuencia a cenar y celebrar momentos especiales con la familia de su jefe. Luisa la esposa de José disfruta mucho con la presencia del nuevo amigo y se muestra cada vez mas atenta con él.

Jonathan después de compartir momentos con la familia de su jefe, empieza a sentir cierta atracción por la esposa de José para lo cual ella no es del todo indiferente. El joven se siente incómodo aceptándole invitaciones y opta por negarse, con el propósito de evitar que haya un sentimiento más allá de la amistad y el respeto por Luisa.

Después de un arduo trabajo, el treinta de Octubre la empresa logra cerrar un gran negocio productivo que dejará más del 40% de ganancias en confecciones. José esta muy feliz de los logros por lo cual decide invitar a Jonathan a celebrar y tomar unos tragos en su casa. Jonathan en medio de la alegría decide acompañarlo. Luisa prepara una cena muy especial para festejar las metas alcanzadas laboralmente. Los tres están muy entusiasmados y deciden después de cenar, brindar y charlar hasta la media noche. Han bebido mucho y la alegría brota por los poros de la piel. Las miradas entre Luisa y Jonathan son cada vez más evidentes. José se levanta, pide permiso y se desplaza hacia el baño. Luisa y Jonathan en medio de los tragos y aprovechando el momento se acercan y se besan intensamente. José se devuelve por el celular sorprendiendo a su joven amigo y amada esposa besándose; José entra en colera y golpea a su amigo. Jonathan asustado y avergonzado se retira del lugar, toma su auto y se desplaza para su apartamento. Durante el camino, Jonathan a causa de la confusión y las bebidas alcohólicas le hacen chocar contra un poste; la situación se torna caótica y el joven herido e inconsciente es trasladado al hospital más cercano, ya ha perdido mucha sangre.

José recibe una llamada del hospital informando que el joven Jonathan está hospitalizado por un accidente que acaba de sufrir; José disgustado con su esposa se preocupa por la situación del joven y decide salir lo más pronto posible.

José al llegar al hospital solicita información sobre la situación del joven y es remetido donde el doctor Pérez quien le informa que ya los médicos de urgencias empezaron una ardua labor para salvarle la vida y ordenaron una transfusión de sangre que consiste en insertar 5 litros en menos de 24 horas, para la cual se requiere de manera urgente un donador de sangre tipo AB- siendo este algo difícil de ubicar.

José se sorprende y le informa al doctor que posee el mismo tipo de sangre, el médico lo hace ingresar rápidamente al laboratorio clínico para la extracción sanguínea y análisis bilógico.

Horas más tarde Jonathan es operado siendo un éxito el proceso y más aún el haber contado con la bendición y la voluntad de José por servir de donante.

José al salir del hospital se va para la empresa como de costumbre a cumplir con sus jornadas de trabajo. Le surgen muchas ideas y sentimientos de culpabilidad por no haber actuado moderadamente en el momento que sorprendió a su esposa con su joven amigo.

Una hora más tarde de haber culminado la jornada laboral, José se comunica con Fercho su viejo amigo para reencontrase y tener alguien que lo escuche, para así poder desahogar sus sentimientos de rabia y tristeza por la infidelidad de su esposa y la traición de su joven amigo.

Siendo las ocho de la noche José recibe nuevamente una llamada del doctor Pérez solicitándole que se presente nuevamente al hospital. Él acompañado de su amigo Fercho atiende el llamado del profesional médico quien los hace ingresar al cuarto donde está Jonathan despierto en proceso de recuperación.

Jonathan se siente incomodo con la presencia de su jefe por haberle faltado a su confianza y no se atreve a mirarlo a los ojos, su jefe disgustado con su joven amigo tampoco sostiene la mirada con él. Fercho le pregunta a Jonathan por su familia. Jonathan muy suavemente por su estado de salud le informa que sus padres ya están muy ancianos y que viven en una pequeña ciudad a 15 horas de Bogotá. — Es mejor no preocuparlos. Expresa Jonathan.

Pasados unos minutos el doctor Pérez ingresa al cuarto y le notifica a José enfrente de Jonathan y Fercho lo siguiente:

— Felicitaciones señor José, su hijo salió muy bien de la operación, es un joven muy saludable y pronto terminará de recuperarse satisfactoriamente.

José extrañado responde: — que pena doctor, yo no soy su padre, soy su jefe de trabajo motivo por el cual lo estoy acompañando.

El doctor nuevamente manifiesta: — Me sorprende que usted diga que no lo es, las secuencias de su ADN coinciden con las secuencias de ADN de Jonathan, imposible no ser su padre biológico.


Jonathan a raíz de la anestesia y el débil estado de ánimo nuevamente se queda dormido.

José con la información que la acaba de proporcionar el médico se queda aterrado y sorprendido.

Fercho también sorprendido por lo que acaba de escuchar pregunta: —¿Qué pasa José, de qué habla el médico? ¿Quién es este muchacho?

José lo mismo que hizo hace muchos años, evade nuevamente la mirada de su viejo amigo, embargado por las dudas, los temores y la incertidumbre, decide marcharse apresuradamente para la empresa en compañía de Fercho. Durante el trayecto del hospital a la empresa, José no pronunciaba una sola palabra, su mente era un rompecabezas de preguntas y recuerdos.

La llegar a la empresa, José busca entre los archivos de las hojas de vida de los trabajadores los teléfonos de los padres de Jonathan; los anota en una hoja con sus respectivos nombres y la guarda adentro de su bolsillo. Es muy tarde ya, José esta extenuado y desea ir a descansar.

Fercho le pide a José que lo lleve de vuelta a su casa y que por favor no le vuelva a dirigir la palabra hasta que haya encontrado respuestas que seguramente él tendrá que responder.

Al llegar a casa, Fercho antes de bajar del carro con expresión abatida le dice a su amigo:

— Siento mucha tristeza por la deshonestidad de mi amigo, pero lo más triste es que te hayas perdido a ti mismo. — Hace unos años evadiéndome la mirada me dijiste que el bebé había muerto y por lo creo, es ahora un joven que te espera en la sala de un hospital con el derecho de escuchar muchas repuestas que tendrás que dar, no esperes a estar a las puertas de la muerte para arrepentirte y ver la vida con claridad.

José después de dejar a su viejo amigo y al escuchar sus palabras, continua el camino con los ojos llorosos hacia su lugar de descanso dende está su esposa y su pequeño hijo.

Al estar en casa, José se sienta en el sillón sin dejar de pensar en la situación por la que estaba pasando, se rehúsa a creer que su joven amigo sea su posible hijo, aquel niño que en un momento de cobardía dejó abandonado en las puertas de un establecimiento religioso y ahora sea un hombre que hace dos años llegó a las puertas de gran empresa direccionada por él.

José se sentía consternado sin poder conciliar el sueño y con un gran sentimiento de culpabilidad, pensó muy bien como abordar a los padres de Jonathan para indagar sobre su origen.


Siendo las ocho de la mañana del primero de Noviembre José sacó de su bolsillo el papel con los números telefónicos de los padres de Jonathan, no pudo resistir el deseo de comunicarse con ellos.

Con prudencia y mucho temor se comunicó telefónicamente con los padres de Jonathan haciéndose pasar por un funcionario de bienestar familiar.

El teléfono de la casa paterna de Jonathan suena y responde la señora Amanda.

—Buenos días, ¿sería tan amable de comunicarme con la señora Amanda?

— Si señor con ella habla. ¿Quién le llama?

— El señor Antonio Méndez, funcionario de inspección, vigilancia y control de bienestar familiar.

— ¿Si señor en que le puedo servir? Le pregunta la señora Amanda algo intrigada y medio asustada.

— Es que, queremos gestionarle becas de estudio a los jóvenes que hayan sido adoptados y no tengan los recursos económicos para cumplir sus sueños de ser unos excelentes profesionales.

— Qué pena señor Antonio, pero mi hijo ya es un profesional. Dijo con ignorancia la señora Amanda

— ¿Usted nos recuerda en que año aproximadamente fue adoptado su hijo para descartarlo de la lista de los beneficiados?

— Si señor, hace mas o menos 25 años. Responde la señora Amanda con cierta malicia.

— Muchas gracias señora Amanda, que tenga un feliz día.

Al colgar el teléfono José se encierra en su biblioteca sin que su esposa sospeche alguna cosa, afligido y conmovido se sirve un trago. No había duda que aquel joven que abandonó hace 25 años es su propio hijo el cual el destino lo pone nuevamente en su camino.

En el hospital siendo las diez de la mañana Jonathan se despierta y lo primero que se le viene a la mente son las palabras que dijo el médico con respecto a su jefe. Él pensaba que debe haber una equivocación con los exámenes de sangre. ¿Cómo ser hijo de su jefe si sus padres viven en una pequeña ciudad a 15 horas de la capital del país? Nuevamente Jonathan hace llamar a doctor Pérez para que le explique la veracidad del análisis biológico de sangre. El profesional en la salud atiende el llamado de su paciente y le confirma que los resultados del análisis muestran que el señor José es su padre. Jonathan no puede creer tal información, está muy confundido y algo desanimado. Dada la situación Jonathan decide llamar a sus padres para confrontar los resultados obtenidos por el laboratorio. Jonathan pide a una de las enfermeras que por favor le permita comunicarse con sus padres. La enfermera de turno le hace el favor de comunicarlo con su madre con quien entabla durante casi una hora un diálogo con el cual Jonathan reflejaba una expresión emotiva. Una vez finalizada la llamada, Jonathan derramaba lagrimas con profunda tristeza de haber escuchado que hace 25 años fue adoptado por aquellos padres que con esfuerzo y dedicación contribuyeron en su formación en un ambiente de amor y respeto.

Horas más tardes José decide ir al hospital para hablar con Jonathan. Realmente era una difícil situación de tantas que le ha tocado asumir durante el transcurso de su vida. El exitoso director ejecutivo ingresa al cuarto de Jonathan mirándolo con emociones y sentimientos encontrados para explicarle la herrada determinación que años atrás cobardemente tomó.

Jonathan con sentimientos de tristeza, ira y frustración escucha casi durante una hora a su nuevo padre y jefe de trabajo; quien le explica todo lo que sucedió hace 25 años y después de una larga y conmovedora plática termina diciendo lo siguiente:

— Jonathan, Perdóname por no haber sido protagonista de tus juegos, pasatiempos, emociones, problemas, inquietudes, historias favoritas, imaginación, sueños y sobre todo logros.

— Prefiero estar solo, en menos de 48 horas he vivido muchas emociones y me siento muy decepcionado, lo más apropiado es darle tiempo al tiempo para sanar las heridas que siento en el alma. — Por favor no me vuelva a llamar o buscar que una vez finalice mi incapacidad me reintegro nuevamente a mi trabajo. Expresó Jonathan.

— Ok. Dios te bendiga y te permita continuar recuperándote. Respondió José.

Veinte días después que se cumple la incapacidad, Jonathan se acerca a la empresa y deja sobre el escritorio de su jefe, amigo y padre la siguiente nota:


Bogotá 15 de Noviembre de 2001


Empresa de confecciones

Just in Tame.


Asunto: Carta de renuncia.

Señor José Fernández Saavedra.

Director Ejecutivo.


Cordial y respetuoso saludo.

Sirva la presente para presentar ante usted la Renuncia al cargo que ocupo actualmente en tan distinguida empresa.

Considero que la vida son situaciones de experiencias con dificultades, tristezas y alegría de las cuales es importante rescatar de lo positivo, herramientas que nos fortalezcan y de lo negativo oportunidades para reflexionar y aprender. No es de valientes evadir nuestras responsabilidades o decisiones por difíciles que parezcan; siempre por muy oscuro que sea el túnel, mientras haya, esperanza, optimismo y sobre todo fe, habrá una luz al final que nos orientará para continuar superando los obstáculos.


Arriesgarse es de valiente y las grandes hazañas traen consigo riesgos que se deben asumir para alcanzar el éxito, la plenitud y la felicidad mental, familiar y social.

Fueron dos años con los cuales aprendí a valorar lo que soy, lo que hago y lo que puedo llegar a hacer.

Gracias por la oportunidad que me brindó de ejercer mi profesión, compartir y prender que las metas son posibles cumplirlas en un margen de tiempo con eficiencia, eficacia y trabajo en equipo. También agradezco el permitir consolidar mi perfil; pero por motivos personales que usted ya conoce, me llevan a tomar esta difícil decisión.

Es probable que después de un tiempo y una vez haya sanado las profundas heridas que llevo en mi alma; me vuelva a comunicar con usted.


Éxitos y bendiciones.


ATENTAMENTE:

Jonathan Escobar Giménez


“Si se cree en el amor, en la vida

y en la fuerza oculta dentro

del alma, todo se puede,

absolutamente todo”

Horacio Jaramillo.














9 de Abril de 2020 a las 18:28 0 Reporte Insertar Seguir historia
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